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2011/08/12
En marcha un servicio que permite acceder a la predicción meteorológica desde el móvil
La Generalitat ha puesto en marcha hoy un nuevo servicio, El tiempo en el móvil, que permite acceder a la web de la predicción meteorológica desde cualquier sistema operativo y desde cualquier punto de Catalunya.
El nuevo servicio permite de una manera sencilla y rápida saber en qué puntos está lloviendo, las predicciones marítimas para las próximas 36 horas y las previsiones para los próximos tres días.
La presentación de este nuevo servicio se ha celebrado este viernes en la Fundación Mar de Begur, y en la misma han participado el director del Servicio Meteorológico de Catalunya, Oriol Puig, y el director general de Atención Ciudadana y Difusión, Ignasi Genovès.
Hasta el momento, la web de la Generalitat permitía consultar seis servicios, contactar con la administración catalana, localizar todo tipo de equipamientos, como hospitales o albergues, acceder a las últimas noticias, conocer la situación del tráfico, los datos del transporte público y toda la información sobre el servicio de cercanías de Renfe. A partir de hoy se ha añadido una nueva pestaña, el operativo de la información meteorológica.
Según Ignasi Genovès, uno de los objetivos de esta legislatura ha sido el de "apostar por los dispositivos móviles", teniendo en cuenta que todos los estudios apuntan que en el 2013 los accesos a internet móviles ya superarán a los fijos. "En vistas a la evolución, hemos hecho una apuesta importante para introducir aplicaciones en todo tipo de móviles", ha apuntado Genovès.
La nueva aplicación, a la que se puede acceder a través de http://gencat.mobi/meteocat, está divida en 5 partes informativas importantes: la primera de ellas ofrece la previsión meteorológica a nivel de Catalunya, la segunda a nivel municipal con una previsión de 8 días y otra muestra la previsión pirenaica en 4 sectores y da la evolución de los parámetros de montaña.
También da la previsión marítima para las próximas 36 horas en la costa y mar adentro y la última pestaña muestra un mapa de Catalunya con una imagen evolutiva de la lluvia para saber dónde está lloviendo.
Finalmente, una sexta pestaña permite poner esta aplicación en favoritos para tener un acceso más fácil a la web, de la que han destacado su sencilla navegación.
Puig ha explicado que en estos momentos el dispositivo no detecta la localidad desde donde el usuario solicita la información, pero que "se está trabajando para que la aplicación identifique el punto de conexión y dé el máximo de información del municipio donde está ubicado el usuario, que en la actualidad lo tiene que buscar".
La web del servicio meteorológico de Catalunya tuvo durante el 2010 un total de 130 millones de visitas y sólo el 8 de marzo del año pasado, día de las intensas nevadas principalmente en las comarcas de Girona, dos millones de personas consultaron la web.
Por otra parte, hoy también han presentado una ampliación de la información marítima que se ofrece en la web, con datos del estado de la mar y del viento procedente del modelo oceanográfico Wave Prediction Model (WAM).
En la web se podrá encontrar a partir de ahora variables como la altura de las olas y la velocidad y dirección del viento en cualquier punto de las comarcas del litoral catalán, pero también las condiciones meteorológicas y oceanográficas de 3 millas mar adentro.
2011/05/25
La meteorología espacial: un "riesgo emergente" en 2011 que podría dejarnos a oscuras
La Organización Meteorológica Mundial (WMO, en sus siglas en inglés) acaba de reconocer, durante el XVI Congreso 'Global preparedness for Space Weather Hazards' en Ginebra, la vulnerabilidad creciente de la Tierra con respecto al clima espacial, un fenómeno capaz de dejar a la población mundial sin electricidad y sin comunicaciones. Por este motivo, la WMO se ha unido a los últimos informes realizados por la NASA y por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), para declarar este fenómeno como "uno de los riesgos emergentes de 2011".
El clima espacial es el término que los científicos usan para describir las condiciones cambiantes del espacio, condicionadas por las explosiones solares que crean tormentas de radiación, fluctuación de los campos magnéticos y "lluvias" de partículas energéticas. Estos fenómenos viajan con el viento solar a través del Sistema Solar y cuando llegan a la Tierra, interactúan de forma compleja con su campo magnético.
Así, la WMO alerta de que las comunicaciones por satélite, el transporte aéreo y energía eléctrica están expuestas a las tormentas geomagnéticas consecuencia del clima espacial y, según los expertos, "la vulnerabilidad es creciente a medida que más países adopten las tecnologías inalámbricas". Además, alertan de que el siguiente pico en la actividad solar se espera en 2013.
