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2011/01/29

El lenguaje informático Cobol revive medio siglo después

Cobol revive medio siglo después de su nacimiento. Se acaba de actualizar con Visual Cobol. Nacido en 1960, Cobol fue el primer lenguaje informático pensado para empresas.
Cuando se plantea la necesidad de desarrollar una nueva aplicación informática, una de las primeras decisiones críticas se refiere al lenguaje de programación que se va a utilizar. Y no es una decisión fácil. Existen nada menos que casi un millar de lenguajes diferentes (según Wikipedia, 769, más unas cuantas docenas de opciones, extintas o simplemente olvidadas).
Como comparación, el número de lenguas habladas es en torno a 6.900, según Ethnologue, pero en alarmante disminución. Los lingüistas más optimistas opinan que a final de siglo quedarán la mitad; según los pesimistas, apenas serán 600.
Los nombres de algunos lenguajes informáticos resultan incluso más familiares que los humanos. Alguien ha oído hablar de Basic o Java, pero nadie del bikya, idioma que habla -o hablaba- una persona de Camerún.
Cierto es que otras lenguas informáticas son ensaladas de siglas: SNUSP, Occam-Pi, Not Quite C... Y alguno hay que cuya sola mención -y no digamos su sintaxis- denota cierto nivel de freakismo. Por ejemplo, un invento angloaustraliano llamado SPL (Shakespeare Programing Language), que se caracteriza por manejar código fuente "hermoso". Parece el texto de una obra de teatro recién salido de la pluma del propio William.
Pero la mayor parte del trabajo comercial se desarrolla utilizando un puñado de lenguajes, establecidos como estándares. De un tiempo a esta parte han proliferado aquellos cuyo nombre empieza por "Visual...": Visual Basic, Visual C, Visual Java, Visual Objects... Curiosamente, entre ellos no figuraba ningún Visual Cobol. Hasta ahora en que se anuncia una nueva reencarnación de este producto (www.microfocus.com).
Las nuevas generaciones de programadores pueden considerar al Cobol una rareza arqueológica, puesto que su aparición se remonta a 1960. Fotran y Cobol fueron los primeros lenguajes de programación disponibles en lo que entonces era el exclusivo mundo de las grandes máquinas. Fotran iba dirigido a la comunidad de científicos y matemáticos; Cobol (Common Bussiness Oriented Language) estaba orientado a aplicaciones financieras y empresariales: nóminas, cálculos actuariales, gestión de ventas y aprovisionamientos, por ejemplo.
Estos lenguajes -y todos los que les siguieron- tenían el objetivo de simplificar las tareas de programación. Hasta entonces, ese era un trabajo lento, tedioso y muy propenso a errores, puesto que los programadores debían escribir en el único dialecto que la máquina comprendía: abreviaturas crípticas o interminables ristras de números.
Ha pasado medio siglo. Docenas de nuevos lenguajes han nacido y desaparecido, pero Cobol sigue presente, sobre todo en los sistemas informáticos de las grandes corporaciones. Se estima que en todo el mundo hay escritos unos 300.000 millones de líneas de código Cobol. Si las imprimiésemos producirían una montaña de papel de más de 600 kilómetros de altura.
Los programas Cobol están presentes de alguna manera en el 80% de sistemas empresariales. Gestionan cajas registradoras, contabilidades bancarias, nóminas de multinacionales, hospitales, sistemas logísticos o simples llamadas de telefonía celular. No hay actividad económica de cierto volumen que no dependa de estas aplicaciones.
Basta recordar la ola de aprensión que desencadenó hace años el famoso Efecto 2000. Tenía su causa en que el Cobol original, avaro con la escasa memoria disponible en los primeros equipos, había reservado sólo dos dígitos para guardar el año en todas las fechas.
Al "dar la vuelta al cuentakilómetros" de los años se corría el riesgo de que el "00" provocase un caos informático puesto que nadie sabía a ciencia cierta cuántos programas ejecutarían cálculos erróneos al confundir el 1900 con el 2000. Eso exigió una masiva campaña mundial de revisión de software (y una nueva versión de Cobol) antes de llegar a la fecha fatídica. Al final, los desastres vaticinados, desde aviones estrellados hasta nucleares fuera de control, nunca llegaron a ocurrir.
Con semejantes antecedentes, es comprensible que uno se lo piense dos veces antes de jubilar una aplicación que funciona sustituyéndola por otra escrita en lenguajes más modernos, por grandes que sean las ventajas que esta ofrezca.
El resultado es que muchas empresas siguen basando el núcleo de sus operaciones en código que fue escrito hace mucho tiempo. Algunos de sus autores llevan ya años jubilados, mientras las nuevas promociones de programadores Cobol -varios cientos de miles en todo el mundo- siguen adaptando esos venerables programas a las nuevas necesidades: entornos gráficos, Internet, almacenamiento en la nube...
Para ser un lenguaje que algunos califican de obsoleto, al año se siguen escribiendo 5.000 millones de líneas en Cobol, una actividad que para sí la quisieran las 500 lenguas en peligro de extinción.


El Pais

2010/05/12

"COBOL no va a desaparecer"

Fuente: eWeek.

