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2012/02/20

La basura tóxica del mar se sirve fría en su mesa

A mediados del siglo XX, cuando comenzó la producción industrial de objetos de plástico, imaginaban un futuro utópico en el que este material librara al planeta de sus problemas: "El hombre del plástico vivirá en un mundo de coloridas y brillantes superficies, donde las manos de los niños no encontrarán nada que romper, sin bordes afilados ni esquinas cortantes, en el que no habrá grietas o recodos donde se refugien la suciedad o los gérmenes", escribieron en 1941 los químicos Victor Yarsley y Edward Couzens en su libro Plásticos, convencidos de la revolución que traerían los materiales sintéticos.
Por aquel entonces, la producción global no alcanzaba el millón de toneladas anuales de útiles plásticos. Hoy, cuando se generan más de 300 millones al año, la ciencia que estudia los mares revela cada día que esa fábula luminosa y aséptica se ha convertido en una distopía más propia de una ficción apocalíptica. El sueño de aquellos químicos ha tomado forma de pesadilla al advertirse cómo los océanos se están inundando con basura de la mejor calidad, esa que flota durante siglos entre algas, tortugas y peces.
Los plásticos han convertido regiones oceánicas enteras en tazones de "sopa con tropezones", en palabras de los expertos de la Fundación Alga-lita, dedicada desde hace tres décadas a la investigación de los residuos marinos. Un gaz-pacho sintético en el que se mezclan bolsas de supermercado, redes de pescadores, botellas... Y trozos milimétricos que algún día fueron un juguete o un electrodoméstico y que se han troceado y degradado hasta convertirse en uno de los problemas emergentes de este salmorejo tóxico: los llamados microplásticos, cuyo impacto real en animales y en personas todavía se está investigando.
El fundador de Algalita, el capitán Charles Moore, fue de los primeros en llamar la atención sobre esta negativa consecuencia del desarrollo industrial del consumismo. A la vuelta de un viaje entre Hawái y California, relató cómo su catamarán tuvo que abrirse pasó por un "interminable mar de basura", esencialmente plásticos. Y es que, según la mayoría de los cálculos, más del 80% de la cochambre que navega sobre la superficie de los mares es de este material. A partir de su relato, se extendió la idea de que existía una isla de plástico gigante nadando en el Pacífico, y que tenía el tamaño del estado de Texas. Aunque la historia de Moore consiguió llamar la atención sobre el uso y desecho masivo e innecesario de objetos plásticos, la realidad es que no existe tal isla.
Uno de los más importantes oceanógrafos del mundo, Carlos Duarte, explica que lo que sí hay en el Pacífico Norte, bailando sobre las aguas entre Hawái y Alaska, es una región de unos 200 kilómetros de diámetro, con una notable abundancia de material plástico. En esencia, se compone de restos de filamentos de redes de pesca sintéticas, que arrastran y acumulan importantes cantidades de trozos de plástico descompuestos en la mar salada y cocidos al sol. "El término isla de plástico no refleja en absoluto lo que se ha encontrado, que no es visible a ojo desnudo, pero que sí se aprecia si se arrastra una red de plancton", explica el investigador español del CSIC.
Según Duarte, las acumulaciones se producen en las zonas de convergencia donde se juntan dos masas de agua o dos sistemas de corrientes superficiales, que tienden a acaparar partículas flotantes. "Los plásticos se acumulan porque sus tiempos de degradación en el océano son muy largos, de más de cien años", afirma. Durante sus trabajos circunnavegando el globo a bordo del Hespérides para la Expedición Malaspina, su equipo encontró una mancha de basura sintética similar "en el Atlántico Sur, cerca de las costas africanas".
"Se caracterizan porque hay una mayor abundancia de fragmentos de plástico que de plancton", describe Duarte. La comparación con el plancton sirve para señalar la gravedad del problema. En el mar de inmundicias del Pacífico Norte, la proporción entre materiales plásticos y el zooplancton (organismos microscópicos) era de 6 a 1 en 1999. En las dos décadas siguientes, la ratio se disparó hasta 26 frente a uno a favor del material artificial. Más allá del daño que estos residuos causan en la fauna marina, como estrangulamientos o laceraciones, las últimas investigaciones sobre los microplásticos señalan un peligro mucho mayor y que afecta directamente a las personas.
Como explica uno de los mayores expertos en la materia, Matthew Cole, son muchos los organismos marinos que consumen estas pequeñas piezas, de menos de cinco milímetros. "Al ingerirlos, animales marinos como moluscos, gusanos y peces acumulan importantes cantidades de contaminantes tóxicos en sus organismos", señala el investigador de la Universidad de Exeter. Se han hallado restos de estos materiales sintéticos en 260 especies marinas y, en la zona del Pacífico Norte, el 9% de los peces tenían plástico en sus estómagos.

Veneno en el menú

Cole asegura que su trabajo actual está demostrando que incluso el zooplancton es capaz de consumir estos materiales tóxicos. Al ser la base de la pirámide alimenticia marina, ese veneno plástico contamina toda la cadena alimentaria hasta alcanzar, finalmente, a las personas. El siguiente paso será descubrir cómo afecta a la salud este bumerán de plástico servido en nuestras mesas. Estos compuestos tóxicos pueden provocar importantes daños, desde alteraciones en el sistema inmune hasta anomalías en el desarrollo de los niños.
Mientras se analiza cómo nos lastimamos con nuestros propios desperdicios, se han lanzado varias campañas globales para tratar de limpiar los mares. "La solución definitiva es la prevención, conseguir que dejen de llegar estos restos al mar", resume Carey Morishige, coordinadora del programa de desechos marinos de la NOAA (la agencia del Gobierno de EEUU para investigar los mares y la atmósfera). Según explica, han calculado que serían necesarios 68 barcos de cien metros de eslora trabajando durante todo un año para limpiar el 1% de la sopa con tropezones del Pacífico Norte. Duarte coincide con las conclusiones de NOAA: "Sólo hay una solución: usar menos cantidades de materiales plásticos. Bien porque se recupere una mayor cantidad del que se usa o porque además se reemplacen los materiales actuales por materiales biodegradables". Esta solución sólo se logrará si el monofilamento de las redes se prohíbe por la Convención de Londres, que regula los desechos marinos.

2012/02/08

Las poblaciones de atún y caballa han disminuido un 60% en 50 años

El debate sobre el impacto de la pesca sobre las diferentes especies de atunes dura ya 50 años. Uno de los últimos estudios presentados concluye que las poblaciones de atunes y especies afines han disminuido un 60% de media en todo el mundo en el último medio siglo. El trabajo, que publica la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), añade que la mayoría de estas poblaciones se han explotado al borde de la sostenibilidad.
Las poblaciones que han visto su abundancia más afectada son las de atunes de aguas frías, como el atún rojo del Atlántico y el atún rojo del sur, que han disminuido hasta un 80%. Son especies de gran tamaño, longevas y con un alto valor económico.
También ha sufrido un descenso acusado la caballa, que suele ser más pequeña y con ciclos de vida más cortos. Según el trabajo, esta información es un indicativo de que la pesca puede ser una amenaza para todo tipo de especies, independientemente de su tamaño.
Sin embargo, María José Juan-Jordá, investigadora del la Universidad de A Coruña y autora principal del estudio, declara a SINC que "los resultados de este estudio, que se basan en una recopilación de las estimaciones de abundancia más precisas, muestran una situación global de las poblaciones de atunes que difiere de las interpretaciones más pesimistas descritas en el pasado".
Es el caso de un estudio publicado en la revista Nature en 2003 que concluía que la abundancia de grandes peces pelágicos, principalmente atunes, se había reducido en un 90% en el último medio siglo. Pese a ello la experta recuerda que "existen factores preocupantes que los organismos regionales de gestión pesquera deberían resolver pronto para asegurar un futuro sostenible en estas pesquerías".
En opinión de los autores, la gestión de las poblaciones de atunes puede funcionar, "aunque con algunas especies la gestión pesquera necesita ayuda. Las de mayor valor comercial son las más sobreexplotadas. Claramente aún se obtienen beneficios económicos de la pesca ilegal de atunes rojos, un caso en el que el comercio internacional desborda la gestión pesquera, que normalmente es efectiva", indica Nicholas Dulvy, investigador de la Universidad Simon Fraser (Canadá) que también ha intervenido en el trabajo.
Juan-Jordá añade que "los organismos de gestión de la pesca no deben usar sus recursos solo para gestionar las especies de alto valor económico, como los grandes atunes, sino también para las especies con menor valor en los mercados, que son muy importantes por ser una gran fuente de proteínas para muchos países en desarrollo".
El estudio sugiere que aumentar las capturas puede seguir siendo arriesgado y que, como la demanda sigue aumentando, cualquier esfuerzo pesquero a nivel global debería hacerse "con mucho cuidado". Iago Mosqueira, científico pesquero de la Comisión Europea y coautor del trabajo, apunta que "por lo tanto, toda la presión debe concentrarse ahora en lograr un futuro real para estas poblaciones y las pesquerías que dependen de ellas".
En opinión de Juan Freire, Profesor de la Universidad de A Coruña y participante en el trabajo, "se necesitan compromisos serios y acciones efectivas para reducir el exceso global de capacidad pesquera, recuperar las poblaciones sobreexplotadas y regular el comercio que las pone en peligro. Solo así podremos garantizar unas capturas mayores, rendimientos económicos estables y reducir nuestro impacto en los ecosistemas marinos".