De este modo, apunta que una posible interrupción de la energía eléctrica y las comunicaciones afectarán a las operaciones humanitarias, la agricultura y la minería, entre otros muchos sectores.
El subsecretario estadounidense de Medio Ambiente de Observación y Predicción, Kathryn Sullivan, ha destacado que las tormentas solares, junto con los tsunamis y el cambio climático como principales retos. "Los fenómenos meteorológicos espaciales son una nueva preocupación, debido a su potencial para afectar a la infraestructura basada en la tecnología, por ello los gobiernos deberían estar más pendientes de este tema", ha señalado.
En este sentido, ha apostado por un plan internacional coordinado para "evitar que la próxima tormenta solar extrema suponga un desastre global en su impacto económico y social".
Ante esta situación, Reino Unido prevee incluir de forma oficial los "Space Weather Risks" dentro del listado oficial de riesgos que pueden suponer una amenaza a la seguridad nacional, o "National Risk Register" elaborado por su Gobierno. Además, los máximos asesores científicos de los presidentes David Cameron y Barack Obama han formado un artículo conjunto en el New York Times, destinado a alertar a la población mundial sobre este posible suceso.
Desde España, la Asociación Española de Protección Civil para los Eventos Climáticos Severos ha señalado que "no por poco conocidos los riesgos naturales del clima espacial, como la caída temporal de infraestructuras críticas como las de energía, potabilización, transporte, salubridad, alimentación sanidad, penitenciarias o satélites, pueden ser insuficientemente atendidos, ni su prevención representa un menor desafío para instituciones nacionales e internacionales".
Así, señala que "ante todo" hay que conservar la calma y proceder con tranquilidad, verificar que realmente se trata de un apagón generalizado a todos los niveles (operadoras de teléfono móvil, electricidad doméstica ) y no de una interrupción puntual por otra causa menor.
Además, aconseja tener previamente acordado con los familiares un par de sencillas pautas para la reagrupación en un lugar seguro de referencia fuera de la ciudad, al que todos sepan llegar y a una distancia prudente de otras instalaciones críticas. En este sentido, señala que hay que prestar especial atención a todo lo relativo al acompañamiento de menores, familiares con alguna discapacidad o que requieran de alguna atención especial.
Del mismo modo, recomienda contar con una reserva de agua mineral y medios de potabilización; contar con sacos de dormir y esterilla por cada miembro de la familia; contar con una reserva de alimentos no perecederos proporcional al grupo familiar; tener al día el botiquín familiar, incorporando cosas como algún antidiarreico, y suero oral, medios de desinfección o algún repelente efectivo de mosquitos y otros insectos.
Contar con un manual en papel con técnicas básicas de orientación, acampada, potabilización; contar con mudas de repuesto en el lugar de reagrupación; así como tener pequeñas herramientas e instrumentos útiles, desde medios de encendido a una simple linterna, un sencillo transistor, un cargador de pilas solar; y llevar fotocopias en bolsa con cierre hermético de la documentación personal y familiar más esencial; son otras de las pautas a seguir, según la Asociación Española de Protección Civil ante una posible tormenta geomagnética.
20minutos
El clima espacial es el término que los científicos usan para describir las condiciones cambiantes del espacio, condicionadas por las explosiones solares que crean tormentas de radiación, fluctuación de los campos magnéticos y "lluvias" de partículas energéticas. Estos fenómenos viajan con el viento solar a través del Sistema Solar y cuando llegan a la Tierra, interactúan de forma compleja con su campo magnético.
Así, la WMO alerta de que las comunicaciones por satélite, el transporte aéreo y energía eléctrica están expuestas a las tormentas geomagnéticas consecuencia del clima espacial y, según los expertos, "la vulnerabilidad es creciente a medida que más países adopten las tecnologías inalámbricas". Además, alertan de que el siguiente pico en la actividad solar se espera en 2013.
De este modo, apunta que una posible interrupción de la energía eléctrica y las comunicaciones afectarán a las operaciones humanitarias, la agricultura y la minería, entre otros muchos sectores.
El subsecretario estadounidense de Medio Ambiente de Observación y Predicción, Kathryn Sullivan, ha destacado que las tormentas solares, junto con los tsunamis y el cambio climático como principales retos. "Los fenómenos meteorológicos espaciales son una nueva preocupación, debido a su potencial para afectar a la infraestructura basada en la tecnología, por ello los gobiernos deberían estar más pendientes de este tema", ha señalado.
