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2011/11/21

Los psicópatas: ¿enfermos o malvados?

Cuando Brian Dugan se declaró culpable de la violación y asesinato de una niña de siete años, Jeanine Nicarico, muchos pensaron que el individuo era la viva imagen de un brutal asesino en serie.
Aunque la niña fue asesinada en 1983, Dugan confesó su culpabilidad hasta 2009. Para entonces, ya había sido convicto repetidamente por violación y por el asesinato de otras dos personas, otra niña de siete años y una enfermera de 27 a quien también violó y mató.

Si la pena de muerte no hubiera sido retirada en Illinois, Dugan habría sido ejecutado.
Sin embargo, lo más extraordinario de su caso es que nunca mostró ningún remordimiento por alguno de sus asesinatos o crímenes.
Ahora los científicos piensan que esta falta de empatía pudo de hecho estar vinculada a la razón por la que cometió esos actos.
El doctor Kent Kiehl, neurocientífico de la Universidad de Nuevo México, en Estados Unidos, pudo escanear el cerebro de Dugan como parte de un proyecto único para entender si la conducta antisocial está vinculada a la estructura y funciones cerebrales.
"Le costaba trabajo entender porqué había gente interesada en lo que él había hecho" dijo a la BBC el doctor Kiehl, recordando la época en que entrevistó a Dugan.
"Clínicamente era algo fascinante".

Psicopatía

El doctor Kiehl es considerado un pionero en el campo de la neurociencia conductal. Está intentando entender las funciones cerebrales de los psicópatas y utilizar ese conocimiento en el desarrollo de tratamientos para estos individuos.

Es un área controvertida porque durante miles de años los sujetos como Dugan no han sido catalogados como enfermos sino como malvados.
En la cultura popular el término "psicópata" no describe un diagnóstico por el que se tenga compasión sino es algo que inspira terror.
Kiehl tiene una opinión diferente: "tiendo a ver a los psicópatas como alguien que sufre un trastorno así que no utilizo la palabra malvado para describirlos".
Entonces, ¿qué es un psicópata?
"Clínicamente lo definimos como alguien que obtiene una puntuación alta en características como falta de empatía, de culpabilidad y de remordimiento", dice el doctor Kiehl.
"Son individuos muy impulsivos, no suelen planear o pensar antes de actuar. Tienden a meterse en problemas a edades muy tempranas" dice el científico.
Durante mucho tiempo se ha sabido que muchas personas en las prisiones presentan síntomas de psicopatía, pero hasta ahora no se ha podido obtener suficiente información sobre este trastorno.
El laboratorio del doctor Kiehl diseñó un singular escáner cerebral portátil. Está equipado con la más avanzada tecnología de imágenes computarizadas pero puede transportarse en una camioneta y llevarse a las prisiones de alta seguridad.
El científico utilizó el dispositivo para llevar a cabo dos tipos de análisis en el cerebro de Dugan: observar su densidad y su función.
"El cerebro de Brian (Dugan) tiene niveles muy bajos de densidad en el llamado sistema paralímbico" explicó a la BBC el científico.
Este sistema es el "circuito de la conducta" en el cerebro e incluye regiones conocidas como la amígdala y la corteza prefrontal.
Los científicos saben desde hace tiempo que estas áreas están asociadas al procesamiento de las emociones.
A lo largo del siglo se ha estudiado a gente con daño cerebral en esas áreas porque se ha observado que su conducta cambia súbitamente y se vuelve antisocial.
"Creemos que estos sistemas no se desarrollaron de forma normal en Brian", dice el doctor Kiehl.
La psicopatía parece estar vinculada a la falta de desarrollo en esas regiones, lo cual podría estar determinado genéticamente.

El doctor Kiehl llevó a cabo escáneres de tiempo real en el cerebro de Dugan para ver su reacción a imágenes inquietantes, como el rostro de personas sufriendo.
El objetivo era probar el funcionamiento de su cerebro.
Los escáneres mostraron muy poca actividad en el sistema paralímbico de Dugan durante el procesamiento de emociones.
"Brian salía de esas sesiones de escaneo y decía: '¡guau! me costó mucho tratar de entender lo que usted quería que yo hiciera'" recuerda Kiehl.
"Y tuvo más errores en la prueba que otros individuos".

