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2010/09/22

Demencia: "la peor crisis de salud del siglo"

BBC Mundo

Un informe sobre el impacto global de la demencia calcula los costes asociados con la enfermedad alcanzarán este año los US$600.000 millones y asegura que se trata de la peor crisis de salud del siglo.
El Informe Mundial sobre el Alzheimer, divulgado por el Instituto Karolinska de Suecia y el King's Collegede Londres, estima que la enfermedad cuesta ya más de un 1% de la riqueza mundial.
Si la inversión en tratar a los enfermos de Alzheimer y otros tipos de demencia fuera vista como un país, sería la décimo octava economía del mundo, entre Turquía e Indonesia.
La cifra también supera las ganancias de compañías como la cadena de supermercados Wal-Mart o la petrolera Exxon Mobil.
El documento, divulgado con ocasión del Día Mundial del Alzheimer -el más conocido de entre todos los tipos de demencia- calcula además que esa carga económica continuará creciendo en la medida en que los afectados por la demencia se triplicarán de aquí a 2050.
El principal problema está en el hecho de que la población mundial es cada vez más longeva.
De hecho, alrededor del 70% de los gastos relacionados con la demencia se dan en los países más desarrollados, los del oeste de Europa y Norteamérica, donde la esperanza de vida es mayor.
Sin embargo, el documento advierte además del riesgo de que los gastos se disparen en regiones donde la población envejece, como son China, la India y América Latina.

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"Inversión sustancial"

Se espera que el número de personas con demencia sea el doble del actual en 2030 y el triple para 2050. Los expertos afirman, sin embargo, que el gasto crecerá incluso más rápido, especialmente en el mundo en desarrollo.
Esto se explica por el surgimiento de sistemas de salud pública en los países emergentes.

El informe pide a la Organización Mundial de la Salud que declare la demencia una prioridad mundial.
Martin Prince, del Instituto de Psiquiatría del Reino Unido, uno de los coautores del documento, también le pidió a las naciones en desarrollo mejor planificación en el cuidado de los enfermos.
"Los gobiernos deben mostrar más liderazgo en los trabajos que conduzcan a un tratamiento de la enfermedad a largo plazo", dijo.
Por su parte, Marc Wortmann, responsable de la Organización Internacional del Alzheimer, afirmó que "la escala de la crisis exige una acción global".
"La historia muestra que las grandes enfermedades pueden ser manejables, e incluso se pueden prevenir, con suficiente concienciación. Los políticos deberán hacer inversiones sustanciales en investigación y tratamiento", dijo.

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2010/07/28

La educación "protege de la demencia"

Fuente: BBC Mundo.

La gente que pasa más tiempo adquiriendo una educación parece estar más protegida de los efectos de la demencia en el cerebro, revela un estudio.
Un equipo de científicos del Reino Unido y Finlandia descubrió que los signos de la demencia en el cerebro aparecen tanto en personas con más educación como aquéllas con menos educación.
Sin embargo, las primeras tienen menos probabilidades de mostrar los síntomas de la enfermedad durante su vida.
Durante la década pasado, los estudios sobre demencia han demostrado de forma consistente que entre más tiempo pase una persona educándose, menor el riesgo de demencia.
Pero hasta ahora las investigaciones no habían podido mostrar si la educación -que está vinculada a un nivel socioeconómico más alto y a estilos de vida más sanos- podría proteger al cerebro de la enfermedad.
En esta investigación los científicos examinaron en autopsias los cerebros de 872 personas que habían participado en tres grandes estudios sobre envejecimiento.
Antes de su muerte habían contestado cuestionarios sobre su nivel educativo.
Los investigadores encontraron que las personas con mejor educación estaban mejor capacitadas para compensar los efectos del trastorno.
También descubrieron que por cada año que el individuo pasó educándose, había 11% menos riesgo de desarrollar la enfermedad.

