Puede que te parezca que la bandeja de entrada de tu
correo electrónico está abarrotada de correos basura. Así que quizá te
sorprenda saber lo que dicen los expertos: en cinco años el spam se ha
reducido a la mitad.
Los especialistas de Symantec, una
multinacional que desarrolla software de seguridad, van más allá y
aseguran que el nivel de spam de hoy es el más bajo en 12 años. De
acuerdo al último reporte sobre el tema, publicado en junio, de los
25.000 millones de correos que monitoreó la empresa a nivel global ese
mes el 49,7% eran spam.
Y un mes después, de acuerdo a la revisión
constante que hace en su página de internet, en julio, no superaban el
46,4%. Es la primera vez desde 2003 que el porcentaje no supera la
barrera del 50%.
Y en comparación con 2008 o 2009, cuando nueve de
cada 10 correos que se enviaban eran no deseados, la disminución es
notable. Incluso hace cinco años, en agosto de 2010, el 92,5% de los
mensajes que encontrabas en tu bandeja tenía un remitente desconocido y
eran generalmente publicitarios.
Desde entonces, la reducción ha
sido paulatina. Para el siguiente año, agosto de 2011, se había reducido
al 73,99%, según Symantec. El siguiente año rondaba esa cifra, para
agosto de 2013 solo el 65,37% de los correos revisados a nivel global
por la compañía eran spam, y el 63,32% para agosto de 2014.
Kapersky
Lab, otra empresa de soluciones de seguridad en internet, concuerda con
que existe un descenso acusado. En su informe sobre el primer
cuatrimestre del año señalaba que en ese tiempo a nivel global se había
recibido un 6% menos de spam que en el mismo periodo en 2014.
¿Pero a qué se debe el descenso en el correo basura,
nacido en 1978?
Acción conjunta
De
acuerdo a Ben Nahorney, el autor del informe de Symantec, la causa de
la disminución es principalmente la lucha de las autoridades y los
miembros de la industria contra las redes criminales detrás de los
botnets.
Estas redes controlan un conjunto de robots informáticos
de forma remota que infecten los servidores y muchos de ellos hacen
llegar los correos basura. Por ejemplo, en los últimos diez meses la
policía de Reino Unido desmanteló siete botnets distintos y los
proveedores de Internet de Europa se coordinaron para compartir
información sobre estas amenazas y poder limitar su efectividad.
Y
la noticia del desmantelamiento de Coreflood, una red de robots
controlados remotamente y responsable de infectar 1,8 millones de
computadoras en el país y 2,3 millones en el resto del mundo, también
tuvo su efecto.
La Argentina, fuente de spam
La
lucha también es constante en América Latina y gracias a ello en la
región este año se ha producido el 11,8% del spam mundial, en
comparación al 17,2% que se generó el año pasado.
Son datos de
Kapersky Lab, y esta empresa también señala que las fuentes de spam más
comunes son EE.UU., Rusia y Ucrania, seguidos de Vietnam, China,
Alemania, Argentina, España, India y Brasil.
Argentina lidera los
países latinoamericanos, con un 3,23% del spam global. Brasil genera el
2,78% y México está en el decimosexto puesto del ranking, como
responsable del 1,73% del tráfico de correo basura del mundo.
Basura nueva
Por otro lado, además ser menor el volumen, el spam también ha cambiado de forma en los últimos años.
Y
lo ha hecho sobre todo a partir de enero de 2014, cuando la Corporación
de Internet para la Asignación de Nombres y Números de Dominio (ICANN,
por sus siglas en inglés) permitió el registro de otras terminales de
dominios, más allá del .com, .edu o .org, o las correspondientes a los
países, como .ar para Argentina, .es para España, .cl para Chile o .co
para Colombia, por ejemplo.
Desde entonces, proliferaron las
terminaciones genéricas del estilo .work, .cool, .tienda o .viajes,
entre otros. Y según los expertos, los spammers o las redes detrás de
los botnets no tardaron en sacar provecho del cambio enviar spam desde
nuevas direcciones.
De acuerdo a la revisión de Kapersky Lab, los
correos enviados desde dominios .work, en general, contienen ofertas de
trabajo, incluyendo mantenimiento del hogar, construcción o instalación
de equipos.
Y aquellos terminados en .science son en su mayoría anuncios de educación a distancia, de centros de formación a distancia.
Además,
el correo basura actual ya no es como el de los primeros años, con poco
texto. Como eso ya era algo sabido, los spammers actuales encontraron
una técnica ingeniosa para burlar a los servicios anti spam, conocida
como "ruido blanco".
Ahora añaden texto oculto al cuerpo del texto
y crean así la ilusión de que se trata de un correo normal y corriente.
Sin embargo, la fuente es de color blanco y solo sirve de relleno.
Pero
el spam no solo se utiliza para intentar vender productos, a veces
incluso inexistentes, sino también para hacer llegar virus. Y esa es,
precisamente, la otra cara de la moneda del titular de esta nota.
Más "malware"
Y
es que los expertos advierten que, aunque haya cada vez menos spam, es
cada vez mayor la variedad de malware o programas informáticos
maliciosos que se están creando. Symantec, por ejemplo, señala que solo
en junio detectó 57,6 millones de códigos malignos, el doble que en
abril.
Y también es cada vez más popular el ramsonware, un
software malicioso que suele llegar generalmente en un correo y que, al
abrirlo, se instala en la computadora, cifra la información del servidor
y pide un rescate a cambio del código para decodificarlo y seguir
utilizando la máquina.
En cuanto a esta nueva variedad de amenaza,
Symantec identificó casi 500.000 ataques de ese tipo en junio. "Este
aumento de actividad evidencia la idea de que, con la caída del spam,
los atacantes ahora están buscando en otras áreas", escribió Nahorney en
su informe para Symantec.
En ese sentido, Andrew Conway, un
analista e investigador de la empresa de seguridad en Internet
Cloudmark, dijo a la BBC que medir el nivel global de correos basura de
forma precisa es "un reto". Según el experto es un desafío "porque
muchas compañías no toman muestras de los países en los que el volumen
de spam sigue siendo muy alto".
"Además los spammers inventan
constantemente nuevas técnicas con las que luego tenemos que lidiar, por
lo que sería incauto y de una autoconfianza excesiva decir que ya
vencimos", añadió. "Es una lucha constante".