Buscar

2012/04/09

Las redes sociales, ¿del éxito a la saturación?


Hoy en día es casi tan frecuente tener un correo electrónico como un perfil en Facebook, y Twitter se ha convertido en un fenómeno global tras demostrar su utilidad en situaciones de crisis, dos referentes que son solamente la punta del iceberg.
En una segunda línea está la generalista Google + o las redes temáticas como LinkedIn, MySpace, Flickr, Hi5 o Foursquare, así como las que triunfan por países, como Orkut (Brasil), Tuenti (España), Vkontakte (Rusia), Qzone (China) o iBibo (India), por citar unos ejemplos.
"Definitivamente hay un límite", aseguró a Efe el fundador del portal Social Media Explorer, Jason Falls, un conocido gurú estadounidense de las redes sociales y coautor del libro de mercadotecnia "No Bullshit Social Media".
"Habitualmente los usuarios pueden alimentar y mantener entre una y tres redes sociales, pero realmente son activos a diario en una o dos. Más allá de eso se puede añadir alguna centrada en algún tipo de entretenimiento, pero me sorprendería si una persona normal pudiera manejar más de dos o tres y que su uso le aporte algo", dijo Falls.
La abundancia de la oferta llevará en el futuro, según este analista, a la probable reducción del número de redes sociales generalistas y la aparición de otras orientadas a nichos de mercado muy concretos que sean de mucha utilidad para su público objetivo.
En esa misma línea, Falls pronosticó el crecimiento de las redes para personas que viven en el mismo entorno.
"Creo que las redes sociales locales tienen un tremendo lado bueno. La gente está más satisfecha con las relaciones reales que con las virtuales por lo que las redes sociales locales ayudarán a llenar ese vacío", indicó.
Uno de los últimos jugadores en ponerse de moda en el cóctel social de internet fue Pinterest, un portal californiano lanzado en 2010 pero que ha ganado popularidad en los últimos meses hasta el punto de derivar más tráfico a páginas web que Google + o Twitter.
Pinterest es una plataforma visual que permite al usuario crear colecciones de imágenes vinculadas con contenidos existentes en internet y compartirlas.
"Han logrado conectar con los consumidores a un nivel emocional, aunque creo que es probable que en el futuro decaiga el interés de los usuarios en algún momento. Está bien, pero son solo fotos bonitas con poca utilidad", comentó Falls.
Según datos de Double Click Ad Planner, Pinterest se ha popularizado en EE.UU. principalmente entre las mujeres y las empresas, entre ellas los medios de comunicación, que han encontrado una nueva forma de llamar la atención de los usuarios de las redes sociales y posibles consumidores recurriendo a reclamos visualmente atractivos.
"¿Harán (Pinterest) más adaptable a las marcas? ¿Incrementarán sus ingresos? ¿Arruinará eso la experiencia (de uso) para la gente? Será interesante ver por dónde van", comentó Falls.
Pinterest, que declinó hacer comentarios a Efe, pasó de tener 600.000 visitantes únicos en julio de 2011 a 17,8 millones en febrero, según datos de comScore, y esta semana su cofundador Paul Sciarra anunció que abandonaba sus funciones ejecutivas.
Las dudas sobre la capacidad de las redes sociales para convertirse en un negocio rentable sin atentar contra la privacidad de sus usuarios y terminar por ahuyentarlos ha formado parte de los problemas de esas plataformas desde sus inicios, que han recurrido a anuncios incrustados en sus páginas o a la distribución de mensajes promocionados como respuesta.
Un paso más allá en la búsqueda de financiación dará Facebook, que está previsto que en mayo, según los expertos, debute en el mercado de valores tecnológicos Nasdaq donde su red mundial con 850 millones de usuarios podría permitirle recaudar hasta 10.000 millones de dólares (7.600 millones de euros). EFE

