El crowdsourcing consiste en subcontratar trabajos a personas fuera de la propia entidad. Se diferencia del outsourcing en que los contratados no forman una empresa. Si usted necesita, por ejemplo, un nuevo logotipo para su empresa, puede recurrir a la fórmula tradicional de contratar a un profesional para hacerlo. Pero si quiere probar con el crowdsourcing, puede entrar en una página como www.crowdspring.com y lanzar su proyecto.
Los diferentes usuarios registrados interesados en sus condiciones presentarán propuestas y usted elegirá y pagará sólo la que más le guste. El equivalente en español es www.12designer.com. Otro ejemplo de aplicación del crowdsourcing es la solución de problemas. Muchas empresas plantean sus dudas en páginas como www2.innocentive.com y reciben respuestas y soluciones a través de los usuarios anónimos registrados. Es lo que la Wikipedia define como «tercerización masiva».
El fenómeno despierta opiniones encontradas. Por un lado tenemos a los que apoyan la idea como una forma de democratización de las ideas y el trabajo. Y por el otro nos encontramos con los que piensan que el crowdsourcing va a acabar con los profesionales de los distintos sectores en juego.
En el otro lado de la cadena de negocio está la financiación.Muchos proyectos se quedan en la cuneta por falta del dinero necesario para ponerlos en marcha. Ahí es donde entra en juego el crowdfunding o financiación por multitudes. Si usted tiene una idea o proyecto que quiere poner en marcha, pero no encuentra la financiación adecuada, puede entrar en páginas como www.lanzanos.com y plantearlo. Los usuarios estudian los proyectos y, si alguno le gusta, hacen pequeñas donaciones, los famosos micropagos, hasta conseguir la cifra necesaria para ponerlo en marcha.
Las donaciones pueden ir desde 5 euros hasta 500, dependiendo del nivel de mecenazgo al que queramos llegar. Los proyectos pueden ser artísticos, como la grabación una película, o empresariales, como la creación de un proyecto web. Es imprescindible ofrecer almecenas la posibilidad de recuperar su dinero si el proyecto no termina realizándose. La clave siempre debe ser la misma, la transparencia.
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