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2012/01/13

Hallan por qué el alcohol es adictivo

Científicos descubrieron diferencias en el cerebro que parecen explicar por qué algunas personas beben más que otras y porqué algunas se vuelven adictas al alcohol.


Los investigadores de la Universidad de California, San Francisco, descubrieron que el cerebro de la gente que bebe en exceso parece ser particularmente receptivo a los compuestos que provocan la sensación de placer y recompensa tras una bebida.

Aunque esto se sospechaba desde hace décadas, es la primera vez que un estudio logra observarlo en el cerebro de seres humanos.
Y el hallazgo, afirman los científicos en la revista Science Translational Medicine (Science, Medicina Traslacional), podría conducir a nuevas herramientas para tratar el abuso de alcohol.
Se sabe que el alcoholismo es un trastorno causado por factores tanto biológicos como psicológicos.
Estudios en el pasado llevados a cabo con animales han mostrado que el abuso del alcohol produce cambios químicos en el cerebro que incrementan la tolerancia y, por consiguiente, la dependencia a la sustancia.
Hasta ahora, sin embargo, no se ha logrado entender cuáles son los mecanismos biológicos que intervienen en estos cambios de la estructura cerebral y que hacen que un individuo tenga la necesidad compulsiva de seguir bebiendo.

Más endorfinas, más placer

Igual que otras sustancias adictivas, como la cocaína y las anfetaminas, el consumo de alcohol provoca la liberación de endorfinas, unos compuestos químicos opioides que se adhieren a receptores en los centros de recompensa del cerebro provocando la sensación de placer que produce el alcohol.
Lo que hasta ahora se desconocía, sin embargo, son los mecanismos que subyacen a este proceso de consumo y recompensa, y por qué algunas personas sienten la necesidad de seguir bebiendo y otras no.
Para investigarlo, la doctora Jennifer Mitchell y su equipo sometieron a un grupo de 25 individuos -13 bebedores excesivos y 12 no bebedores- a escáneres cerebrales de tomografías PET (por emisión de positrones).

Las imágenes fueron tomadas antes y después de que ambos grupos de individuos consumieran una bebida alcohólica.
Los resultados mostraron que el consumo de la bebida alcohólica provocaba, tanto en los bebedores como en los no bebedores, la liberación de endorfinas en dos regiones particulares del cerebro: el núcleo accumbens y la corteza orbitofrontal.
Esto revela, afirman los autores, que independientemente de cuánto beba una persona, el consumo de alcohol produce la liberación de endorfinas en esas dos regiones cerebrales.
Observaron que cuantas más endorfinas se liberaban en el núcleo accumbens, mayor era el sentimiento de placer del individuo, tanto bebedor como no bebedor.
Sin embargo, cuantas más endorfinas se liberaban en la corteza orbitofrontal, mayor era el sentimiento de intoxicación que experimentaban los bebedores excesivos.
Pero esto no lo experimentaban los no bebedores.
Según los científicos, esto muestra cómo las endorfinas contribuyen a largo plazo al abuso del alcohol y cómo la liberación de grandes cantidades de endorfinas provoca que la bebida alcohólica sea más placentera.
Lo cual a su vez contribuye a querer beber más.
Tal como explica la doctora Mitchell, "esto indica que los cerebros de los bebedores excesivos o bebedores con problemas van cambiando en una forma que los hace encontrar el alcohol cada vez más placentero".
"Y esto puede ser la clave de cómo se desarrolla, en primer lugar, el problema del alcohol".
"Porque ese sentimiento cada vez más grande de recompensa los hacer beber cada vez más", agrega.
La investigadora sostiene: "Esto es algo que hemos especulado durante cerca de 30 años, basados en estudios con animales, pero hasta ahora no habíamos podido observarlo en humanos".
"Y nos ofrece la primera evidencia directa de cómo el alcohol hace a la gente sentirse bien".
La investigación fue financiada por el Departamento de Defensa de Estados Unidos y el Fondo para la Investigación sobre Abuso de Drogas y Alcohol del Estado de California.

2011/04/06

Descubren que un gen influye en el menor consumo de alcohol

La cantidad de alcohol que las personas ingieren está en parte determinada por un gen, el AUTS2, de acuerdo a un reciente estudio científico.
Según sus autores, los hallazgos de la investigación podrían ayudar a desarrollar tratamientos más efectivos contra el alcoholismo.

