El jefe del banco central británico, el Banco de
Inglaterra, Mervyn King, trató de comparar el camino del equipo de Gran
Bretaña hacia los Juegos Olímpicos de 2012 con las vías de recuperación
-aún más largas- de la economía británica.
Pero no había manera de evitar las malas
noticias del más reciente informe trimestral del Banco. Hace un año, el
Banco pensó que Reino Unido crecería cerca de 2% en 2012. Ahora espera
que el país no crezca nada.
En círculos financieros nadie llamaría noticia a este cambio en las
previsiones. Dadas las recientes cifras económicas, habría sido una
sorpresa si el Banco no hubiera reducido su anterior pronóstico de
crecimiento.
Lo que es un poco más sorprendente es que el Banco no parece estar planeando hacer mucho sobre ese panorama económico más débil.
La inflación será a corto plazo más baja de lo
que el banco esperaba hace tres meses. Pero el pronóstico de inflación
después de 2012 ha cambiado poco. Si acaso, es algo más alto que antes.
Es cierto que el rango medio del pronóstico
muestra una inflación por debajo de la meta para buena parte de los
próximos dos a tres años. Si todo permanece igual, eso sugeriría un poco
que puede estar en camino una flexibilización cuantitativa.
Como señala Michael Saunders, de Citi, el
"pronóstico de mercado" para las tasas de interés, que hace parte de los
gráficos de inflación, ahora incluye la expectativa de que la tasa
bancaria será recortada una vez más, a 0,25%, en 2013. Bajo políticas
sin cambios, los pronósticos del Banco revelan una inflación un poco más
por debajo de la meta en dos a tres años.
Por tanto, como el mismo King dijo, cuando se
consideran los desafíos que enfrenta la economía, es claro que un cuarto
de punto sobre las tasas de interés, en cualquier dirección, realmente
no va a hacer una gran diferencia.
Muchos dirían lo mismo sobre otros 50.000
millones de libras esterlinas (unos US$78.000 millones) invertidos a
través del llamado programa de flexibilización cuantitativa. mediante la
cual las autoridades monetarias han buscado inyectar dinero en la
economía para combatir la crisis.
¿Qué más podría hacer el banco o cualquier otra entidad? Los
periodistas en la conferencia de prensa tenían muchas sugerencias más
radicales que le presentaron a Mervyn King, el gobernador del Banco.
"Enigma económico"
Paul Mason, del programa Newsnight, de la BBC,
estuvo entre los que preguntaron si llegó el momento para que el Banco
simplemente financie de manera directa el gasto del gobierno (es decir,
como en Zimbabue).
Naturalmente, King no se detuvo durante mucho
tiempo en estas sugerencias, que dijo pertenecían al mundo de la
política fiscal. Ese es un tema del que sí habló bastante -y
controversialmente- en la primera mitad de 2010 pero que ha evitado
desde entonces.
En vez de este tipo de radicalismo, encontramos
el reconocimiento de derrota -ahora predecible- a manos de la crisis.
King nos dijo, una y otra vez, que el Banco no tiene ni idea de lo que
podría pasar con la economía en el siguiente año, o en la eurozona.
Quien pueda pronosticar eso de manera precisa, dijo, merece una medalla.
Su subdirector económico, Charlie Bean, nos dijo que las cifras de empleo también dejaron al Banco totalmente desconcertado.
"Es un enigma económico que simplemente no entendemos", dijo.
Como discutía con un colega, uno rara vez sale
estos días de las conferencias de prensa del Banco de Inglaterra
sintiéndose más feliz que antes.
Para eso, es mejor ir al Estadio Olímpico.
Pero uno sí sale sintiéndose un poco mejor
informado sobre la forma en que piensa el Banco Central y su gobernador.
Ahora parecen estar enfocados principalmente en las muchas cosas que no
saben sobre el funcionamiento actual de la economía de Reino Unido y su
sistema financiero, y en los muchos eventos que les parecen imposibles
de predecir.