2011/12/16

El tiburón que se alimenta de osos polares

La naturaleza nunca dejará de maravillar al ser humano, que todavía hoy se sorprende con algunas de las especies que pueblan los rincones más inhóspitos del planeta. Uno de estos fascinantes miembros del reino animal es el tiburón de Groenlandia, del que vamos a saber un poco más gracias al blog “Vista al mar”.
Este escualo, cuyo nombre científico es Somniosus microcefalus, vive en el norte del Océano Atlántico y el Glacial Ártico (alrededor de las costas de Groenlandia e Islandia) y se caracteriza porque su piel posee un aspecto similar al de la roca tal y como pueden ver en la fotografía.
Entre los aspectos más sorprendentes de este tiburón que alcanza hasta siete metros de largo, destaca su facilidad para alcanzar profundidades de hasta 600 metros. Además, los científicos han descubierto que puede llegar a vivir más de 200 años nadando entre los hielos del Ártico.
El tiburón de Groenlandia no posee un aspecto demasiado fiero, pero no se fíen de ello; no tiene nada que envidiar a su pariente más famoso, el tiburón blanco, puesto que es capaz de devorar un oso polar, a juzgar por los huesos encontrados en los estómagos de algunos ejemplares capturados. Grandes focas e incluso renos forman también parte de su dieta.
En cuanto al carácter de estos animales, es bastante tranquilo, como comprobó el fotógrafo Doug Perrine, quien tuvo la suerte de poder nadar con varios de ellos que buscaban alimento en las cálidas aguas del río San Lorenzo en América del Norte. Según Perrine, el tiburón de Groenlandia es también muy curioso, ya que cuando descubrieron su presencia se acercaron “a investigar". A pesar de ello, el fotógrafo asegura que durante todo el tiempo que nadó junto a ellos no se sintió amenazado en ningún momento.
Como ocurre con la mayor parte de las especies que pueblan el planeta, el hombre es la mayor amenaza para la supervivencia de estos tiburones. Tradicionalmente han sido pescados por los habitantes de Islandia y Groenlandia, que fabrican botas con su piel y convierten sus dientes en herramientas de corte.
Su carne se usa en la elaboración de un plato típico islandés, el hákarl, aunque debe recibir un tratamiento especial ya que contiene una toxina venenosa para el ser humano. Quizá esta circunstancia sea una de las causas que ha contribuido a que esta especie aún no corra el riesgo de desaparecer de los océanos. Otros de sus familiares, en cambio, no tienen tanta suerte. 

El Pez Diablo amenaza a México

Le dicen Pez Diablo porque se apoderó del ecosistema de la presa El Infiernillo, en Michoacán, donde vive sin problemas. Es uno de los primeros sitios donde se le detectó en México.
En Sudamérica, de donde es originario, se le conoce como Pleco, pero los pescadores e investigadores mexicanos no tuvieron problemas en encontrarle un nuevo nombre.

"¿Quién es capaz de sobrevivir en el Infierno? Pues el Diablo, y de ahí el nombre particular que le dieron", explica a BBC Mundo Ernesto Velázquez, director de la escuela de Biología de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH).
Pero más allá de la anécdota, lo cierto es que este pez, cuyo nombre científico es Hypostomus Plecostomus, se ha convertido en una seria amenaza para los ecosistemas acuáticos del sureste mexicano, según reconocen especialistas y autoridades.

En ríos, lagos y presas del país el Pez Diablo se comporta como tal: como no tiene depredadores naturales ha desplazado a especies nativas, lo que representa un serio riesgo no sólo para la ecología sino para la sobrevivencia de miles de pescadores, insiste Velázquez.
"Sólo en Chiapas creemos que hay millones de ejemplares", dice. "Si no hacemos algo inmediatamente en 5 o 10 años se va a establecer y entonces va a ser muy difícil erradicarlo".
En este estado el Plecostomus se encuentra en varias presas y ríos, pero el mayor riesgo es que fue detectado en la reserva de la biósfera de Montes Azules, uno de los sitios con más diversidad de especies en el país.

Efecto Nemo

Como otras especies invasoras, el Pez Diablo llegó a México con el llamado "efecto Nemo", en alusión a la película de Disney: Aficionados a la cría de peces de ornato los importaron de Sudamérica para aprovechar algunas de sus habilidades.
La especie suele alimentarse de algas y desechos de comida, por lo cual muchos le llaman "limpiapeceras". El problema es que, al crecer, muchas personas les abandonan en ríos o lagos y eso causa su diseminación.
Los primeros ejemplares fueron detectados en 2003 en el norte del país, pero ahora la gubernamental Comisión Nacional de la Biodiversidad (Conabio) reconoce su presencia en estados del centro, oeste y sureste.
El Hypostomus Plecostomus se adapta con facilidad, explica el académico de la UNICACH, pues a diferencia de otras especies es "muy paternalista", es decir, cuida que sobrevivan la mayoría de los huevecillos que deposita la hembra.
Esta costumbre también es un riesgo. El Pez Diablo protege celosamente su territorio, lo que impide desovar a otras especies.
Además, busca su alimento en el lecho de ríos y lagos, y con frecuencia consume también los huevecillos de otros peces, como bagres y tilapias. Así, en poco tiempo, sólo las crías del Plecostomus sobreviven.
Un factor adicional es que su depredador natural, el cocodrilo, sólo habita en algunas regiones del país.
Y el ser humano, su principal enemigo, también está ausente: el Pez Diablo no está en la dieta de los mexicanos, como sí ocurre en Sudamérica.

Feo con suerte

 El Plecostomus es una especie con alto valor nutritivo, y su carne tiene muy buen sabor, explica Ernesto Velázquez. Pero al menos en México, su aspecto le ha permitido escapar de las cocinas.
Suele ser de color marrón oscuro y algunos ejemplares desarrollan manchas. Las escamas son duras y al contraerse forman un fuerte escudo protector.
Además tiene gruesas espinas en aletas y el lomo, lo que frecuentemente daña las redes de los pescadores. Por eso le llamaron Pez Diablo.
Curiosamente, los especialistas ven a la especie como una plaga, pero también como una alternativa a los problemas económicos y alimentarios de muchas personas.
"Algunos piensan aprovecharlo para hacer harina de pescado y alimentar ganado", explica el investigador Velázquez, mientras que otros han adaptado recetas del sur de América para cocinar Pez Diablo con sabor mexicano.

2011/09/21

¿Por qué los peces se están volviendo más chicos?

Un equipo internacional de científicos inició un proyecto pionero para investigar cómo la sobrepesca está afectando el comportamiento y desarrollo de los peces.
"La evidencia es muy clara. El tamaño de casi todas las especies comerciales se ha reducido", señaló Carl Lundin, biólogo marino y director del Programa Global de Estudios Marinos y Polares de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
En el caso de especies como el bacalao, las hembras grandes representan una ventaja porque producen cantidades importantes de huevos y tienen un papel crucial en la recuperación de poblaciones.

Si la pesca comercial retira selectivamente los individuos de mayor tamaño, las dimensiones de los peces será menor y la industria acabará sufriendo las consecuencias, señaló Lundin.
Los investigadores creen que la reducción de tamaño no es el único impacto de la pesca industrial en los océanos. Algunos estudios señalan también que los peces se están reproduciendo antes.

Experimento

La bióloga Beatriz Díaz Pauli y sus colegas en la Universidad de Bergen, en Noruega, comenzaron un experimento que busca descifrar qué cambios se están dando en los peces de los océanos.

