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2011/12/02

Más 'grandes huracanes' que la media de 150 años

El pasado 30 de noviembre finalizó oficialmente la temporada de huracanes en el océano Atlántico y en el Pacífico este, con resultados dispares. En el Pacífico Oriental el balance a primera vista es el de una temporada poco activa, con sólo 11 tormentas tropicales desde el 1 de junio, cuando la media histórica es de 15. La peculiaridad está en que diez de ellas han alcanzado categoría de huracán, según la escala de Saffir-Simpson. Es la mayor proporción jamás observada en aquella zona del planeta. Además, de los diez huracanes, seis de ellos han superado la categoría 3 (gran huracán), doblando la media de los últimos 150 años.
Kenneth ha sido el último ciclón en gestarse sobre las aguas del océano, al aparecer durante la semana pasada frente a las costas occidentales de México. A pesar de su tardía formación, ha conseguido alcanzar hasta categoría 4 (vientos superiores a los 230 km/h), desplazándose por las aguas interiores del Pacífico sin tocar tierra.

Comportamiento inusual

La elevada intensidad de los ciclones tropicales de este año en el Pacífico oriental llama todavía más la atención al coincidir con el fenómeno de La Niña, un comportamiento inusual. El enfriamiento de las aguas tropicales del Pacífico no permite la formación de ciclones muy activos, y así lo demuestran las observaciones de las últimas décadas. De los años en que ha aparecido La Niña, sólo en 1985 se registraron más huracanes.
En el Atlántico, la temporada ha sido intensa, puesto que se han formado 19 tormentas tropicales, de las cuales siete llegaron a categoría de huracán, incluyendo tres grandes huracanes. Consecuentemente se puede catalogar a esta temporada como muy activa, puesto que se ha superado la media de 11 tormentas tropicales resultante de las observaciones continuadas desde 1851, algo que ha ocurrido todos los años desde 1995. En cambio, la diferencia respecto a la media no es tan notable este año en el número de huracanes, puesto que la media de los últimos 160 años es de seis.
En Estados Unidos, el protagonismo absoluto ha sido para el huracán Irene, que en el mes de agosto recorrió la costa oriental del país, pasando por la ciudad de Nueva York y alcanzando Canadá a finales de mes. Hacía tres años que ningún huracán tocaba la costa del país. De hecho, desde 2005 ningún gran huracán (categoría 3, 4 o 5) alcanza EEUU, después de que Wilma lo hiciera en 2005. Irene ha roto para los estadounidenses una "amnesia de huracanes", según Jack Hayes, director del Servicio Meteorológico de la Agencia Atmosférica y Oceánica (NOAA). Para el científico, "este año nos ha recordado que los ciclones pueden tocar cualquier parte de nuestra costa y que todas las regiones deben estar preparadas para afrontar cada temporada".
Las previsiones antes de empezar la temporada se hacen cada vez más necesarias, más cuando su efectividad es cada vez mayor. A principios de mayo, la NOAA pronosticó la formación de 12 a 18 tormentas tropicales, seis a diez huracanes y tres a seis grandes huracanes para la cuenca del Atlántico. Para el Pacífico este, la NOAA pronosticó de nueve a 15 tormentas tropicales, cinco a ocho huracanes y uno a tres grandes huracanes.

2011/04/11

La temporada de huracanes 2011 será muy activa

¿Está usted planificando las vacaciones de verano? ¿Quiere viajar a Cuba, República Dominicana, México o la costa este de EEUU? Saber si un huracán va a llegar a estas zonas evitaría grandes disgustos a millones de turistas, puesto que la temporada en el Atlántico se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre, abarcando por completo julio y agosto. El número e intensidad de los huracanes registra su punto más alto durante la segunda quincena de agosto y la primera de septiembre.
Las previsiones meteorológicas todavía no son capaces de determinar por dónde y cuándo van a pasar los huracanes con tanta antelación, pero sí establecen un pronóstico general de la temporada. Uno de los científicos más escuchados es William Gray, el gurú de los huracanes de la Universidad de Colorado, quien desde 1984 anuncia el comportamiento de los ciclones tropicales, basándose en la observación continua de estos fenómenos de la naturaleza durante los últimos 30 años.

