Una moderna técnica de secuestro de aplicaciones sustituye una app por otra para difundir malware.
El ingeniero jefe de Palo Alto Networks, Zhi Xu, ha descubierto que aplicaciones aparentemente legítimas pueden llevar a aplicaciones que ocultan spyware y comprometer a casi la mitad de todos los dispositivos Android.
Xu ha puesto de manifiesto que el ataque, denominado Android Installer Hijacking, permite reemplazar aplicaciones sin el conocimiento del usuario, como recoge The Register.
De esta forma, apps legítimas de Google Play pueden tener conexión con una segunda aplicación instalada en las tiendas de terceros, como Amazon, y esta segunda aplicación proporcionar a la primera el acceso necesario para comprometer los dispositivos y robar todo tipo de datos.
El problema existe en parte porque el PackageInstaller utilizado para instalar aplicaciones de Android contiene una vulnerabilidad de uso que permite llevar a cabo este reemplazo.
La aplicación maliciosa obtiene acceso total a un dispositivo comprometido, incluyendo nombres de usuario, contraseñas y datos confidenciales.
Los usuarios deben actualizar a Android 4.4, al menos para evitar la exposición al malware.
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2015/03/25
Rakuten paga 410 millones de dólares por una firma de ebooks
Rakuten se ha hecho con la americana OverDrive para expandir su negocio de contenidos digitales.
El gigante del comercio electrónico japonés Rakuten ha anunciado la adquisición de la compañía estadounidense OverDrive por 410 millones de dólares. OverDrive, con sede en Ohio, ofrece sus 2,5 millones de ebooks a 30.000 bibliotecas y miles de escuelas de EE.UU. La empresa, fundada en 1986 ha forjado alianzas con 5.000 editores.
“La profunda biblioteca de contenidos de OverDrive y su relación con los editores, bibliotecas, escuelas y minoristas permitirán a Rakuten expandir su misión para emponderar a nuevos segmentos de mercado y acelerar nuestro negocio de contenidos digitales”, ha señalado Takahito Aiki, responsable del negocio de libros electrónicos de Rakuten.
Rakuten entró en el terreno de los ebooks en 2011 cuando adquirió al fabricante canadiense de ereaders y proveedor de ebooks Kobo.
De esta manera, el que ha sido llamado el ‘Amazon japonés’ muchas veces se asemeja un poco más a la empresa dirigida por Jeff Bezos. Rakuten está buscando convertirse más en un proveedor de contenidos digitales y no solo seguir adquiriendo startups y plataformas relacionadas con el comercio electrónico.
La noticia llega una semana después de que la firma nipona haya comunicado una ronda de financiación de 530 millones de dólares a la firma de ride sharing Lyft, competidora directa de Uber. La empresa del país del Sol Naciente también define a OverDrive como una compañía de consumo colaborativo, porque “se comparten libros”.
El gigante del comercio electrónico japonés Rakuten ha anunciado la adquisición de la compañía estadounidense OverDrive por 410 millones de dólares. OverDrive, con sede en Ohio, ofrece sus 2,5 millones de ebooks a 30.000 bibliotecas y miles de escuelas de EE.UU. La empresa, fundada en 1986 ha forjado alianzas con 5.000 editores.
“La profunda biblioteca de contenidos de OverDrive y su relación con los editores, bibliotecas, escuelas y minoristas permitirán a Rakuten expandir su misión para emponderar a nuevos segmentos de mercado y acelerar nuestro negocio de contenidos digitales”, ha señalado Takahito Aiki, responsable del negocio de libros electrónicos de Rakuten.
Rakuten entró en el terreno de los ebooks en 2011 cuando adquirió al fabricante canadiense de ereaders y proveedor de ebooks Kobo.
De esta manera, el que ha sido llamado el ‘Amazon japonés’ muchas veces se asemeja un poco más a la empresa dirigida por Jeff Bezos. Rakuten está buscando convertirse más en un proveedor de contenidos digitales y no solo seguir adquiriendo startups y plataformas relacionadas con el comercio electrónico.