Los científicos establecieron nueve poblaciones de peces de la especie Poecilia reticulata, conocidos comúnmente como peces guppy, lebistes o peces millón, una especie de colores vistosos procedente de Centroamérica y muy popular en acuarios.
Cada población tiene entre 500 y 900 individuos. En los próximos años, Díaz y sus colegas retirarán todos los peces que midan más de 16 mm en tres de los tanques.
En los otros, los investigadores extraerán peces menores de 16 mm o una selección de peces independientemente del tamaño. Estos tanques serán el grupo de control para estudiar las consecuencias de modificaciones en la densidad de las poblaciones.
Los expertos registrarán en forma meticulosa cada cambio en el ritmo de crecimiento, edad de madurez reproductiva, hábitos de apareamiento y alimentación.

Adaptación o cambios heredados

Los científicos esperan descifrar si las variaciones observadas son el resultado de una adaptación a nuevas condiciones –lo que se conoce como respuesta plástica- o la consecuencia de cambios genéticos.
Las respuestas plásticas no son heredadas. Un organismo puede tener un tamaño menor, por ejemplo, por limitaciones en su alimentación, pero sus crías no heredarán esta tendencia a una dimensión reducida.

Las respuestas genéticas, en cambio, son heredadas e incluso si las crías vivieran en un medio con abundancia de alimentos continuarían siendo pequeñas.
Determinar la naturaleza de los cambios en los peces ayudará a comprender cómo se recuperan las poblaciones cuando se elimina la sobreexplotación.
"Si creamos un sistema para proteger 20 o 30% del hábitat de reproducción de especies comerciales clave, es mucho más probable que puedan evitarse problemas", dijo Lundin.
El estudio de los científicos de la Universidad de Bergen permitirá evaluar en forma aislada el impacto de la sobrepesca, en forma independiente de otros posibles factores.
Los investigadores presentaron su experimento en el encuentro de la Sociedad Europea de Biología Evolutiva, en Alemania.

2011/07/13

Los mamíferos les deben las patas a los peces

El origen de los dedos humanos puede remontarse a las aletas de los peces más primitivos. Es lo que apunta un nuevo estudio que busca responder una de las mayores incógnitas de la evolución: ¿qué sucedió para que algunos peces de hace unos 375 millones de años abandonaran el agua y comenzasen a cambiar sus aletas por las patas que después heredarían anfibios, aves y mamíferos, incluido el hombre?
El trabajo, publicado hoy en PNAS, señala que algunas herramientas básicas para crear una pata, en forma de ADN, ya estaban presentes en criaturas acuáticas que vivieron millones de años antes de que los primeros peces diesen el salto a la orilla. Más aún, demuestra que esas herramientas son aún intercambiables, es decir, que un ratón podría generar sus dedos con fragmentos de ADN prestados de una raya, a pesar que entre ambas especies median 400 millones de años de evolución separada.
El estudio surge a raíz del descubrimiento en 2004 del tiktaalik, la criatura fósil que mejor ha encarnado la transición entre peces y tetrápodos, los vertebrados de cuatro patas. Aunque eran peces, los tiktaalik podían aventurarse fuera del agua como hacen los anfibios. Además, los extremos de sus aletas mostraban ya huesos similares a muñecas y manos. El fósil dinamitaba una hipótesis aún vigente que señala que, aunque peces y tetrápodos comparten el origen de sus brazos y antebrazos, las muñecas y los dedos son exclusivos de los tetrápodos, que los desarrollaron después de que su rama se separase en el arbusto evolutivo.
Neil Shubin, investigador de la Universidad de Chicago y descubridor del tiktaalik, propone ahora que peces y tetrápodos también comparten piezas de la maquinaria genética capaz de crear muñecas y dedos. Su equipo se ha centrado en "regiones reguladoras" del ADN que funcionan como interruptores. Determinan qué parte del embrión será un brazo o una mano y encienden los genes necesarios para que aparezca una u otra. Shubin ha demostrado que, cuando algunos interrup-tores de raya se inyectan en un embrión de ratón, se encienden los genes para crear dedos y muñecas. Cuando los interruptores de ratón se inyectan en un pez cebra, se encienden los que generan aletas. En resumen: los primeros ingredientes para la generación de dedos ya los tenía un antepasado común que nunca los necesitó, pues era acuático. "Es un estudio importante, pero bastante especulativo, porque trabaja con una región del genoma pequeña", opina Héctor Escrivá, experto en biología evolutiva del Observatorio Oceanográfico de Banyuls-sur-Mer, en Francia. "No va cerrar el debate", advierte.

Publico 

2011/07/11

Argentina: en tierra de vacas, el pescado es rey

Los datos son crudos y claros. Argentina exportó en los primeros cincos meses del año 66.000 toneladas de carne, pero entre enero y abril envió al exterior 145.000 toneladas de pescado y productos del mar. Más del doble.
Argentina es conocida históricamente en el exterior por el tango, el fútbol y la carne. Ahora, quizás lo sea por su pescado. Un producto, que sin embargo, prácticamente no se consume dentro del país.

Tal situación se debe a que mientras que la producción ganadera para otros mercados viene en caída en los últimos tres años, la industria del pescado va en ascenso.
Desde 2006 el gobierno argentino empezó a introducir licencias de exportación para los productores locales en un intento de reducir el valor de la carne para consumo interno. Igualmente, muchos productores han incursionado en otros campos como la siembra de soja (de alta demanda en China), el cual ha sido más rentable.
El resultado es que hace cinco años en Argentina había unas 58 millones de cabezas de ganado, mientras que hoy en día hay unas 48 millones de acuerdo a las estadísticas oficiales.

Según señalan los actores del sector, la baja es equivalente al total del stock de bovinos de Uruguay.

Precios

"Se pensaba que al reducir las exportaciones habría una mayor oferta y eso permitiría la baja de los precios dentro del país", señaló a BBC Mundo, Carlos Pujol, consignatario de haciendas, el oficio de quienes trabajan en el remate diario del ganado en el principal mercado de carne de Argentina, como puede ver en el video anexo a esta nota.
"Pero lo que se logró fue una baja del stock porque la hacienda que destina el productor a la exportación no es la que privilegia el consumidor argentino y por ende se causó más bien un perjuicio a la producción", agregó Pujol.
El objetivo del gobierno del expresidente Nestor Kirchner, y su sucesora, Cristina Fernández de Kirchner, ha sido combatir la inflación en el valor de la carne que consume el argentino.
"Sí, bajaron los precios, pero se afectó la productividad", afirma Pujol.

"Éramos conocidos por la excelencia de nuestra producción y no por la cantidad. Pero cuando se pierde la calidad, caen los precios. Es tradicional en gobiernos peronistas privilegiar el consumo de carne barata", aseveró.
Pese a su abaratamiento, el consumo interno del producto bovino en la población se ubicó el año pasado en el valor más bajo en una década, 56,7 kilos por habitante (en 2009 fue de 68 kilos).
No obstante, para el sector productor, la menor venta de carne en el exterior se puede llegar a ver compensada por la variación de los precios internacionales.
Pese a que se colocaron menos kilos de carne entre enero y mayo de 2011 frente al mismo período del año anterior, el valor de venta subió 18% al ubicarse en US$546 millones.

¿El rey del pescado?

El mercado de exportación, en cambio, lo es prácticamente todo para la industria pesquera argentina.
"Si colocamos 7% de lo que pescamos saturaríamos la demanda", afirmó a BBC Mundo Oscar Fortunato, presidente del Consejo de Empresas Pesquera Argentinas (CEPA).

Este sector pasó en los últimos año a prácticamente duplicar su importancia como proveedor internacional, al pasar de 1,5% a casi 3% del mercado mundial de exportadores de productos del mar.
Además de pescados (como la merluza), los empresarios del ramo dependen también de productos como langostinos y calamares (este último ha tenido una reciente alza de precios considerable por la reducción de su oferta).
En los primeros cuatro meses de 2011, el sector percibió más de US$400 millones al proveer la demanda de lugares como Brasil, Asia, el Caribe y Europa. El ingreso obtenido es 39,8% superior al mismo período de 2010.
Sin embargo, en el sector afirman que la situación tampoco es necesariamente buena.
"Estamos muy limitados al sólo poder exportar lo que pescamos, porque con los vaivenes de los precios muchas veces trabajamos a pérdida", señaló Fortunato.
Los empresarios pesqueros además han tenido que lidiar con alzas en el costo de la mano de obra (casi 80%), combustible y pagos por refrigeración.
"Además no contamos con el mercado interno porque el argentino consume poco pescado. A diferencia de la carne que sí puede trabajarse para el mercado local", aseveró el presidente de CEPA.

