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2011/11/18

Las personas felices están inmersas en un "ciclo de positivismo", dice un estudio

El cerebro de las personas felices está sintonizado para detectar y disfrutar los aspectos positivos de la vida que otros pasan por alto, según una investigación que puede explicar por qué algunas personas parecen ver siempre el vaso medio lleno.

Los psicólogos Will Cunningham y Kirkland Tabitha, de la Universidad Estatal de Ohio, descubrieron el efecto durante la exploración de los cerebros de 38 voluntarios mientras miraban una serie de imágenes que evocaban sentimientos positivos, negativos y neutros.
Los escáneres cerebrales de los voluntarios que puntuaron alto en una prueba estándar para la felicidad mostraron que la actividad en ciertas regiones reforzaba su predisposición a la felicidad y creaba un "ciclo de positivismo", según dijeron los científicos.
La actitud positiva ante la vida no era un reflejo de ingenuidad o ignorancia de las amenazas del mundo y los peligros, dijeron, sino una mejor respuesta a los acontecimientos positivos y las oportunidades que los rodea.
Los investigadores se centraron en la parte del cerebro llamada amígdala, una región con forma de almendra utilizada en el procesamiento rápido de información sobre el mundo que nos rodea y las reacciones emocionales ante el mismo.
Los resultados fueron publicados en reunión anual de la Sociedad de Neurociencia en Washington DC, Estados Unidos.

2010/11/15

Las mentes que divagan son más infelices

"Disfruta el momento". Este consejo, propio de cualquier libro de autoayuda, podría no estar desencaminado a tenor de una investigación publicada en la última edición de la revista Science. Con el inequívoco título Una mente que divaga es una mente infeliz, dos profesores de Psicología de la Universidad de Harvard (EEUU) demuestran dos cosas que pueden no sorprender: la primera, que el ser humano se pasa casi la mitad del tiempo pensando en cosas distintas a las que están haciendo, y que es más infeliz cuando su mente está fuera de la realidad que cuando está centrada en la actividad correspondiente.
Los autores utilizaron la tecnología para llegar a estas conclusiones y desarrollaron una aplicación específica para el iPhone que utilizaron para crear una gran base de datos de informes a tiempo real de los sentimientos, pensamientos y acciones de un amplio grupo de personas (2.250) en diferentes momentos del día.
Los adultos eran asignados aleatoriamente a responder una pregunta relativa a su felicidad que podían puntuar de 0 a 100, a la actividad que estaban llevando a cabo en ese momento de entre mas de 22 opciones y, por último, sobre su estado de divagación mental, que se medía con la respuesta a la pregunta: "¿Está usted pensando en algo distinto a lo que está haciendo actualmente?". Para medir este último parámetro, se ofrecían cuatro respuestas: "no"; "sí, algo placentero"; "sí, algo neutral" o "sí, algo desagradable".
El análisis reveló tres datos: en primer lugar, la divagación es algo frecuente, presente en el 46,9% de las muestras, con independencia de la actividad. Este dato tenía una excepción: cuando se hace el amor, la mente suele estar mucho más centrada y la divagación no es nada frecuente. El segundo dato es que la gente era menos feliz cuando estaba divagando que cuando estaba pensando en lo que hacía. La infelicidad, por supuesto, era mayor si sus pensamientos eran neutrales o desagradables, pero incluso siendo positivos, siempre era mejor pensar en lo que se hacía en el momento.
Por último, los autores desvelan que lo que uno está pensando influye más en su estatus de felicidad que lo que está haciendo.

Publico

2010/08/14

"La felicidad no está en el ordenador"