Las previsiones publicadas por Gray y su discípulo Phil Klotzbach el pasado 6 de abril, establecen que esta temporada será "considerablemente más activa que la media de los últimos 50 años", al formarse 16 tormentas tropicales, de las cuales nueve llegarán a categoría de huracán y cinco a gran huracán. Por otro lado, la probabilidad de que un gran huracán (categoría 3, 4 o 5) alcance la costa de EEUU es del 72%, mientras que queda definida para el Caribe en un 61%.

Rutas insospechadas

De esta forma, las cifras de este año quedarían muy por encima de la media del periodo 1950-2000, cuando se ha observado una media de diez tormentas tropicales, seis huracanes y dos grandes huracanes. Gray también utiliza en sus previsiones el índice ACE (siglas en inglés de Energía Acumulada por los Ciclones), que especifica la cantidad de días en los que se registrarán vientos fuertes. Con este sistema se mide más acertadamente el poder destructivo de todos los ciclones tropicales de una temporada. Para este año 2010, el índice ACE será de 160 días, cuando la media de los últimos 50 años no sobrepasa las 69 jornadas.

Es imposible saber qué rutas van a seguir los huracanes y la intensidad que va a tener cada uno de ellos, pero sí es posible consultar qué probabilidad de impacto existe en función de la zona en la que nos encontremos. William Gray ha puesto a disposición de todos los internautas la página web http://www.e-transit.org/hurricane, con datos de probabilidad para 205 condados de EEUU, desde Texas hasta Maine, así como para 32 países o islas del Caribe y de Centroamérica.
Según Phil Klotzbach, "las temperaturas anormalmente altas del agua del Atlántico tropical y las neutras del Pacífico contribuirán a la elevada actividad de esta temporada". Una de las claves es el fenómeno de La Niña, el enfriamiento de las aguas superficiales del océano Pacífico tropical que se ha producido hasta la entrada de la primavera. Aunque se ha debilitado mucho durante los últimos meses y está a punto de entrar en unas condiciones neutras, todavía es capaz de alterar el clima de una gran parte del planeta y aumentar la intensidad y la frecuencia de los huracanes sobre el Atlántico.

Balance de 2010

La presencia de La Niña provoca un mayor número de huracanes en el Atlántico, mientras que el fenómeno opuesto, El Niño, reduce su número, tal y como demuestran las cifras recogidas durante el último siglo. Además, el número de huracanes en la cuenca del Atlán-tico depende de la Oscilación Multidecadal del Atlántico (AMO, en inglés), periodos de pocas décadas en los que se repiten temporadas muy activas con periodos de cifras mucho más escasas. Desde 1995 a 2008 se observó un periodo positivo de la AMO, mostrando un número notablemente mayor de huracanes respecto al periodo 1970-1994. Indudablemente, también es un factor intensificador la temperatura del agua del mar en las latitudes tropicales del Atlántico, así como los vientos dominantes de las capas medias de la atmósfera. Todos estos factores determinan la intensidad de la temporada de huracanes, aunque los factores más determinantes son la presencia de La Niña y una AMO positiva.
El próximo 1 de junio, William Gray publicará una previsión actualizada, e incluso una revisión más el 3 de agosto. A partir de esa fecha, permitirá consultar pronósticos a dos semanas vista de los posibles huracanes que se formen y su trayectoria futura en el Atlántico.
El balance final de la temporada de huracanes en 2010 a nivel mundial ha arrojado datos históricos, puesto que nunca se habían formado tan pocos fenómenos de este tipo. Sumando los datos de la cuenca del Atlántico, el Pacífico, India y el hemisferio sur, se han contabilizado 67 tormentas tropicales, la cifra más baja desde 1970, cuando se inició la observación a través de los satélites. La media de los últimos 40 años especifica que acostumbran a computar 92 tormentas tropicales.