El trabajo, realizado por un equipo internacional de científicos, se publicó en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS, por sus siglas en inglés).
Entre los investigadores que participaron hay científicos afiliados a la universidad británica Imperial College de Londres.
En el estudio, en el que tomó información de cerca de 47.000 personas, se descubrió que las personas en las que ese gen es más activo consumen un promedio de alcohol que es 5% menor que el resto.
El AUTS2 se había relacionado anteriormente con el desarrollo de enfermedades como el autismo y el desorden de hiperactividad y déficit de atención, aunque su función no está del todo clara.

Nuevo campo de investigación

Los científicos aclaran que la diferencia en el consumo de alcohol provocada por la presencia de este gen no es muy grande, y podría estar en el orden del 5%. Sin embargo creen que abre la veda para nuevos descubrimientos en un nuevo campo de investigación.

Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), "el uso nocivo del alcohol es un problema global que provoca 2,5 millones de muertos cada año".
Añade que se trata de "el tercer factor más importante de riesgo de muertes prematuras, incapacidad y pérdida de salud".
Los expertos creen que la combinación de los estudios genéticos y de comportamiento podrá ayudar a determinar las bases biológicas que determinan la ingestión de alcohol y así desarrollar tratamientos y programas de prevención más eficientes.

También las moscas

El gen AUTS2 está relacionado con la respuesta del cerebro a estímulos placenteros.
Los científicos creen que hay más genes que determinan el deseo de consumir alcohol. Sin embargo, hasta el momento sólo se había descubierto otro gen, el CYP2E1 que controla la metabolización de alcohol en el hígado, que tiene un impacto en la ingestión de la sustancia.
En el reciente estudio, el equipo de investigadores analizó primero muestras de ADN de 26.000 voluntarios, y descubrieron que aquellos en los que el AUTS2 es más activo consumen menos alcohol. Después comprobaron sus hallazgos en otros 21.000 individuos.
Finalmente, realizaron experimentos con moscas y observaron que también en esos animales el gen juega un papel similar.

La Vanguardia

2010/12/24

El alcohol activa un gen agresivo en los finlandeses

Ser finlandés, beber demasiado y llevar un determinado gen que solo se encuentra entre algunos habitantes de aquel país podría predisponer a comportamientos compulsivos, según un estudio publicado hoy en Nature.
El trabajo, liderado por investigadores del Instituto Nacional de Salud (NIH) de EEUU que estudian problemas acarreados por el alcoholismo, advierte de que llevar esta variante genética no es suficiente por sí misma para generar esos comportamientos. Sin embargo, el gen resultó hasta tres veces más común en personas con problemas psiquiátricos que cometieron algún delito de agresión bajo los efectos del alcohol que en la población general de Finlandia, según el estudio.
"La impulsividad", dice David Goldman, investigador del NIH y coautor del estudio, "es un factor en muchos comportamientos patológicos como el suicidio, las adicciones o las agresiones".
Su equipo analizó a 96 finlandeses que habían cometido delitos de agresión sin fin aparente y a otros tantos sin antecedentes. Una vez identificada la variante del gen HTR2B relacionada con la impulsividad, los expertos comprobaron que ratones transgénicos con la misma versión del gen también mostraban el mismo problema.

Publico

2010/10/27

Un láser detecta a distancia el consumo de alcohol en los conductores

Rusia presentó hoy un aparato con láser incorporado que detecta a varios metros de distancia si los conductores han consumido alcohol, lo que podría revolucionar el control del tráfico por carretera.

"Alkolaser" es el nombre del aparato diseñado por la compañía Sistemas Láser de San Petersburgo, que desveló su ingenio en la feria "Interpolitex-2010" sobre equipos policiales y de seguridad que comenzó hoy en Moscú, según las agencias rusas.

"El aparato permite determinar on-line si existe vapor de alcohol dentro de un vehículo en movimiento", aseguró Vladímir Chernov, subjefe del Instituto de Investigación Científica del Ministerio del Interior.

Chernov explicó que el "Alkolaser" presentado hoy en sociedad es un aparato experimental resultado de muchos años de trabajo y es totalmente inocuo y expresó su confianza en que permita incrementar la seguridad en las carreteras.

"Alkolaser", que pesa unos diez kilos, es similar a un radar y, tras detectar que un conductor ha ingerido alcohol, envía detalles sobre el automóvil y fotos de la matrícula a la oficina de tráfico más cercana.

"Fabricaremos dos modelos. Uno estacionario que será instalado en las carreteras, mientras otro será colocado sobre un trípode y será manejado por un policía de tráfico", agregó Chernov a la "Voz de Rusia".