El Pais

Es un filósofo de la web y un revolucionario, aunque le pese admitirlo. Un hombre que en los últimos 10 años ha estado inmerso en el ciber espacio en busca de respuestas y que intentó encontrarlas con un invento que revolucionó la forma de hacer información online. Tiene la marca Wiki y no pretende deshacerse de ella.
Su nombre es Larry Sanger y es co fundador de Wikipedia, aunque su ex socio Jimmy Wales, se empeñe en negarlo. Pasa más de 10 horas al día conectado a Internet y afirma, con certeza, que "la felicidad no está en el ordenador". Pero a la vez, es cómplice y testigo de una revolución sin precedentes, en la que a futuro, todas las respuestas podrían estar al alcance de un sólo click.
"La felicidad no está en el ordenador, pero la vida se mueve cada vez más de manera online, por lo que algunos encuentran la felicidad allí. No hay nada especial o mágico en los ordenadores ni en la web", explica el también creador de Citizendum, una rama de Wikipedia, la enciclopedia virtual que el próximo año cumplirá 10 años.
"Por culpa de la web tenemos la disminución de los niveles de atención y la mala educación de nuestros hijos, además del impacto de Internet en toda la industria. Sin embargo, creo que a largo plazo, la humanidad superará los desafíos post-Internet y encontrará la felicidad en una forma conjunta tanto online como offline", dice Sanger, el filósofo, que hace ocho años dejó su propio invento por diferencias con Wales.
Es el personaje secundario. El que tuvo la idea de Wikipedia y el que le puso nombre, pero que un año después desapareció del proyecto. La fama pertenece a Jimmy Wales, el otro co-fundador que meses antes de crear la enciclopedia online era su jefe en Nupedia, el antecesor de la enciclopedia virtual.
Wales y Sanger se conocieron "online" cuando ambos eran estudiantes de posgrado y organizaban debates filosóficos por Internet. Wales era un defensor a ultranza de Ayn Rand, la filosa rusa que promueve el egoísmo racional, el capitalismo salvaje y el individualismo ante todo. Un objetivista, con el que Sanger simpatizaba aunque se consideraba así mismo más "crítico" y "escéptico", además de estar obsesionado con René Descartes.
Se vieron en persona una vez a mediados de los 90 y unos años después, Wales le ofreció trabajo en su empresa Bomis, donde sería editor en jefe de Nupedia. El proyecto era lento y no avanzaba, así que Sanger tuvo la idea de crear una Wiki, un sitio web cuyas páginas pueden ser editadas por voluntarios múltiples y que haría más dinámica la creación de artículos. De allí el concepto Wikipedia. Sanger le puso el nombre, escribió casi todas las políticas de la enciclopedia y manejó a lo comunidad durante el primer año. Después rompió relación con Walles y este se jactó de ser el único creador.
"Jimmy Wales y yo nunca fuimos realmente amigos. Nunca pasamos tiempo juntos fuera del trabajo. Ahora sólo recuerdo el sentimiento de absoluta traición que sentí cuando comenzó a reclamar el crédito exclusivo de Wikipedia, incluso fingiendo haber hecho gran parte del trabajo que yo había hecho para configurar el proyecto", señala Sanger, quien tuvo que regresar a su casa en Bellevue y trabajar desde allí, mientras Wales hacía una fortuna con la fundación Wikipedia y formaba el imperio online de las wikis.
"Ya estoy feliz, lo tengo casi superado, tomando en cuenta que la verdad ha salido a relucir". Incluso la propia Wikipedia lo reconoce como el autor del invento que sigue siendo una referencia en los buscadores online.
Hace 10 años que esto sucedió y desde entonces la enciclopedia virtual, ya sin Sanger, no para de crecer. Su virtud, según él, fue a dar "un gran significado político, económico y social a las multitudes anónimas online que estaban al acecho de información".
Pero el balance no es todo positivo. "Ciertamente nos ha ahorrado un montón de tiempo de investigación, pero por otro lado, ya hay niños que crecen con la idea de que Wikipedia es la última fuente de información, en gran medida insensible a cuestiones cruciales de sesgo, los matices, e incluso la precisión de base".
Lo dice un realista, creyente del sentido común, según Thomas Reid, que lloró con el final de "Que Bello es Vivir". Su preocupación por el futuro de Wikipedia es su crecimiento salvaje y falta de rigor de los contenidos online, que ya están teniendo un impacto en la sociedad.
"El objetivo de Wikipedia actualmente es la calidad. Pero no creo que tengan la madurez, el juicio y la estructura gubernamental necesaria para tener alta calidad", precisa.
El tamaño de Wikipedia es inmenso. Se acerca una anarquía. El consenso es prácticamente imposible, afirma Sanger. "Lo que los wikipedistas llaman consenso no es más que el resultado de una lucha de poder, ganado por aquellos que tienen la mayor influencia entre la multitud. Podemos predecir que los resultados de esta lucha seguirán siendo con demasiada frecuencia injuriosos y dañinos".
Wikipedia necesita un gobierno. Los problemas políticos y sociales llegan a la red. La enciclopedia ha caído en un torbellino, que incluso obligó a Jimmy Wales a renunciar como administrador el año pasado y mientras más crece, más incontrolable es. Para su creador, se trata de un gran invento que hay que pulir.
Si un pequeño trozo de felicidad se puede encontrar online, allí también hay decenas de rencores, conflictos, desorganización y venganzas. Larry Sanger podría ser considerado como un detractor de lo que el mismo construyó.
Para él la felicidad no puede estar aún en una máquina. Las relaciones personales son la respuesta y por eso, su mayor afición hoy en día es educar a su hijo en casa. Todos los días lee para él, le da clases de matemáticas e historia y le hace la comida. Después toca el violín y pasa la mayor parte del día en casa. No puede elegir un escritor favorito. Le encantan las enchiladas y el resto de comida mexicana, así como ver la televisión de vez en cuando. Un día, dice, este tipo de cosas se combinarán con la red para hacernos felices. Todavía no ha llegado el momento.