Cómo entender la guerra de las patentes


El último capítulo de la guerra de las patentes entre las grandes compañías de tecnología lo escribían la pasada semana Apple y Microsoft al demandar a Motorola, empresa comprada recientemente por Google. El motivo: creen que la compañía obstaculiza la fabricación de sus productos estrella, tales como el iPhone, el iPad, Windows o Xbox.
La lucha por desarrollar nuevos productos o abrir nuevos mercados está provocando un maremágnum de demandas y contrademandas entre los principales fabricantes tecnológicos del mundo. Los aparatos que antes solo servían para hacer llamadas se han convertido hoy en día en potentes artilugios que, entre otros servicios, reproducen música, sacan fotos casi como cámaras profesionales o navegan por Internet. Con cada avance tecnológico, aumenta la guerra de patentes, puesto que las empresas no quieren compartir sus progresos o quieren que se les pague por su uso.
La patente es un derecho otorgado por el Estado a un inventor para impedir que terceros hagan uso de la tecnología patentada. Por tanto, el titular de la patente es el único que puede hacer uso de ella o autorizar a otros a que la utilicen, pero bajo sus condiciones. Las patentes se otorgan, eso sí, por un tiempo limitado, que actualmente es de veinte años según normas del ADPIC (Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio). Pasado ese tiempo, pasan a ser de dominio público.
¿Cuál es el problema en el caso de las empresas tecnológicas? Que evolucionan a un ritmo vertiginoso y no pueden esperar 20 años para adoptar avances, aunque estén patentados por otras compañías. La industria evoluciona y los progresos no pueden hacerse esperar, y menos dos largas décadas. De ahí la guerra de patentes.
Demandas y contrademandas sin fin
La maraña de demandas no parece acabar nunca y desenredarla es complicado, aunque desde Information is Beautiful ya lo han intentado en uno de sus gráficos.
Motorola, propiedad de Google, tiene una demanda de Oracle por usar el lenguaje de programación Java en su sistema operativo Android. También tiene otra de Microsoft, por su uso de la codificación de vídeo, a lo que Motorola contrademandó por implementación del correo electrónico, la mensajería instantánea y el Wi-Fi. Nokia llevó a los tribunales a Apple por violar diez de sus patentes en 2009. La compañía de la manzana contrademandó por vulnerar otras tantas.
HTC demandó a Apple por infringir su tecnología de gestión de la energía y la empresa fundada por Steve Jobs respondió con una contrademanda por el uso de pantallas táctiles y tecnología de reconocimiento de gestos.
De hecho, Apple, una de las empresas con más frentes abiertos, trató de evitar también el lanzamiento del Samsung Galaxy Tab aduciendo violación de patentes, y consiguió que durante unos días un juez alemán bloqueara la venta de este artilugio en Europa.
Las últimas en entrar en esta contienda han sido las redes sociales. La semana pasada, Facebook contrademandó a Yahoo por infringir diez de sus patentes, relacionadas con las fotografías, la posibilidad de compartir imágenes y la incorporación de ellas en el historial de los usuarios. Yahoo ya había demandado hace unas semanas a la red de Mark Zuckerberg por violar patentes relacionadas con la publicidad y la protección de la privacidad.
La compra de patentes, maniobra para ganar la guerra
Las técnicas para intentar ganar esta guerra son diversas, pero hay una que se está abriendo paso: la anexión de patentes de terceros. Una de las últimas maniobras en este sentido fue la adquisición de Motorola por parte de Google, gracias a la cual se ha hecho con sus más de 17.000 patentes, siguiendo de cerca a Microsoft y Nokia, que tienen 20.000 y colocándose por delante de Apple, poseedora de 10.000.
Esta guerra tiene más lógica si se tiene en cuenta que para algunas empresas los cobros por derechos de patentes suponen una gran fuente de ingresos. Google, por ejemplo, no cobra por su sistema Android, por lo que depende de que sus socios lo implementen en sus aparatos. De hecho, el buscador gana 550 millones de dólares a través de sus aparatos Android, mientras que recauda unos 2.500, cinco veces más, gracias a aparatos de Apple como el iPhone.
Microsoft también depende de que los fabricantes de móviles paguen por utilizar Microsoft 7. Apple, por su lado, es más reacia a la hora de compartir sus patentes y prefiere salvaguardarlas. "Gastamos mucho tiempo, dinero y recursos en lograr unas innovaciones increíbles, y no nos gusta cuando alguien las toma", aseguró recientemente el director ejecutivo de Apple, Tim Cook.
Florian Muller, experto en la guerra de patentes y que hace un especial seguimiento de ellas en su blog Foss Patents, asegura que los litigantes buscan jurisdicciones que creen que les son favorables para sus intereses y que les pueden dar una victoria rápida, lo que está extendiendo las disputas geográficamente. "Los gigantes de la tecnología no quieren dar muestras de flaqueza cuando batallan entre ellos. Por eso las contrademandas son cada vez más habituales incluso si sus reclamaciones no tienen mucho fundamento, para asegurarse de que no van a caer sin antes pelear", afirma Muller.
Además, estos litigios suponen un gran negocio. La empresa RPX, dedicada a acuerdos sobre patentes, estima que este mercado genera anualmente 50.000 millones de dólares entre pago de licencias y derechos de propiedad intelectual. Los honorarios de los abogados suman otros 6.000 millones de dólares. Solo en EE UU y entre 2005 y 2010 hubo 45.000 demandas por vulneración de patentes, según RPX.
De seguir calentándose esta guerra de patentes, las consecuencias afectarían principalmente a los consumidores, que verían limitada la oferta de precios y la innovación. Los usuarios podrían enfrentarse a una subida de precios y a una amenaza del mercado libre, con la sombra de peligrosos monopolios acechando tras la esquina.

Gobiernos y transparencia: del ejemplo del Reino Unido y EEUU a la opacidad israelí


El Gobierno español se ha propuesto mejorar el acceso de los ciudadanos a la información de los distintos organismos regulándolo a través de una Ley de Transparencia, aún en fase de borrador y abierto a la participación ciudadana hasta la semana que viene.
El Ejecutivo propone una ley en dos bloques, uno sobre transparencia propiamente dicha y otro sobre buen Gobierno. Se impulsa de esta forma una norma paralizada desde hace años; España es el único país importante de la UE que no regula el acceso de los datos públicos.
No obstante, ya hay expertos que critican el borrador fundamentalmente por los límites del texto, que restringe el acceso a información relativa a temas de seguridad nacional o a la Casa Real, porque deja fuera a demasiados ámbitos de la Administración y porque no da importancia al formato de los datos, informa Pablo Romero desde Madrid.
Detenemos nuestra mirada en las normas que rigen otros países, en algunos, como Italia, desde hace más de dos décadas años, y su utilidad pública (real).