Entrevistamos a Patricia Santoni, directora general de Micro Focus Iberia & Latinoamérica, cuya empresa ofrece una interesante forma de hacer evolucionar un lenguaje tan antiguo -pero tan presente- como el COBOL.
¿Cuál es la situación actual de Micro Focus tanto a nivel mundial como en España? ¿En qué medida ha afectado la crisis al negocio de la compañía después de un gran año como 2009?
Micro Focus provee al mercado de unas soluciones que permiten reducir los costes de infraestructura y mejorar la productividad en los desarrollos… cuando el mercado está en crisis, nosotros aportamos un valor añadido que empuja a las empresas a hacer la inversión, por lo que nuestra situación, a pesar de estos momentos, es más que favorable a nivel de crecimiento.
Para este año, esperamos que el anuncio de las nuevas herramientas para desarrolladores de Visual Studio que hemos realizado ayude a un crecimiento de dos dígitos. Además, las adquisiciones del año pasado, -Borland y la división de testing de Compuware- también permitirán hacer crecer nuestra cifra de negocio.
Tanto en España como en Portugal y Latinoamérica, comenzamos las actividades de venta en 2008 y consideramos a estos países en fase inicial de desarrollo de nuestro negocio, por lo que estamos en cifras de crecimiento muy por encima de estos dobles dígitos. A pesar de que el mercado español está muy tocado por la crisis, para nosotros ha sido un terreno privilegiado, incluso si lo comparamos con otros países que están menos tocados por la crisis.
Recientemente Micro Focus ha presentado un estudio llevado a cabo a directores financieros. Se muestra una tendencia a la modernización de los sistemas existentes en vez de su sustitución. ¿Podrías explicarnos las claves principales de este estudio?
Hace 50 años las grandes empresas empezaron a poner toda la operatividad de sus compañías bajo un modelo informático lo que ha implicado una serie de inversiones para desarrollar aplicaciones que permiten dar cobertura a los negocios. La mayor parte de ellas están escritas en lenguajes antiguos como Cobol. Hace 20 años muchos aseguraban que Cobol iba a morir porque se iba a reemplazar por otros lenguajes más actuales como Java. Pero al final, cuando una empresa (un banco, un supermercado, una cadena de retail, una empresa de seguros…) inicia su actividad con soluciones que todavía dan soporte al negocio, a la hora de modernizar estas soluciones o a la hora de diversificar los métodos de acceso para sus clientes finales deben tomar decisiones, las cuales están muy relacionadas con las inversiones.
Y es aquí donde se dan tres posibilidades: la primera es no hacer nada, al decidir que los sistemas antiguos siguen dando el servicio correctamente ya que funcionan muy bien. La segunda es tirar todo a la basura y poner el famoso ERP con la correspondiente necesidad de adaptar los procesos, las plantillas técnicas, el usuario final… es decir, un gran caos temporal en la empresa. Por último, una tercera opción es la que promovemos en Micro Focus, que es la modernización de las aplicaciones, el ‘downsizing’ de las aplicaciones o la migración de las aplicaciones desde esos entornos antiguos a plataformas más actuales, flexibles, menos costosas y más reactivas que permiten exponer las aplicaciones a servicios SOA, preparadas para un futuro escenario cloud.
A la hora de hacer cálculos, lo que nosotros presentamos tanto al CIO como al CFO son estas tres opciones puestas en comparación. No hacer nada tiene un coste muy bajo aparentemente, pero se siguen pagando altos costes en materia de licencias, por ejemplo. Migrar todo el sistema por completo a una solución ERP o reescribir todas las aplicaciones se valora en 10 veces más el coste de lo que tienes actualmente. Y la opción de modernización, que les permite acceder a nuevos mercados y clientes reduciendo los costes de operación, así como el ROI. En la mayoría de nuestros casos, se reduce a menos de 12 meses.
El sistema queda totalmente seguro porque no se tocan las reglas de negocio que estaban escritas en las aplicaciones iniciales. Nosotros cogemos la aplicación, la encapsulamos y la llevamos al nuevo entorno, ya sea Windows, Linux, etc. Pero, además, también ofrecemos las herramientas necesarias para seguir manteniendo un alto grado de evolución. El encapsulamiento básicamente prepara la aplicación para el nuevo entorno.

2009/09/21

COBOL cumple 50 años

Fuente: ITespresso.

La empresa Micro Focus ha sacado una tarta de cumpleaños para el lenguaje de programación COBOL (Common Business Oriented Language), cuyo nombre se decidió durante una reunión del Short Range Committee un 18 de septiembre de de 1959, y para recordarnos a todos el 50 cumpleaños de un lenguaje cuyo objetivo era el que pudiera utilizarse en cualquier ordenador.

Micro Focus realizó una encuesta a principios de este año y sólo el 18% había oído hablar de COBOL a pesar de que se estima que hay unos 200.000 millones de líneas de código escritas en este lenguaje y cada día se crean cientos de ellas.

Según Mike Gilpin, analista de la firma de investigación de mercado Forrester Research, un 32% de las empresas siguen utilizando COBOL para el desarrollo y mantenimiento. “COBOL es uno de los pocos lenguajes escritos en los últimos 50 años que se puede leer y entender”, dice Gilpin para afirmar después que “!los lenguajes de programación modernos son ridículamente difíciles de entender”.