Mejor preparados

La doctora Hannah Keage de la Universidad de Cambridge, una de las autoras del estudio, afirma que "estudios previos habían demostrado que no existe un vínculo directo entre el diagnóstico de demencia durante la vida y los cambios que se ven en el cerebro al morir".
"Una persona puede mostrar mucha patología en su cerebro mientras que otra muestra muy poca, y sin embargo ambos pueden tener demencia".
"Nuestro estudio demuestra que la educación en las primeras etapas de la vida parece preparar a la gente para enfrentar mejor los cambios en el cerebro antes de que empiecen a mostrar los síntomas de demencia", dice la investigadora.
Por su parte, Ruth Sutherland, presidenta ejecutiva de la organización Alzheimer's Society afirma que "éste es el estudio más grande que confirma que estudiar puede ayudarnos a combatir los síntomas de demencia más tarde en la vida".
"Lo que no sabemos es por qué más años de educación son buenos para la persona".
"Quizás se debe que ciertas personas que estudian durante más tiempo tienen cerebros más grandes que pueden adaptarse mejor a los cambios asociados a la demencia".
"Otra razón podría ser que la gente educada encuentra formas de manejar o esconder sus síntomas".
La experta agrega que "ahora necesitamos más investigaciones para encontrar porqué la educación puede hacer al cerebro 'resistente a la demencia'. Hasta que lo sepamos el mensaje parecería ser: permanezca estudiando".
Los detalles del estudio aparecen publicados en la revista Brain.

2010/07/07

La depresión duplica el riesgo de demencia

Fuente: BBC Mundo.

Las personas que sufren depresión podrían tener el doble de riesgo de desarrollar demencia más tarde en la vida, afirman científicos.
Los expertos saben que ambas enfermedades a menudo coexisten, pero hasta ahora no había estado claro si en realidad una lleva a la otra.
Ahora dos estudios publicados en la revista Neurology sugieren que la depresión hace que la demencia sea más probable es un individuo. Pero los científicos no saben por qué.
La investigación subraya que este hallazgo sólo revela un vínculo y no una causa directa.
Los investigadores dicen que se necesitan más estudios para confirmar por qué ambos trastornos están vinculados.
Se cree que los compuestos químicos del cerebro y los factores de estilo de vida, como la dieta y las relaciones sociales, pueden jugar un papel.
La doctora Jane Saczynski de la Universidad de Massachusetts, quien dirigió el primero de los dos estudios, afirma que "aunque no está claro si la depresión causa demencia, hay varias formas por las que la depresión puede tener un impacto en el riesgo de demencia".
"La inflamación del tejido cerebral que ocurre cuando una persona está deprimida podría contribuir a la demencia. Ciertas proteínas que se encuentran en el cerebro que aumentan con la depresión también podrían incrementar el riesgo de desarrollar demencia", dice la investigadora.
Este estudio, que siguió a 949 ancianos durante 17 años, mostró que a menduo la demencia surge después de una crisis de depresión.
Al final del estudio, 164 de los participantes habían desarrollado demencia.
Específicamente, un 22% de los que tenían depresión desarrollaron demencia, comparado con un 17% de los que no sufrieron depresión.

Factor de riesgo

El segundo estudio, mientras tanto, siguió a 1.239 personas y analizó el vínculo entre el número de veces que una persona había experimentado depresión y su riesgo de demencia.
El estudio mostró que cuantas más veces una persona había sufrido depresión, mayor su riesgo de demencia.
Aquéllos que habían tenido dos o más episodios de depresión mostraron casi el doble de riesgo de demencia.
Según Rebecca Wood, presidenta ejecutiva del Fondo de Investigación de Alzheimer del Reino Unido, afirma que "la similitud en los síntomas de la demencia y la depresión puede significar que ambas se confunden en el momento del diagnóstico, pero no sabemos porqué están biológicamente vinculadas".
"Estos estudios sugieren que puede haber conexiones profundas entre la demencia y la depresión, así que es necesario ampliar la investigación para obtener más información".
Por su parte, el profesor Clive Ballard, de la británica Sociedad del Alzheime, está de acuerdo en que es necesario llevar a cabo más estudios para establecer por qué existe este vínculo entre ambas enfermedades.
"Es bien sabido que la depresión es común en las primeras etapas de la demencia. Lo que estos estudios demuestran es que la depresión en una edad joven es probablemente un factor de riesgo significativo de demencia", expresa el experto.