La noticia llega una semana después de que la firma nipona haya comunicado una ronda de financiación de 530 millones de dólares a la firma de ride sharing Lyft, competidora directa de Uber. La empresa del país del Sol Naciente también define a OverDrive como una compañía de consumo colaborativo, porque “se comparten libros”.
Tujia, el Airbnb chino, a punto de cerrar una ronda de financiación de 200 millones de dólares
Tujia cuenta con 120.000 propiedades en el país asiático. La startup de alojamientos P2P ya había recaudado hasta la fecha 165 millones de dólares de fondos.
Las startups de consumo colaborativo también triunfan en China, sobre todo si suponen una copia de conocidos servicios de sharing economy estadounidenses.
Recientemente, hemos conocido la fusión de las compañías de transporte privado Kuaidi Dache y Didi Dache, los Ubers chinos, fusionándose en una nueva empresa valorada en 6.000 millones de dólares. Ahora, otra startup local de este terreno también sale a la palestra por estar a punto de cerrar una cuantiosa ronda de financiación.
Tujia es un servicio similar a Airbnb fundado en 2011 por los emprendedores Melissa Yang y Jun Luo que permite a los particulares ganar algo de dinero alquilando habitaciones, pisos, garajes, etc. A diferencia de la startup americana, cuenta con servicios que van más allá del hospedaje, contando con un equipo de más de 1.500 personas que ofrecen servicios online como la limpieza de los pisos o habitaciones.
Según se hace eco The Wall Street Journal de acorde a fuentes cercanas a la empresa, Tujia está cerca de hacerse con 200 millones de dólares de fondos.
No es la primera inyección de capital elevada que conseguiría la startup china. En junio del año pasado Tujia obtuvo 100 millones de dólares en una ronda de Series C en la que participaron inversores como Lightspeed China Partners, GGV Capital, Qiming Venture Partners, CDH y CBC. Sumando sus rondas de series A y B, la empresa había levantado 65 millones de dólares previamente.
A principios de 2015 la firma contaba con más de 120.000 propiedades en más de 150 destinos diferentes dentro de China y unos 70 fuera de las fronteras del país mandarín, gracias a su acuerdo con la estadounidense HomeAway. Ambas empresas están asociadas desde que la americana se convirtiera en inversor estratégico de Tujia en la ronda de series A levantada en 2012.
Las startups de consumo colaborativo también triunfan en China, sobre todo si suponen una copia de conocidos servicios de sharing economy estadounidenses.
Recientemente, hemos conocido la fusión de las compañías de transporte privado Kuaidi Dache y Didi Dache, los Ubers chinos, fusionándose en una nueva empresa valorada en 6.000 millones de dólares. Ahora, otra startup local de este terreno también sale a la palestra por estar a punto de cerrar una cuantiosa ronda de financiación.
Tujia es un servicio similar a Airbnb fundado en 2011 por los emprendedores Melissa Yang y Jun Luo que permite a los particulares ganar algo de dinero alquilando habitaciones, pisos, garajes, etc. A diferencia de la startup americana, cuenta con servicios que van más allá del hospedaje, contando con un equipo de más de 1.500 personas que ofrecen servicios online como la limpieza de los pisos o habitaciones.
Según se hace eco The Wall Street Journal de acorde a fuentes cercanas a la empresa, Tujia está cerca de hacerse con 200 millones de dólares de fondos.
No es la primera inyección de capital elevada que conseguiría la startup china. En junio del año pasado Tujia obtuvo 100 millones de dólares en una ronda de Series C en la que participaron inversores como Lightspeed China Partners, GGV Capital, Qiming Venture Partners, CDH y CBC. Sumando sus rondas de series A y B, la empresa había levantado 65 millones de dólares previamente.
A principios de 2015 la firma contaba con más de 120.000 propiedades en más de 150 destinos diferentes dentro de China y unos 70 fuera de las fronteras del país mandarín, gracias a su acuerdo con la estadounidense HomeAway. Ambas empresas están asociadas desde que la americana se convirtiera en inversor estratégico de Tujia en la ronda de series A levantada en 2012.