Aún así, una actividad por debajo de lo normal no ha sido la constante en todas las cuencas oceánicas del mundo. Destaca el Atlántico, donde la temporada pasada fue la tercera más activa desde 1851, después de 2005 y 1933. En 2010 se formaron en esta zona 19 tormentas tropicales, 12 huracanes y cinco grandes huracanes. Sorprendentemente, se han producido muy pocos daños y tan sólo una tormenta tropical, Bonnie, ha impactado con la costa de EEUU. Normalmente, el 33% de los ciclones tropicales llega a la costa de aquel país.
En el caso de la cuenca del Pacífico, la temporada ha sido calmada, puesto que desde la década de los sesenta no se producía tan poca actividad. Únicamente ha habido una excepción: el supertifón Megi, el octavo ciclón tropical más intenso de la historia. Se llegó a registrar una presión atmosférica de sólo 885 milibares (mb) el 18 de octubre de 2010, creando vientos superiores a los 300 km/h y provocando 69 muertos en Taiwán y Filipinas, así como daños materiales por valor de 700 millones de dólares.
Ningún ciclón tropical llegó a Japón el pasado año 2010, algo que no ocurría desde 1998. Para los nipones ha sido casi una trágica ironía rematar un año de bonanza meteorológica con la devastación del reciente terremoto y tsunami.
Los científicos creen que detrás de la poca actividad en el Pacífico está también el fenómeno de La Niña. Por un lado, porque envía aguas más frías a la superficie del océano y, por otro, porque desplaza la zona de formación de los ciclones hacia el Noroeste, cerca de la costa de China. Consecuentemente, los ciclones permanecen un menor tiempo sobre el océano porque encuentran tierra con mayor facilidad. Esto implica que no pueden recorrer grandes distancias ni permanecer mucho tiempo sobre el mar, reduciéndose la posibilidad de intensificarse.

Igor' y Tomas', fuera de la lista

El Comité de Huracanes de La Organización Meteorológica Mundial (OMM) decidió el mes pasado retirar dos nombres de la lista que se utilizó en 2010 para nombrar los ciclones tropicales, debido a la cantidad de muertos y daños materiales que provocaron.
Por un lado, el primer nombre eliminado fue el de Igor, un huracán que en septiembre alcanzó las costas de Newfound-land, en Canadá, con categoría 4. Los vientos superiores a los 250 km/h provocaron tres víctimas mortales, convirtiendo a Igor en el huracán más dañino en aquel país en 75 años, con un coste económico de 200 millones de dólares.
El segundo nombre eliminado de la lista ha sido el de Tomas, un huracán de categoría 2 que se desplazó por el mar Caribe a principios del mes de noviembre. Fue especialmente trágico en la pequeña isla de Santa Lucía, donde dejó 14 fallecidos y daños materiales por un coste de 500 millones de dólares. Además, las lluvias asociadas a Tomas provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra en Haití que dejaron un grave balance final de 35 muertos.
Para mantener la misma letra inicial, los nombres de Igor y Tomas serán sustituidos por Ian y Tobias, respectivamente, en una lista que se volverá a utilizar en 2016. La OMM utiliza seis listas predeterminadas de nombres ordenados alfabéticamente, que alternan apelativos masculinos y femeninos. Este año 2011, la primera tormenta tropical que se forme en el Atlántico adquirirá el nombre de Arlene, seguida de Bred y Cindy.

Huracán, tifón o ciclón, depende de dónde

Un ciclón tropical es, sencillamente, un ciclón (un centro de bajas presiones, lo contrario de un anticiclón) que tiene su origen en latitudes tropicales. En función de la velocidad que alcancen los vientos en su interior, adquiere nombres determinados, tal y como establece la escala de Saffir-Simpson. Si el viento no supera los 63 km/h, se trata de una depresión tropical. Si sobrepasa esa velocidad se convierte en una tormenta tropical y, si registra vientos superiores a los 118 km/h, se transforma en un huracán. El mismo fenómeno meteorológico se denomina tifón en el este del continente asiático o simplemente ciclón en el océano Índico.