2009/07/22

El dinero no da la felicidad

Fuente: El Correo Digital.

La próxima vez que tenga que explicarle a alguien un caso práctico de que «el dinero no compra la felicidad» puede echar mano de cómo ha tratado la vida a Jack Whittaker y su familia. Este estadounidense de 62 años ganó 315 millones de dólares (unos 226 millones de euros actuales) en la lotería el día de Navidad de 2002. Sin ningún parecido con nuestro Gordo, la Powerball es uno de los sorteos multiestatales más importantes de Estados Unidos que por casualidad había caído en esa fecha tras semanas de acumular millones. Nadie hasta entonces había ganado un premio tan alto, de ahí que la imagen de un sonriente Whittaker sosteniendo un cheque gigante se instalara en el imaginario colectivo de EE UU como uno de esos grandes momentos del sueño americano.

Es verdad que Whittaker no era un anónimo asalariado que sufría para llegar a fin de mes, sino un exitoso empresario de la construcción que había amasado una fortuna calculada en unos 13 millones de euros, pero su vida empezó a complicarse la mañana que adquirió el boleto ganador en un supermercado donde se había parado a comprar un sandwich. Acostumbrado a manejar millones, sus primeras decisiones fueron las del hombre generoso dispuesto a compartir su suerte con los demás. En total repartió un 10% del premio entre varias iglesias y organizaciones de caridad. También donó 11 millones de euros para crear su propia fundación, dedicada a dar comida y alimentos a las familias pobres en su West Virginia natal, uno de los estados más deprimidos de EE UU. Ni siquiera se olvidó de la empleada que le vendió el boleto de la suerte, a quien compró una casa, un todoterreno y dio una 'propina' de 40.000 euros en efectivo.

Sin embargo, la presión que le creaba manejar tanta riqueza empezó a agrietar de algún modo su personalidad y los problemas se sucedieron uno tras otro. La Policía lo detuvo por conducir borracho tres semanas después de ganar el premio. Más tarde, unos ladrones irrumpieron en su coche mientras estaba aparcado en un club de 'striptease' y se llevaron más de medio millón de euros en billetes. En otro robo parecido le desaparecieron otros 200.000 euros. Sus tropiezos con la ley se sucedían uno tras otro. Un día era denunciado por amenazar de muerte a alguien y otro una mujer lo acusaba de manosearla durante una carrera de perros.

Y entre tantos rifi rafes, un día de septiembre de 2003, la tragedia le golpeó de lleno. Jesse Tribble, el novio de su nieta Brandi, apareció muerto en la vivienda del rico ganador por sobredosis de drogas. Luego, en una carrera de destrucción que parecía no tener fin, la chica, de 17 años, murió también de una sobredosis. Tras este duro golpe, en 2004, la mujer de Whittaker le pidió el divorcio. El pasado 5 de julio, su hija Ginger, madre de Brandi, maltratada por el alcohol y la cocaína, murió sola en su domicilio a la edad de 42 años. Demasiado dinero puede ser un problema.