El Tribunal de la Unión Europea va a determinar si el polémico
acuerdo mundial de lucha contra la 'piratería' y las vulneraciones de
los derechos de autor
ACTA colisiona con derechos fundamentales de los ciudadanos, incluido el derecho a la libertad de expresión, informó la Comisión Europea.
El órgano ejecutivo de la UE señaló que había enviado el texto del
Acuerdo Comercial Anti-Falsificación (Anti-Counterfeiting Trade
Agreement, ACTA) al Tribunal Europeo de Justicia para su evaluación,
como respuesta a las
preocupaciones de que podría dañar ciertos derechos fundamentales.
Esta decisión
puede complicar y retrasar la entrada en vigor del pacto en toda la UE.
El ACTA está respaldada por Estados Unidos y otros países, pero
muchos países de la UE aún tienen que adoptar y otros, pese a haberlo
firmado, están
reconsiderando sus posiciones a la luz de las
críticas sobre el contenido del tratado.
"La Comisión tiene como objetivo
responder a las preocupaciones expresadas por personas de toda Europa
en lo que el ACTA se refiere, y comprobar si perjudica a los derechos
fundamentales de alguna manera", dijo el ejecutivo de la UE en un
comunicado.
El comisario europeo de Comercio,
Karel de Gucht, dijo que el Alto Tribunal aclararía de forma independiente la legalidad del acuerdo. "Teniendo en cuenta que
decenas de miles de personas han expresado sus
preocupaciones sobre el ACTA,
es apropiado dar a nuestro mayor órgano judicial independiente tiempo
para que emita su opinión jurídica sobre este acuerdo, y
éste es un aporte importante al debate público europeo y democrático", dijo.
El Tribunal, con sede en Luxemburgo, puede tardar meses antes de emitir opiniones en estos casos.
Polémica con el ACTA
El pacto tiene como objetivo
reducir el robo de la propiedad intelectual mediante la imposición de sanciones por acciones tales como el uso de marcas falsificadas y el
intercambio digital a gran escala de archivos de cualquier contenido, desde programas informáticos 'pirateados' a música, cine o televisión.
Algunos políticos y activistas europeos temen que el acuerdo
permitirá a las autoridades cortar el acceso a Internet a los presuntos infractores.
Sin embargo los partidarios del acuerdo,
entre los que se encuentra la propia Comisión Europea, discuten este extremo e insisten en que
sólo castigará los crímenes contra los derecho de autor a una escala comercial.
Está previsto que
el Parlamento Europeo,
que se ha mostrado escéptico sobre el acuerdo y cuyo respaldo es necesario para que se convierta en norma en la UE,
vote sobre el asunto en mayo.
La Comisión, que originalmente negoció el acuerdo con países como
Canadá, Australia, Estados Unidos, Japón y México, ya ha pedido a los parlamentarios que pospongan su voto hasta que el Tribunal haya tomado su decisión.
No obstante,
David Martin, parlamentario laborista
escocés que encabeza los debates sobre el ACTA, dijo que la intención es
mantener la votación prevista para
el 29 de mayo.
Los
miembros de la Eurocámara
votaron finalmente en contra de remitir el acuerdo a los Tribunales de
la UE. "Estamos políticamente en contra de llevar el ACTA a la corte
porque pensamos que debe ser rechazada de inmediato", dijo Jan Philipp Albrecht, parlamentario alemán del Partido Verde.