El creador de Linux, Linus Torvalds, ganó el premio
de Tecnología del Milenio, junto a un cheque de US$756.000, de la
Academia de Tecnología de Finlandia.
Fue nominado en reconocimiento a haber creado el
original sistema operativo Linux y haber seguido decidiendo las
modificaciones del
kernel o núcleo Linux, el código que permite el trabajo conjunto de
software y
hardware.
Hoy en día, una variedad de sistemas basados en Linux hacen que
funcionen la mayoría de los servidores, cajas de recepción y
decodificación de televisores, teléfonos inteligentes, tabletas,
routers, computadoras personales y supercomputadoras.
Antes del anuncio del premio, Torvalds fue entrevistado por la BBC.
Cuando anunció el kernel original en Usenet (un sistema de foros en línea) en 1991 ¿qué pensó que pasaría con él?
Mucho del ímpetu para lanzarlo fue simplemente para llamar la atención.
Definitivamente no esperaba que la gente me ayudara con el proyecto, pero sí algunas reacciones e ideas de la gente.
El éxito de Linux se debe en gran parte a
su naturaleza de código abierto. ¿Por qué cree que la gente estuvo
dispuesta a dar tanto tiempo sin una recompensa financiera?
Creo que la idea de código abierto es que
permite a todos ser "egoístas", no tratar de que todos contribuyan a un
bien común. No veo el código abierto como algo para mejorar al mundo,
sino algo que realmente funciona si todos contribuyen por sus propias
razones egoístas. Tampoco se trata de una "recompensa financiera".
Las primeras razones "egoístas" para hacer Linux tendían a centrarse
en el placer de juguetear. Por eso lo hice -la programación era mi
hobby, mi pasión- y mi propia meta egoísta era aprender a controlar el
hardware.
No era el único. En grandes universidades con departamentos de ciencia de la computación había gente interesada en lo mismo.
La mayoría de esa gente no está tan loca como
para empezar su propio sistema operativo desde cero, pero hubo quienes
encontraron interesante este jugueteo y estaban suficientemente
estimulados para comenzar a jugar con el sistema y hacer sugerencias
para mejorarlo, o mejorarlo ellos mismos y buscarme.
Los derechos de autor protegían a esa gente. Si
te interesan los sistemas operativos y ves este proyecto, no querrás
involucrarte si sientes que se van a aprovechar de tus contribuciones,
pero con la licencia GPLv2, eso nunca fue un problema.
Se trata de un modelo muy simple de "toma y
daca": Te doy mis mejoras si prometes devolver las tuyas. Es una
licencia fundamentalmente justa, y no tienes que preocuparte de que
alguien saque ventaja de tu trabajo.
Es cierto que muchas compañías estaban recelosas
de una licencia desconocida. Pero en verdad, el modelo "toma y daca" no
sólo es justo a escala individual, sino de compañía y global.
La cosa es que si la competencia no se esfuerza
como uno, no cosechará los mismos frutos: si no contribuyen, no
controlarán la dirección del proyecto ni tendrán el mismo conocimiento.
7.800 programadores en 80 países contribuyeron a la más reciente versión del kernel Linux. ¿Si se hace más complejo hay peligro de que sea menos accesible?
El
kernel definitivamente se ha hecho más complejo, y hay
ciertas áreas en particular con las que un nuevo programador no debería
meterse.
La gente se pone muy nerviosa cuando alguien en
quien no perciben una sólida trayectoria comienza a enviar parches a un
código central -y complejo- como el subsistema VM.
Es mucho más difícil ser programador ahora que
hace 15 años. Al mismo tiempo, creo que es bastante fácil entrar a la
programación de
kernel si uno no busca primero las partes más complejas y centrales. El hecho de que yo estrene un
kernel cada tres meses, y que en cada lanzamiento haya unas 1.000 personas involucradas, indica que no nos faltan colaboradores.
¿Qué tan importante es la confianza en un proyecto de código abierto como este?
La confianza es lo más importante. Y es mutua. Ellos también deben confiar en mi imparcialidad.
No siempre estamos de acuerdo, y a veces las
discusiones son acaloradas, pero al final puede que ni siquiera
simpaticen, siempre que por lo menos puedas confiar en quienes no están
tratando de fastidiarte.
Simplemente deseo que la gente confíe en que soy
imparcial no sólo porque me han visto mantener el kernel todos estos
años, sino porque saben que no tengo ningún incentivo para apoyar a una
compañía Linux contra otra.
Ahora trabajo a tiempo completo en Linux y me
pagan, pero no fue así hasta que me sentí cómodo con que mi neutralidad
fuera obvia, a través de una industria sin fines de lucro que realmente
no vende Linux.
Incluso así, nos aseguramos de que mi contrato especifique que mi
empleo no significa que la Fundación Linux me diga lo que tengo que
hacer.
Linux es popular en muchas áreas de la
computación, incluidos los teléfonos inteligentes y los servidores, pero
¿tendrá algún progreso en las computadoras de escritorio?
Para realizarte en un mercado de consumo,
necesitas estar preinstalado. Y como ha mostrado Android, Linux
realmente puede ser un producto de consumo.
El asunto del "navegador web ubicuo" ha hecho
más realista ese juego de consumo, y creo que Chrome de Google va en esa
dirección.
Tengo esperanzas. Para mí, Linux en el
escritorio es donde empecé, y es literalmente lo que uso hoy en día,
aunque obviamente tengo otros dispositivos Linux, incluido un teléfono
Android, así que personalmente me gustaría que también se impusiera en
ese mercado.
Pero no me quejo del éxito en otros mercados.
Steve Ballmer describió una vez a Linux
como un "cáncer", pero últimamente hemos escuchado que Microsoft está
sacando su división Skype de las cajas de Linux y ofreciendo una versión
basada en Linux de su servicio de nube Azure. ¿Le complace?
Es un alivio que Microsoft hasta cierto punto haya dejado de ver a
Linux como el enemigo. Eso del "cáncer" y "antiestadounidense" fue muy
bochornoso.
Usted trabaja desde su casa. ¿Qué tan
difícil es evitar las distracciones de la vida familiar y enfocarse en
conceptos muy abstractos?
Estoy seguro que es muy duro para muchos, pero nunca ha sido un problema para mí.
Siempre me han fascinado las computadoras, al punto que puedo no ser muy social.
Tener una familia no parece haber hecho ninguna
diferencia. Me puedo sentar feliz todo el día frente a la computadora, y
si los niños me distraen cuando estoy en medio de algo, se escucharán
algunas palabrotas.
Es decir, lo que pareciera ser socialmente una falta debilitante de carácter también puede darte ventaja.