La botnet Andromeda sigue viva
Las macros de Word se emplean para automatizar procesos dentro del procesador de textos para que tareas largas y complejas puedan hacerse con un solo clic. Sin embargo, desde que empezaron a ser utilizadas por los creadores de virus para infectar ordenadores Microsoft pasó a deshabilitarlas por defecto, de modo que tengamos que dar nuestro permiso explícito para que funcionen.
Aún así sigue habiendo demasiados usuarios que habilitan las macros en documentos que recibe por correo electrónico. Esta es la vía que parece estar usando la botnet Andrómeda, conocida por haber difundido el troyano ZeuS en 2011, para ampliar su red de ordenadores zombis. Este tipo de computadoras con ordenadores de usuarios normales que, sin saberlo sus propietarios, están controladas por un tercero, que los puede utilizar para obtener datos personales, difundir spam, etc.
El malware detectado por G Data, empresa alemana de seguridad informática, se distribuye a través de spam en ficheros adjuntos que aparentan ser un contrato. El propio texto del documento pide al usuario que para leerlo debe habilitar las macros. Al hacerlo se crea un fichero ejecutable que es como la más grande de una serie de muñecas matrioska. Este ejecutable genera a su vez un nuevo fichero mediante esteganografía, que se carga en memoria y es en último término es el que genera el fichero real del virus, el responsable final de hacerse con el control del ordenador.
Que tu ordenador sea infectado y pase a formar parte de una red zombi o botnet no significa que suceda nada en ese momento. Los responsables de estas redes alquilan luego sus servicios en el mercado negro y dependerá de los compradores el uso que se les dé.
Aún así sigue habiendo demasiados usuarios que habilitan las macros en documentos que recibe por correo electrónico. Esta es la vía que parece estar usando la botnet Andrómeda, conocida por haber difundido el troyano ZeuS en 2011, para ampliar su red de ordenadores zombis. Este tipo de computadoras con ordenadores de usuarios normales que, sin saberlo sus propietarios, están controladas por un tercero, que los puede utilizar para obtener datos personales, difundir spam, etc.
El malware detectado por G Data, empresa alemana de seguridad informática, se distribuye a través de spam en ficheros adjuntos que aparentan ser un contrato. El propio texto del documento pide al usuario que para leerlo debe habilitar las macros. Al hacerlo se crea un fichero ejecutable que es como la más grande de una serie de muñecas matrioska. Este ejecutable genera a su vez un nuevo fichero mediante esteganografía, que se carga en memoria y es en último término es el que genera el fichero real del virus, el responsable final de hacerse con el control del ordenador.
Que tu ordenador sea infectado y pase a formar parte de una red zombi o botnet no significa que suceda nada en ese momento. Los responsables de estas redes alquilan luego sus servicios en el mercado negro y dependerá de los compradores el uso que se les dé.
Google pagó 25 millones de dólares por controlar los dominios '.app'
Internet está atravesando una revolución silenciosa marcada por el florecimiento de centenares de nuevos dominios que se distancian del puntocom para redefinir quién es quién en la red de redes, un negocio de millones de dólares que enfrenta en subastas a los gigantes tecnológicos. Se trata de una transformación paulatina que comenzó en 2011, cuyo impacto se empezó a notar en 2014 y que, cuando concluya, habrá añadido más de 1.300 nomenclaturas en el ciberespacio, los llamados "nuevos dominios genéricos de alto nivel" o gTLD que van desde .abogado hasta .yoga.
Google y Amazon entraron de lleno en la pugna por la titularidad de decenas de dominios (más de 50, Google; más de 30, Amazon), una estrategia corporativa para tomar posiciones en un mercado emergente liderado por Donuts, que solicitó la gestión de más de 300 gTLD.
"Hemos ganado la mayoría de las subastas en las que hemos participado, pero hemos perdido muchas también", comentó a Efe uno de los cofundadores de Donuts, Daniel Schindler, cuya compañía fue superada por Google a finales de febrero en la disputa por .app. La empresa del famoso buscador se impuso en la puja a otras 12 compañías –Amazon entre ellas– al estar dispuesta a pagar más de 25 millones de dólares por ese dominio.