En este sentido, ha apostado por un plan internacional coordinado para "evitar que la próxima tormenta solar extrema suponga un desastre global en su impacto económico y social".
Ante esta situación, Reino Unido prevee incluir de forma oficial los "Space Weather Risks" dentro del listado oficial de riesgos que pueden suponer una amenaza a la seguridad nacional, o "National Risk Register" elaborado por su Gobierno. Además, los máximos asesores científicos de los presidentes David Cameron y Barack Obama han formado un artículo conjunto en el New York Times, destinado a alertar a la población mundial sobre este posible suceso.
Desde España, la Asociación Española de Protección Civil para los Eventos Climáticos Severos ha señalado que "no por poco conocidos los riesgos naturales del clima espacial, como la caída temporal de infraestructuras críticas como las de energía, potabilización, transporte, salubridad, alimentación sanidad, penitenciarias o satélites, pueden ser insuficientemente atendidos, ni su prevención representa un menor desafío para instituciones nacionales e internacionales".
Preparación ante evento climático
Por ello ha presentado diez recomendaciones para una sencilla preparación preventiva y de autoprotección básica por parte de cada familia y que, según destaca, también sirven como protocolo de actuación para cualquier otro eventos climático severo.Así, señala que "ante todo" hay que conservar la calma y proceder con tranquilidad, verificar que realmente se trata de un apagón generalizado a todos los niveles (operadoras de teléfono móvil, electricidad doméstica ) y no de una interrupción puntual por otra causa menor.
Además, aconseja tener previamente acordado con los familiares un par de sencillas pautas para la reagrupación en un lugar seguro de referencia fuera de la ciudad, al que todos sepan llegar y a una distancia prudente de otras instalaciones críticas. En este sentido, señala que hay que prestar especial atención a todo lo relativo al acompañamiento de menores, familiares con alguna discapacidad o que requieran de alguna atención especial.
Del mismo modo, recomienda contar con una reserva de agua mineral y medios de potabilización; contar con sacos de dormir y esterilla por cada miembro de la familia; contar con una reserva de alimentos no perecederos proporcional al grupo familiar; tener al día el botiquín familiar, incorporando cosas como algún antidiarreico, y suero oral, medios de desinfección o algún repelente efectivo de mosquitos y otros insectos.
Contar con un manual en papel con técnicas básicas de orientación, acampada, potabilización; contar con mudas de repuesto en el lugar de reagrupación; así como tener pequeñas herramientas e instrumentos útiles, desde medios de encendido a una simple linterna, un sencillo transistor, un cargador de pilas solar; y llevar fotocopias en bolsa con cierre hermético de la documentación personal y familiar más esencial; son otras de las pautas a seguir, según la Asociación Española de Protección Civil ante una posible tormenta geomagnética.
20minutos
2009/08/03
La mejor meteoróloga del mundo
Fuente: BBC Mundo.
Eugenia Kalnay vive entre fórmulas matemáticas que permiten anticipar si mañana estará soleado o habrá tormentas eléctricas, y que también anuncian qué pasará con el planeta si sigue calentándose inexorablemente.
Esta científica argentina, radicada en Estados Unidos y docente de la Universidad de Maryland, es una experta en la predicción numérica meteorológica, una técnica que, mediante una compleja programación de modelos, permite entender no sólo el tiempo, sino también el clima. Y, como tal, se ha convertido en referente de la cruzada científica contra el cambio climático.
Por sus "contribuciones sobresalientes" en el campo de la climatología, Kalnay fue elegida recientemente como la mejor meteoróloga del mundo por la Organización Meteorológica Mundial, un organismo de Naciones Unidas, una distinción que, a sus 66 años de edad, asegura que la "sobrepasa".
"No sé si me lo merezco completamente, pero es lindo... Ahora, eso de 'la mejor', no sé… Es como el Nobel, un año se lo gana uno y al siguiente otro, y no quiere decir que éste sea mejor que aquel… es como un título efímero, ¿no?", reflexiona la científica, en diálogo con BBC Mundo.
El mérito que nadie podrá quitarle, sin embargo, es haber sido la segunda mujer en recibir tal condecoración en los 54 años de historia del premio.