Publico

2010/12/30

Universidad mexicana desarrolla técnica para pronóstico de huracanes

Una técnica en imágenes tridimensionales, desarrollada por el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, permitirá pronosticar los huracanes categoría cinco.

  Según Víctor Manuel Velasco, investigador de la institución, mediante esos mapas se localizaron cuatro zonas geográficas en aguas profundas del Atlántico, donde son más favorables las condiciones para la formación de tormentas tropicales que tras su desarrollo derivan en fuertes huracanes.

Al respecto precisó que esos fenómenos naturales se generan fundamentalmente cerca de Miami, en la costa del Golfo de México; el Caribe; frente a las costas de Yucatán, en Quintana Roo; y un poco más hacia el sur, frente a Nicaragua.

El estudio permitió demostrar que estos procesos meteorológicos no son aleatorios, como se pensaba, sino que tienen cierta periodicidad, acotó el especialista en investigaciones aeroespaciales.

"Hemos empezado a utilizarlas (imágenes tridimensionales) y la sorpresa es que encontramos un desarrollo sobre la trayectoria de esos fenómenos (huracanes), sus condiciones y zonas favorables; además, hemos hecho pronósticos que tienen dos años de cumplirse", expresó Velasco.

El catedrático aclaró que las predicciones elaboradas a través de esta tecnología pueden tener un margen de error de un año, por lo que la próxima temporada de huracanes categoría cinco podría empezar en 2013 y concluir en 2017, según los análisis realizados desde los años 60.

Agregó que estos vaticinios van en contra de cualquier otra evaluación, pero lo más importante es que se toman en cuenta las posiciones climáticas y la zona geográfica, en tanto el desarrollo de los huracanes se realiza a través de un modelo físico y no matemático como ocurría hasta ahora.

De acuerdo a los pronósticos, el periodo 2013-2017 debe ser el último de este siglo donde ocurran huracanes categoría cinco de continuar disminuyendo la temperatura, pues esta es una de las condiciones climáticas que favorece el desarrollo de dichos fenómenos naturales, concluyó Velasco.

Prensa Latina

2010/09/08

Las ciudades atraen a los huracanes

BBC Mundo

Cuando los huracanes golpean las zonas costeras densamente pobladas, los efectos suelen ser devastadores. Sin embargo, de acuerdo a un nuevo estudio, las ciudades no son meras víctimas pasivas del efecto de los huracanes, sino que también son las encargadas de atraer hacia sí mismas estos fenómenos naturales.
Según los científicos de la Universidad de Hong Kong que llevaron a cabo la investigación, la textura del paisaje influye sobre la trayectoria de los huracanes: las áreas rugosas, que abarcan desde ciudades con edificios altos hasta bosques o terrenos montañosos, ejercen una marcada atracción sobre las tormentas tropicales.
"Esto se debe a que cuando los vientos que vienen del océano -cargados de humedad- se topan con un terreno áspero, generan una mayor fricción", le dijo a BBC Mundo Johnny Chan, líder del equipo de investigadores.
El aire que se amontona en la región rugosa comienza a ascender -porque no tiene otro lugar a donde ir- y se mueve hacia una zona de baja presión, en el centro de la tormenta, donde continúa subiendo.
"Este aire con mucha humedad se enfría, se condensa y forma nubes. Cuando el vapor de agua se transforma en líquido, libera calor y los ciclones tienden a moverse hacia las áreas donde hay más liberación de calor, porque el calor fuerza al aire a girar más rápido", añadió Chan.