"En el caso de .app y Google es obvio por qué lo valoraron tanto, porque tienen una tienda de aplicaciones y eso es central para lo que hacen", indicó Schindler, que explicó que la meta de Donuts es tener una amplia y variada cartera de dominios para llegar a todo tipo de clientes, y no centrarse en unos pocos.
La cantidad abonada por Google fue la máxima alcanzada en las subastas organizadas por el organismo regulador, la Corporación para la Asignación de Nombres y Números de Dominios de Internet (ICANN), al menos que se haya hecho público. La mayoría de las veces el resultado es una incógnita, ya que se celebran a puerta cerrada, pero no es infrecuente que se abonen varios millones de dólares por un gTLD.
"Es un negocio de bajo coste porque no fabricas ningún producto, se vende a través del aire, por lo que los beneficios son muy altos", dijo a Efe el director de la consultora RightOfTheDot, especializada en dominios, Michael Berkens.
En septiembre, Amazon se hizo con .buy por 4,5 millones de dólares y .tech fue vendido por 6,7 millones a Dot Tech. Se sabe también que Microsoft postuló por .live y .docs y fue superado por Donuts en el primer caso y por Google en el segundo, y que la compañía de televisión por satélite Dish Network se adjudicó .latino.
"Estamos encantados. Si empresas como Google y Amazon piensan de la misma forma que nosotros, no podemos estar tan locos como parecíamos. Eso nos reconforta. Es genial porque despiertan interés sobre lo que está pasando", apuntó Schindler.
Hasta que el ICANN aprobó en 2011 la creación de los gTLD, el universo de los dominios era muy limitado. Había una veintena de genéricos (.com, .org, .net, etc.), así como las denominaciones por países (.us, .es, .mx), por lo que a los nuevos usuarios se les hacía cada vez más complejo dar con un nombre que no estuviera ya registrado.
En 2012, se abrió oficialmente el plazo para solicitar nuevas denominaciones y el ICANN recibió más de 1.900 peticiones en una primera ronda, cifra que se redujo a poco más de 1.300 dominios tras su evaluación, de los cuales la mitad tenían varios pretendientes y su propietario final se determina por medio de una subasta. Entre 2012 y 2013, empezaron a celebrarse subastas pero no fue realmente hasta 2014 que los primeros nuevos dominios empezaron a dejarse ver.
Los gestores de los dominios, una vez recibida la luz verde de ICANN, los ofertan al público a través de plataformas como GoDaddy y otras. Se trata de un negocio que, en el caso de .info, genera en torno a 75 millones de dólares al año (existen más de 5 millones de nombres registrados con .info –datos de 2013– y la suscripción ronda los 15 dólares anuales en EE.UU.)
La lista de dominios ya adjudicados incluye nombres como .gripe, .vision, .email, .dental, .gratis, .digital, .pizza, .bar, .restaurant, y otros que pronto llegarán, como .cafe, y .movie.
Donuts se hizo con .movie, al que también aspiraban Google y Amazon, y se podrá comprar a partir del 24 de junio, aseguró Schindler, que durante los próximos dos meses contactará con estudios de Hollywood para pulsar su interés en usar esa denominación para la promoción de sus películas en internet. Es un proceso similar al que Donuts ha puesto en práctica con golfistas y futbolistas profesionales para sus .golf y .football. "Queremos, ciertamente, que campeones usen estos dominios", declaró el ejecutivo de Donuts.
Google y Amazon entraron de lleno en la pugna por la titularidad de decenas de dominios (más de 50, Google; más de 30, Amazon), una estrategia corporativa para tomar posiciones en un mercado emergente liderado por Donuts, que solicitó la gestión de más de 300 gTLD.
"Hemos ganado la mayoría de las subastas en las que hemos participado, pero hemos perdido muchas también", comentó a Efe uno de los cofundadores de Donuts, Daniel Schindler, cuya compañía fue superada por Google a finales de febrero en la disputa por .app. La empresa del famoso buscador se impuso en la puja a otras 12 compañías –Amazon entre ellas– al estar dispuesta a pagar más de 25 millones de dólares por ese dominio.
