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2011/01/05

Un yogur español contra la hipertensión

Aunque la mayor parte no lo sabe, unos diez millones de españoles sufren hipertensión arterial, una enfermedad que mata a 45.000 personas cada año, según la Sociedad Española de Hipertensión. Hay un inmenso arsenal de medicamentos contra esta dolencia, pero en los casos menos graves basta con una buena dieta, combinada con ejercicio físico, para alejar el riesgo cardiovascular, la probabilidad de sufrir un infarto, una hemorragia cerebral o un fallo renal.
Una investigación del CSIC presenta ahora una nueva alternativa para este grupo de hipertensos moderados: un yogur. Los científicos, dirigidos por Isidra Recio, del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación, en Madrid, han dado con un "nuevo ingrediente alimentario con propiedades antihipertensivas demostradas", según el propio organismo.
En plena polémica por las hipérboles de algunos alimentos funcionales Danone tendrá que pagar 21 millones de dólares en EEUU por exagerar los beneficios para la salud de sus bebidas Activia y Actimel, Recio asegura que es el primer ingrediente de este tipo 100% español y que funciona. Será comercializado por una gran cadena de supermercados a partir de marzo de este año.
El ingrediente, bautizado Lowpept, está compuesto por dos fragmentos concretos (dos péptidos) de las proteínas de la leche de vaca. Es como una especie de queso en polvo que se puede añadir a varios productos lácteos. El gran problema, bromea Recio, es que el ingrediente, sin más, "sabe muy amargo, como un queso del tipo de la torta del Casar de Extremadura". Y ahí entra el programa CENIT del Ministerio de Industria, que puso dinero para fomentar la colaboración entre el CSIC y una empresa biotecnológica privada, la pontevedresa Innaves. El objetivo: lograr un buen sabor y llevar los péptidos desde el laboratorio a los frigoríficos de los consumidores.

Sabor a frutas

El proceso ha sido laborioso y ha costado un millón de euros, el 40% procedente de las ayudas del ministerio. El CSIC tardó cuatro años en lograr el ingrediente e Innaves ha empleado otros cuatro años en conseguir un yogur "que sabe a frutas y reduce la hipertensión", según comenta el catedrático de la Universidad de A Coruña y gerente de Innaves, Francisco Gómez.
Lowpept es un alimento, no un fármaco, ya que para elaborarlo se sigue el mismo proceso que con algunos quesos. Sin embargo, se ha probado su efecto en humanos. Durante seis semanas, 34 voluntarios hipertensos tomaron uno de estos yogures cada día en el hospital Ramón y Cajal de Madrid. Su presión arterial sistólica media disminuyó de 154 milímetros de mercurio hasta los 139, perdiendo la etiqueta de hipertensos, fijada a partir de 140. El grupo de hipertensos que tomó yogur con placebo no experimentó mejoría. Y un tercer grupo, con tensión normal, tampoco registró ningún cambio tras tomar un yogur con Low-pept al día durante seis semanas. "A los hipertensos les baja la tensión y a las personas con tensión normal no les hace nada. Un niño se puede tomar cinco de estos yogures si le gustan", explica Gómez.
La empresa biotecnológica gallega trabaja ahora en la producción del yogur con el gigante francés Senoble, desconocido para el público pese a ser uno de los principales fabricantes de productos lácteos de marca blanca de Europa. Sus fábricas, una de ellas en Noblejas (Toledo), requieren cada año 650 millones de litros de leche.
El presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, el médico Javier Aranceta, cree que el nuevo yogur "es una buena noticia". Para Aranceta, que no ha tenido nada que ver con el desarrollo o la comercialización del ingrediente del CSIC, el producto "puede ayudar a las personas con hipertensión leve a no tener que recurrir al consumo de fármacos, que tienen efectos colaterales". Además, subraya, "la patente es española". Otros péptidos similares presentes en el mercado, uno japonés y otro finlandés, son "menos efectivos", según la investigadora del CSIC.

Publico

2009/06/29

Hipertensión, grave en América Latina

Fuente: BBC Mundo.

La hipertensión, o presión arterial alta, es un problema grave en todo el mundo. Pero mientras los países desarrollados parecen estar logrando una reducción del trastorno, en América Latina la enfermedad está en aumento.

Según una nueva investigación publicada Therapeutic Advances in Cardiovascular Disease (Avances Terapéuticos en Enfermedad Cardiovascular), el problema podría ser muy grave si no se toman medidas inmediatas.