2009/07/10

El lenguaje predice el riesgo de demencia

Fuente: BBC Mundo.

La gente que tiene una capacidad superior de lenguaje durante la juventud podría tener menos probabilidades de desarrollar Alzheimer más tarde en la vida, afirma una investigación.

El equipo de científicos de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, estudió los cerebros de 38 monjas católicas después de morir.

Descubrieron que aquéllas que habían tenido buenas capacidades de lenguaje durante su juventud tuvieron menos probabilidades de sufrir problemas de memoria, incluso si sus cerebros mostraban los signos característicos del daño que causa la demencia.

Los detalles del estudio aparecen publicados en Neurology (Neurología), la revista de la Academia Estadounidense de Neurología.

A pesar del daño cerebral

"Una característica misteriosa de la enfermedad de Alzheimer es la forma como ésta afecta a la gente de forma diferente" afirma el doctor Juan Troncoso, quien dirigió el estudio.

"Una persona que muestra placas y nudos fibrilares severos -los signos típicos de la enfermedad de Alzheimer en su cerebro- podría no mostrar los síntomas que afectan su memoria.

"Pero otra persona con esas mismas placas y nudos en la misma zona de su cerebro podría terminar con un caso confirmado de enfermedad de Alzheimer.

"Nosotros analizamos cómo las capacidades de lenguaje pueden afectar la aparición de esos síntomas", explica el investigador.

En efecto, estudios en el pasado llevadas a cabo con cerebros de personas que han muerto con Alzheimer, han vinculado a la enfermedad con el depósito de placas de proteína, llamadas placas amiloideas y estructuras de fibras nerviosas entrelazadas en el cerebro.

Pero hasta ahora los científicos no sabían porqué estos signos de daños producían síntomas de demencia en unas personas pero no en otras.

El doctor Troncoso y su equipo enfocaron su estudio en monjas que formaban parte de un estudio clínico continuo.

Dividieron a las 38 mujeres en las que tenían problemas de memoria y signos de daños causados por demencia en el cerebro, y en las que no tenían dificultades de memoria aunque tuvieran signos de daños por demencia en el cerebro.

Los científicos también analizaron los ensayos que 14 de las mujeres habían escrito cuando entraron al convento a fines de su adolescencia o principios de sus 20 años y estudiaron la complejidad del lenguaje y gramática en éstos.

El análisis mostró que la capacidad de lenguaje era 20% más alta en las mujeres sin problemas de memoria que en aquellas con signos de dificultades en la memoria.

Los resultados en gramática no mostraron ninguna diferencia entre los dos grupos.

"A pesar del pequeño número de participantes en esta parte del estudio, los resultados son fascinantes" afirma el doctor Troncoso.

"Nuestro hallazgo muestra que una prueba de capacidad intelectual a principios de los 20 años de la persona podría predecir la probabilidad de permanecer cognitivamente normal cinco o seis décadas más tarde, incluso con la presencia de una gran cantidad de patología de la enfermedad de Alzheimer" dice el científico.

Crecimiento de neuronas

El estudio también descubrió que las neuronas eran más grandes en las mujeres que conservaron una memoria normal, a pesar de mostrar signos de la enfermedad en sus cerebros.

Según los científicos esto revela que el crecimiento de las neuronas podría ser la primera respuesta del organismo ante la aparición de la demencia, y esto podría ayudar a prevenir los problemas de memoria.