"En el caso de .app y Google es obvio por qué lo valoraron tanto, porque tienen una tienda de aplicaciones y eso es central para lo que hacen", indicó Schindler, que explicó que la meta de Donuts es tener una amplia y variada cartera de dominios para llegar a todo tipo de clientes, y no centrarse en unos pocos.
La cantidad abonada por Google fue la máxima alcanzada en las subastas organizadas por el organismo regulador, la Corporación para la Asignación de Nombres y Números de Dominios de Internet (ICANN), al menos que se haya hecho público. La mayoría de las veces el resultado es una incógnita, ya que se celebran a puerta cerrada, pero no es infrecuente que se abonen varios millones de dólares por un gTLD.
"Es un negocio de bajo coste porque no fabricas ningún producto, se vende a través del aire, por lo que los beneficios son muy altos", dijo a Efe el director de la consultora RightOfTheDot, especializada en dominios, Michael Berkens.
En septiembre, Amazon se hizo con .buy por 4,5 millones de dólares y .tech fue vendido por 6,7 millones a Dot Tech. Se sabe también que Microsoft postuló por .live y .docs y fue superado por Donuts en el primer caso y por Google en el segundo, y que la compañía de televisión por satélite Dish Network se adjudicó .latino.
"Estamos encantados. Si empresas como Google y Amazon piensan de la misma forma que nosotros, no podemos estar tan locos como parecíamos. Eso nos reconforta. Es genial porque despiertan interés sobre lo que está pasando", apuntó Schindler.
Hasta que el ICANN aprobó en 2011 la creación de los gTLD, el universo de los dominios era muy limitado. Había una veintena de genéricos (.com, .org, .net, etc.), así como las denominaciones por países (.us, .es, .mx), por lo que a los nuevos usuarios se les hacía cada vez más complejo dar con un nombre que no estuviera ya registrado.
En 2012, se abrió oficialmente el plazo para solicitar nuevas denominaciones y el ICANN recibió más de 1.900 peticiones en una primera ronda, cifra que se redujo a poco más de 1.300 dominios tras su evaluación, de los cuales la mitad tenían varios pretendientes y su propietario final se determina por medio de una subasta. Entre 2012 y 2013, empezaron a celebrarse subastas pero no fue realmente hasta 2014 que los primeros nuevos dominios empezaron a dejarse ver.
Los gestores de los dominios, una vez recibida la luz verde de ICANN, los ofertan al público a través de plataformas como GoDaddy y otras. Se trata de un negocio que, en el caso de .info, genera en torno a 75 millones de dólares al año (existen más de 5 millones de nombres registrados con .info –datos de 2013– y la suscripción ronda los 15 dólares anuales en EE.UU.)
La lista de dominios ya adjudicados incluye nombres como .gripe, .vision, .email, .dental, .gratis, .digital, .pizza, .bar, .restaurant, y otros que pronto llegarán, como .cafe, y .movie.
Donuts se hizo con .movie, al que también aspiraban Google y Amazon, y se podrá comprar a partir del 24 de junio, aseguró Schindler, que durante los próximos dos meses contactará con estudios de Hollywood para pulsar su interés en usar esa denominación para la promoción de sus películas en internet. Es un proceso similar al que Donuts ha puesto en práctica con golfistas y futbolistas profesionales para sus .golf y .football. "Queremos, ciertamente, que campeones usen estos dominios", declaró el ejecutivo de Donuts.
Crean una impresora 3D casi tan rápida como las de tinta y papel
La revolución de las impresoras 3D estaba siendo demasiado lenta. Para crear una simple figurita se necesitan horas y hasta días si es algo más grande. Sin embargo, un nuevo método que combina resinas líquidas, luz ultravioleta y oxígeno consigue obtener objetos 100 veces más rápido. Es el gran paso que le faltaba a la democratización de la fabricación en masa y su promesa del háztelo tu mismo.