Simulación

Para llegar a esta conclusión, el equipo de Hong Kong utilizó un modelo para simular el paso de un huracán por diferentes superficies.
"La simulación es algo así como una caja. En un lado la superficie del fondo es muy rugosa y en el otro la superficie es lisa. La parte áspera representa la tierra y la lisa el océano", explicó el investigador.
Los científicos subdividieron la esquina rugosa en dos, con una parte más áspera -que representa edificios más altos- que la otra.
En una de las simulaciones, los científicos incluyeron una zona costera con edificios en el norte y una región más plana en el sur. Allí, introdujeron un huracán que se aproximó a la costa desde el este, como ocurren en el caso de las tormentas tropicales que azotan las costas de Florida, en EE.UU.
El huracán se movió hacia el norte. Cuando los científicos intercambiaron las zonas (colocando los edificios en el sur), el huracán se aproximó hacia el sur.
Esta desviación alcanzó un máximo de 30 km. "Pero la desviación depende de la magnitud de la tormenta. Si introduces en el modelo una tormenta más fuerte, la desviación será mayor", señaló Chan.

Precisión

En opinión del investigador, el estudio aporta información valiosa a la hora de hacer predicciones respecto a los huracanes.
"En las predicciones reales es crucial contar con una buena representación de la superficie del terreno. La clave está en mantener esta información al día, sobre todo porque los paisajes costeros cambian constantemente, dado que a la gente le gusta construir edificios con vista al mar", dijo Chan.
"Si utilizas información de hace diez años, las predicciones no serán precisas", concluyó el investigador.

2010/07/26

Descubren ley universal de los huracanes

Fuente: BBC Mundo.

Un equipo de científicos del Centro de Investigación Matemática y de la Universidad Autónoma de Barcelona, en España, descubrió una ley que explica la relación matemática entre el número de huracanes y la energía que liberan.
Según los investigadores, independientemente de la época del año y de la región del planeta, la relación entre la cantidad de huracanes y el rango energético es la misma, aunque el número varíe si se trata por ejemplo del Océano Atlántico o el Océano Pacífico.
"Si contamos cuántos huracanes hay de cada rango de energía, obtenemos una ley muy sencilla", le explicó a BBC Mundo Álvaro Corral, uno de los principales investigadores que llevó a cabo el estudio.
"En el oeste del Pacífico, por ejemplo, entre 1986 y 2007, ha habido unos 80 ciclones tropicales entre energía uno y dos, otros 80 entre energías dos y cuatro, otros 80 entre ocho y 16 y así sucesivamente hasta llegar a entre 64 y 168", señaló el científico.
Pero la ley tiene un punto de corte: cuando el rango de energía ya es más alto, la ley deja de funcionar y el número de huracanes decrece rápidamente hasta llegar a cero.
Si bien hasta el momento se sabía que las probabilidades de que se produzca un ciclón devastador son menores que de que tengan lugar ciclones menos intensos, los científicos no habían logrado establecer una relación numérica precisa.
Los investigadores formularon la ley después de analizar los datos de los ciclones tropicales ocurridos en diversas regiones del planeta entre 1945 y 2007.

Influencia del cambio climático

El estudio les permitió a los investigadores llegar también a otras conclusiones sobre la dinámica de los huracanes.
La más importante de todas es que, dada la cantidad y complejidad de los factores que intervienen en su desarrollo (como la temperatura superficial del océano, los vientos, las corrientes marinas, la humedad y la rotación de la Tierra, entre otros), resulta imposible predecir su intensidad -mas no su trayectoria-.
"No es que no se pueda predecir su intensidad por un problema técnico o porque hagan falta más datos o mejores modelos. Nuestra investigación sugiere que, quizás, los huracanes son intrínsecamente impredecibles", le dijo Corral a BBC Mundo.
Y en este sentido, Corral cree el estudio puede ayudar a orientar los esfuerzos de los investigadores.
Por otra parte, el descubrimiento del equipo de Barcelona añade nuevos argumentos al debate -altamente controvertido- en torno a la influencia del calentamiento global sobre los huracanes.
El aumento de la temperatura en la superficie de las aguas oceánicas afecta la proporción de ciclones grandes. Sin embargo, a pesar del incremento en la actividad ciclónica en el Atlántico Norte entre 1995 y 2005, si tomamos cada huracán de forma individual, se ve que no han liberado mayor energía cuando se los comparan con otros períodos activos antes de 1970.
"La ley deja de ser válida para los rangos de energía muy altos. Y este valor máximo, depende de la temperatura del mar", dijo Corral.
"Entonces, si los océanos se vuelven más cálidos, habrá huracanes de energías más elevadas", concluyó el investigador.