Estados Unidos

Pablo Pardo, desde Washington
Desde que en 1966 se aprobó la Ley de Libertad de Información, cualquiera—persona física o jurídica, estadounidense o extranjera— tiene derecho a acceder cualquier documento del Ejecutivo federal de Estados Unidos (sólo de la Administración federal). La Ley establece que, una vez que se solicita un documento a un organismo público, éste tiene 10 días hábiles para responder, que se extienden a 20 en caso de fuerza mayor, como tener que consultar a otra Agencia. Sin embargo, frecuentemente tardan meses. La razón, según el Gobierno, es falta de tiempo y de recursos para examinar sus archivos. En ese caso, las autoridades envían una carta al demandante explicándole que han recibido su petición y que la están procesando.
Una de las características de EEUU es que allí se paga por todo. Y la Ley de Libertad de Información no es una excepción. Hay tasas administrativas, de búsqueda y de copia. Dependiendo del peticionario —puede ser una empresa, una ONG, un ciudadano privado, una universidad, un medio de comunicación...— éstas varían. En algunos casos muy concretos, sólo solicitar la información puede salir por más de 200 euros.
La gran cuestión con esta Ley es, evidentemente, qué es secreto y qué no lo es. De hecho, desde la presidencia de Ronald Reagan, el Gobierno de EEUU puede incluso negar que existan documentos que afecten a la seguridad nacional. Otras excepciones afectan a investigaciones criminales en curso, e incluso a yacimientos minerales. Frecuentemente, los tribunales acaban decidiendo qué debe ser desvelado y qué no.

Reino Unido

Carlos Fresneda, desde Londres
El Reino Unido pasa por ser unos de los países "ejemplares" a la hora de aplicar las leyes de transparencia, que en el 2005, provocaron un sonado escándalo, cuando The Guardian reveló las dietas que cobraban los diputados y los artículos personales que adquirían con dinero público.
La ley determina que la Administración tiene un plazo de 20 días como máximo para facilitar la información que solicita el ciudadano. En los últimos cuatro años, los británicos realizaron más de 4.000 solicitudes para conocer cualquier dato de las instituciones públicas, aunque el número se ha disparado tras la creación de una web especifica donde puede rastrearse las peticiones. En el Reino Unido existe una comisión de información y un tribunal especializado estos casos.
El ejemplo más notorio y reciente de transparencia administrativa ha llegado precisamente con el último y polémico presupuesto. El ministro de Finanzas George Osborne ha anunciado una campaña de información que llegará a los domicilios de los británicos y que explicará minuciosamente la tarta de gastos e ingresos previstos para el 2012.

Alemania

Rosalía Sánchez, desde Berlín.
La Ley de Libertad de Información, que entró en vigor en Alemania el 1 de enero de 2006, regula el acceso de los ciudadanos a la información referente a cualquier instancia pública y a los proyectos de gestión de la Administración alemana. Establece los procedimientos para acceder a la información sobre cualquier contrato público o subvención, así como a los datos referentes a sueldos públicos.
A raíz de la reciente celebración de un Foro Ciudadano, Merkel ha adoptado con fecha 12 de febrero la propuesta de una reforma legal que permita publicar de forma rutinaria toda esa información en internet, de forma que con una simple consulta a las web de la Administración se acceda a esta información, especialmente los destinos de todas las partidas de presupuestos públicos, excepto fondos reservados, junto a información referente a cualquiera persona, asociación u organización que sea receptora de fondos públicos, excepto datos privados de receptores de subsidios.

Bélgica y la Unión Europea

Javier Gallego, desde Bruselas
Una de las señas de identidad de Bélgica es la excesiva burocracia para determinados trámites de la vida diaria. Y algo parecido ocurre con el acceso de los ciudadanos a datos públicos y ficheros, a pesar de los esfuerzos del Gobierno por centralizar toda esa información en una gran base de datos.
En realidad lo que sucede en Bélgica no es un problema de transparencia, sino de difícil acceso a la información. Desde la Agencia Federal de Información y Comunicación (FedICT) explican que uno de los grandes proyectos que actualmente está en desarrollo es la "iniciativa de información abierta", con la que se pretende centralizar en una única página web toda la información que un ciudadano belga puede necesitar, desde los impresos para determinada gestión administrativa hasta la última estadística sobre inmigración.
Estos esfuerzos vienen en parte motivados por el apremio que la Comisión Europea está lanzando a los estados miembros para que abran sus datos a los ciudadanos en Internet. En diciembre, el departamento que dirige la comisaria de Agenda Digital, Neelie Kroes, lanzó una propuesta legislativa para que los Gobiernos coloquen en páginas webs todos los datos públicos que puede interesar a un ciudadano, salvo aquellos que estén protegidos por derechos de copyright o los que pongan en peligro la seguridad nacional.
Según el Ejecutivo Comunitario esta medida -que debe ser debatida por los estados miembros- no sólo supondría un gran paso hacia la mayor transparencia pública, sino que podría generar unos beneficios de hasta 140.000 millones de euros al año en toda la UE al facilitar la creación de negocios, empleo, etcétera. Además, la Comisión pondrá en marcha un nuevo proceso legislativo que tienen mucho que ver con la Ley de Transparencia, ya que permitirá a los ciudadanos hacer propuestas de legislación para que la Comisión Europea las presente a los estados miembros.