Capacidad emocional

Según el investigador esto prueba que los psicópatas carecen de una capacidad emocional, de la misma forma que otras personas carecen de una capacidad intelectual.
Y dice que ha obtenido resultados similares en un número alto de sujetos en prisiones en todo Estados Unidos.
Dugan, dice el investigador, simplemente no tiene un concepto del daño que ha causado.
"Cuando habla sobre sus crímenes es como si le estuvieras preguntando lo que comió en el desayuno" dice el doctor Kiehl.

Y agrega que en cierto sentido no sorprende que el cerebro del alguien tan diferente y tan antisocial también se vea en los escáneres tan diferente de otros cerebros.
"Pero sólo hasta ahora que hemos sido capaces de observar las diferencias tan drásticas en estos cerebros la gente está comenzando a prestar atención", agrega el científico.
"Y esto tiene un impacto muy poderoso en el sistema legal".
El científico no espera que su trabajo conduzca a cambios en las sentencias de los psicópatas violentos como Brian Dugan.
Lo que argumenta es que el entendimiento de la psicopatía nos puede llevar a distitnos tipos de sentencias, en particular a poner fin a la pena de muerte para estos individuos.
"Lo que espero es que la neurociencia ayude al sistema legal a entender que estos individuos tienen una enfermedad que es tratable" señala Kiehl.
Y estos tratamientos deben comenzar en momentos claves de la vida.
"Brian empezó a sufrir desde sus primeros años de vida" dice el neurocientífico.
"Cometía los actos clásicos como encender fuegos, lesionar a animales, herir a sus hermanos y hermanas".
Aunque fue referido a los servicios especializados en infancia, éstos carecían de un entendimiento de su trastorno. De hecho, los niños que tienen síntomas vinculados a la psicopatía a menudo responden mal al tipo de técnica que se utiliza con otros niños que se comportan mal.
Debido a que carecen de capacidad emocional, cuando los maestros intentan hacerlos sentirse arrepentidos esto sólo los condfunde más y hace más probable que hieran a más gente.
Lo que se intenta ahora es desarrollar diagnósticos específicos para estos niños y establecer programas y tratamientos especialmente dirigidos a su trastorno.
En esencia, se debe enseñar laboriosamente a estos niños a tener reacciones que en el resto de los seres humanos surgen automáticamente.

2011/10/26

"El problema es que la gente quiere tener 20 años a los 50"

Una novela que atrapa, una guía dietética y un canto al optimismo. Es difícil encuadrar el libro 1800 calorías para ser feliz, donde el médico francés, Jean-Michel Cohen —a quien consultan Nicolas Sarkozy, Sarah Jessica Parker o Jennifer Aniston—, desgrana un completo abanico de casos de trastornos alimentarios y pone al lector en el lugar de pacientes y médicos.
Espolvoreados por la historia como azúcar sobre un pastelillo, los consejos alimentarios se reparten a lo largo del relato y se integran en el argumento de manera natural. Al final, la novela deja un poso que lo impregna todo: el ingrediente necesario para mejorar es la voluntad.
¿Qué relación hay entre una buena dieta y la felicidad?
Existe una estrecha relación. Cuando alguien se pone a dieta es porque quiere tener un mejor estilo de vida y, por tanto, ser más feliz. Otro tema es si se puede conciliar el hecho de ponerse a dieta con la felicidad. A la gente le han hecho creer que para adelgazar hay que pasarlo mal. Sin embargo, las estadísticas demuestran que, tras seis meses de régimen, se pierde mas peso con una dieta agradable que con otra que te haga sufrir. La razón es sencilla: una dieta agradable es más fácil de seguir; en cambio, una dieta demasiado restrictiva cuesta demasiado.