2010/07/12

Descubren una relación matemática entre el número de huracanes y su carga energética

Fuente: Yahoo!

Investigadores del Centro de Investigación Matemática y de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) han descubierto que existe una relación matemática entre el número de huracanes y la energía que liberan, independientemente de la época y la zona del planeta.
La investigación, publicada en la edición 'on line' de 'Nature Physics', sugiere que nunca será factible hacer predicciones fiables sobre la intensidad de los huracanes, aunque sí de su trayectoria.
No es nuevo que la probabilidad de que se produzca un gran huracán devastador es menor a que se produzca uno más modesto. No obstante, la relación exacta entre el número de huracanes y la energía que liberan no se conocía hasta ahora.
Por ello, la investigación ha analizado los datos correspondientes a ciclones tropicales --el nombre genérico de los huracanes-- que han tenido lugar en las distintas zonas del planeta entre 1945 y 2007.
Los científicos han descubierto que esta relación corresponde a una ley de potencias, una fórmula matemática precisa que los ciclones obedecen de forma sorprendente, independientemente del lugar del planeta y la época analizada.
A partir de este descubrimiento fundamental, los investigadores han llegado a conclusiones más generales sobre el comportamiento de los huracanes, como el hecho de que su dinámica puede corresponder a un proceso crítico que hace imposible predecir su intensidad.
Esta es una de las cuestiones tradicionalmente perseguidas para establecer sistemas de alerta y de prevención en las zonas afectadas.
El trabajo también señala un efecto del calentamiento global sobre el comportamiento de los ciclones tropicales, y admite una relación entre el "incremento reciente" de la actividad en el Atlántico Norte desde los años 90, en comparación con las series de los 70.
No obstante, señala que la distribución a partir de los 90 es comparable a la de los 50, por lo que el incremento no es explicable "únicamente" por el cambio climático.
El número de huracanes es inversamente proporcional a la energía liberada, excepto para los valores más elevados de la energía, donde esta relación se interrumpe bruscamente.
Los investigadores han observado cómo el punto de corte donde la ley de potencias no representa el comportamiento de los huracanes está influenciado por factores como la temperatura media de la superficie del mar y la concurrencia del fenómeno El Niño.
El trabajo lo han realizado el investigador del Centro de Investigación Matemática --consorcio de la Generalitat de Cataluña y el Institut d'Estudis Catalans-- Álvaro Corral y el estudiante del Grado de Física de la UAB Albert Ossó, el profesor del Departamento de Física de la misma universidad Josep Enric Llebot.

2009/07/13

Bill Gates idea un sistema para detener huracanes

Fuente: El Mundo.

La capacidad de invención de Bill Gates no tiene límites. No es raro que el magnate de Microsoft patente inventos extraños relacionados con el electromagnetismo o mecanismos para mantener frías las bebidas. Parece que Gates está rebosante de ideas, a juzgar por la cantidad de patentes que ha solicitado en los últimos años. Pero su último invento es faraónico: un sistema para detener huracanes como el 'Katrina'.

Según informa TechFlash, el blog de tecnología de Puget Sound Business Journal , un diario de Seattle (EEUU), en la patente están implicados otros 'cerebros' de Microsoft. El sistema consistiría en enfriar las aguas superficiales de la zona marina en la que se generan los violentos huracanes. ¿Cómo? Sólo Bill Gates podría hacerlo: contratando una flota de cientos de buques que se situarían en la ruta del huracán para revolver el agua mediante un sistema de tubos con el fin de mezclar las aguas frías profundas con las aguas cálidas superficiales, enfriando estas últimas.

