Zidane y Francescoli, dos de los futbolistas más elegantes de los últimos lustros, encabezan un proyecto bautizado con un nombre que a ambos les iría como la nata al flan: «Football cracks». En resumen, se trata de buscar nuevos talentos en todo el mundo, de reunirlos en una escuela y de, una vez allí, formar futuros profesionales de este deporte. Quién sabe, todo es posible. Lo nuevo viene en el cómo hacerlo, el formato «reality», la utilización de internet o los «castings» realizados en medio mundo, como en cualquier operación triunfo que se precie.
Las pruebas de selección se realizarán en veinte ciudades repartidas entre Argentina, México, Chile, Paraguay, Uruguay, Panamá, Perú, Venezuela, Colombia, EE.UU., China y España (ayer, en Sevilla, en los Jardines del Prado, y próximamente en Bilbao, Valencia, Barcelona, Madrid y Galicia). Una vez completado este proceso habrá cincuenta finalistas que se concentrarán en Madrid el 23 de abril.
Una segunda selección dejará los cincuenta elegidos en diecisiete, que convivirán seis semanas en la Academia «Football Cracks». Algo parecido a una concentración de un equipo profesional, pero transmitida en directo a todo el mundo las 24 horas del día vía www.crackstv.com, plataforma reforzada con esta ventana en YouTube: www.youtube.com/crackstv. El seis de junio sabremos el ganador, que se encontrará con un premio por el que muchos pagarían lo que hiciera falta: realizar la próxima pretemporada con un equipo de la Primera División (Liga BBVA).
No sabemos si Zinedine Zidane y Enzo Francescoli, a quien conocíamos como «El Príncipe», se pasarán a menudo por la Academia o será una presencia fugaz, como las estrellas invitadas de la Operación Triunfo de Telecinco, pero el sólo hecho de que los participantes sepan que, al menos, van a echar un ojo a su evolución parece un aliciente razonable para participar en el invento. La Academia, con la correspondiente residencia, se ha instalado en el Polideportivo Navalcarbón (Las Rozas, Madrid). Tiene dos piscinas, un pabellón cubierto, gimnasios, pistas de tenis, una pista de atletismo y, por supuesto, tres campos de fútbol, uno de césped artificial, otro natural y un tercero de tierra. Ya sólo queda que el balón empiece a rodar.