Y agregó: "el crecimiento del volumen pesquero va asociado en un momento en que la carne está en un muy mal momento. Pero no tienen ninguna relación, son mercados completamente diferentes".
Sin embargo, no deja de ser interesante observar cómo van mutando las ofertas del país hacia el exterior, y la percepción sobre los productos como marcas.
La emblemática carne argentina viene perdiendo peso en el mercado internacional, a diferencia del pescado, pese a sus propios problemas de producción.
Sólo falta que Argentina empiece a exportar beisbolistas en vez de futbolistas.

BBC Mundo

Si los peces no pueden volver a Bolivia...

 Las comunidades en la región sureña de Tarija en Bolivia dependen en gran medida de la pesca en el río Pilcomayo. Ahora, la irregularidad de las lluvias ha provocado una rápida acumulación de sedimentos, lo que ha interrumpido los ciclos de vida de los peces, poniendo en riesgo el medio de sustento de estas comunidades.
Estamos en el punto más alto de la temporada de pesca en el sur de Bolivia y decenas de hombres, mujeres y niños se reúnen con grandes expectativas en las orillas fangosas del Pilcomayo.

Con la ayuda de un bote de madera y un par de hombres a quienes el agua les llega a la cintura, la gente de Capirendita, una comunidad indígena weehnayek, lanza una red de pesca a lo ancho del río.
En cuestión de minutos, comienzan a tirar de una cuerda y la red comienza a emerger de las aguas marrones.
Los ojos de toda la comunidad revisan la red, en busca de una abundante pesca en la malla, pero muy pocos peces aparecen en la orilla.
"Son sólo cinco", dice un hombre, después de colocarlos dentro de una gran bolsa de fibra, que sirve de recordatorio de la cantidad que se pescaba antes.
"El año pasado, capturamos 10.000 al día", señala José Segundo, un líder de la comunidad, compuesta por 220 familias.
"Pero ahora ni siquiera mil. Ni siquiera lo suficiente para podernos alimentar", lamenta.
Su esposa, Roxana Cabrera, junto con sus tres hijos pequeños, observa lo que sucede desde su tienda de campaña. Ella también está preocupada porque la familia ya no puede ganarse la vida con la pesca.
"Cada vez que lanzamos la red, a los sumo aparecen 10 o 15 peces", dice Roxana.
"Ahora no ganamos más de 10 bolivianos (US$1.44). Solíamos ganar 300 bolivianos", agrega.

Cambio en las precipitaciones

El gobierno de Bolivia declaró a la región del Pilcomayo una zona de desastre nacional.
"Estamos viviendo un momento muy crítico", afirma Alejandro Romero, de la Oficina Técnica Nacional de los ríos Pilcomayo y Bermejo.

"Vemos una degradación ambiental de gran magnitud en toda la cuenca del Pilcomayo".
Romero explica que el río naturalmente transporta hasta 170 millones de toneladas de sedimentos cada año, que se depositan en la cuenca baja, en los países vecinos de Paraguay y Argentina, hacia donde fluye el Pilcomayo.
Sin embargo, en los últimos dos años, un irregular patrón de lluvias en Bolivia, donde crece el río, ha acelerado el proceso de sedimentación, indica Romero.
Lluvias más intensas significan que el río lleva más agua río abajo a una velocidad más alta, causando una erosión más rápida a su paso.
Este fenómeno, explica Romero, crea bancos de arena más grandes que los habituales en las llanuras de Paraguay y Argentina.
Los sedimentos allí bloquean el flujo del Pilcomayo después de la temporada de lluvias, cuando es natural que disminuya sustancialmente el volumen de agua.
"Hay una zona del río donde se registra una progresiva acumulación de sedimentos y ahora está bloqueada", señala Romero.
La zona a la que se refiere está ubicada a la entrada del Bañado La Estrella, un enorme pantano en la provincia de Formosa en Argentina, donde el sábalo, el pez del Pilcomayo, se alimenta y engorda.

Camino cerrado

Al igual que el salmón en América del Norte y Europa, el sábalo, pez del que dependen 6.000 familias sólo en Bolivia, nada río arriba para desovar.
Pero, debido a la acumulación de barro, ahora no puede completar su ciclo de vida y alcanzar sus lugares naturales de reproducción en el sur de Bolivia.

 "La situación de los pueblos indígenas es muy preocupante", dice Moisés Sapiranda, el líder de Orcaweta, una organización que agrupa a los 42 miembros de las comunidades indígenas weehnayek y tapiete en Bolivia.
"Hemos dependido de la pesca por más de 500 años. Es el único alimento que tenemos durante la temporada de pesca", indica, refiriéndose al período del 15 de abril al 15 de septiembre.
"Si la gente no pesca, pasan hambre y emigran a otras zonas en busca de trabajo", afirma.
Debido a los patrones cambiantes del clima, el gobierno boliviano teme que el problema se repita cada año y afecte regularmente a los 1,5 millones de personas que viven en toda la cuenca del Pilcomayo.

La búsqueda de soluciones

"En primer lugar, necesitamos llevar a cabo trabajos de ingeniería para garantizar el constante flujo de agua", dice Nelson Rodríguez Aguilar, de la Oficina Técnica Nacional de los ríos Pilcomayo y Bermejo.
"La otra opción es la construcción de lagunas artificiales en el territorio boliviano, de forma tal que podamos tener peces allí", añade.
Tal decisión no sería popular entre los países vecinos de Bolivia porque significaría desviar agua de su agricultura y su industria.
Bolivia reconoce que esta opción sería el último recurso. Bolivia quiere que Argentina haga un dragado de los sedimentos en su zona del río, para que los peces puedan nadar contra la corriente, una vez más.
Argentina indicó que ha empezado a hacer este trabajo y que tomará semanas terminarlo.
A pesar de las garantías de los países vecinos y del gobierno de Bolivia de que las partes involucradas están haciendo todo lo posible, la gente que depende del río no está satisfecha.
"Para nosotros, el Pilcomayo es como una madre que nos da vida", dice Moisés Sapiranda, el líder de Orcaweta.
"Nuestra gente está unida y vamos a seguir presionando a las autoridades", asegura.
Sapiranda añade que van a establecer controles de carretera y que están dispuestos a seguir protestando hasta que el problema se resuelva.

BBC Mundo

2011/06/01

El pez que inspiró a Nemo se queda sordo en los mares ácidos

La especie del pez protagonista de "Buscando a Nemo", el pez payaso, se está quedando sorda debido a la creciente acidez oceánica que producen las emisiones de dióxido de carbono.
En niveles de acidez que podrían ser comunes para fines de siglo, el pez no respondió a los sonidos de los depredadores.

Los océanos se están volviendo ácidos debido a que absorben gran parte del dióxido de carbono que la humanidad lanza a la atmósfera.
Los científicos de la revista Biology Letters afirman que si no se hace algo para evitar el daño, la vida de este pez estaría en peligro.
"En el comportamiento típico del pez payaso en mar abierto, se ve que evita los arrecifes de coral durante el día", dice el investigador jefe Steve Simpson, de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido.
"Esto lo hacen controlando los sonidos que emiten los animales en el arrecife, muchos de los cuales son depredadores para cualquier cosa que tenga un centímetro de largo.
"Sin embargo, los sonidos también son importantes para el apareamiento, la caza en grupos o el forraje, de modo que si cualquiera de esas capacidades se pierde, es el pez el que se encuentra perdido", le dijo a la BBC.
Investigaciones previas han demostrado que este pez también pierde su capacidad de olfatear el peligro en aguas marinas ligeramente más ácidas.

El experimento

El equipo crió peces payasos en estanques que contenían agua con diferentes niveles de acidez.
Uno reproducía el nivel de acidez del agua de mar de hoy en día, con una atmósfera que contiene cerca de 390 partes por millón (ppm)
Los otros estanques fueron establecidos a niveles a los que se podría llegar hacia el fin del siglo, 600, 700 y 900 ppm.
Mientras más dióxido de carbono haya en la atmósfera, más absorben los océanos y, mientras más absorben, más ácidas se vuelven sus aguas.
En este experimento, hay un parlante bajo el agua que reproduce los sonidos que emiten los depredadores y que fueron grabados en un arrecife con camarones y peces que podrían dar cuenta del pez payaso.
La idea es que el pez payaso decida nadar hacia la fuente del sonido o alejarse de ella.
En el agua con los niveles acídicos de hoy, el pez payaso pasó tres cuartas partes del tiempo en el extremo del estanque opuesto al del parlante.
Pero, en mayores concentraciones de acidez, no hubo preferencia. Esto indica que no podía oír, no podía descifrar o que no actuó antes las señales de advertencia.
"El arrecife es descrito como una "muralla de bocas" esperando a recibir al pez payaso", dice el doctor Simpson.
"Lo que hemos hecho aquí es poner al pez en el medio ambiente de mañana, y sus efectos son potencialmente devastadoras."