La impresión 3D es muy parecida a la pastelería. Los pasteleros crean capa a capa la torta, que toma consistencia una vez que se enfría. Con las impresoras 3D hay dos grandes tecnologías para hacer las tortas. En una, el modelado por deposición fundida (FDM, por sus siglas en inglés), la impresora calienta el rollo de material y con una especie de manga pastelera crea el objeto. Un chorro de aire enfría el filamento para que solidifique. La estereolitografía, sin embargo, usa resinas líquidas que, al ser expuestas a la luz ultravioleta, se solidifican como si fuera una plancha de caramelizar. La FDM es más sencilla y asequible, pero muy lenta y con peor resolución. La estereolitografía ofrece mejores resultados, pero la operación con las resinas es muy compleja.
"La fabricación por adición tiene el potencial de transformar la complejidad con la que se fabrican objetos funcionales, pero la impresión 3D convencional los fabrica usando un enfoque por etapas, capa a capa, que lleva mucho tiempo", dice el químico de la Universidad de Carolina del Norte (EE UU) y creador de la nueva impresora CLIP, Joseph DeSimone. Para este experto en ciencia de polímeros, existe una gran distancia entre la velocidad en el diseño industrial o prototipado rápido y la velocidad en la fabricación que obstaculizan "la capacidad de la impresión 3D de ir más allá de las fases de diseño y realización de prototipos de un producto".
Lo que ha conseguido DeSimone y su equipo ha sido simplificar la estereolitografía, acelerando la velocidad de impresión y sin, por ello, afectar a la calidad de los objetos impresos. Su impresora CLIP (Interfaz de Producción Líquida Continua, por sus siglas en inglés), les permite controlar el proceso por el que las moléculas de la resina líquida se solidifican creando estructuras complejas en un proceso llamado polimerización.
Tal y como explican en la revista Science, donde su creación ocupa la portada de esta semana, en vez de usar un sistema mecánico, los creadores de CLIP juegan con el láser ultravioleta que inicia la reacción química de solidificación y el oxígeno, que la detiene. Su gran aportación es una especie de cristal que, como unas lentillas, les permite ajustar el paso de la luz y del oxígeno. De esta manera, consiguen una impresión continua que da a los objetos un acabado perfecto en su forma y sin fracturas en el interior.
Pero lo mejor de CLIP es su velocidad de impresión. Hasta ahora, la impresión vertical podía imprimir unos cuantos milímetros a la hora. Aunque las capas de material superpuesto tienen un grosor de entre 50 y 100 micras (una micra es la millonésima parte de un metro), había que imprimir cada capa, dejar que solidificara y volver a por otra capa. La nueva impresora eleva el objeto del recipiente con la resina a un ritmo de 500 milímetros a la hora, es decir, hasta 100 veces más rápido.
Durante la presentación de CLIP en las charlas TED, DeSimone mostró algunos ejemplos de lo que puede hacer su impresora en unos minutos. Desde una Torre Eiffel de recuerdo, hasta micro agujas para la administración de medicamentos, pasando por prótesis dentales o stent coronarios, una especie de endoprótesis para el corazón.
"Si la impresión 3D quería salir del nicho de los prototipos en el que ha estado atrapada durante décadas, teníamos que encontrar un tecnología disruptiva que afrontara el problema desde una nueva perspectiva y abordara las debilidades fundamentales de las impresoras 3D", comenta Jim Goetz, uno de los socios de Sequoia, una compañía de inversión que pone su dinero en las tecnologías más rompedoras y prometedoras. "Cuando conocimos a Joe [por Joseph DeSimone] y vimos lo que su equipo había inventado, tuvimos claro al instante que la que la impresión 3D ya nunca sería la misma".
CLIP ha demostrado su valía imprimiendo plásticos, cerámicas y materiales orgánicos, pero debería funcionar bien con todo material basado en polímeros. Para comercializar su tecnología, DeSimone y parte de su equipo investigador han creado, junto a inversores como Goetz la empresa Carbon3D.
"Es un gran comienzo, la revolución está ahí", opina el director de investigación de BQ, Juan González. Esta es una de las pocas empresas españolas que fabrica impresoras 3D del tipo FDM y que está investigando con las de resinas. "El tiempo puede dar igual en el uso doméstico, pero en la empresa es un factor clave", añade. Pero no se trata solo de que se reduzca el tiempo de impresión, sino que el acabado en un proceso continuo como el de CLIP es muy superior.
