Son más listos de lo que se pensaba. Los cuervos no
sólo reconocen y se comunican con los de su propia especie sino que
distinguen la voz de los humanos, las voces familiares y las que percibe
como una amenaza.
Un grupo de investigadores de la Universidad de
Viena (Austria) además descubrió que los cuervos distinguen el llamado
de otras especies y forman alianzas con las que consideran más
familiares.Esta habilidad, detallan los científicos, le permite a los cuervos que se desarrollan en ambientes urbanos "a diferenciar las señales de sus vecinos humanos y a formar equipos con otras aves para encontrar alimentos".
Los hallazgos, publicados en la revista Animal Cognition, son el resultado de un estudio en el que se utilizaron grabaciones con voces humanas y con sonidos de grajillas, una especie de cuervo pequeño.
La directora de la investigación, Claudia Wasche, explicó que "aunque ya se sabía que los cuervos son muy inteligentes, la mayoría de los estudios se centran en su capacidad para reconocer y comunicarse con su propia especie".
"Y la realidad es en las ciudades", agregó, "los cuervos conviven con urracas, grajillas, gaviotas y seres humanos".
"Algunas de esas personas pueden ser muy simpáticas con los cuervos y les darán de comer, mientras que otras simplemente les obligarán a marcharse. Incluso puedes encontrar gente que caza cuervos", comentó la investigadora.
Diferentes voces
Para averiguar si los cuervos pueden distinguir entre esas diferentes especies de aves y seres humanos, los investigadores estudiaron a ocho ejemplares que se encuentren en aviario de la universidad.En el aviario encontraron que eran las mismas personas las que interactuaban y les daban de comer a las aves.
El equipo grabó a cinco de estas personas diciendo "hey" e hicieron lo mismo con otras cinco personas que nunca habían estado en contacto con estos cuervos.
En el momento en que reprodujeron las grabaciones cerca de las aves, éstas se pusieron alerta (levantando la cabeza y mirando hacia el altavoz) cuando escucharon las voces desconocidas.
"Desde que los seres humanos pueden ser una seria amenaza para los cuervos es importante para ellos estar alerta si escuchan a alguien desconocido", detalló Wascher.
Alianzas con otras especies
Los investigadores repitieron el mismo experimento grabando los llamados de las grajillas (una especie de cuervo más pequeña) que compartían el mismo aviario.El equipo grabó sonidos cortos de las grajillas del mismo aviario y de algunas totalmente desconocidas para los cuervos.
En este experimento el equipo encontró el resultado opuesto a la prueba con las voces humanas: las aves respondían más a los sonidos familiares que a los desconocidos.
Wascher comentó que este resultado sugiere que los cuervos pueden "formar equipo o identificarse con individuos ajenos a su especie que consideran cercanos o confiables".
"Las grajillas, como otras especies de cuervos, son muy selectivas para elegir con quién quieren colaborar", detalló la experta.
Investigaciones previas muestran que cuando las aves están buscando alimento o están resolviendo una tarea, "evitan a ciertos individuos y optan por trabajar con los demás", puntualizó Wascher.