El problema es que estamos en una sociedad de consumo donde se compra y se tira todo con una rapidez pasmosa y así ocurre también con las dietas. Sin embargo, las mejores comidas siempre se hacen en las ollas más viejas.
¿Hay un peso ideal o algo estético impuesto desde fuera?
El peso ideal es aquel con el que te sientes a gusto en cuerpo y mente. En la mayoría de los casos, es el equivalente a lo que pesabas cuando tenias 20 años sin hacer ninguna dieta. El problema es que ahora la gente quiere tener 20 años a los 50, pero a esa edad ya no tienes el mismo capital muscular que cuando eres joven. Para conservar el peso tienes dos opciones: o comer menos o incrementar tu masa muscular.
¿Desempeña un papel importante la mente a la hora de adelgazar?
Efectivamente. La gente se tiene que preguntar por qué come. Hoy en día muchos usan los alimentos como si fueran medicamentos, es decir, para anestesiar sus pensamientos, calmar el estrés u olvidarse de que están solos cuando lo están. En una frase, las razones que tiene la gente para comer son sociales: el estrés y el hecho de que las comidas cada vez son más rápidas y les dedicamos menos tiempo.
¿Deberían los médicos implicarse más con los pacientes?
El problema es que los médicos se suelen ocultar detrás de su vocabulario pero tenemos que hacer lo contrario. Tenemos que lograr que la gente nos entienda y nosotros también tenemos que tratar de entender a los pacientes. Creo que con este tipo de libros se hace entender mejor a la gente cuáles son los problemas relacionados con las dietas que con un artículo pomposo en una revista.
¿Por qué ha elegido el formato de novela?
Estuve cenando con un cantante francés el sábado pasado que siempre está a dieta. Me contó que tenía un gran número libros de dieta en casa pero, al final, lo único que lee son las tres páginas de menús. Por eso, con este libro, lo que quería era explicar lo que ve un medico cuando un paciente está a dieta y cómo se siente éste último. Quería hacer entender cuál es el planteamiento de varias personas con diferentes patologías alimentarias.
¿Has tenido oportunidad de hablar con los lectores sobre el efecto del libro?
Por cada uno de los personajes que aparece de la novela he recibido unas 100 cartas en las que me dicen que había contado su historia. Por otro lado, me denunciaron tres mujeres anoréxicas que aseguraban que había contado su historia. El juez se divirtió mucho porque argumentaba: "si ha contado las historias de las tres, significa que es lo que le pasa a cualquier anoréxico". Ésta era precisamente la intención de mi libro, quería que la gente adoptara otros mecanismos alternativos a la privación de alimentos para luego desearlos.
¿Se pueden encontrar alimentos sanos en el supermercado?
Sí, siempre que se sepan elegir los alimentos. El problema es que se confunden la ecología y la salud. Sin embargo, sí existen muchos riesgos medioambientales. Justamente la multiplicación de reglamentos alimentarios a los que no estamos acostumbrados incrementa el número de patologías.
Lo bueno es que el hombre es omnívoro, puede comer de todo. Por ejemplo, en Zaire hay un plato muy común preparado con gusanos y raíces. Pues esto es lo mismo que tomarse un filete de atún con arroz.

2011/08/17

"Se necesitan voluntarios para un estudio psicológico"


Se necesitan estudiantes varones para un estudio psicológico de la vida en prisión. 15 dólares al día durante 1-2 semanas...". Con ese anuncio en la prensa local comenzó, hace justo hoy 40 años, uno de los experimentos que más impacto ha tenido en la psicología social. Se presentaron 70 voluntarios de los que seleccionaron a los 24 más estables, emocional y psíquicamente. A la mitad les tocó ser prisioneros y a los otros doce carceleros. El ensayo apenas duró seis días: los primeros habían caído en la desesperación mientras que los segundos se habían convertido en sádicos. La investigación sentó las bases para que buena parte de los científicos sociales nieguen que haya malas y buenas personas, en todas anida un mal que aparece según las circunstancias.
El 17 de agosto de 1971, policías de Palo Alto (California) detuvieron a los 12 voluntarios que se habían prestado a ser los prisioneros acusados de robo a mano armada. Les leyeron sus derechos y tomaron sus huellas dactilares y, vendados, los llevaron al edificio de Psicología de la Universidad de Stanford. Se pretendía dar la mayor veracidad a la experiencia, por lo que se recreó una cárcel en su sótano. A los 12 guardianes se les instruyó para que se metieran en su papel. No podían hacer daño a los internos, pero debían conseguir que sintieran que eran ellos los que controlaban la situación.