Preguntas abiertas

Si les toma a los océanos décadas para alcanzar estos niveles de acidez, hay una posibilidad de que el pez se pueda adaptar, dice el equipo investigador,

Ésta es una de las interrogantes que plantea esta investigación. Otra pregunta que se deriva del estudio es si otras especies están siendo igualmente afectadas.
Una tercera es a qué se debe que estos peces se vean afectados por estos ligeros cambios de la acidez.
Aparentemente, no hay daño físico a los oídos; el equipo afirma que podría tratarse de algún tipo de daño neurológico, o tal vez sea el caso de que estén bajo estrés debido a la alta acidez y no se comporten como lo harían en un ambiente normal.
Ya se está trabajando en otros experimentos que podrían responder esas preguntas.
Las preocupaciones respecto a la acidificación del océano son relativamente recientes comparadas, por ejemplo, a la alarma respecto al calentamiento global.
Sin embargo, ya hay suficiente evidencia de que ésta podría traer cambios significativos a la vida oceánica.
Los organismos más directamente afectados parecen ser los corales y aquellos que que desarrollan una caparazón, tales como los caracoles.
Hace poco, otro equipo investigador publicó sus conclusiones extraídas de un "laboratorio natural" en los mares de Papúa Nueva Guinea, donde el dióxido de carbono burbujea en el agua procedente de las laderas de un volcán dormido.
Esta acidez del lugar es demasiado para muchos corales; en su lugar, lo que crece de manera portentosa es un ecosistema alternativo de praderas marinas.
Con el continuo aumento de las emisiones de carbono, los investigadores pronosticaron que la mayoría de los arrecifes del mundo estaría en graves problemas antes del fin del siglo.

BBC Mundo

2011/05/04

Los tiburones valen más vivos que muertos

Los tiburones pueden valer mucho más cuando están nadando cerca de los arrecifes que cuando están en una sopa, según afirman investigadores del Instituto Australiano de Ciencias Marinas.
Los científicos calcularon que cada tiburón que habita en la zona protegida en las islas Palau tiene un valor de US$ 1,9 millones.

Según el estudio, los beneficios de la pesca de tiburones son mucho menores que el valor económico de mantener a los tiburones vivos.
Para calcular el precio del animal vivo, los investigadores consideraron el dinero que invierten los turistas que viajan a esta pequeña nación del Pacífico para bucear junto a tiburones.
Palau es un archipiélago de más de 300 islas, y sus aguas fueron declaradas santuario de tiburones en 2009.
La nación no tiene muchos atractivos aparte del turismo y el buceo, por lo que el gasto de los visitantes en boletos de avión, alojamiento y buceo constituye una parte importante de la economía de la nación.

Números

Los números se desglosan así: el turismo de buceo aporta aproximadamente el 39% del producto interno bruto (PIB) del país, que es de unos US$ 218 millones.
Según el estudio, el 21% de los buzos eligió sus vacaciones allí específicamente para ver a los tiburones. Este tipo de turismo aporta aproximadamente el 8% del PIB de Palau.
Los investigadores concluyeron que los cerca de 100 tiburones que habitan en los sitios principales de buceo aportan cada año a la industria turística unos US$ 179.000 , y que cada tiburón tiene de por vida un valor de US$ 1,9 millones.

De ser vendida su carne y sus preciadas aletas, los mismos 100 tiburones valdrían sólo un total de US$10.800, estimaron los investigadores.
"Esto claramente indica que un tiburón vale más en el agua que la suma de sus partes cuando se cortan y se venden", dijo Matt Rand, Director de conservación de tiburones del Grupo Pew de Medio Ambiente, que financió el estudio.

Atracción turística

El 30% de las especies de tiburones está en peligro o bajo la amenaza de extinción.

Una de las causas de su drástica reducción se debe a la pesca, dada la alta demanda en Asia de su aleta, muy popular en sopas.
Cada año los pescadores matan unos 73 millones de tiburones, según datos del Grupo Pew de Medio Ambiente. Muchas veces le cortan las aletas y tiran el cuerpo al mar.
Otros tiburones en zonas como las islas Maldivas o las Bahamas - quienes se anuncian como la "capital del buceo del tiburón del mundo"-, han sido valorados por cientos de miles de dólares para los gobiernos de esos países por concepto de turismo.
Los investigadores aspiran a que este argumento económico inspire a otros países a crear nuevas áreas protegidas y a fomentar el ecoturismo.
Otros países podrían sumarse a la prohibición del comercio de aleta de tiburón, algo que recientemente ha hecho Honduras.
Pero en áreas del Atlántico Norte, donde las aguas son menos cálidas y claras que las del Pacífico, la economía del turismo de buceo con tiburones es difícil de aplicar.
Sin embargo, para los biólogos del Instituto Australiano de Ciencias Marinas, el argumento debe ser que los tiburones son una parte importante del valor económico del ecosistema, ya que son los depredadores naturales del océano.

BBC Mundo

2011/02/14

Comer pescado puede ayudar a prevenir algunos tipos de ceguera

Los ácidos grasos omega 3 que contiene el pescado pueden ayudar a prevenir la retinopatía, una enfermedad de los ojos que puede causar ceguera en personas con diabetes y bebés prematuros, según un estudio publicado esta semana por la revista Science. La retinopatía es el desarrollo anormal de vasos sanguíneos en la retina (que tiene altas concentraciones de omega-3) y una de las principales causas de ceguera.
Los ácidos grasos de la serie omega-3 desempeñan papeles especiales en las membranas celulares del sistema nervioso, aunque según han detectado los investigadores no están en suficientes cantidades en las dietas occidentales modernas, en las que abundan los omega-6. Estudios recientes han demostrado que el consumo en exceso de los omega-6, concentrados en algunos alimentos grasos y en la mayoría de aceites vegetales, incrementa el riesgo de contraer ciertas enfermedades y agudiza la depresión.
Los investigadores estudiaron la influencia de los omega-3 en la retina de ratones y descubrieron que el aumento de los ácidos grasos de este tipo derivados de la dieta limitó el crecimiento patológico de los vasos sanguíneos denominados neovasos. En el caso de los bebés, los vasos sanguíneos de la retina empiezan a desarrollarse a los 3 meses después de la concepción y completan su desarrollo en el momento del nacimiento normal, pero si nace muy prematuramente se puede alterar el desarrollo del ojo y los vasos pueden dejar de crecer o crecer de manera anormal.
La aparición rápida y desordenada de estos neovasos provoca graves perturbaciones como hemorragias internas en el ojo y, en casos más graves, glaucoma y desprendimientos de la retina. Los ratones alimentados con dietas ricas en ácidos grasos omega-3 por el equipo de Smith tuvieron una reducción de casi el 50% del crecimiento de los vasos sanguíneos en la retina, frente a los alimentados con dietas ricas en omega-6.
"Nuestros hallazgos nos dan nueva información sobre cómo funcionan los ácidos grasos omega-3, que los hace una opción aún más prometedora" para actuar como agentes protectores, dijo Lois Smith, oftalmóloga del Hospital Infantil de Boston e investigadora principal.
Smith señaló que la capacidad de impedir el crecimiento de estos neovasos con ácidos omega-3 podría ayudar a reducir los costos sanitarios. "El costo de los suplementos vitamínicos con ácidos grasos omega-3 es de unos 10 dólares al mes, frente a los 4.000 al mes que pueden costar las terapias para la terapia anti-VEGF (crecimiento endotelial vascular)", indicó.
Smith y su equipo continúan estudiando los lípidos beneficiosos para la vista, mientras que van a iniciar una nueva vía de investigación en busca de los ácidos grasos omega-6 más perjudiciales. "Hemos encontrado los buenos, ahora vamos a buscar los malos", señaló la oftalmóloga. "Si encontramos los caminos, tal vez podamos bloquear selectivamente los agentes metabólicos negativos".