Italia

Soraya Melguizo, desde Milán
La Ley de Transparencia fue aprobada en Italia en 1990 con el objetivo de mejorar la colaboración entre los ciudadanos y la administración pública. Desde entonces ha sufrido varias modificaciones. La última en 2009 de la mano de Renato Brunetta, polémico ministro de la Administración Pública durante el último Gobierno de Berlusconi. La llamada 'Ley Brunetta' contiene, por una parte, una serie de medidas dirigidas a mejorar el acceso del ciudadano a la información sobre la actividad pública, y por otra, iniciativas de 'Buen Gobierno' encaminadas a mejorar la transparencia dentro de las administraciones públicas.
En este sentido la Ley de Transparencia italiana introdujo medidas encaminadas a optimizar la productividad del trabajo en la administración pública premiando las administraciones que optimicen mejor los recursos y pongan en marcha proyectos innovadores, o recompensando a los mejores funcionarios con cursos de formación y promocionándolos en función de sus méritos y no de otras variables como la antigüedad en el puesto de trabajo. Además, y esto era el punto más polémico de toda la reforma, las administraciones deben publicar en Internet los currículum y sueldos de los dirigentes así como las ausencias del personal.
El ciudadano, por su parte, puede consultar en Internet todos los datos relativos a la organización de las administraciones y obtener una copia, y entre otras novedades, introduce el derecho a la llamada auto-certificación de algunos documentos oficiales como por ejemplo los títulos de estudio para agilizar los tiempos burocráticos.
Existe además un organismo, la Comisión Independiente por la Valorización, Transparencia e Integridad de las Administraciones Públicas (CIVIT) que actúa como garante elaborando periódicamente directivas para mejorar el funcionamiento y la aplicación de la Ley.

Portugal

Virginia López, desde Lisboa
En Portugal, existe una Ley de Acceso a los Documentos Administrativos que permite a los ciudadanos conocer la información pública una vez solicitada, pero no obliga a los órganos del Gobierno ni entidades públicas a informar a los ciudadanos sobre sus actividades. En diciembre pasado, el Partido Socialistas (PS), actualmente en la oposición, presentó en el Parlamento luso el proyecto de Ley de la Transparencia Activa de la Información Pública, que fue aprobado. No obnstante, los dos partidos que constituyen actualmente el gobierno de coalición de derechas, Partido Socialdemócrata y Partido Democristiano, votaron en contra y el proyecto acabó siento rechazado.
La ley 46/2007 de 24 de agosto garantiza a los ciudadanos el acceso a los documentos administrativos de los órganos de Estado y de las Regiones Autonómicas que integran la Administración Pública y todos los demás órganos que desarrollen funciones administrativas, municipios incluidos.
Aún así, el proyecto de ley socialista exigía "la introducción de un nuevo modelo de gestión de la información pública que refuerce el control por parte de los ciudadanos". Los diputados socialistas querían introducir en la actual legislación portuguesa la "obligatoriedad" para "todos los órganos y entidades englobados en la Ley de Acceso a los Documentos Administrativos de informar a través de internet de forma completa, organizada y con un lenguaje de fácil comprensión sobre toda la información y documentación que deba ser considerada pública y por tanto objeto de divulgación", ya que consideran que la ley vigente, aunque garantiza el acceso a los datos, es de difícil ejecución en la práctica.

Israel

Sal Emergui, desde Jerusalén
La remodelada 'Ley de Libertad de información', aprobada en 1998 por el Parlamento israelí (Knésset), tiene como objetivo garantizar el derecho de los ciudadanos a solicitar información de carácter público en manos de las autoridades. Éstas deben dar una respuesta en un plazo de 30 días a cualquier ciudadano o residente de Israel que lo desee.
Pero la práctica queda lejos de la realidad. "Cuando los organismos públicos se niegan, alegan argumentos como daño a la intimidad o las sensibles relaciones con otro país y por supuesto el habitual motivo de la seguridad", nos explica la abogada Alona Vinograd, directora del Movimiento de Libertad de Información, una potente ONG que lucha para que la ley se cumpla. Si la autoridad competente (oficina del primer ministro, ayuntamientos, Parlamento, ministerios, etc..) rechaza dar la información pedida, el solicitante puede recurrir a un tribunal.
"Es aquí donde nosotros entramos. De los 41 recursos que presentamos, la Justicia nos dio la razón en 38 obligando al ente a dar la información", añade Vinograd lamentando que "aún falta mucha para una verdadera transparencia". En todos los organismos públicos acogidos a la ley, hay una figura dedicada exclusivamente al contacto con el ciudadano. "Mucha veces se olvidan de que la información que dispone la autoridad pertenece al público y que el ciudadano tiene el derecho a recibirla", concluye antes de apuntar algo conocido en Israel: asuntos "delicados" como el Mosad o el potencial nuclear suelen estar fuera de su alcance.