Estudio en presos

El superintendente de esta prisión de ficción era el profesor de Psicología de esa universidad Philip Zimbardo, el que ideó el ensayo. El primer día no pasó nada, había demasiada camaradería entre reclusos y guardias. El segundo, los internos ya se burlaban de sus carceleros, jugando a rebelarse. Zimbardo, en realidad, había montado el experimento para estudiar cambios en la conducta en los presos, no en los guardias.
"Los que les tocó ser carceleros no querían serlo; era 1971, eran unos hippies, activistas de los derechos civiles", recuerda Zimbardo en el documental que él mismo escribió Quiet Rage: The Stanford Prison Experiment. Pero todo cambió la noche del segundo día. Los guardianes, decididos a recuperar el control, comenzaron a abusar de los prisioneros, primero con insultos, después con vejaciones y, al final, con castigos físicos. "Lo peor sucedía de noche", recuerda Zimbardo. Los carceleros sabían que era cuando él se había ido a dormir. Creían que las cámaras no grababan y empezó entonces una espiral cada vez más siniestra de humillaciones y abusos.
Sin embargo, Zimbardo y su equipo decidieron seguir con el experimento. Incluso él se vio atrapado. Al tercer día, "yo caminaba con las manos a la espalda, algo que nunca hice en mi vida, a la manera en que los generales caminan cuando pasan revista a sus tropas", cuenta Zimbardo a Stanford Magazine , la revista de la asociación de alumnos de la universidad estadounidense que, en el cuarenta aniversario del experimento ha recogido los testimonios de estudiantes y psicólogos que estuvieron en los sótanos de aquel edificio.
"Lo primero que realmente me confundió fue la privación del sueño. Cuando nos despertaron por primera vez, no tenía ni idea de que sólo había pasado cuatro horas durmiendo. Fue sólo después de que nos levantaran y obligaran a hacer unos ejercicios para luego dejarnos ir a la cama cuando me di cuenta de que estaban jugando con nuestros ciclos de sueño", recuerda Richard Yacco, entonces un estudiante universitario y ahora profesor.
La mayoría de los prisioneros sufrieron intensas crisis emocionales y dos tuvieron que ser retirados del experimento. Para acentuar el proceso de deshumanización, los internos eran identificados por un número, no por su nombre. El número 8612 era Doug Korpi. "Todo el mundo puede ser carcelero, pero resulta más difícil mantenerse en guardia contra el impulso de ser sádico", reflexiona un Korpi que ahora es psicólogo en una prisión de EEUU.
"Me creía incapaz de ese tipo de conducta y me sorprendió, mejor dicho, me consternó descubrir que podría actuar así", recuerda uno de los estudiantes que hizo de carcelero, en el documental. "Agarras la porra y representas tu papel", dice otro. La función de los roles asignados fue uno de los grandes hallazgos del experimento. Zimbardo había crecido en uno de los barrios duros de Nueva York. Durante su carrera siempre le había interesado el fenómeno del mal. El Holocausto donde, junto a la obediencia debida, muchos colaboraron en el exterminio por un simple respeto a las normas, le intrigaba.
Como él reconoce, estudió muy cerca otra investigación como fue el experimento Milgram llevado a cabo una década antes por el profesor de Yale Stanley Milgram. Entonces se comprobó que las personas podían ser sometidas a castigos (descargas eléctricas que habrían provocado la muerte de no ser simuladas) por estar obedeciendo a una autoridad.

De psicólogo a alcaide

En el caso del experimento de Stanford todo acabó cuando un agente externo (una alumna que era novia de Zimbardo) visitó el sótano una noche. "Es terrible lo que le estás haciendo a estos chicos. ¿Cómo puedes ver lo que he visto y no preocuparte por su sufrimiento?", le dijo a Zimbardo. Esta afirmación, y el amago de dejar su relación, le sacaron de su encantamiento. "Fue entonces cuando me di cuenta de que el estudio de la cárcel me había transformado para convertirme en el administrador de la prisión", dice Zimbardo.
El experimento fue suspendido al sexto día pero eso no evitó que tuviera enormes consecuencias. Una comisión de la Asociación Americana de Psicología (APA) determinó que el experimento había seguido las normas éticas exigidas y exoneró a Zimbardo. Sin embargo, se revisaron los protocolos de investigación con humanos para evitar ensayos similares en el futuro. El profesor se convirtió en una celebridad. Dirigió y presentó un popular programa sobre psicología en televisión y acabó siendo el presidente de la APA. De la inspiración de su experimento nacieron varios libros y dos películas.
Para la psicología social, la investigación de Zimbardo levanta hoy otras dudas además de las éticas. La implicación de los investigadores, el número de la muestra y la forma de llevar el trabajo suavizan la conclusión fundamental de su trabajo: que las personas actúan en función del rol que se les ha asignado.
Sin embargo, para el hoy profesor Richard Yacco la asignación de roles sí funciona. Yacco enseña en un instituto del centro de Oakland (California) y, como explica a Stanford Magazine: "Lo que nos frustra a mis colegas y a mí es que estamos creando grandes oportunidades para estos chicos, les ofrecemos un gran apoyo. ¿Por qué no lo aprovechan? ¿Por qué abandonan la escuela? ¿Por qué vienen sin preparación? Creo que la principal razón es lo que muestra el experimento de la prisión: caen en el papel que la sociedad tiene para ellos".