20minutos

2010/11/29

La reunión de París protege a ocho tiburones

La batalla en torno al atún rojo ha eclipsado el debate sobre otras especies, que también estaba encima de la mesa en la reunión de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) que cerró ayer sus puertas en París. La organización ecologista Oceana, una de las más activas en la lucha por la conservación de las especies marinas, lamentó ayer el "fracaso total en la protección del atún rojo", pero aplaudió otros avances. "Hasta hoy, sólo había una especie de tiburón protegida por ICCAT. Hoy nos alegramos de que sean ocho. Los tiburones empiezan por fin a atraer la atención y protección que merecen", señaló ayer la responsable de pesquerías de esta organización, Elizabeth Griffin Wilson.
Los 48 países reunidos en la capital francesa acordaron la prohibición de pescar tiburones martillo, una propuesta de la UE impulsada por España, que fue el primer país europeo que tomó esta decisión por su cuenta, el 1 de enero de este año. Los miembros de ICCAT también aprobaron una prohibición total de vender jaquetones oceánicos pescados en el Atlántico. Esta especie de tiburón, que cae en palangres y redes tanto como captura accidental como presa buscada, es muy apreciada para elaborar la sopa de aleta, popular en algunos países asiáticos, como Japón.
Según Oceana, los jaquetones oceánicos "han experimentado un declive de más del 99% en el golfo de México y los martillo, de más del 99% en el Mediterráneo". El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino expresó ayer su "satisfacción" por estas medidas. La patronal Cepesca sacó pecho y aseguró que "el sector pesquero español ha sido pionero y ha tratado de extender estas medidas al conjunto de la pesca internacional".
Tanto los pescadores como los ecologistas españoles han lamentado el fracaso a la hora de proteger a otra de las especies marinas emblemáticas, el pez espada.
"Las poblaciones de pez espada han disminuido sustancialmente en el Mediterráneo en los últimos 20 años y hoy en día se continúa capturando numerosos ejemplares antes de que hayan podido reproducirse ni siquiera una vez. Pese a que la situación es inaceptable, la pesquería sigue prácticamente sin gestionar y sin controlar", denunció Oceana.

Menos anzuelos

La flota palangrera española, que utiliza cordeles kilométricos con cientos de anzuelos colgados para capturar atunes y peces espada, también lamentó que la Comisión Europea se lavara las manos y no presentara un plan de gestión para la explotación de esta especie en el Mediterráneo. El ministerio aseguró anoche que, "pese al empeño de España, no ha sido posible acordar [esta propuesta] en el seno de la Unión Europea para presentarla en ICCAT".
El plan de gestión incluiría una disminución del número de barcos, una reducción del número de anzuelos y de su tamaño, vedas temporales y la prohibición de pescar peces espada por debajo de una talla mínima establecida por los miembros de ICCAT.

Las tortugas, más a salvo de los anzuelos

La cumbre pesquera de París también ha servido para aumentar la protección de las tortugas marinas. En el Atlántico, los barcos tendrán que declarar el número de tortugas que capturan y llevar utensilios para liberar ejemplares atrapados en las redes o extraer los anzuelos de sus cuerpos. En los anzuelos de los palangreros españoles mueren de manera accidental unas 2.000 tortugas cada año, algunas de especies amenazadas, según un estudio publicado por la Universitat de Barcelona.

Publico

2010/11/08

El pez león invade las aguas del caribe

Primero fue en las aguas de la Guajira y Santa Marta, luego en el archipiélago caribeño de San Andrés y Providencia. En los últimos días, la plaga del peligroso pez león ha empezado ya a causar estragos también en Puerto Colombia, importante enclave pesquero y turístico en las aguas del mar Caribe, a 20 kilómetros de Barranquilla.
Se trata de una especie tan vistosa y apreciada en los acuarios de peces de arrecife como voraz, venenosa y amenazadora para los ecosistemas caribeños.
El pez león (Pterois volitans) es originario de Corea, Malasia y Australia. ¿Cómo aparece a tantos miles de millas de su entorno? La hipótesis certificada por los biólogos marinos consultados por Público es que empezó a nadar libre en aguas estadounidenses en 1992, cuando el huracán Andrew destruyó el acuario artificial de Biscane Bay en las costas de Florida (EEUU). Luego apareció en Puerto Rico, República Dominicana, Islas Vírgenes, Jamaica y, ahora, Colombia.
El escaso control de las autoridades de EEUU sobre los coleccionistas que traen ejemplares del océano Índico y los arrojan al mar cuando se cansan de ellos también ha podido influir en la actual plaga.
La invasión supone una amenaza para las especies nativas como el pargo o el mero, a cuyos ejemplares jóvenes devoran. El pez león también es letal para la ecología de los arrecifes coralinos, ya que acaba con las larvas de otros peces que son vitales para su equilibrio al alimentarse de las algas de este ecosistema, y permitiendo que no proliferen y pongan en riesgo los corales. Bahamas ha visto ya destruido el 80 % de su sistema de arrecifes, invadidos por el pez león.
El riesgo, según explican pescadores y ecologistas de la Isla de Providencia, en Colombia, se cierne ahora sobre su barrera de coral de más de 33 kilómetros, una de las más importantes del mundo.

Especie venenosa

La especie también es una amenaza para los bañistas y los pescadores de la zona. Las aletas del pez tienen forma de plumas multicolores y están revestidas de espinas venenosas. El contacto con la piel provoca dolores intensos, dificultades para respirar, inflamación, náuseas, convulsiones y hemorragias que deben ser tratadas en un hospital.
En Santa Marta, una de las zonas de mayor turismo y riqueza ecológica de Colombia, con reservas a nivel mundial como el parque Tayrona, la situación es cada vez más preocupante.
"El pez león ha proliferado mucho en relación con otras especies y, procediendo de aguas profundas y frías, se ha adaptado a lechos arenosos de dos o tres metros de profundidad, suponiendo también un riesgo para los bañistas", explica a este diario la profesora y bióloga marina Aminta Jáuregui.
"Estamos emprendiendo un estudio para detallar la biología reproductiva del animal y diseñar la mejor forma de atajar la amenaza que representa, ya que su ciclo reproductivo es muy superior al de las demás especies", concluye Jáuregui.

Publico

2010/11/03

Peces disco, un padre y una madre excepcionales

BBC Mundo

A la hora de criar a sus hijos, los peces disco -una especie nativa del Amazonas, conocida entre los científicos como Symphysodon- son unos padres excepcionales.
Se sabe que estas pequeñas y coloridas criaturas alimentan a sus críos con una mucosidad nutritiva que tienen en su piel.
Ahora, un estudio demostró que estos peces tropicales ayudan a su progenie a independizarse, alentándolos a buscar alimentos por sí mismos.
Y, cuando se trata de proteger a los más jóvenes, los peces disco se parecen bastante a los mamíferos.
Los investigadores tenían conocimiento de cómo el pez disco alimentaba a sus hijos, pero ésta es la primera vez que estudiaron en detalle la relación entre padres e hijos.

Semejanzas

Jonathan Buckley, científico de la Universidad de Plymouth, en el Reino Unido, a cargo de la investigación, descubrió que el pez disco se asemeja en ciertos comportamientos mucho más a los mamíferos, que a otras especies de peces.
"Durante las primeras semanas -cuando recién nacen sus crías- los padres se ocupan de ellos con mucha dedicación", explicó el investigador.
Tanto el padre como la madre están recubiertos de una sustancia nutritiva y los pececitos andan por el agua junto a ellos, mordisqueándolos a cada rato.
En esta etapa, los pequeños y vulnerables peces nunca están solos.
Por otra parte, el macho y la hembra comparten la responsabilidad sobre sus hijos, "pasándoselos" del uno al otro, cuando quieren tomarse una pausa de la alimentación.

Traspaso de anticuerpos

Buckley y su equipo documentaron también otras actitudes respecto a las crías que muestran grandes similitudes con la forma en que los mamíferos alimentan y educan a sus cachorros.
Después de dos semanas, le dijo el científico a la BBC, los padres comienzan a enseñar a sus hijos a ser independientes.
"En la semana tres hay un cambio, los padres se alejan constantemente de sus hijos", señaló Buckley.
Cuando estudiaron la composición del moco, los investigadores notaron que éste contiene anticuerpos (sustancias que refuerzan su sistema inmunológico).
"Esta transferencia de anticuerpos a los hijos es un componente básico del comportamiento de los mamíferos y nunca antes se había visto en peces", afirmó el investigador.
Esto muestra, según Buckley, cuánto se subestima a los peces en términos de comportamiento.

Contaminación

La investigación también puede aportar evidencia de cómo la contaminación puede afectar el hábitat del Amazonas.
Los contaminantes, en particular los que provienen de la industria minera, llegan al río, y los científicos creen que pueden ser absorbidos por el moco de los peces, que lo pasarían subsecuentemente a sus crías.
"La pesca y venta de estas especies genera una gran cantidad de ingresos para la gente que vive en esta región de Brasil", explicó Buckley.
"Por eso, es importante entender cómo estos peces pueden verse afectados por los cambios en su medio ambiente", añadió.

