Todas las compañías del mundo patentan sus productos y
las de tecnología no se quedan atrás. Los fabricantes, cuando idean
algo innovador que consideran que vale la pena, van a la justicia y
llenan el formulario que determinará que ese producto fue creado por
ellos y (si así lo deciden) que otros no lo podrán utilizar.
Hoy el mundo tecnológico atraviesa una guerra por
patentes. Se debe a que cada vez se están convirtiendo en un negocio más
redituable. Eso se puede ver en los números: en el 2010, solo en
Estados Unidos, se registraron 219.614 patentes (31% más que en el
2009). El primero de la lista fue IBM (campeón histórico con 19 años
consecutivos), seguido por Samsung, Microsoft, Canon, Panasonic,
Toshiba, Sony, Intel, LG y HP.
Pero más allá de registrar sus ideas, muchas compañías
lo que hacen también es adquirir otras empresas para poder obtener sus
patentes. El ejemplo más claro de todos fue
la compra de Motorola
por parte de Google. Pagó, en agosto del 2011, US$ 12.500 millones para
quedarse con las 17 mil patentes de la compañía estadounidense y ya las
comenzó a utilizar con el lanzamiento de su primera tableta,
la Nexus 7 .
No está mal que aquellos que realizaron innovaciones
hagan valer sus derechos y decidan ir a la corte cuando son violados: el
problema es que en el ámbito de la tecnología todo es diferente. Las
patentes en Estados Unidos se dan por 20 años. Cuando este tiempo se
cumple, de manera automática los registros pasan a ser dominio público.
El inconveniente es que 20 años para el mundo tecnológico, que avanza a
un ritmo vertiginoso, es demasiado.
Por ejemplo, HTC demandó a Apple por infringir la
tecnología de gestión de energía y Apple decidió realizar una
contrademanda porque ellos violaron varias de las suyas. Los acusaban
de, entre otras cosas, usar pantallas táctiles y reconocimiento de
gestos en sus teléfonos. Hoy que un teléfono inteligente tenga pantalla
táctil es algo de lo más normal del mundo. Pasaron solo unas pocas
semanas desde la presentación oficial de la Nexus 7, pero un vocero de
Nokia ya dejó entrever que podría llegar a haber problemas si desde el
buscador no pagan. No revelaron cuál es la patente violada aunque se
rumorea que todo apunta a una relacionada a la tecnología WiFi. Apple y
Samsung llevan hoy la batalla más visible; aunque
con idas y venidas , por estos días se consideraba una victoria para Samsung que un juez inglés considerara a las Galaxy de la compañía coreana
"menos cool"
que una tableta iPad. Mientras, la dispusta entre Oracle y Google (que
originalmente suponía un desembolso de 2600 millones de dólares por
infracción de patentes de Java en Android) terminó con
una victoria para Google .
Amazon, Facebook, Apple, Google, HTC, Kodak, LG,
Microsoft, Motorola, Nokia, Yahoo, Oracle, RIM, Sony y Samsung son solo
algunas de las empresas que en la actualidad están en medio de similares
demandas. La guerra no está ni cerca de terminar.
¿Por qué? Muy simple: detrás hay una cantidad de dinero
tan grande que convirtió a este tipo de juicios en un negocio. RPX
Corporation, una consultora estadounidense en temas relacionados a las
patentes, asegura que se generan por año más de US$ 50.000 millones
entre pagos de licencias y derechos de propiedad intelectual mientras
que los honorarios de abogados suman US$ 6000 millones.
La evolución tecnológica en peligro
Muchos expertos, entre ellos el ex CEO de Google, Eric
Schmidt, aseguran que todo este gran problema de patentes lo único que
hace es perjudicar a los usuarios. En la actualidad muchos ingenieros y
programadores solo redactan patentes en vez de producir o tienen que
modificar sus ideas para que no se parezcan demasiado a otras y terminen
en un complicado y extenso juicio que beneficiará al demandante.