Sus inventores aseguran que el láser únicamente se ocupa de avisar sobre la presencia de un conductor cuyos niveles de consumo de alcohol superan lo permitido, lo que debe ser confirmado después con un análisis de alcoholemia sobre el terreno.

Si las pruebas confirman su fiabilidad, la producción industrial de "Alkolaser" comenzará en 2011.

Algunas asociaciones de conductores han expresado su recelo sobre el invento, al considerar que puede incrementar el número de atascos, un problema crónico en Moscú.

La compañía Sistemas Láser ha desarrollado durante los últimos años varios mecanismos de seguridad e identificación con láser para tráfico en carretera y aeropuertos.

2009/11/21

Mucho alcohol ¿protege o mata?

Fuente: BBC Mundo.

Un controvertido estudio llevado a cabo en España afirma que beber alcohol todos los días de forma moderada y en exceso reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares en los hombres.

El estudio -llevado a cabo por varios centros de salud en ese país- analizó los hábitos de consumo de alcohol de más de 15.500 hombres y 26.000 mujeres de entre 29 y 69 años.

Los investigadores siguieron un registro durante diez años y encontraron que el consumo alto y moderado de alcohol -independientemente del tipo de bebida- logró reducir hasta en 50% las tasas de enfermedades coronarias en los hombres.

Las mujeres no obtuvieron los mismos beneficios, afirman el estudio publicado en la revista Heart (publicación de la Sociedad Cardiovascular Británica).

Varios expertos, sin embargo, se han mostrado escépticos y advierten que no debe verse como una invitación para aumentar el consumo de alcohol.

El corazón no está más protegido cuando la gente bebe más, dicen los críticos, pero el riesgo de cáncer, cirrosis hepática, trastornos mentales y accidentes, sí se incrementa con el alto consumo.

Otros científicos también argumentan que el estudio es "fallido" porque se basó en la información ofrecida por los propios participantes y quizás mucha gente que consume altos niveles de alcohol tiene pocas probabilidades de acudir al médico para identificar algún trastorno coronario.

Pero lo más importante, dicen los críticos, es que la investigación ignoró por completo los efectos del alcohol en otras enfermedades.

Según la Organización Mundial de la Salud, el alcohol es responsable de 1,8 millones de muertes cada año en el mundo.

Colesterol bueno

El estudio fue conducido en España, un país con tasas relativamente altas de consumo de alcohol pero tasas bajas de enfermedades coronarias.

Los investigadores dividieron a los participantes en seis categorías: desde los que nunca habían bebido hasta los que bebían más de 90 gramos de alcohol cada día (esta cifra es el equivalente de consumir unas ocho botellas de vino a la semana o 16 litros de cerveza rubia).

Los que bebían poco -menos de un vaso (unidad) de vodka al día por ejemplo- mostraron una reducción de 35% en el riesgo de enfermedades cardíacas.

Pero entre los que bebían entre tres y once vasos al día, el riesgo se reducía en 50% en promedio.

En las mujeres no se vieron los mismos beneficios, quizás, dicen los investigadores, porque ellas procesan el alcohol de distinta forma.

El tipo de bebida alcohólica tampoco hizo una diferencia, pero la mayor protección se vio entre los que bebían cantidades moderadas y altas de bebidas variadas.

No se sabe cuáles son los mecanismos que causan esta protección pero se sabe que el alcohol ayuda a aumentar las lipoproteínas de alta densidad, el llamado colesterol bueno, que ayuda a evitar la acumulación del llamado colesterol malo en las arterias.

Riesgos del exceso

Los expertos afirman que estos hallazgos deben tratarse con mucha cautela porque el estudio no tomó en cuenta el efecto del alcohol en otros órganos.

"Beber en exceso aumenta la presión arterial, que a su vez puede causar un derrame cerebral. También aumenta el riesgo de ciertos tipos de cáncer, y puede causar daños al cerebro, al páncreas y al hígado" dijo a la BBC Ellen Mason, experta de la Fundación Británica del Corazón.

"Y una de las limitaciones de este estudio es que no mostró si el consumo de alcohol entre los participantes tuvo un impacto en otras enfermedades, o si murieron de enfermedades no relacionadas al corazón".

Por su parte, la Asociación de Derrames Cerebrales del Reino Unido subraya que en general, la evidencia indica que la gente que ingiere regularmente grandes cantidades de alcohol tiene tres veces más riesgo de un derrame cerebral.

