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2010/12/18

La mujer que no conocía el miedo

Por primera vez científicos han logrado demostrar cómo una región del cerebro, llamada amígdala, es fundamental para provocar el miedo en el ser humano.
Los investigadores de la Universidad de Iowa, Estados Unidos, describen el caso de una mujer cuya amígdala -una estructura parecida a una almendra en el cerebro- quedó destruida por causa de una enfermedad.
Los científicos observaron como la paciente -sólo identificada como SM- era incapaz de responder a estímulos de miedo ante víboras, arañas, películas de terror e incluso situaciones en las que su vida había estado en peligro.
Esto confirma, dicen los expertos en la publicación Current Biology, que la amígdala es esencial para provocar un estado de temor en el ser humano.
El avance, agregan, podría conducir a mejores tratamientos para el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otros trastornos de ansiedad.

Proceso de emociones

Desde hace unos 50 años los estudios han demostrado que la amígdala -ubicada en la profundidad del lóbulo temporal- es la encargada del procesamiento de las reacciones emocionales, incluido el miedo.
Pero hasta ahora esos estudios sólo habían sido llevados a cabo con animales, desde ratas hasta monos.
Ahora, por primera vez, se logró confirmar en un ser humano.
"La naturaleza del miedo está basada en la supervivencia y la amígdala nos ayuda a mantenernos vivos al evitar situaciones, personas u objetos que puedan poner nuestra vida en peligro", explica el doctor Justin Feinstein, quien dirigió el estudio.
"Debido a que SM no tiene la amígdala, también carece de la capacidad para detectar y evitar el peligro en el mundo. Es realmente extraordinario que todavía esté viva", agrega el científico.
Los investigadores llevaron a cabo estudios durante varios años con la paciente. Confirmaron que era incapaz de reconocer el temor en expresiones faciales, pero hasta antes de este trabajo no se sabía si era capaz de experimentar por sí misma esta emoción.

Respuestas

Para comprobarlo, el doctor Feinstein y su equipo observaron y registraron las respuestas de la mujer al exponerla a víboras y arañas (dos de los animales más comúnmente temidos). También la evaluaron mirando películas de terror y durante una visita a una "casa embrujada".
Se midió cómo la paciente experimentaba el miedo con una serie de cuestionarios estándar que analizan diversos aspectos del temor y que van desde el miedo a la muerte hasta el temor a hablar en público.
Además, durante un período de tres meses se sometió a SM a un "diario de emociones" computarizado, en el cual debía calificar al azar su nivel de miedo en distintos momentos del día.
En todos los escenarios -dicen los autores- la paciente no logró experimentar temor.
"Y al hablar de sus experiencias pasadas, describió cómo había enfrentado numerosos eventos traumáticos que habían amenazado su misma existencia y, sin embargo, tal como informó, no le habían provocado miedo", agregan los expertos.
Según el doctor Feinsten, estos resultados sugieren que la amígdala humana es un área fundamental del cerebro para provocar un estado de miedo.
"Aunque la paciente es capaz de experimentar otras emociones, como felicidad y tristeza, es incapaz de sentir temor".
"Esto sugiere que el cerebro está organizado de tal forma que una región específica -la amígdala- se especializa en el procesamiento de una emoción específica: el miedo".

Apagar la amígdala

Los científicos creen que este hallazgo podría conducir a nuevos tratamientos o mecanismos que logren "apagar" la amígdala de forma segura y no invasiva para pacientes que sufren trastornos como el de estrés postraumático.
Estas terapias podrían ayudar, por ejemplo, a veteranos de guerra que sufren de TEPT y cuyas vidas se ven controladas por un miedo constantemente presente en su vida.
A diferencia de estos individuos, afirma el doctor Feinstein, la paciente de este estudio "es inmune a esos estados de miedo y no muestra síntomas de estrés postraumático".
"Es imposible que los horrores de la vida penetren en su núcleo emocional. En esencia, los eventos traumáticos no dejan una huella emocional en su cerebro".
El científico agrega que "con el entendimiento de la forma como el cerebro procesa el miedo en casos como el de SM, algún día quizás podremos crear tratamientos dirigidos de forma selectiva a las áreas del cerebro que permiten que el miedo gobierne nuestras vidas".

BBC Mundo

2010/11/12

Entendiendo los circuitos del miedo

Puede que se sienta primero en el estómago o en las rodillas, o que adquiera la forma de una corriente de sangre helada capaz de hacer que a uno "se le ericen los pelos".
Desde hace tiempo, sin embargo, los científicos saben que esa poderosa sensación que llamamos miedo es regulada por una pequeña región del cerebro que tiene forma de almendra está situada en el lóbulo temporal: la amígdala.
Y ahora, dos nuevos estudios que analizaron más de cerca los circuitos neuronales involucrados en el proceso, pudieron determinar que son dos grupos de neuronas diferentes las que se activan en la amígdala para regular la adquisición del miedo y nuestra repuesta.
Los hallazgos, que serán publicados en dos artículos diferentes en la revista Nature, corrieron por cuenta de investigadores del Instituto de Investigación Biomédica Friedrich Miescher en Basilea (Suiza) y el Instituto de Tecnología de California en Pasadena (Estados Unidos).
Y se espera que faciliten el desarrollo de mejores tratamientos para enfermedades psiquiátricas como el estrés post-traumático y diferentes tipos de fobias.