La inyección por molde que se usa en la producción industrial aún tiene años de vida, pero con avances como este, González cree que está más cerca "el objetivo de conseguir la producción masiva del molde pero con la capacidad de personalizarla de la impresión 3D".
La impresión 3D es muy parecida a la pastelería. Los pasteleros crean capa a capa la torta, que toma consistencia una vez que se enfría. Con las impresoras 3D hay dos grandes tecnologías para hacer las tortas. En una, el modelado por deposición fundida (FDM, por sus siglas en inglés), la impresora calienta el rollo de material y con una especie de manga pastelera crea el objeto. Un chorro de aire enfría el filamento para que solidifique. La estereolitografía, sin embargo, usa resinas líquidas que, al ser expuestas a la luz ultravioleta, se solidifican como si fuera una plancha de caramelizar. La FDM es más sencilla y asequible, pero muy lenta y con peor resolución. La estereolitografía ofrece mejores resultados, pero la operación con las resinas es muy compleja.
"La fabricación por adición tiene el potencial de transformar la complejidad con la que se fabrican objetos funcionales, pero la impresión 3D convencional los fabrica usando un enfoque por etapas, capa a capa, que lleva mucho tiempo", dice el químico de la Universidad de Carolina del Norte (EE UU) y creador de la nueva impresora CLIP, Joseph DeSimone. Para este experto en ciencia de polímeros, existe una gran distancia entre la velocidad en el diseño industrial o prototipado rápido y la velocidad en la fabricación que obstaculizan "la capacidad de la impresión 3D de ir más allá de las fases de diseño y realización de prototipos de un producto".
Lo que ha conseguido DeSimone y su equipo ha sido simplificar la estereolitografía, acelerando la velocidad de impresión y sin, por ello, afectar a la calidad de los objetos impresos. Su impresora CLIP (Interfaz de Producción Líquida Continua, por sus siglas en inglés), les permite controlar el proceso por el que las moléculas de la resina líquida se solidifican creando estructuras complejas en un proceso llamado polimerización.
Tal y como explican en la revista Science, donde su creación ocupa la portada de esta semana, en vez de usar un sistema mecánico, los creadores de CLIP juegan con el láser ultravioleta que inicia la reacción química de solidificación y el oxígeno, que la detiene. Su gran aportación es una especie de cristal que, como unas lentillas, les permite ajustar el paso de la luz y del oxígeno. De esta manera, consiguen una impresión continua que da a los objetos un acabado perfecto en su forma y sin fracturas en el interior.
Pero lo mejor de CLIP es su velocidad de impresión. Hasta ahora, la impresión vertical podía imprimir unos cuantos milímetros a la hora. Aunque las capas de material superpuesto tienen un grosor de entre 50 y 100 micras (una micra es la millonésima parte de un metro), había que imprimir cada capa, dejar que solidificara y volver a por otra capa. La nueva impresora eleva el objeto del recipiente con la resina a un ritmo de 500 milímetros a la hora, es decir, hasta 100 veces más rápido.
Durante la presentación de CLIP en las charlas TED, DeSimone mostró algunos ejemplos de lo que puede hacer su impresora en unos minutos. Desde una Torre Eiffel de recuerdo, hasta micro agujas para la administración de medicamentos, pasando por prótesis dentales o stent coronarios, una especie de endoprótesis para el corazón.
"Si la impresión 3D quería salir del nicho de los prototipos en el que ha estado atrapada durante décadas, teníamos que encontrar un tecnología disruptiva que afrontara el problema desde una nueva perspectiva y abordara las debilidades fundamentales de las impresoras 3D", comenta Jim Goetz, uno de los socios de Sequoia, una compañía de inversión que pone su dinero en las tecnologías más rompedoras y prometedoras. "Cuando conocimos a Joe [por Joseph DeSimone] y vimos lo que su equipo había inventado, tuvimos claro al instante que la que la impresión 3D ya nunca sería la misma".