Egipto

Francisco Carrión, desde El Cairo
Como en los países vecinos, la corrupción es una lacra instalada en el corazón del Estado egipcio. Durante décadas las influencias (wasta, en árabe) han sido el salvoconducto perfecto para lograr un trabajo y la luz pública jamás ha alcanzado a uno de los secretos mejor guardados de la república: El presupuesto del Ejército, dueño de un imperio económico que podría controlar hasta el 30% del mercado local.
Un año después de la revolución, la opacidad permanece instalada en las altas esferas. Según la organización Transparencia Internacional, Egipto ocupa el puesto 112 de los 182 países incluidos en su clasificación de 2011. Al calor de una transición administrada por una Junta Militar aficionada al oscurantismo, un grupo de activistas de derechos humanos y expertos han elaborado un proyecto de ley que trata de combatir la corrupción creando mecanismos de control como el defensor del pueblo y garantizado el acceso público a la información de la administración.
El borrador, que se presentará próximamente en el nuevo parlamento para su discusión, coincide con la configuración de la comisión que debe redactar la nueva Constitución y que ha sido criticada por la hegemonía de los islamistas. El texto propuesto por la sociedad civil para legislar el acceso a la información establece un órgano que, designado por el Parlamento, se encargue de reclamar la publicación de documentos estatales -incluidos los presupuestos de Defensa o Inteligencia- y estudiar las peticiones rechazadas por la administración. De momento, la consulta de información por parte de los ciudadanos es una utopía para un aparato estatal con fama de kafkiano y heredero de una dictadura en plena y compleja mudanza democrática.

Google patenta perfiles anónimos


Google ha registrado una patente que servirá para navegar por redes sociales sin necesidad de crear un perfil en las mismas. El registro se hizo el pasado 29 de marzo aunque la petición se tramitó en el mes de septiembre. Llama la atención que todos los ingenieros inscritos como creadores son de origen brasileño.
En la documentación presentada se explica cómo la patente que responde al nombre "Sistema y método para generar un Perfil Fantasma para una red social" serviría para manejarse en dentro de servicios como Facebook, Twitter o el propio Google + siendo solo visible para los amigos, pero no para desconocidos. También se concreta que al acceder de esta manera se evita tener que dar datos personales. Y tampoco aparecerán si se hace una búsqueda por nombre de usuario.

Classify, música clásica en Spotify


Aunque se llame Classify la aplicación no sirve para poner orden, sino para descubrir y paladear la música clásica en Spotify. De momento solo funciona en PC y Mac, pero no en móviles y tabletas.
Se instala dentro del propio programa y da contexto sobre las grandes creaciones de la Historia. Se pueden escoger entre orquestas, música de cámara, ópera o solistas.

"¿Una aplicación de aceitunas? Mándeme pruebas de heces"


Hace aproximadamente un año, Fotis I. Antonopoulos, diseñador de aplicaciones web de Atenas, decidió que quería crear una empresa en Internet para vender productos relacionados con la aceituna. Tardó 10 meses en empezar, después de recorrer la ciudad de un extremo a otro para recoger docenas de formularios y sellos de autorización.
Pero ni siquiera eso bastó. En el que tal vez fue el trámite más extraño de todos, el Ministerio de Salud exigió a los miembros de la junta directiva de la empresa que enviaran radiografías de pulmón y muestras de heces, puesto que era una empresa alimentaria. “Ahora me da la risa”, dice, “pero no sería tan divertido si no tuviese un trabajo excelente con un buen salario”.
Ahora que la economía griega entra en su cuarto año de recesión, los emprendedores están ansiosos por detener una marejada aterradora. El año pasado, al menos 68.000 pequeñas y medianas empresas cerraron en Grecia; casi 135.000 empleos asociados con ellas desaparecieron. Y los pronósticos para 2012 son nefastos.
Pese a que el Gobierno ha prometido que mejorará la situación, el clima para los negocios sigue siendo pésimo. McKinsey&Company afirmaba en un informe reciente que las nuevas empresas griegas hacen frente a inmensas cantidades de papeleo y complejos sistemas administrativos y tributarios.
Antonopoulos espera que su experiencia al lanzar la página OliveShop.com anime a otros griegos a fundar sus propias empresas en la Red. Por el contrario, su historia ha copado los titulares nacionales como un ejemplo de lo mucho que debe avanzar que Grecia para convertirse en un país que fomente los nuevos negocios. “Sé que lo que nos ha ocurrido no es un hecho aislado”, afirma. “Es lo que están viviendo todos los que quieren fundar una empresa”.
Antonopoulos, de 36 años, comenta que el peor momento en la fundación de la empresa fue cuando los representantes de dos organismos fueron a inspeccionar la tienda y discreparon sobre la legalidad de una escalera circular. Se marcharon diciéndole que tendrían “que averiguarlo”.
Cuando la empresa recibió un encargo importante de Dinamarca, el papeleo fue tan abrumador que decidieron que ni siquiera intentarían rellenar el formulario. Por el contrario, agrega, obtener la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense para exportar aceites, madera de olivo y cosméticos a EE UU les llevó 24 horas. “Se hizo todo por Internet. En Grecia no podía hacerse nada a través de la Red”, explica.
Antonopoulos dice que su historia tuvo un final feliz. La empresa, que solo lleva cinco meses en funcionamiento, ya ha enviado mercancías a EE UU, Argentina, Australia, Japón y Mongolia. “Las muestras de excrementos no pueden ser el centro de esta historia”, sentencia. “Lo hemos conseguido”.