Y no es ésta la primera victoria que obtiene para el género femenino en el terreno de la meteorología: fue la primera mujer en doctorarse en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) tras exiliarse de Argentina en 1966; fue la primera docente mujer en esas aulas, y "la primera en quedar embarazada -dice, entre risas- porque al fin de cuentas, era la única que podía".
"Yo pensaba estudiar medicina, después empecé física y, cuando estaba en primer año, mi mamá se enteró de que había becas del Servicio Meteorológico Argentino. Como teníamos dificultades económicas, ella me anotó… ¡y me cambió de carrera! Me salió la beca, y siempre digo que estudié meteorología por el dinero", revela, con tono afable, en una entrevista concedida desde su casa de Maryland.
La ciencia que usted estudió, pese a sus complejidades, tiene un contacto directo con la gente, que consume los pronósticos en su vida cotidiana…
Es que la meteorología es útil para todo el mundo. Y en mi campo de trabajo, que es el pronóstico numérico del tiempo, nos da una gran alegría haber contribuido a la mejora de los pronósticos y, de alguna manera, haber ayudado al ciudadano común.
¿Cómo es que se puede predecir "numéricamente" el clima?
Se usan leyes relativamente simples de la física para modelar la atmósfera. Por ejemplo, una ley de Newton -que dice que cuando uno aplica una fuerza a una masa de aire, ésta se acelera- sirve para establecer un modelo de la presión atmosférica.
Y, a partir de estas leyes, se puede escribir la evolución de la atmósfera en modo de ecuaciones y anticipar numéricamente los estados de los próximos días.
Yo empecé trabajando en modelos globales para el pronóstico del tiempo, pero si uno los corre por mucho tiempo, permiten establecer hipótesis sobre cómo cambiará el clima general del planeta.
Lo cual es clave para estudiar el cambio climático…
Sí, es una suerte que el tema esté sobre el tapete, pero en Estados Unidos se han perdido diez años de acción concreta para evitar este problema. Básicamente, lo que está pasando es que la Tierra acumuló carbón y petróleo bajo su superficie por millones de años, y nosotros estamos quemando toda esa acumulación en apenas 100 ó 200 años. Es una catástrofe en muchos sentidos.
Usted dice que en Estados Unidos se perdieron diez años. ¿Qué debería haberse hecho y en qué medida la predicción puede servir para pasar a la acción?
Un climatólogo muy famoso de la NASA, James Hansen, dice que prácticamente hemos perdido la carrera y estamos al borde del abismo. Otros dicen que él exagera, pero a mí la verdad… me da miedo por nuestros hijos y nietos.
Creo que no hay dudas, entre la inmensa mayoría de los científicos, de que la atmósfera se calienta al quemar carbón y emitir gases con efecto invernadero. Así que los estudios que se estando haciendo son más bien para definir detalles sobre cómo proceder, pero sin discutir ya el tema de base.
Sigue habiendo, aunque integran sin duda un grupo reducido, científicos que niegan el cambio climático como consecuencia de la acción del hombre…
Muchos de ellos están pagados por las compañías de petróleo y carbón. Su aporte es muy cuestionable.
¿Cree usted que hay realmente voluntad política en los países más desarrollados? Al menos se percibe un cambio en el discurso de muchos líderes...
Hay un cambio, efectivamente, en lo discursivo, pero hasta que se tomen acciones puede pasar demasiado tiempo.
Por ejemplo, cuando en los años '80 se descubrió que el agujero de ozono estaba producido por el clorofluorocarbono de los aerosoles, hubo una reunión en Montreal donde se decidió prohibir el uso de esos gases. Y fue muy exitoso.
Ése es un ejemplo de lo que debería hacerse ahora, aunque por supuesto es mucho más complicado cuando se trata del uso de petróleo y carbón fósil, donde hay muchas cuestiones económicas asociadas.
Yo considero que debería haber más apoyo de los gobiernos para la producción de energías eólica y solar, que son renovables y de enorme potencial en países como, por ejemplo, Argentina.
¿Cuál cree que son los desafíos, precisamente, de la región latinoamericana en términos del cambio climático tal como se lo puede predecir hoy?
Creo que Sudamérica, o por lo menos el Cono Sur, está menos en riesgo que los países del Norte. Como hay mucha más extensión de océanos que de tierras en el hemisferio Sur, los océanos tardan más en calentarse y el calentamiento general quizás va a ser allí más lento.
Pero hay otros factores a atender: el uso del suelo, por ejemplo, también produce cambios en el calentamiento. Yo he hecho un trabajo en esta materia y la conclusión parece ser clara: cuanto más verde sea una región, menos se va a calentar.