CLIP ha demostrado su valía imprimiendo plásticos, cerámicas y materiales orgánicos, pero debería funcionar bien con todo material basado en polímeros. Para comercializar su tecnología, DeSimone y parte de su equipo investigador han creado, junto a inversores como Goetz la empresa Carbon3D.
"Es un gran comienzo, la revolución está ahí", opina el director de investigación de BQ, Juan González. Esta es una de las pocas empresas españolas que fabrica impresoras 3D del tipo FDM y que está investigando con las de resinas. "El tiempo puede dar igual en el uso doméstico, pero en la empresa es un factor clave", añade. Pero no se trata solo de que se reduzca el tiempo de impresión, sino que el acabado en un proceso continuo como el de CLIP es muy superior.
La inyección por molde que se usa en la producción industrial aún tiene años de vida, pero con avances como este, González cree que está más cerca "el objetivo de conseguir la producción masiva del molde pero con la capacidad de personalizarla de la impresión 3D".
El fabricante de relojes Tag Heuer se une a Google e Intel para lanzar su smartwatch
La compañía relojera suiza Tag Heuer anunció que lanzará un modelo de reloj inteligente tras confirmar un acuerdo con las empresas tecnológicas estadounidenses Google e Intel. Este smartwatch, que saldrá a finales de 2015, buscará integrar los conocimientos suizos en materia de relojería y la alta tecnología, explicó el director ejecutivo de Tag Heuer, Jean-Claude Biver, en Baselworld, el salón mundial de la relojería que se celebra en Basilea.
No se conocieron mayores detalles técnicos del dispositivo, cuyo anuncio llega unas semanas después de que el gigante tecnológico Apple presentara el reloj inteligente Apple Watch. De forma previa, el grupo relojero suizo Swatch también anunció su intención de tener una línea de smartwatch, mientras que otros fabricantes del sector también presentaron diversos modelos para ponerse a tono con esta tendencia.
Apple comenzará a vender su smartwatch dentro de un mes, con un precio que parte desde los 349 dólares en su versión básica y hasta 17.000 dólares en su versión bañada en oro. Por su parte, el reloj inteligente de Tag Heuer estará en el mercado a fin de año, y si bien no detallaron cuánto costará este modelo, se estima que este tipo de piezas de lujo parten desde los 1000 dólares.
El smartwatch de Tag Heuer utilizará tecnología de Intel, cuya subsidiaria Basis ya fabrica un monitor de aptitud física llamado Peak. Contará con el sistema operativo Android Wear de Google, el cual ya es utilizado en relojes multifunciones de Motorola, Sony, LG y otros. Este sistema operativo permite que el dispositivo pueda operar tanto con órdenes de voz como con botones o funciones táctiles.
Al igual que la mayoría de los smartwatches, la versión de Tag Heuer requerirá estar sincronizado con un smartphone para que operen todas las funciones del reloj inteligente.
No se conocieron mayores detalles técnicos del dispositivo, cuyo anuncio llega unas semanas después de que el gigante tecnológico Apple presentara el reloj inteligente Apple Watch. De forma previa, el grupo relojero suizo Swatch también anunció su intención de tener una línea de smartwatch, mientras que otros fabricantes del sector también presentaron diversos modelos para ponerse a tono con esta tendencia.
Apple comenzará a vender su smartwatch dentro de un mes, con un precio que parte desde los 349 dólares en su versión básica y hasta 17.000 dólares en su versión bañada en oro. Por su parte, el reloj inteligente de Tag Heuer estará en el mercado a fin de año, y si bien no detallaron cuánto costará este modelo, se estima que este tipo de piezas de lujo parten desde los 1000 dólares.
El smartwatch de Tag Heuer utilizará tecnología de Intel, cuya subsidiaria Basis ya fabrica un monitor de aptitud física llamado Peak. Contará con el sistema operativo Android Wear de Google, el cual ya es utilizado en relojes multifunciones de Motorola, Sony, LG y otros. Este sistema operativo permite que el dispositivo pueda operar tanto con órdenes de voz como con botones o funciones táctiles.
Al igual que la mayoría de los smartwatches, la versión de Tag Heuer requerirá estar sincronizado con un smartphone para que operen todas las funciones del reloj inteligente.
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