La amenaza ‘shanzhai’


El escaparate de teléfonos móviles está completo. No falta ningún aparato en este pequeño chiringuito del mercado subterráneo de la estación de tren de Shanghái. Frente a él curiosean emigrantes rurales recién llegados con sus petates, pero también jóvenes locales de lo más cool. Todos buscan alguna ganga. Y ahí están el Nokai E-65, el Nokla N-95, y los últimos modelos de Samsang, Samsvng, HTE y NTC. Bajo un foco más potente se encuentra el codiciado iPbone. No. Este texto no está plagado de erratas. Lo que sucede es que la mercancía de este garito es una montaña de electrónica shanzhai. Ese es el término que se utiliza en chino para referirse a los productos, tecnológicos o no, fabricados en el gigante asiático copiando casi al milímetro las especificaciones y el diseño de marcas extranjeras.
“No es ilegal, porque no copian el nombre real de la marca, y porque el sistema es diferente”, explica el dependiente. Wang Zhulai, una joven compradora recién llegada a la capital económica de China, considera que el shanzhai es superior al original por tres razones contundentes: “Es mucho más barato, el diseño es chulo, y se adapta a nuestras necesidades”.
Con esa última aseveración esta emigrante de la provincia de Hunan se refiere a las modificaciones que incluyen los productores locales para satisfacer las peculiaridades del mercado chino, el más importante del sector de telefonía móvil -supera los mil millones de usuarios-, y uno de los más fragmentados del mundo. “Por ejemplo, mi terminal tiene la posibilidad de introducir dos tarjetas SIM de forma simultánea”, explica.
Así, Wang puede intercambiar el número de su provincia natal y el que acaba de adquirir en Shanghái sin tener que pasar por el engorro de abrir cada vez la tapa trasera del teléfono. De esta forma, evita fácilmente pagar de más por las llamadas dependiendo de dónde se encuentre. Ahora, en contados modelos, algunos fabricantes internacionales incluyen esta característica, que resulta especialmente útil para los viajeros que quieren evitar los hachazos del roaming haciéndose con una línea local allí donde van, sin por eso dejar inoperativa la que utilizan en sus respectivos países. Pero fueron los fabricantes shanzhai quienes la idearon.

“Y la forma de escribir los caracteres chinos es mucho más sencilla”, apostilla Wang, en referencia a las tres diferentes formas en las que puede introducir los ideogramas de su lengua en el móvil. “Los jóvenes hemos aprendido pinyin -la transcripción fonética del chino- pero los más mayores no, y algunos teléfonos originales solo funcionan con este método”. A Wang le trae sin cuidado que la marca de su móvil sea más falsa que la sudadera de Adidos y los zapatos de Mike que venden en la tienda de al lado, pero no todos son tan condescendientes.
Li Lei quiere un iPhone. Uno que parezca auténtico, no el iPbone ni el hiPhone. Y no quiere gastar más de 1.500 yuanes (180 euros), la mitad de su sueldo, para conseguirlo. Por eso, inspecciona con cautela el iPhone 4S que tiene en sus manos cerca de donde Wang ha comprado su Nokla. A cierta distancia, da el pego. La pantalla es más pequeña que la del original, pero los detalles están bien cuidados, y el aparato tiene buen aspecto. Este sí que es ilegal, y podría ser retirado si algún policía realmente prestase atención.
Funciona con un sistema Android Ice Cream Sandwich, y el vendedor asegura que su cerebro es veloz; se mueve a 1,2 GHZ. A Li, sin embargo, no le convence el precio: 1.700 yuanes (200 euros), después de un duro regateo. Para tratar de convencerla, el vendedor se saca de la manga una carta del futuro: “Si quieres te dejo por ese precio el iPhone 6S”.
Nadie sabe a ciencia cierta qué cuota de mercado tienen los teléfonos shanzhai en China. Se ven en manos de las clases menos adineradas, pero muchos extranjeros también los adquieren. No en vano, han ganado presencia incluso fuera de las fronteras chinas.