Uno de los requisitos para que se formen los huracanes es que la superficie del mar sobre la que pasan sea cálida. A mayor temperatura, especialmente en un contexto de calentamiento climático, los científicos prevén que los huracanes serán cada vez más intensos y frecuentes. Enfriar el clima o las aguas superficiales del mar es una solución teórica propuesta ya con anterioridad que sin embargo se enfrenta, como muchas otras ideas de geoingeniería -intervención humana para alterar sistemas naturales mediante la tecnología-, a problemas de inviabilidad económica y consecuencias peligrosamente imprevisibles.

El citado sistema de tubos constituye una de las cinco patentes recién hechas públicas. Pero tamaña tarea no sería financiada por uno de los hombres más ricos del mundo: los inventores también ha pergeñado un sistema de financiación de los buques mediante los seguros contra huracanes, además de apoyo público.

Se cree que éstas y otras ideas nacen de las reuniones que periódicamente celebra Intellectual Ventures, una empresa de patentes e inventos dirigida por Nathan MyHrvold, ex jefe de tecnología de Microsoft, y a la que está vinculado también Bill Gates.

2009/06/26

Quiere Cuba producir plátano resistente a huracanes

Fuente: Milenio.

Cuba producirá plátano resistente a los vientos huracanados y aplicará una nueva metodología para incrementar la cosecha de arroz en toda la geografía del país, informaron hoy expertos de Biotecnología de las Plantas.
Los especialistas del Instituto de Biotecnología de las Plantas (IBP), de la provincia de Villa Clara, confirmaron que la nueva técnica empezará con la producción de semillas de plátano de bajo porte, más resistentes a los vientos huracanados.
Pedro Orellana, investigador del centro adscrito a la Universidad Central de Las Villas, explicó que se trabaja en la obtención de plantas 'in vitro' de las variedades Cavendish Enano y Burro Enano, de alturas inferiores a dos metros y menos expuestas a los eventos meteorológicos.
“El proceso se realiza mediante la tecnología de embriogénesis somática, la cual permite la reproducción de las células que luego se convierten en embriones y además revoluciona la propagación en volumen, rapidez y calidad genética”, aseguró.
La primera cosecha de este producto, según Carlos Blanco, director de la entidad agrícola, comenzará en julio próximo y la introducción de este nuevo clon tendrá un impacto, pues disminuye las pérdidas por ciclones y permite mantener la estabilidad en el abastecimiento.
Por otra parte, la Estación Experimental del Arroz de Los Palacios, en la provincia de Pinar del Río, en coordinación con el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas y del Instituto de Investigaciones del Arroz, aplicará una nueva metodología para incrementar la producción del grano.
El especialista de la Estación Experimental, Rodolfo Castro, dijo que la técnica que se aplicará en los campos de Pinar del Río ya se ha probado en otras naciones.
“Consiste en cultivar el rebrote del arroz para obtener una nueva cosecha, con un ahorro considerable de recursos. El cultivo del rebrote arrojó resultados alentadores en pequeñas parcelas donde se ha aplicado hasta el momento”, puntualizó.
El doctor Ricardo Polón, uno de los especialistas que encabeza el proyecto, dijo a los medios de comunicación que en las pruebas realizadas con variedades de ciclo medio se han obtenido entre un 80 y un 90 por ciento de rendimiento en relación con la primera cosecha.
Mientras que con una de ciclo corto se logró más del 100 por ciento, agregó.
En la actualidad están en la etapa experimental en 97 hectáreas del Complejo Agroindustrial (CAI) Los Palacios, donde sigue el estudio a fin de lograr el máximo provecho, teniendo en cuenta las variedades, las condiciones del clima y nuestros suelos, añadió Rodolfo Castro.