"Quizás las capacidades mentales a los 20 años son un indicio de un cerebro que estará mejor preparado para enfrentar las enfermedades más tarde en la vida" dice el doctor Troncoso.

Otros expertos afirman que el estudio es importante, pero será necesario llevar a cabo más estudios para confirmarlo.

Porque hasta ahora se ha demostrado que la demencia afecta a la gente de todas las profesiones y condiciones sociales.

"La demencia no es una parte natural del envejecimiento" dice la doctora Susanne Sorenses, de la organización Alzheimer Society.

"Es interesante que las monjas en este estudio con mejores capacidades de lenguaje en su juventud evitaron los problemas de memoria más tarde en su vida.

"Sin embargo, la investigación fue llevada a cabo en un grupo muy pequeño y selecto y sería difícil decir a estas alturas que las capacidades del lenguaje relamente pueden predecir la demencia", expresa la experta.

2009/03/04

Una 'casa inteligente' para personas con demencia

Fuente: La Vanguardia.

Voces que advierten de forma automática de que no es hora de levantarse todavía, cocinas de gas que se apagan al detectar humo o grifos que cortan el agua solos al comprobar que no hay nadie utilizándolos son algunos de los equipamientos diseñados específicamente para personas que sufren demencia.

Con el objetivo de crear una especie de "casa inteligente", investigadores de la Universidad de Bath (Inglaterra), en colaboración con el Consejo de Investigaciones en Ciencias Físicas e Ingeniería del Reino Unido, presentaron hoy algunos de sus avances en la feria 'Pioneros '09', que tiene lugar estos días en Londres.

Estas primeras novedades ya han sido implantadas en dos hogares ingleses en los que viven personas que padecen algún tipo de demencia. Quienes sufren esta enfermedad -afecta sobre todo a personas de avanzada edad- se caracterizan por sufrir una fuerte tendencia hacia el olvido y el despiste, lo que hace disminuir su autoestima y en ocasiones les hace caer también en situaciones peligrosas para la salud.

Uno de los efectos más habituales es perder la noción de la noche y el día, para lo que este grupo de investigadores ha ideado una cama en la que hay instalados varios sensores que activan la luz cuando el individuo se levanta en medio de la noche.

En ese momento, una voz también informa de forma automática de que todavía no es hora de levantarse. Otro de los mecanismos proyectados para equipar esta "casa inteligente" es un grifo que detecta cuándo hay movimiento, por lo que el agua deja de salir aunque al enfermo se le olvide cerrarlo.

En opinión de sus creadores, este mecanismo es especialmente útil porque cuando el inquilino vuelve al baño no se encuentra con el grifo abierto, un detalle que transmitía inquietud a la persona con demencia y contribuía a minar su autoestima.

Además, también presentaron una cocina con gas que se apaga automáticamente al detectar humo, como medida de seguridad. Al dejar de funcionar, un letrero situado en la cocina se ilumina avisando de que está apagada, al mismo tiempo que se envía un mensaje al móvil del paciente para advertirle por si se encuentra en otra habitación.

El coste de la instalación de estos equipos supera los 15.000 euros, aunque según sus creadores el precio podría bajar una vez que se comercialicen, ya que por el momento "es sólo un prototipo". La feria 'Pioneros '09' también ha servido para presentar otras novedades tecnológicas en el campo de la salud, como unos sensores que se colocan en muñeca, codo y pecho para monitorizar los movimientos de pacientes que han sufrido algún tipo de derrame.

De esta forma se les puede ayudar a realizar sus ejercicios de rehabilitación en casa con la única ayuda de un ordenador y de un software que está desarrollando la compañía Philips. Otro de los aparatos presentados hoy es un móvil especial para enfermos en las primeras fases de Alzheimer, que transmite al paciente una serie de mensajes que le recuerdan lo que debe hacer durante el día y le ayudan a no depender tanto de otros familiares.