Por eso, dicen los autores, urge establecer mejores programas para que la gente conozca los riesgos de este trastorno y los beneficios de un cambio en el estilo de vida.

Muerte silenciosa

La hipertensión es conocida como el "asesino silencioso" porque a menudo, debido a la ausencia de síntomas obvios, la gente no es consciente de que lo padece. Si no se le controla puede conducir a derrames cerebrales, insuficiencia cardíaca, infarto y muerte.

Cada año mueren cerca de 18 millones de personas a causa de enfermedades cardiovasculares (8 millones atribuidas a la hipertensión) y 80% de estas muertes ocurre en países en desarrollo.

El nuevo estudio comparó los datos de estudios publicados en América Latina sobre la prevalencia y muertes por hipertensión.

Los resultados muestran que las tasas de mortalidad por enfermedades cadiovasculares en la región aumentará aproximadamente un 145% entre hombres y mujeres para el año 2020.

"En las próximas décadas se observará en la mayoría de los países latinoamericanos una aceleración en la transición demográfica y epidemiológica signada por el envejecimiento poblacional y la epidemia de enfermedades crónicas, liderada por la enfermedad cardiovascular" dijo a BBC Ciencia el doctor Adolfo Rubisntein, jefe del Servicio de Medicina Familiar del Hospital Italiano en Buenos Aires, y uno de los autores del estudio.

"Este fenómeno consiste en que las enfermedades no transmisibles (cardiovasculares, cáncer, diabetes, enfermedades psiquiátricas) irán rápidamente reemplazando a las enfermedades infecciosas.

"En este sentido, las enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo conocidos -como la presión arterial alta, el más importante en cuanto a carga de enfermedad y muerte- aumentarán como resultado no sólo de esta transición sino de otros fenómenos sociales vinculados a la globalización", agrega el experto.

Estos factores, dice el doctor Rubisntein, incluyen la comida chatarra (con un alto consumo de sal), la falta de ejercicio, el tabaquismo y el sobrepeso y obesidad.

En los paises desarrollados no se espera que ocurra un incremento tan drástico en las tasas de enfermedades cardiovasculares.

Y esto se se debe, dicen los autores, a que en estos países "se han creado e implementado estrategias y programas para controlar las condiciones cardiovasculares. Pero no ha ocurrido así en el mundo en desarrollo".

Esto, dicen, es "muy desafortunado" porque por lo menos 75% de las muertes por enfermedades cardiovasculares pueden explicarse por estilos de vida poco sanos.

Costo

Tal como señala el doctor Rubinstein "hoy existe clara evidencia de las importantes consecuencias sanitarias, económicas y sociales de la enfermedad cardiovascular en los países latinoamericanos tanto para el individuo y su familia como para toda la sociedad en general".

Un análisis de costos llevado a cabo en México calculó que cada año se gastan US$2.500 millones debido a factores asociados a la hipertensión, como el tratamiento de complicaciones o discapacidad causada por el trastorno.

"Estas deprimentes observaciones garantizan un llamado a la acción para mejorar el control de la hipertensión y otros factores de riesgo cardiovascular en América Latina" afirma el doctor Luis Alcocer, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital General de México, otro de los autores del estudio.

Según los investigadores, se necesitan mejores campañas para alertar al público sobre los riesgos y beneficios de la detección y control de la enfermedad y que éstas sean una prioridad en las agendas de salud pública.

Aunque no se sabe con claridad cuál es la causa de la hipertensión, los estudios demuestran que el trastorno puede prevenirse con cambios en el estilo de vida del individuo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que 50% de las enfermedades cardiovasculares entre personas de más de 30 años puede atribuirse a la alta presión arterial, 31% a altos niveles de colesterol y 14% al uso de tabaco.

La OMS también ha determinado que la implementación de estrategias efectivas para reducir el cosumo de sal, el colesterol y el índice de masa corporal puede resultar en una disminución muy sustancial -de un 50% o más- en el riesgo de eventos cardiovasculares.

"La prevención y el tratamiento son las estrategias más obvias para reducir la enfermedad crónica" dice el doctor Adolfo Rubinstein.

"Por eso es necesario emprender acciones urgentes por parte de todas las organizaciones involucradas en la sociedad y convencer a las autoridades de salud de la importancia de implementar medidas a todo nivel que enfrenten adecuadamente esta nueva epidemia.

"Deben ser tanto estrategias poblacionales de promoción de la salud y prevención de la enfermedad para modificar hábitos y estilos de vida, has las intervenciones clínicas focalizadas en la población de mayor riesgo", expresa el científico.