2010/10/11

Los peces machos prefieren a hembras de aleta grande

BBC Mundo

Los peces parecen preferir hembras con aletas pélvicas grandes y ellas han aprendido a hacer alarde de esa característica, según un estudio.
Aunque se sabe mucho de las características masculinas que influyen en la selección sexual, no se tiene tanto conocimiento de las características femeninas.
Ahora, por primera vez, biólogos descubrieron que los machos de los peces cíclidos prefieren a hembras con aletas pélvicas "generosas".
La aleta, dicen los científicos, es una característica que indica una buena condición física y una mejor pareja potencial.
Esto, dicen los investigadores en la revista Evolutionary Biology (Biología Evolutiva) ha provocado que las hembras desarrollen aletas pélvicas de tamaños desproporcionados con el resto de su cuerpo.
Los investigadores de la Universidad de Bonn, Alemania, estudiaron los efectos de la ornamentación femenina en las hembras de la especie Pelvicachromis taeniatus, un pez originario de África muy común como pez de acuario.
Tal como señala Sebastian Baldauf, quien dirigió el estudio, "las características masculinas que influyen en la selección sexual son un fenómeno bien conocido".
"Pero la expresión de la ornamentación femenina en relación con el tamaño corporal está casi totalmente inexplorado".
Según los científicos, éste es el primer estudio que investiga la alometría -la relación entre tamaño y forma corporal- de un ornamento femenino, en este caso el tamaño de la aleta pélvica de las hembras P. taeniatus.

Mejor condición física

Los científicos descubrieron que estas hembras desarrollan aletas pélvicas excesivamente grandes que difieren de las aletas de los machos tanto en forma como en color.
También son mucho más grandes que el resto de las aletas de las hembras: la dorsal, anal y pectoral.
"Durante el cortejo -dice el estudio- las hembras agitan sus aletas pélvicas color violeta, lo que sugiere que la aleta es utilizada de forma activa durante la elección de pareja".
Los científicos encontraron que "es claro que los machos prefieren a hembras con aletas pélvicas más grandes y que estas aletas crecen en forma desproporcionada a las otras aletas de la hembra".
Los científicos creen que la selección sexual en las hembras pudo haber influido en la evolución de una aleta pélvica femenina mucho más grande.
"Los machos quizás se benefician al ser tan exigentes" dicen los autores.
"Nuestros resultados muestran que el tamaño de la aleta pélvica en las hembras está positivamente relacionado a la condición física".
Una aleta pélvica grande revela una calidad individual, explican los científicos. Las hembras con mejor condición física pueden tener menor riesgo de mortalidad por enfermedad o hambre durante la reproducción y sus hijas, a su vez, serán más atractivas para los machos de la siguiente generación.
Un estudio reciente encontró que el pez molly mexicano (Poecilia sphenops) posee una extravagante estructura parecida a un bigote que hace a los machos más atractivos sexualmente para las hembras.

2010/09/17

El pez gigante que revoluciona Internet ¿Realidad o "Fake"?

Yahoo!

Un artículo del conocido periódico británico Daily Mail ha rescatado una foto que ahora mismo está dando la vuelta al mundo. La imagen muestra al pescador, Rafael Biagini, con una carpa "koi" de 30 libras (unos 13,5 kilos) en Francia, una especie muy común aunque no de ese tamaño.
A pesar de la expectación que ha despertado, este pez que encabeza las listas de búsquedas sobre peces de colores gigantes, se parece bastante a la típica y común mascota que la gran mayoría de niños tiene en su pecera. Históricamente, esta especie fue descubierta en Asia y su diferencia con el resto de las carpas radica en su color, naranja fuerte.
Después de hacerse la foto con esta carpa, el orgulloso pescador devolvió el pez, de un color naranja intensísimo, al agua. Precisamente son sus llamativas características (color y tamaño), las que han llevado a muchos a tildar la foto de montaje. Sin embargo, por el momento los expertos aseguran que existe totalmente la posibilidad de que el agua dulce esté plagada de este tipo de peces gigantes.
Ken Peterson, responsable de comunicación del Acuario de la Bahía de Monterrey, ha explicado que con un espacio que le permita al animal mantener una alimentación correcta, el tamaño puede superar al del ejemplar de la imagen.
La especie 'koi', a pesar de significar 'amor' en japonés y ser un símbolo de buena suerte, suele ser bastante resistente y algo agresiva, ya que debido a su color es una presa fácil para los depredadores.

2010/09/13

Un pez gigante que come madera es descubierto en Perú

20minutos

Expertos peruanos estudiarán el estado de conservación de una especie de pez gigante que come madera, identificada recientemente por una expedición científica extranjera en la selva de Perú, informó el jefe del Parque Nacional Alto Purús, Arsenio Calle.
"Es una especie rara que amerita estudios complementarios para determinar su estado de conservación, sus características y hábitat, lo que podría lograrse con la implementación de un monitoreo", dijo Calle a la agencia estatal Andina.
El funcionario señaló que se esperará al próximo año para realizar este estudio durante los meses de julio a septiembre, período en que se vacían los ríos debido a la ausencia de lluvias.
Este pez fue descubierto durante una expedición realizada en Alto Purús entre el 21 de julio y el 3 de agosto pasado para identificar la vida acuática en los ríos Purús y Yurús, y que fue financiada la Fundación Nacional de Ciencia (NSF, siglas en inglés) de Estados Unidos.
Se prevé publicar en diciembre próximo la descripción formal de este pez que tiene unos 70 centímetros de largo y dientes con forma de cuchara para raspar los troncos de los árboles que caen en los ríos, un patrón de dentición propio de los peces que comen madera.
Esta especie de pez era conocida con el nombre de carachama gigante por los pobladores indígenas de la zona, quienes la cazan para su alimentación.
"La carachama se alimenta de crustáceos, detritus, restos vegetales y algas que hay en el fondo de las cochas (lagos) y del río, y madera en proceso de descomposición por el agua. Tiene un hábito alimenticio superior al resto de su competencia", explicó el jefe del Parque Nacional Alto Purús.
Calle añadió que especies similares fueron encontradas anteriormente en la selva de la región de San Martín, en el nordeste peruano, por científicos del país.
Se cree que existe alrededor de una docena de especies de peces que comen madera distribuidas en las grandes cuencas hidrográficas de Sudamérica.
El Parque Nacional Alto Purús, donde habitan algunos indígenas en aislamiento voluntario y una gran variedad de las aves más grandes del planeta, se encuentra entre las regiones de Madre de Dios y Ucayali, en la selva peruana fronteriza con Brasil.

2010/07/30

Millones de peces muertos por frío en Bolivia

Fuente: Pueblo en Linea.

Una de las peores tragedias naturales provocadas por el cambio climático se reportó en los últimos días en Bolivia con la muerte de millones de peces en los ríos de la cuenca del Altiplano, la Plata y Amazonía provocados por las bajas temperaturas.

El Ministerio de Desarrollo Rural, a través de su Centro de Investigación y Desarrollo Acuícola Boliviano (CIDAB), alertó también sobre el riesgo de extinción de varias especies debido a las bajas temperaturas en algunas regiones del país, pero también a la contaminación.

La Gobernación del Beni pidió al gobierno boliviano ayuda para descontaminar a la brevedad posible las lagunas y arroyos de la región llenos de peces muertos.

Incluso, el Banco Central de Bolivia calcula una inflación para este fin de año del 4 por ciento como resultado de la sequía, heladas, y baja en la producción de alimentos.

ALTIPLANO: ANIMALES EN EXTINCION

El director de Desarrollo Acuícola Boliviano (CIDAB), Francisco Mamani, explicó a Xinhua que la fauna del Lago Titicaca y los ríos aledaños está severamente afectada por el registro de temperaturas bajo cero

El CIDAB constató que el nivel del lago Titicaca disminuyó en 25 centímetros y considerando que las especies nativas en épocas de reproducción tienen que ir a las orillas, esto influyó en la biomasa de estos recursos nativos.

"La sequía y el frío afectan al lago Titicaca, a esto se suma la sobreexplotación de los pescadores, lo que genera la escasez de peces en el Altiplano", agregó.

En el lago Titicaca se tiene el Servicio Departamental Agropecuario que ejecuta un proyecto para el repoblamiento de especies nativas como el karachi, el mauri, pejerrey y el ispi.AMAZONIA - TRAGEDIA

En los grandes ríos amazónicos bolivianos de Yapacaní, Grande, Ichilo y Piraí se estima que murieron millones de peces en la última semana por el frío. Es un desastre ecológico, según las gobernaciones de Santa Cruz y Beni.La fuerte ola de frío que afectó al país hace poco más de una semana provocó la mayor mortandad de peces desde la década de los años 70 en cuatro ríos cruceños, informó una fuente de la Gobernación.

