Google presentó ayer su respuesta formal a la acusación de la Comisión Europea (CE) de abril por presunto
abuso de posición dominante por favorecer sus propios productos en las búsquedas de Internet, en la que
refuta los argumentos como "incorrectos".
Google afirma en una entrada de su blog europeo titulado
"La mejora de la calidad no es anticompetitiva"
que, en contra de las alegaciones "incorrectas" de la CE, la
multinacional "aumenta la capacidad de elección para los consumidores
europeos y ofrece oportunidades valiosas para las empresas de cualquier
tamaño".
El buscador disponía hasta el 31 de agosto para presentar su respuesta formal,
tras recibir una prórroga adicional
para ejercer su derecho a la defensa por parte de la CE, que acusa a
Google de ofrecer "sistemáticamente un trato favorable a sus productos
de comparación de precios" en sus páginas de resultados de búsqueda
general.
En opinión de la CE, esto puede desviar artificialmente
el tráfico de servicios rivales de comparación de precios y obstaculizar
su posibilidad de competir en el mercado. Le preocupa que los usuarios
no vean necesariamente los resultados más pertinentes a sus consultas,
lo que les perjudica y paraliza al mismo tiempo la innovación, afirma.
El
departamento que dirige la comisaria de Competencia, Margrethe
Vestager, considera que Google debe tratar su propio servicio de
comparación de precios de la misma manera que el de sus rivales.
En su respuesta a la CE, Google ofrece "pruebas y datos" para mostrar
por qué las preocupaciones de la Comisión son "infundadas".
De
acuerdo con Google, los datos económicos recopilados a lo largo de más
de una década y una serie de documentos y afirmaciones de querellantes
"confirman que la búsqueda de productos es firmemente competitiva",
indica Kent Walker, vicepresidente sénior y abogado general de la
empresa en el blog.
También indica Google en su respuesta que
considera la acusación "incorrecta" porque no compara el impacto de los
principales sitios de compras - como Amazon y eBay-, "que en la
actualidad tienen un tráfico mucho mayor que los anuncios de Google
Shopping".
El gigante de la tecnología sostiene que el universo de
los servicios de compras ha experimentado "un enorme incremento de
tráfico desde Google", además de crear nuevas empresas e inversiones y
de ampliar la capacidad de elección de los clientes".
De hecho,
indica que la empresa, ofreció "más de 20.000 millones de clics
gratuitos" a los comparadores a lo largo de la última década en países
europeos utilizados por la CE para su argumentación, "con un aumento del
227 % del tráfico gratuito".
Para afirmar que existe suficiente
competencia, Google señala que los usuarios desean a menudo acudir
directamente a comercios de confianza con presencia establecida en
internet.
Por otro lado, Google afirma que la introducción en 2012
de la unidad Google Shopping, con un nuevo formato publicitario además
de los anuncios tradicionales, "no daña la competencia".
Y agrega
que mostrar anuncios basados en datos estructurados ofrecidos por los
comerciantes mejora la calidad de la publicidad y facilita a los
consumidores encontrar lo que buscan.
Google utiliza para ello unos algoritmos especiales para maximizar su relevancia para los usuarios.
En
cuanto a la opinión "peculiar y problemática" de la CE de que Google
debe tratar su propio servicio de comparación de precios de la misma
manera que el de sus rivales, la empresa señala que implicaría mostrar
en su espacio publicitario anuncios que provienen y han sido
clasificados por otras compañías.
Para Google, ello podría dañar la calidad y la relevancia de sus resultados.
Además
aporta una opinión jurídica que señala que solo sería justificable que
una empresa diese contenidos a otra compañía en el caso de la primera
controlara un servicio esencial y no disponible en otro lugar, por
ejemplo en el caso del gas o la electricidad.