La recomendación de la Fundación Británica del Corazón es que los hombres no beban más de entre 24 y 36 gramos de alcohol al día (dos vasos regulares de vino o dos botellas de 500 ml. de cerveza clara) y las mujeres deben limitar su consumo a entre 16 y 24 gramos (un vaso regular de vino o una botella de cerveza clara).

2009/02/27

Hasta una copa es mala

Fuente: BBC Mundo.

Consumir alcohol, aunque sea una copa de vino al día, es suficiente para aumentar el riesgo de cáncer.

Un estudio difundido en Francia la semana pasada ya lo había dicho, como se puede ver en este video.

Ahora una investigación llevada a cabo con más de un millón de mujeres encontró que el consumo de alcohol -incluso leve o moderado- está asociado al menos 13% de los cánceres de mama, hígado, recto y tracto aerodigestivo superior.

Los investigadores afirman que cerca de 5.000 casos de cáncer de mama en el Reino Unido -o sea 11% de los 45.000 casos diagnosticados cada año- pueden atribuirse al consumo de alcohol en las mujeres.

Y el riesgo aumenta a medida que se incrementa el consumo de alcohol ya sea en licores, vino o cerveza, señala el estudio publicado en Journal of the National Cancer Institute (Revista del Instituto Nacional de Cáncer del Reino Unido).

Los científicos de la Universidad de Oxford, Inglaterra, analizaron la asociación entre consumo de alcohol e incidencia de cáncer en las 1.238.296 mujeres que tomaron parte en el llamado Estudio de Un Millón de Mujeres en el Reino Unido entre 1996 y 2001.

Las mujeres en el estudio que tomaban alcohol consumían, en promedio, una bebida al día, que es el nivel típico en la mayoría de los países de altos ingresos.

Muy pocas participantes consumían más de tres bebidas diarias y un 25% de las mujeres no tomaba alcohol.

Después de un seguimiento de siete años, se encontró que casi 70.000 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer.

¿Una es demasiado?

El consumo de una copa al día, dicen los autores, aumenta el riesgo de todos los tipos de cáncer en 6% en las mujeres de hasta 75 años.

Las tasas de riesgo de cánceres individuales varía, por ejemplo, una copa diaria aumenta en 12% el riesgo de cáncer de mama, 10% en el de recto, 22% de esófago, 29% de boca y 44% en el de garganta.

"A escala poblacional -dicen los autores- esto significa 15 casos adicionales diagnosticados por cada 1.000 mujeres".

Los científicos encontraron que el riesgo de desarrollar cáncer aumentaba a medida que se incrementaba el consumo de alcohol.

"Cada bebida alcohólica adicional que se consumía regularmente cada día resultó asociada con 11 cánceres adicionales de mama por cada 1.000 mujeres de hasta 75 años", dicen los autores.

Y las mujeres que también fumaban mostraron un aumento en el riesgo de cánceres de la cavidad oral y faringe, esófago y laringe.

El tipo de alcohol, es decir, vino, licores y otros, no mostró alteraciones en la asociación entre el consumo y el riesgo de la enfermedad.

Confusión

Es probable que este estudio aumente la confusión que ya existe sobre cuál es el nivel de consumo de alcohol que se considera seguro para la salud.

Las autoridades sanitarias en muchos países afirman que ninguna cantidad de alcohol es totalmente segura.

Pero, por ejemplo, en el Reino Unido se recomienda a las mujeres que no beban más de dos o tres unidades al día para evitar riesgos a la salud.

Y varias investigaciones en el pasado afirman que una copa diaria de vino podría ser buena para el corazón.

Tal como señala la doctora Naomi Allen, quien dirigió el estudio, hasta una copa trae riesgos para la salud.

"Estos resultados muestran de forma muy clara que aún el consumo bajo de alcohol, que se considera seguro, aumenta el riesgo de cáncer", afirma la doctora Allen.

"Ya que encontramos que 5% de todos los cánceres se deben al consumo de una bebida alcohólica al día", agrega.

Por su parte, el doctor Michael Lauer del Instituto Nacional de Corazón, Pulmón y Sangre en Estados Unidos, afirma que "el hecho de que estos resultados se deriven de un estudio poblacional tan grande, debe hacer pensar a los lectores".

"Aunque estudios epidemiológicos previos sugieren que hay beneficios cardiovasculares asociados con el consumo moderado de alcohol. el riesgo de cáncer identificado en este estudio es mayor que los beneficios".

"Y tomando en cuenta el riesgo de cáncer, el mensaje de este informe es muy claro. No hay un nivel de consumo de alcohol que pueda considerarse seguro", expresa el científico.