De allí el riesgo que implica urbanizar zonas verdes, o talar árboles en la selva de Brasil o Paraguay: se aumenta el calentamiento del suelo, porque los árboles bajan la temperatura, y sin ellos la región se calentará aún más.
¿Y qué cree que puede aportar, en este sentido, la Cumbre de Copenhague?
Yo no soy experta en la parte económica del cambio climático, pero hay científicos que dicen que la única opción es regular los impuestos al uso del carbón. Pero no sé si estos asuntos urgentes podrán establecerse desde la Cumbre.
Una última curiosidad, volviendo a la meteorología: la ciencia a la que usted se dedica no tiene, para la gente común, la mejor de las reputaciones…
(Risas) No…
¿No es frustrante que se pierda la confianza en los pronósticos del tiempo después de experiencias como la de salir con paraguas en la mañana para llegar al mediodía con sol radiante?
Es que la meteorología es la única ciencia que verifica lo que predice… ¡los economistas hacen pronósticos sobre la economía y después nadie confirma si tuvieron razón o no!
Las cosas han cambiado mucho, sobre todo en el Hemisferio Sur. Hoy la calidad del pronóstico para cinco días es tan buena como el pronóstico del día de hace 30 años. La gente no lo ha notado porque es un proceso gradual, pero los pronósticos son increíblemente mejores a los de hace dos décadas, y eso es en parte gracias al pronóstico numérico del tiempo.
Eugenia Kalnay vive entre fórmulas matemáticas que permiten anticipar si mañana estará soleado o habrá tormentas eléctricas, y que también anuncian qué pasará con el planeta si sigue calentándose inexorablemente.
Esta científica argentina, radicada en Estados Unidos y docente de la Universidad de Maryland, es una experta en la predicción numérica meteorológica, una técnica que, mediante una compleja programación de modelos, permite entender no sólo el tiempo, sino también el clima. Y, como tal, se ha convertido en referente de la cruzada científica contra el cambio climático.
Por sus "contribuciones sobresalientes" en el campo de la climatología, Kalnay fue elegida recientemente como la mejor meteoróloga del mundo por la Organización Meteorológica Mundial, un organismo de Naciones Unidas, una distinción que, a sus 66 años de edad, asegura que la "sobrepasa".
"No sé si me lo merezco completamente, pero es lindo... Ahora, eso de 'la mejor', no sé… Es como el Nobel, un año se lo gana uno y al siguiente otro, y no quiere decir que éste sea mejor que aquel… es como un título efímero, ¿no?", reflexiona la científica, en diálogo con BBC Mundo.
El mérito que nadie podrá quitarle, sin embargo, es haber sido la segunda mujer en recibir tal condecoración en los 54 años de historia del premio.
Y no es ésta la primera victoria que obtiene para el género femenino en el terreno de la meteorología: fue la primera mujer en doctorarse en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) tras exiliarse de Argentina en 1966; fue la primera docente mujer en esas aulas, y "la primera en quedar embarazada -dice, entre risas- porque al fin de cuentas, era la única que podía".
"Yo pensaba estudiar medicina, después empecé física y, cuando estaba en primer año, mi mamá se enteró de que había becas del Servicio Meteorológico Argentino. Como teníamos dificultades económicas, ella me anotó… ¡y me cambió de carrera! Me salió la beca, y siempre digo que estudié meteorología por el dinero", revela, con tono afable, en una entrevista concedida desde su casa de Maryland.
La ciencia que usted estudió, pese a sus complejidades, tiene un contacto directo con la gente, que consume los pronósticos en su vida cotidiana…
Es que la meteorología es útil para todo el mundo. Y en mi campo de trabajo, que es el pronóstico numérico del tiempo, nos da una gran alegría haber contribuido a la mejora de los pronósticos y, de alguna manera, haber ayudado al ciudadano común.
¿Cómo es que se puede predecir "numéricamente" el clima?
Se usan leyes relativamente simples de la física para modelar la atmósfera. Por ejemplo, una ley de Newton -que dice que cuando uno aplica una fuerza a una masa de aire, ésta se acelera- sirve para establecer un modelo de la presión atmosférica.
Y, a partir de estas leyes, se puede escribir la evolución de la atmósfera en modo de ecuaciones y anticipar numéricamente los estados de los próximos días.