Como un "subibaja"

Utilizando ratones, el equipo de investigadores suizo, liderado por Andreas Lüthi, comparó la actividad eléctrica registrada en el cerebro con las respuestas al miedo.
Y encontraron que mientras que el acto de asustarse activaba las neuronas de la subdivisión lateral de la amígdala, las respuestas al miedo parecían involucrar a la subdivisión medial.
Los investigadores estadounidenses dirigidos por David Anderson, por su parte, siguieron un camino menos tradicional y aplicaron métodos de genética molecular.
Y así pudieron permitió identificar un microcircuito inhibitorio dentro de la subdivisión lateral que ayuda a controlar el nivel de parálisis que se produce en respuesta al miedo.
Los dos equipos luego combinaron sus métodos y encontraron que las neuronas identificadas por los electrodos de Luthi eran las mismas etiquetadas por los marcadores genéticos de Anderson.
Esto parece indicar que los dos grupos de neuronas actúan como un balancín ("subibaja") que presiona alternativamente dos extremos de una manguera de jardín: la presión en un extremo contiene los impulsos de miedo, y cuando esta presión se traslada al otro extremo la sensación se libera.
Eventualmente, explicaron los científicos, el mejor conocimiento de este "circuito del miedo" podría permitir tratar los desórdenes psicóticos con medicamentos diseñados para actuar únicamente sobre un grupo específico de neuronas o células, lo que reduciría la posibilidad de efectos secundarios.

BBC Mundo

2008/01/19

¿Por qué dan miedo los payasos?

Fuente: BBC Mundo.

Las salas de hospital decoradas con imágenes de payasos asustan a los niños, sugiere un estudio llevado a cabo en la Universidad de Sheffield, Inglaterra.
Cualquiera que haya leído la novela de Stephen King "Eso" seguramente no elegiría estos motivos para decorar una sala infantil en un centro médico.
¿Pero por qué estas caras sonrientes y pintadas de vivos colores se han convertido en "el terror" de los niños?
Uno puede llegar a sospechar que la culpa es de la cultura popular. En "Eso", una película de TV estrenada en 1990, el protagonista era ni más ni menos que un payaso diabólico, asesino de niños.
A "Eso" le siguieron una serie de filmes que dieron lugar a todo un género conocido como "payaso asesino" o "payaso diabólico".
Sonrisa estática
Ramsey Campbell, escritor británico de novelas de terror, señala que el tema recurrente del clown que inspira miedo se remonta a la época de las películas mudas.

"Es el miedo a la máscara, el hecho de que no cambia y siempre aparece con una sonrisa", afirma Campbell, quien ha investigado el tema para su historia "El otro lado" y "La sonrisa de la oscuridad".
Varios años atrás, el profesor Pal Salkovskis, director del Centro para problemas de Ansiedad y Traumas del Hospital Maudsley, en Londres, vio a un paciente que entre otros trastornos le tenía miedo a los payasos.
Para Salkovskis, el temor que sienten los niños tiene menos que ver con el payaso en sí que con la aprehensión que causa algo tan extraño como un payaso.

"Por lo general la gente le tiene a miedo a cosas que están mal de alguna manera, mal de una forma perturbadora y poco familiar".
Y añade: "No se trata de una reacción a los payasos. Uno es sensible a cosas extraordinarias y particularmente sensible si uno es niño".
Por eso no resulta difícil entender por qué un niño en un hospital, lejos de casa, en un entorno poco familiar y preocupado por su salud o el tratamiento se sienta más nervioso de lo habitual.
"El estar lejos de casa vuelve a los niños más susceptibles a los miedos", concluye Salkovskis.

2007/08/20

Medidor 'online' del miedo de los inversores

Fuente: Barrapunto.


Acabo de leer un artículo de Walter Scherk en el suplemento Dinero de La Vanguardia de hoy titulado "Midiendo el miedo". Menciona la existencia de un índice que mide el miedo de los inversores norteamericanos. Se trata del VIX (Volatility Index) y parece que estos días está siendo consultado diariamente por muchos analistas, ya que puede ser un indicador del estado de la crisis bancaria norteamericana, que está influyendo en las bolsas de todo el mundo. He visitado el sitio web del VIX para conocer la metodología utilizada para elaborar este índice. La fórmula se encuentra en la página tres de este documento y tiene en cuenta las expectativas de volatilidad del mercado en los siguientes 30 días, basándose en el precio medio que tiene que pagar un inversor para asegurar que, aunque la bolsa caiga, sus acciones podrán venderse por un precio determinado. El precio de estos seguros se obtiene en tiempo real a partir del índice S&P 500. A pesar de que el VIX esté midiendo la volatilidad del mercado desde 1993, lo cierto es que en la actualidad es considerado como el mejor indicador del investor fear gauge y, según los analistas, tiene una relación directa con el comportamiento de las bolsas.