Aunque todavía no hay informes, el responsable de Biodiversidad de la Gobernación, Francisco Aguilera, no duda que hay "millones de peces muertos".

Datos más precisos se darán a conocer en los próximos días, luego de recopilar información de pobladores aledaños que están recorriendo los ríos Grande, Ichilo, Yapacaní y Piraí.

Solo en el Río Grande, que tiene una extensión de unos 300 kilómetros, se divisan peces muertos en una franja de 30 kilómetros.

En apenas cuatro kilómetros se detectaron al menos 30 mil peces muertos, entre ellos especies de gran consumo en la capital cruceña como la boga, sábalo, surubí o pacú. "Por eso calculamos que son millones los peces muertos", agregó.En la población de Puerto Pailas, a 45 kilómetros de Santa Cruz en la ribera del Río Grande, aparecieron cientos de miles de peces muertos hace una semana.

Algunos lugareños recogían el pescado y lo vendían a un boliviano cada uno a comerciantes, que llegaron en camionetas desde la localidad tarijeña de Villamontes.

Aguilera calificó este drama como un desastre ecológico y lamentó que sea poco o nada lo que se pueda hacer, "simplemente rezar" para que las temperaturas no desciendan tanto.

Los peces viven a temperaturas promedio de 20 a 25 grados y en la semana del 12 al 17 de julio, el termómetro llegó a marcar hasta dos grados centígrados, aunque la sensación térmica es más baja.

La Gobernación del Beni pidió al Gobierno Nacional ayuda para descontaminar a la brevedad posible las lagunas y arroyos de la región llenos de miles de peces muertos a causa de las bajas temperaturas y la sequía.

El director del Sistema de Alerta Temprana del Beni, Luis Phillips, dijo que en los últimos días se registró la pérdida de aproximadamente el 50 por ciento de los peces en las lagunas superficiales del departamento, que ahora están contaminadas.

Según la autoridad departamental, no solamente las bajas temperaturas provocaron esta pérdida masiva de peces en el Beni, sino también la sequía, debido a que el nivel de agua de las lagunas ya disminuyó en algunos casos hasta en un 60 por ciento.

CUENCA DEL PLATA

En la Cuenca del Plata, que están compuestas fundamentalmente por ríos de regiones del Chaco boliviano, sucede lo mismo.

El director del CIDAB explicó que en la Cuenca de la Plata el más afectado es el pez sábalo que de un tiempo a esta parte comenzó a escasear.

"Antes se podía tener una gran producción para abastecer a La Paz y Cochabamba pero ahora no es posible y, por lo tanto, se debe acudir a la Argentina que tiene un trabajo de crianza de estos animales en cautiverio, tras la desviación que hizo del río Pilcomayo y que le devino en una producción más grande", explicó.

Según Mamani, influyó negativamente el frío y también afectó a las especies del pez Pacú y Tambaqui.Atribuyó, en este marco, parte de la responsabilidad al trabajo de la minería en el sector, la cual utiliza, a su juicio, componentes químicos como el mercurio que influyen en el tema de la biomasa de estas especies nativas.

2010/06/04

Los peces 'feos' tienen un mejor esperma

Fuente: Publico.

Hace dos años, la revista BMC Biology publicaba un estudio de la Universidad Konstanz en Alemania, que aseguraba que ciertos peces africanos "engañaban" a las hembras de su especie para eyacular en su boca, con el fin de lograr la fertilización de los huevos, que la hembra guarda celosamente.
Ahora, un nuevo estudio vuelve a sacar a la luz los secretos de la vida sexual bajo el mar. Así, científicos del Centro de Biología Evolutiva de la Universidad de Australia Occidental revela que los peces menos atractivos cuentan con una mejor calidad de esperma, ya que los ejemplares más llamativos 'invierten' en su apariencia en detrimento de su fertilidad.
Para llegar a esta conclusión, los científicos analizaron el comportamiento de los peces de la especie guppy o pez millón (Poecilia reticulata), que se caracterizan por su alta promiscuidad y reproducción, y descubrieron que los machos menos atractivos tenían un mejor esperma al contrario que los más exuberantes, según informa la BBC.
En el estudio, que se publicará en la revista Proceedings of the Royal Society B, se explica que estos peces practican la poliandria, es decir, una hembra se aparea con múltiples machos. La teoría reproductiva establece que, durante la eyaculación, los machos consumen más energía, lo que repercute en su condición física.
En el apareamiento, los peces 'guppy' machos suelen llevar a cabo comportamientos que van desde un cortejo --una especie de 'danza ritual'--, hasta un apareamiento 'furtivo' o no consensual. Al comparar las variaciones genéticas de los ejemplares con las conductas que tenían, los expertos encontraron notables diferencias.
Así, los machos que preferían llevar a cabo el apareamiento 'furtivo' eran menos llamativos y estaban menos ornamentados que los que realizaban cortejos para aparearse. Sin embargo, los ejemplares menos atractivos tenían mejor calidad de esperma.
Según el profesor Jonathan Evans, quien dirigió la investigación, este hallazgo "apoya la teoría de la competición del esperma, porque revela que existe una compensación entre la atracción sexual y el desgaste eyaculatorio". Es decir, que la ventaja reproductiva de los machos más atractivos "potencialmente podría quedar contrarrestada por la pobre ejecución de su eyaculación", añade.

2010/03/17

La panga, un pez de moda y muy polémico

 Fuente: 20minutos.

La panga es uno de los pescados más consumidos en España, y es una tendencia en aumento. Sus importaciones están creciendo en Europa a un ritmo del 60% anual desde 2004. Es un habitual en hogares, comedores infantiles y en hospitales.
Es lógico: no tiene espinas, no necesita una especial preparación, tiene pocas grasas y calorías, su  carne blanca y jugosa que combina con todo suele gustar y sobre todo es muy barato.
El  nombre científico de este pez de agua dulce es pangasius hypophthalmus y en su modalidad juvenil es un viejo conocido de los aficionados a los acuarios ornamentales.

Los ejemplares que llegan a la mesa proceden de granjas acuícolas asiáticas, principalmente vietnamitas, en las que hay más peces que agua. Que soporten tan bien la sobrepoblación unido al bajo coste de la mano de obra en Vietnam y el hecho de que lo suyo se parezca más a una granja de cría de pollos que a la pesca en alta mar  explica en parte su bajo precio y su popularidad.
Pero el éxito arrollador de la panga está levantando ampollas.
Es sector español está en armas contra este pez. La trucha ha sido una de las grandes perjudicadas. También los pescados de mar de carne blanca, como la merluza.
Los titulares en los que los armadores se quejan de competencia desleal o se sostiene que este pez no cumple los suficientes controles sanitarios son cada vez más frecuentes.
La semana pasada los armadores gallegos pedían a la Xunta que no ser sirviera panga en colegios, hospitales  y centros públicos.
La Xunta anunció a mediados de febrero que establecerá una línea de investigación sobre la seguridad del pez panga que se comercialice en Galicia y solicitará a las autoridades del Gobierno central que analicen el procedente de terceros países antes de su liberación al mercado gallego.
En julio, ante las repetidas denuncias de la Cooperativa de Armadores de Vigo y otras asociaciones del sector pesquero gallego, el periódico “El Correo Gallego” envió ocho muestras adquiridas en mercados de Vigo al laboratorio gallego Anfaco-Cecopesca. En seis se encontró la presencia del  bacilo causante de la listeriosis y en una restos de la bacteria portadora del cólera.
La Asociación Empresarial de Productores de Cultivos Marinos de España (APROMAR) sostiene entre otras cosa que este pescado "no contiene en cantidades significativas aceites Omega 3 ni otros nutrientes esenciales que sí están presentes en los pescados tradicionalmente comercializados en España, tanto de acuicultura como de captura".
Y recientemente la OCU revisó recientemente 23 muestras de panga encontrando en ellos muestras de mercurio y pesticidas. Eso sí, siempre dentro de los límites legales (los niveles más altos hayados estaban en la mitad de lo permitido: 0,5 mg/kg). Aún así su recomendación es que el consumo de este pescado debería limitarse a una vez por semana.
Aunque la OCU reconocía en su informe que que el resto de peces que vemos en el mercado no es que estén precisamente impolutos. El atún, la caballa o el pez espada suelen estar entre los pescados más contaminados por el mercurio.
En la página web de Natural Resources  Defense Council se puede consultar un listado con los pescados que tienen mayor o menor riesgo de estar contaminados con mercurio, así como cuales están en peligro de extinctión o se capturan usando métodos dañinos para el medio ambiente.
Pero lo cierto es que la panga no deja de llegar a España. En septiembre habían llegado  483.000 toneladas de panga al mercado español, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.