Yo empecé trabajando en modelos globales para el pronóstico del tiempo, pero si uno los corre por mucho tiempo, permiten establecer hipótesis sobre cómo cambiará el clima general del planeta.
Lo cual es clave para estudiar el cambio climático…
Sí, es una suerte que el tema esté sobre el tapete, pero en Estados Unidos se han perdido diez años de acción concreta para evitar este problema. Básicamente, lo que está pasando es que la Tierra acumuló carbón y petróleo bajo su superficie por millones de años, y nosotros estamos quemando toda esa acumulación en apenas 100 ó 200 años. Es una catástrofe en muchos sentidos.
Usted dice que en Estados Unidos se perdieron diez años. ¿Qué debería haberse hecho y en qué medida la predicción puede servir para pasar a la acción?
Un climatólogo muy famoso de la NASA, James Hansen, dice que prácticamente hemos perdido la carrera y estamos al borde del abismo. Otros dicen que él exagera, pero a mí la verdad… me da miedo por nuestros hijos y nietos.
Creo que no hay dudas, entre la inmensa mayoría de los científicos, de que la atmósfera se calienta al quemar carbón y emitir gases con efecto invernadero. Así que los estudios que se estando haciendo son más bien para definir detalles sobre cómo proceder, pero sin discutir ya el tema de base.
Sigue habiendo, aunque integran sin duda un grupo reducido, científicos que niegan el cambio climático como consecuencia de la acción del hombre…
Muchos de ellos están pagados por las compañías de petróleo y carbón. Su aporte es muy cuestionable.
¿Cree usted que hay realmente voluntad política en los países más desarrollados? Al menos se percibe un cambio en el discurso de muchos líderes...
Hay un cambio, efectivamente, en lo discursivo, pero hasta que se tomen acciones puede pasar demasiado tiempo.
Por ejemplo, cuando en los años '80 se descubrió que el agujero de ozono estaba producido por el clorofluorocarbono de los aerosoles, hubo una reunión en Montreal donde se decidió prohibir el uso de esos gases. Y fue muy exitoso.
Ése es un ejemplo de lo que debería hacerse ahora, aunque por supuesto es mucho más complicado cuando se trata del uso de petróleo y carbón fósil, donde hay muchas cuestiones económicas asociadas.
Yo considero que debería haber más apoyo de los gobiernos para la producción de energías eólica y solar, que son renovables y de enorme potencial en países como, por ejemplo, Argentina.
¿Cuál cree que son los desafíos, precisamente, de la región latinoamericana en términos del cambio climático tal como se lo puede predecir hoy?
Creo que Sudamérica, o por lo menos el Cono Sur, está menos en riesgo que los países del Norte. Como hay mucha más extensión de océanos que de tierras en el hemisferio Sur, los océanos tardan más en calentarse y el calentamiento general quizás va a ser allí más lento.
Pero hay otros factores a atender: el uso del suelo, por ejemplo, también produce cambios en el calentamiento. Yo he hecho un trabajo en esta materia y la conclusión parece ser clara: cuanto más verde sea una región, menos se va a calentar.
De allí el riesgo que implica urbanizar zonas verdes, o talar árboles en la selva de Brasil o Paraguay: se aumenta el calentamiento del suelo, porque los árboles bajan la temperatura, y sin ellos la región se calentará aún más.
¿Y qué cree que puede aportar, en este sentido, la Cumbre de Copenhague?
Yo no soy experta en la parte económica del cambio climático, pero hay científicos que dicen que la única opción es regular los impuestos al uso del carbón. Pero no sé si estos asuntos urgentes podrán establecerse desde la Cumbre.
Una última curiosidad, volviendo a la meteorología: la ciencia a la que usted se dedica no tiene, para la gente común, la mejor de las reputaciones…
(Risas) No…
¿No es frustrante que se pierda la confianza en los pronósticos del tiempo después de experiencias como la de salir con paraguas en la mañana para llegar al mediodía con sol radiante?
Es que la meteorología es la única ciencia que verifica lo que predice… ¡los economistas hacen pronósticos sobre la economía y después nadie confirma si tuvieron razón o no!
Las cosas han cambiado mucho, sobre todo en el Hemisferio Sur. Hoy la calidad del pronóstico para cinco días es tan buena como el pronóstico del día de hace 30 años. La gente no lo ha notado porque es un proceso gradual, pero los pronósticos son increíblemente mejores a los de hace dos décadas, y eso es en parte gracias al pronóstico numérico del tiempo.
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