Tienen buena aceptación en Latinoamérica y África. “Van con acceso a Internet, cámaras decentes que permiten quitarles el sonido, y muchas aplicaciones divertidas. Por el mismo precio de un smartphone chino sólo se puede adquirir un viejo Nokia auténtico con pantalla azul”, comenta un comerciante etíope que se suministra en la ciudad de Shenzhen.
Pero, sobre todo, los teléfonos shanzhai arrasan en países asiáticos como Nepal, Vietnam o Filipinas, donde se venden con la etiqueta de ‘China Phone’. “Son baratos, funcionan, y aunque no duran mucho, a nadie le importa. La gente cambia tanto de teléfono que no hace falta que sobrevivan más de dos años”, comenta una dependienta de un puesto de Baguio, ciudad situada al norte de la ex colonia española.
En India, su efecto comienza a preocupar. El gobierno autorizó la importación de estos peculiares teléfonos chinos en el tercer trimestre de 2010, y fuentes citadas por el diario The Times of India consideran que hasta el 50% de los aparatos actualmente en uso podrían ser clones chinos. Sobre todo en las zonas rurales, donde un Nokia shanzhai de la serie E cuesta menos de 20 euros. Y, por supuesto, los teléfonos son sólo la punta del iceberg, porque los fabricantes han puesto ahora su mirada en el lucrativo mercado de las tabletas. Es la avalancha shanzhai.


Sony despedirá a 10.000 empleados en 2012


  La compañía Sony despedirá a unos 10.000 empleados de sus unidades en todo el mundo -un 6 por ciento de su plantilla total-, a finales del 2012. Su nuevo presidente, Kazuo Hirai, se ve presionado para volver rentable a la firma japonesa después de cuatro años de pérdidas.
Sony, que ha previsto una pérdida neta de 220.000 millones de yenes -2.008 millones de euros- para el año fiscal que acaba de terminar, anunció el mes pasado que Hirai se haría cargo directamente del negocio de televisores de la firma mientras se reorganiza la estructura de negocios de la compañía.
Hirai, quien asumió la presidencia ejecutiva formalmente el 1 de abril al relevar a Howard Stringer, informará el jueves sobre el plan de negocios de la empresa.
Según informa el diario Nikkei y recoge Europa Press, Hirai dijo que la mitad de los despidos se darían por la consolidación de las operaciones de químicos y de LCD pequeños y medianos. El diario apuntó que no estaba claro cuántos de los despidos se darían en Japón y cuántos en el extranjero.
La firma de electrónica de consumo también podría pedir que siete directores ejecutivos que sirvieron durante el año fiscal hasta marzo, incluido Stringer, devuelvan sus bonus, señala el Nikkei sin citar fuentes. Sony ha rehusado hacer comentarios sobre la remuneración de sus directivos.
Las acciones de Sony pasaron a positivo después del reporte y subían un 0,6 por ciento, en comparación al declive de un 0,9 por ciento del índice Nikkei.