Si bien las empresas con miles de millones en la cuenta
no tendrán demasiados problemas, las compañías pequeñas sí y ahí es
donde radica el problema más grave. "No creo que las demandas entre las
grandes compañías sean un problema en lo que respecta a la innovación.
Ellos saben cómo defenderse y tienen los recursos necesarios para pagar
lo que sea necesario", le aseguró a LA NACION el consultor, creador de
la campaña
NoSoftwarePatents y fundador del
blog FOSS Patents Florian Müller.
Desde la
Electronic Frontier Foundation
, una agrupación conformada por abogados, analistas, activistas y demás
expertos que defienden la libertad en el ámbito de la tecnología,
explican que si alguien quiere registrar una patente en Estados Unidos
necesita 20.000 dólares al año para pagar los costos de mantenimiento,
pero todo cambia si llega una carta de infracción. Para costear los
gastos de abogados se necesitan unos 100.000 dólares o pagarle un
porcentaje del total si se llega a ganar el juicio. Por estos motivos
muchos desarrolladores e ingenieros deciden dejar de lado sus proyectos
porque saben que el riesgo que se corre es demasiado alto.
Y si todo estaba bastante oscuro en el ambiente, las
cosas empeoraron. Hace tiempo aparecieron los "Troll de patentes", que
se tratan de compañías que si bien ganan dinero de manera legal, lo
hacen de formas muy cuestionadas.
Son firmas o personas particulares que no crean
productos ni realizan innovaciones. Lo único que hacen es adquirir
patentes de otras empresas que están en quiebra, solo para enjuiciar a
quienes las infrinjan. Hacen esto con la única finalidad de ganar dinero
y no tienen la intención de fabricar los productos o llevar a cabo las
ideas.
Para Martín Carranza Torres, director y socio del
estudio jurídico especializado en delitos de propiedad intelectual
Carranza Torres y Asociados, lo que está mal es la actitud que toman
algunas empresas: "No es un problema del sistema en sí sino de cómo se
lo utilice". En oportunidades lo que hacen estos "Troll de patentes" es
aprovechar vacíos que existen en él y le dan un "uso parasitario" que lo
único que hace es perjudicar.
Twitter, ¿el nuevo salvador?
Twitter ideó una forma de ponerle un freno a esta
guerra y lanzó el "Acuerdo de los Innovadores de Patentes" a través del
cual se usarán "como escudo y no como arma".
En su blog oficial
, la compañía de la red social le pidió a las empresas que se unieran y
que las patentes sean únicamente usadas como defensa ante una
litigación.
El acuerdo tendrá vigencia desde este mismo año aunque
no aclararon la fecha exacta y, como no podía ser de otra manera,
Twitter será el primero en la lista de los adheridos. Funcionará para
todas las innovaciones creadas por sus empleados. Si se tiene en cuenta
que esta idea viene en un momento en el que los juicios y demandas por
las patentes son moneda corriente, sin dudas se puede divisar, al menos,
una luz al final del túnel.
Desde la Electronic Frontier Foundation lo explican de
la manera más clara: "Las formas en las que se apoya el sistema de
patentes actual es insostenible. Lo que necesitamos es un sistema que
realmente impulse la innovación o que, al menos, no se meta en el
medio".
El pato lo pagan, en muchos casos, los usuarios: parte
de las escaramuzas entre las diferentes compañías en conflicto consiste
en pedirle a la justicia que detenga la venta de tal o cual producto en
determinado país (Apple, Samsung, Nokia y HTC son los que más han
apelado a este recurso) lo que genera demoras y cancelaciones en la
venta de los equipos, aún cuando ya estaban pagos.
Hasta la Unión Internacional de Telecomunicaciones, que en general se mantiene al margen de estas cuestiones,
dijo basta y el 10 de octubre próximo hará una reunión general entre sus miembros para discutir el tema.