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2012/02/24

Los caballos menguan con aumentos de temperatura

Los animales tienden a perder tamaño en la medida en la que habitan regiones más cálidas. Este postulado, propuesto por el biólogo Carl Bergmann en 1847, serviría tan sólo para aquellos grupos que, como mamíferos y aves, autorregulan su calor corporal. Desde ahora, se puede incluir a los caballos entre los animales que le dan la razón a esta regla de Bergmann, según un estudio que publica el último número de Science.
Los investigadores de la Universidad de Florida analizaron el tamaño de las dentaduras fósiles de ejemplares de caballo encontradas en el estado de Wyoming, pertenecientes a un rango de épocas amplísimo y abarcando importantes periodos de oscilación climática. Al cruzar los datos, llegaron a la conclusión de que a mayor temperatura, menor tamaño del équido. Tanto es así, que hace 55 millones de años, cuando el planeta vivió un severo aumento de la temperatura de la superficie, la dimensión media de los caballos se redujo un 30%. En aquella época, la temperatura media global anual solía estar por encima de los 20 ºC, cuando en la actualidad es de unos 14º de media anual. Al finalizar ese periodo cálido (llamado máximo térmico del Paleoceno-Eoceno), los caballos crecieron un 75%.

2011/06/03

Argentina: el polo se abre al uso de caballos clonados

 El mundo del polo en Argentina se encuentra sumergido en un acalorado debate por la futura incorporación de caballos clonados en las competiciones.
La llegada de la tecnología a esta modalidad deportiva empezó cuando uno de sus principales referentes, Adolfo Cambiaso, considerado el Maradona del polo argentino, inició relaciones con un laboratorio estadounidense para preservar la genética de varios de sus ejemplares mediante la clonación.

"En el sector hay toda una conversación de qué va a ocurrir con los clones. Hay un debate interno grande", dijo a BBC Mundo Guillermo Buchanan, el presidente de la comisión de veterinarios de la Asociación Argentina de Criadores de Caballos.
"Nosotros estimulamos todos los métodos de reproducción artificial y mejoramiento genético. Pero en este caso se trata de la copia de un animal, y ahora estamos viendo cómo reglamentarlo", agregó.
No sólo Cambiaso está incursionando en esta posibilidad, sino que se supo de varios otros jugadores que habrían adquirido caballos clonados recién nacidos. Se estima que cada uno tiene un valor de venta que supera los US$100.000.
"A los jugadores les atrae la idea de perpetuar la genética de una yegua o un caballo excelente, o recuperar la genética de un caballo castrado", señaló Buchanan.

Dilemas

En diferentes países del mundo, como Estados Unidos o Corea del Sur, ya existe un clic mercado de clonación de animales, específicamente mascotas.
Pero en el mundo equino hay una diferencia. La genética es fundamental para determinar el valor del animal, sobre todo los llamados pura sangre.
"Aún no hay garantías de que puedan ser identificados como tales. Los caballos tienen una ficha genética personalizada y esto es algo que no se ha conseguido aclarar con la clonación", indicó el veterinario.
Esto significa que aún no se sabe si el descendiente de un caballo clonado tendría los datos genéticos del ADN original de donde surgió la copia, o si tendría los del clon. Y esto es crucial para su categorización.
"Además. hay que ver si esto se convierte en un mercado muy numeroso en el que los criadores de caballos pueden salir perjudicados", aseveró Buchanan.
No obstante, los veterinarios y criadores descartan que un equino clonado otorgue una ventaja deportiva al jugador.

Desempeño

En Argentina, ya hay un laboratorio que logró clonar con éxito el primer caballo.
El ejemplar se llama BS Ñandubay Bicentenario, y fue creado el año pasado en el laboratorio Bio Sidus, por científicos del Laboratorio de Biotecnología Animal de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
"Partiendo de ejemplares de buen desempeño pero sin capacidad reproductiva (debido a castración u otros motivos), esta tecnología permitirá obtener clones equinos con igual genética y, en consecuencia, las mismas características destacadas del ejemplar de élite "donante", pero ahora sí con capacidad reproductiva. Esta tecnología de clonación es de particular importancia para caballos de salto, polo o endurance", le dijo en un comunicado el laboratorio a BBC Mundo.
Para algunos jugadores, sin embargo, la preservación genética de algunos ejemplares, no garantiza un desempeño óptimo en la cancha.
"Sabemos que la genética la tienen, pero no serán criados de la misma manera que los animales originales y eso influye en cómo rinden", dijo a BBC Mundo Raúl Laplacette, jugador y presidente del club de polo La Araucaria.
"Aunque de ninguna manera estoy en contra de este avance, porque creo que hay que ir progresando ", agregó.