La manía por personalizar y modificar el diseño de un celular


Para algunos, la moda significa cambiar el vestuario para la primavera. Para otros un sofisticado tatuaje en la nuca. Lo mismo ocurre cuando se trata del iPhone. La mayoría de la gente se contenta con personalizar sus celulares, digamos, con una cubierta con joyas de plástico. Pero algunos optan por modificaciones quirúrgicas.
Apple, por supuesto, ha decretado que los compradores de iPhone pueden escoger cualquier color que quieran, siempre que sea negro o blanco. Eso ha llevado a algunos rebeldes a transformar sus dispositivos, por ejemplo, reemplazando las tapas delantera y trasera con alternativas coloridas no autorizadas, asegurándose de que se destaquen en un mar de millones de celulares idénticos.
"Apple quiere que el celular sea una caja negra y reemplazar la tapa trasera es como decir tengo control de mi dispositivo ", dijo Kyle Wiens, que maneja iFixit, un sitio de la red dedicado a arreglos de equipos y modificaciones, y conocido por sus intervenciones forenses en el iPhone y iPad . El sitio vende una tapa trasera para el iPhone que es transparente, y permite ver las tripas del celular.
Kelly Dwyer, 40, una música de Brooklyn, conocido coma Killy, estaba cansada de su iPhone monocromático. Por lo que cuando una amiga le contó de una tienda pequeña pero popular de la ciudad llamada Dr Brendan que podía cambiar las tapas negras de su celular por otras de cualquier color del arco iris, ella se entusiasmó.
Dwyer pagó 150 dólares por una tapa delantera rojo brillante y una tapa trasera amarillo abeja. "Quiero que todo sea excéntrico" dijo.
Meterse con el iPhone puede ser caro y tiene sus riesgos: Apple no lo acepta y puede negarse a reparar un celular si se lo ha modificado. Pero los que lo hacen dicen que vale la pena.
"Llama mucho la atención" dijo Jarrett Pumphrey, CEO de un fabricante de productos de ortodoncia. Reemplazó la tapa trasera de su iPhone con una pieza lustrada y grabada de madera de nogal. "Es tan distinto de todo lo que los demás ven. La gente no sabe qué pensar".
Pumphrey, de 33 años, de Houston encargó un kit online de una compañía llamada Material6 y él mismo reemplazó la tapa.
Las modificaciones de Dwyer y Pumphrey son solo una parte. Los dueños de iPhone pueden escoger de una variada paleta de nuevas tapas, incluyendo espejos, brillantes dorados y maderas naturales.
Una compañía llamada Colorware cubre la tapa trasera del iPhone 4S con pintura brillante o mate. Hay incluso una modificación -o mod, como se dice en la jerga- que hace que el logo de Apple en la parte trasera se ilumine con un brillo suave cuando entra una llamada.
Yuriy Gutkin, de 21 años, tiene una tienda en Brooklyn llamada Zeetron , que hace cambios de colores y vende kits para que la gente haga los cambios en casa. Dice que esto representa entre un 20 y un 30 por ciento de su negocio y la mayor parte del resto proviene de la reparación de pantallas rotas.
En gran medida la cultura de las modificaciones proviene de esos arreglos. Gutkin dijo que al destrozar accidentalmente la pantalla de su nuevo iPhone hace pocos años lo llevó a "comenzar a pensar en lo que puede hacerse en términos de personalizarlo y hacerlo propio".
Matt Turner, de 37 años, uno de los fundadores de Material6, una pequeña tienda en Tucker, Georgia, tuvo una revelación similar luego de que su celular se cayera de la mesa. Turner, que fabricaba zócalos para iPod en aquel momento, lijó un pedazo de madera, quitó el vidrio de la parte trasera de su celular e instaló su prototipo. Luego colocó una foto en Facebook.
"Todos querían uno", dijo. "Por lo que decidimos que era algo que podíamos producir y vender al público".
Ahora la compañía vende kits, con un precio mínimo de 89 dólares, y que permiten a los fanáticos del hágalo-usted-mismo escoger entre una docena de tapas de madera talladas a mano diferentes. Turner dijo que la compañía recibe pedidos de alrededor de 10 kits diarios, y tiene planes de expandir la línea.
En lo que se refiere a hackear el iPhone, la mayor parte del esfuerzo está concentrado en modificar el software para que puedan funcionar aplicaciones no autorizadas. Pero a diferencia de versiones anteriores del celular, la 4 y la 4S tienen tapas que son piezas de vidrio de ángulos redondeados que son fáciles de remover y reemplazar, lo que los convierte en un sueño para el hacker de hardware.
Para los modificadores de iphones, parte del atractivo es terminar con la estricta uniformidad de Apple. Si bien fue una noticia impactante cuando Apple se dignó vender un celular blanco en abril pasado, vende iPods con una amplia variedad de tonos.
"Tuvieron que expandir la línea de productos rápidamente para competir con otras compañías de bajos costos que colocaban reproductores de MP3 en cualquier cosa" dijo Adam Richardson, director creativo de Frog Design, que trabajó en un tiempo en Apple.
Es probable que Apple no sienta la misma presión con el iPhone, dijo Richardson, y los que ofrecen modificaciones no van a cambiar eso.
"Es difícil decir que están perdiendo una oportunidad con esto porque tienen el 50% del mercado", dijo. Un representante de Apple no quiso hacer comentarios.
Es precisamente la confiable uniformidad del iPhone lo que permite a industrias relacionadas surgir y florecer, dijo Brett R. Gordon, profesor adjunto de negocios de Columbia. Si bien Apple no aprueba las modificaciones, ofrece una especie de plataforma de hardware para que la gente haga cosas, creando un vasto mercado potencial para cosas que van desde kits de cambio de color hasta lentes de cámara agregados.
"Apple se concentra en lo que es buena, que es diseñar teléfonos y dejar el mundo de los accesorios a todos los demás" dijo Gordon.
La predictibilidad y popularidad del iPhone explica porque la industria de las modificaciones funciona mucho menos con los dueños de otros celulares. Hay docenas de celulares con Android en el mercado, por ejemplo, lo que hace difícil para los técnicos convertirse en expertos en modificar cada uno de ellos. (La iPad no es blanco habitual de modificaciones dado que la pantalla de vidrio está pegada a la caja, lo que hace más difícil las modificaciones sin dañarla).
Se dice que la próxima versión del iPhone ya no será cuadrada como en el 4 y el 4S, lo que lo haría más difícil de modificar. Pero los técnicos dicen que están preparados.
"Prevemos que será diferente y se nos ocurrirán otros productos" dijo Wiens de iFixit. "Es parte de la diversión".

Sony podría despedir hasta 10.000 trabajadores

El rotativo de tirada japonesa Nikkei afirma en sus líneas que antes de que acabe el año Sony reducirá un 6% su plantilla total, lo que resultará en diez mil despidos, principalmente de sus sectores basados en químicos y tecnologías LCD. La misma publicación apunta que Sony habría pedido a sus siete directores ejecutivos que trabajaron durante el último año (incluyendo a Howard Stringer) que devolviesen sus pagas extras.

Según los resultados financieros, Sony ha perdido dinero durante los últimos cuatro años, y se ha visto envuelta en algunas polémicas además de sufrir pérdidas como las causadas por el robo de datos de PlayStation Network. Es de suponer que el nuevo hombre al frente de la compañía, Kaz Hirai, está llevando a cabo algunos ajustes para intentar cambiar esta situación.

El ejecutivo, que procede de la filial de videojuegos de Sony, Sony Computer Entertainment, tomó las riendas de la compañía el pasado 1 de abril, y en solo unos días presentará sus planes estratégicos. Hirai fue anteriormente presidente de toda la división PlayStation, y antes el máximo responsable de la rama americana de este negocio.