2010/12/31

Un profesor de psicología analiza Angry Birds

Mal Joseph Ciena, profesor de psicología en la Universidad de San Francisco (EE.UU.), ha explicado el éxito de Angry Birds, y por qué es un juego tan adictivo para sus aficionados. Sus conclusiones al respecto, como psicólogo, son aplicables desde su perspectiva a todo tipo de videojuego, y a otras formas de entretenimiento.

Al ser entrevistado al respecto por la revista San Francisco Weekly en un artículo especial en el que se hablaba con dos expertos, Seppo Helava, fundador de Self Aware Games, considera que el lindo aspecto del juego es un factor importante, pero que luego engancha porque su jugabilidad es similar a la de una máquina tragaperras, al ser repetitivo y con objetivo claro, "aunque, mientras con las tragaperras no hay un patrón, en Angry Birds sí lo hay, aunque es difícil de ver", señala Helava.

El profesor Ciena, por su parte, da la razón en este sentido a Helava, aunque añade que "da una falsa impresión de que estás siendo competitivo y consiguiendo algo aunque, en realidad, estás consiguiendo cosas que son seguras y anónimas", algo que, en realidad, es aplicable a cualquier videojuego.

"Se convierte en adictivo porque te da la falsa impresión de que mejoras como persona. Pero estás mejorando en algo erróneo: sólo te conviertes en un experto en un maldito videojuego."
 

2010/08/11

¿Era Hamlet psicótico y Sherlock Holmes obsesivo?

BBC Mundo

¿Era Hamlet psicótico? ¿Sherlock Holmes, un neurótico obsesivo? ¿Era el misticismo de Santa Teresa una forma aceptable de esquizofrenia?
Según algunos, la locura estimula el arte; según otros, el arte es una forma de locura, mientras que muchos observan que con la explosión de la demencia se cierra el camino de la expresión artística.
Un congreso internacional de psiquiatría en Nottingham, Reino Unido, examinó los vínculos entre creación y patología desde la perspectiva clínica.

Participe: lo normal de ser anormales

Paul Crawford, catedrático de la Universidad de Nottingham, es el fundador de la International Madness and Literature Network, un intento interdisciplinario para vincular literatura y salud mental con el fin de alcanzar una comprensión mayor de ese fenómeno elusivo que es la locura.
"Si Hamlet estaba loco o no es un tema de debate. Hamlet finge ser loco para vengar la muerte de su padre. Al mismo tiempo tiene alucinaciones porque está en un momento de profunda melancolía. Mucha gente escucha voces o tiene visiones de la persona que ha perdido en el proceso de duelo. De modo que no está tan claro", le comenta a BBC Mundo Crawford.
"La ficción nos ofrece esa posibilidad de entrar de pleno en la cabeza de otra persona. Ésta es una experiencia que no se puede tener en un manual psiquiátrico en el que uno se encuentra con un menú de síntomas", agrega.

Locura y literatura

La conexión entre literatura y clínica no es nueva. Hace más de un siglo, Sigmund Freud basó el complejo más popularizado del mundo moderno, el de Edipo, en la tragedia de Sófocles, además de escribir textos luminosos sobre Shakespeare y Dostoievsky.
Hamlet o Macbeth, Medea o Edipo, Madame Bovary de Gustave Flaubert o las heroínas dementes de las hermanas Brontë, el teatro de Tennessee Williams o películas como "The Shining" o "Rain Man" exploran la demencia con una profundidad de recursos y una precisión de laboratorio que muchas veces es imposible para la psiquiatría.
Por otro lado, no se puede olvidar que una ficción tiene sus propias leyes y objetivos en términos de trama, caracterización u objetivo comunicativo de entretenimiento que no existen en la vida real de un paciente.
"Hay límites en esta relación. La ficción es una fabulación, no es la vida real. Pero al mismo tiempo sólo tenemos acceso a la vida real escuchando las historias que construyen sobre sí mismos, sobre su pasado", dice Crawford.
De hecho, el psicoanálisis surgió históricamente como un proceso terapéutico de "cura por la palabra".
Con una participación de unos 120 delegados de todo el mundo, el congreso de la Universidad de Nottingham es una prueba de que actualmente hay una confluencia en las más importantes escuelas de psicología -psicoanalítica, cognitiva, conductista, etc.- sobre el papel de la narrativa en la patología mental.

