No hace
mucho que Hewlett-Packard se escindió en dos mitades para poder seguir
siendo competitiva diferenciando sus dos áreas principales de negocio
(ordenadores e impresión). Ahora en Xerox están a punto de abordar un
proceso similar con el que afrontar uno de los momentos más críticos de
su historia.
El consejo directivo de Xerox ha anunciado su decisión de dividir la empresa en dos compañías independientes, con su propia cotización en Bolsa, de manera que por un lado quedará el negocio de la gestión documental y por otro los servicios orientados a empresas.
Oficialmente la decisión se adopta para adaptarse a las diferentes naturalezas de ambos sectores de negocio y sus diferentes modelos operativos pero lo cierto es que todo cambió en la marcha de Xerox cuando accedió a su accionariado el controvertido inversor Carl Icahn, que actualmente controla algo más de un 8 % de la empresa y que cuando se hizo con el control de dicho paquete accionarial ya expuso su voluntad de conseguir que el valor de las acciones se acercase a lo que él considera el valor real de mercado que deberían tener.
De hecho la facturación de Xerox ha descendido notablemente en los últimos tiempos, en especial en el pasado año con una caída de más del 50 % de manera que sólo ganó 448 millones de euros.
Y uno de los pasos para conseguirlo parece ser la escisión en dos segmentos diferenciados y especializados de la actual Xerox. Una de ellas, dedicada a la impresión y gestión documental (división que factura actualmente unos 10.000 millones de euros anuales) y otra dedicada a los servicios a empresas (unos 6.400 millones de facturación en la actualidad).
No va a ser una división inmediata sino que el proceso durará hasta final del presente año, siempre que lo autoricen las autoridades competentes.
Oficialmente la decisión se adopta para adaptarse a las diferentes naturalezas de ambos sectores de negocio y sus diferentes modelos operativos pero lo cierto es que todo cambió en la marcha de Xerox cuando accedió a su accionariado el controvertido inversor Carl Icahn, que actualmente controla algo más de un 8 % de la empresa y que cuando se hizo con el control de dicho paquete accionarial ya expuso su voluntad de conseguir que el valor de las acciones se acercase a lo que él considera el valor real de mercado que deberían tener.
De hecho la facturación de Xerox ha descendido notablemente en los últimos tiempos, en especial en el pasado año con una caída de más del 50 % de manera que sólo ganó 448 millones de euros.
Y uno de los pasos para conseguirlo parece ser la escisión en dos segmentos diferenciados y especializados de la actual Xerox. Una de ellas, dedicada a la impresión y gestión documental (división que factura actualmente unos 10.000 millones de euros anuales) y otra dedicada a los servicios a empresas (unos 6.400 millones de facturación en la actualidad).
No va a ser una división inmediata sino que el proceso durará hasta final del presente año, siempre que lo autoricen las autoridades competentes.
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