Narrativas que curan

En uno de los debates del congreso, Mary Ellene Wood, catedrática de la Universidad de Oregon, Estados Unidos, planteó que la narrativa puede tener un papel crucial en la cura de la esquizofrenia.
"La investigación interdisciplinaria ha examinado el daño que causa la enfermedad sobre la posibilidad de narrar una versión coherente de la propia vida. A lo que no han prestado mucha atención es a la creatividad en juego. Esta narración no es sólo un medio de reconstruir la identidad, sino un arte que encarna la crisis del sentido que se produce con la esquizofrenia", dijo.
Crisis de sentido que muchas veces es ignorada por las modernas terapias químicas que buscan más calmar los síntomas que entender su significado.
Crawford le comenta a BBC Mundo que la narrativa terapéutica puede desactivar esa identidad que ha generado una determinada patología.
"Las historias son una manera de ayudar al paciente a pensar en sus vidas. Estamos todos tramados por narrativas. Las narrativas nos conectan con nuestro pasado, con nuestra identidad y lo que podemos ser. Si alguien nos ha dicho que somos unos inútiles, ésa es una narrativa que nos ha constituido y que tenemos que desmontar para proceder con la cura".

2009/12/09

Psicólogos defienden que el alarmismo ante las nuevas tecnologías no está justificado

Fuente: Yahoo!

El alarmismo ante las nuevas tecnologías (Internet, móviles y videojuegos) no está justificado, según apuntan diversos psicólogos. No obstante, se hace necesario prevenir su mal uso, que alcanza al 15% de adolescentes y jóvenes, y el riesgo de ciberadicción, que rondaría al 5% o 6%, añaden. Hacen falta recetas preventivas en el ámbito familiar, indica el psicólogo clínico Enrique Echeburúa, que aconseja "romper la brecha digital" entre padres e hijos y "compartir la gratificación virtual" y los beneficios de esas modernas herramientas. Seguir leyendo el arículo

Las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) "están aquí para quedarse", recalcan Echeburúa y sus colegas Francisco Javier Labrador y Elisardo Becoña. Los catedráticos de Psicología Clínica de las universidades del País Vasco, Complutense de Madrid y Santiago de Compostela han coordinado el libro "Adicción a las nuevas tecnologías en adolescentes y jóvenes", que actualiza y completa los contenidos del Simposio Internacional sobre el mismo tema organizado hace un año por la Fundación Gaudium.

Esta obra pretende servir de instrumento práctico para profesionales que trabajan en el novedoso ámbito de las adicciones sin sustancia y también de guía básica para padres y educadores. Por eso sus autores, que coinciden en el carácter positivo de las nuevas tecnologías, remarcan por boca de Becoña que "sólo va a desarrollar problemas un porcentaje reducido" de chavales. Echeburúa aporta pistas para detectar a ese 5%-6% en riesgo de ciberadicción, como la "pérdida del control del número de horas en Internet" o la progresiva "interferencia en la vida cotidiana", con perjuicios en los estudios, el sueño, el carácter o las relaciones sociales.

Entre los mayores peligros destaca que el joven "se aísle, que se comunique por la Red pero no de forma personal", Echeburúa. Pero hay otros, como el "acceso a contenidos inapropiados" relacionados con la anorexia, el suicidio, las carreras de coches prohibidas y el sexo o la "creación de identidades ficticias". Todo ello implica un serio riesgo de "mezclar lo íntimo, lo privado y lo público" y confundir y trastocar esos niveles, hasta poner en la Red asuntos de "carácter privado", añade. Por no hablar de otros riesgos, como el acoso o las nuevas formas de violencia machista a través de las herramientas tecnológicas, apunta.

Echeburúa recomienda, para evitar esos problemas, crear un ambiente de cariño, afecto y cohesión en el ámbito familiar, donde "se hable, se vea la televisión juntos y no cada uno en su habitación"; donde "se limite el tiempo de Internet" para que no perjudique la vida cotidiana ni conduzca al aislamiento social, y donde "no se dé un móvil a niños muy pequeños".

2009/07/15

Los gatos hacen presión psicológica a sus dueños

Fuente: Publico.

Los gatos tienen fama de manipuladores y quien haya cuidado uno sabe lo difícil que es ignorar sus peticiones. Según un artículo publicado esta semana en Current Biology, el sonido emitido por un gato cuando reclama comida a su dueño, una especie de ronroneo mezclado con un elemento de alta frecuencia típico de un maullido, produce en los humanos una desagradable sensación de urgencia.

Los investigadores grabaron los ronroneos de 10 gatos y se los dieron a escuchar a los 50 voluntarios que participaron en el estudio. Estos encontraron que los emitidos cuando el animal pedía su ración diaria de comida eran menos agradables y transmitían mayor sensación de urgencia.

Aquellas personas que habían tenido un gato como mascota se mostraron más sensibles a las diferencias, lo que revela un entrenamiento de los humanos con los sonidos felinos. Por otro lado, los gatos que no son alimentados regularmente por una misma persona no producen este sonido.

2007/04/10

Los niños sobreprotegidos sufren tanto daño como los abandonados

MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los niños sobreprotegidos sufren tanto daño como los abandonados, según publican varios expertos en el último número de la revista 'Hacer familia' correspondiente al mes de abril.
En el reportaje '¿Sabe tu hijo enfrentarse a sus problemas?', en el que participaron como asesoras la directora del Colegio Orvalle de Madrid, Amelia Gomá, y la subdirectora de Primaria, Clara Sordo, se plantea que si se presta a los niños "ayuda innecesaria" es probable que se haga de ellos "niños con falta de autonomía personal, inseguros, dependientes en exceso de los adultos, poco creativos y, por tanto, vulnerables e incapaces de llegar a una completa madurez".
La publicación cita "algunas vivencias problemáticas" por las que pueden pasar los niños de 7 a 12 años como: no terminar de integrarse en clase, querer ser siempre el primero, tener bajos resultados académicos y no estudiar diariamente, frecuentes faltas de disciplina y mal comportamiento.
También enumera que los compañeros se meten con él/ella por 'empollón' o por tener alguna 'rareza': bajito, demasiado alto, gordito, pelo rizado, poco pelo, etc, además de que habitualmente, se deja en casa o clase material importante, como la gimnasia, los deberes, etc.
Profesores y psicólogos afirman que cuando los padres intervienen directamente, excusan a su hijo continuamente, y ven el problema siempre en los otros, no se suelen solucionar los conflictos, más bien al contrario, se magnifican y acaban normalmente enrareciendo el ambiente de grupo.
"Lógicamente, nuestra mayor aspiración es que nuestros hijos sean felices y para ello deseamos evitarles sufrimientos "innecesarios", pero ahorrarles todo tipo de problemas interviniendo en sus vidas cada vez que surge una dificultad, es privarles de un aprendizaje necesario", destaca 'Hacer Familia'.
El reportaje cita a Boris Cyrulnik, el llamado 'psiquiatra de la esperanza', que sostiene que "es necesario que el niño conozca el miedo para que pueda superarlo, privarlo de él es una manera de convertirlo en vulnerable".
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Por su parte, la psicóloga clínica María Gracia Cavestany recomienda enseñar a los hijos a resolver sus problemas, confiando en su capacidad para encontrar soluciones.
"Enseñar a nuestros hijos a resolver problemas es enseñarles a buscar soluciones y luego enseñarles a encajar con humildad y alegría sus éxitos y a aceptar sus fracasos cuando no consiguen sus objetivos. Tenemos que estar cerca del niño y supervisar respetuosamente sus acciones, su hacer. Para ello, hay que confiar en el niño, en su capacidad para encontrar las soluciones, sus soluciones", destaca la experta.
Para Cavestany, "si les resolvemos la papeleta, pierden una buenísima ocasión de aprender", por lo que "la ayuda es ayudarles a que desarrollen gradualmente sus propios recursos".
Así, concluye la doctora, que las personas que han estado sobreprotegidas, "han tenido menos oportunidades de aprender y esto suele hacerlas inseguras, menos creativas para la vida y empiezan a sentir que equivocarse es algo tan horrible, que les deja en ocasiones paralizadas".


De: Europa Press.