"La genética tiene que ver en un 30% del desempeño del caballo, después influyen muchas cosas, como el ambiente en que se crían, el amanse, la alimentación y el adiestramiento ", explica por su parte, Buchanan.
En Estados Unidos ya habría ejemplares clonados participando en competiciones de polo con regularidad.
En Argentina, esta llamada "revolución" está apenas empezando.
"Aunque ya hay clones de yeguas buenas, faltan algunos años para que crezcan, se domen y entrenen y puedan participar en competencias", señaló Laplacette.
"Apenas los caballos clonados tienen uno o dos años y es a los cinco o seis cuando se les considera listos para el deporte", apuntó.
Tiempo suficiente para que el sector discuta el tema y tenga listo un reglamento "sin prisa, pero sin pausa", dice Buchanan.
El primer tema a definir en esta normativa sería si es obligatorio o no identificar el caballo clonado que participe en una competencia.

BBC Mundo

2011/05/04

Carne de caballo, el negocio tabú que florece en Argentina

Los argentinos son famosos por ser uno de los pueblos más carnívoros del mundo. Además de vacas, en los últimos años ha crecido el consumo de otros animales, como el pollo, el cerdo y el cordero. Pero la afición de los argentinos por la carne tiene sus límites.
La mayoría rechaza el consumo de algunos animales que se comen popularmente en otras partes del mundo. A nadie se le ocurriría, por ejemplo, pedir perro o gato en una "parrilla" argentina, como sí podría consumirse en algunos restaurantes asiáticos.

Los argentinos tampoco comen ranas o caracoles, considerados manjares en algunas partes de Europa. Y a muchos repugnaría la idea de comer carne de caballo, otro alimento codiciado en algunas ciudades europeas.
Lo paradójico de este último caso es que si bien el consumo de carne equina es considerado un tabú en muchas partes del país, lo cierto es que Argentina es uno de los principales productores mundiales del producto.
Por muchos años, el país ha liderado la exportación mundial de esta carne.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de Argentina (Senasa) informó a BBC Mundo que en 2010 el país exportó 23.880 toneladas de carne equina, generando más de US$75 millones.

¿Adónde va la carne?

La carne de caballo argentina se vende principalmente a Rusia, Holanda, Francia, Italia, Japón, Bélgica y Alemania.

El mercado ruso es, por lejos, el más grande: absorbe más de la mitad de la producción argentina.
Los aficionados a este tipo de carne aseguran que es más saludable, ya que tiene menos colesterol que la carne vacuna, posee un alto contenido de hierro y está libre de aftosa.
Se estima que en 2009, se comercializaron 145.000 toneladas de carne equina en todo el mundo.

Ver: Caballos de carrera sacrificados por la crisis

De la prohibición al negocio

En Argentina, la producción de carne de caballo comenzó a tomar vuelo a partir de 1995, año en el que se promulgó una ley que reguló la actividad.
Antes de eso, la faena de caballos para consumo doméstico estuvo prohibida por muchos años.
Y es que en el país, famoso por su tradición de campo, el caballo es considerado un noble compañero del hombre y no una fuente de alimento.
No obstante, el comercio en torno a este animal es histórico: ya en el siglo XIX se exportaban las cerdas de su cola a África y su cuero a Europa. La grasa de los caballos era utilizada para elaborar velas y jabones.
A partir del siglo XX se empezó a usar la carne de caballo para fabricar embutidos y conservas.
Y hoy el negocio continúa: en 2010 fueron sacrificados más de 150.000 equinos en Argentina para satisfacer la demanda desde el exterior, según datos aportados a BBC Mundo por la Dirección Nacional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Senasa.
De acuerdo con ese organismo, el país cuenta con 1.900.000 caballos registrados.

Un negocio marginal

Pero a pesar de ser un líder mundial en la exportación de carne de caballo, lo cierto es que para Argentina, este negocio representa una fracción mínima de su comercio exterior.
"Si bien los US$75 millones que generó la venta de carne de caballo en 2010 fueron una cifra importante, es un monto pequeño al lado de los US$1047 millones que aportó la carne vacuna, y los US$17.284 millones que ingresaron por la soja", dijo a BBC Mundo el economista Mauricio Claverí, de la consultora Abeceb.com.
No obstante, el experto resaltó el hecho de que un negocio que es marginal en Argentina representa cerca del 7% de las ventas de carne vacuna, un producto que dio fama al país en todo el mundo.

BBC Mundo

2009/11/06

El caballo es muy parecido al hombre

Fuente: Publico.

Un grupo internacional de científicos ha descifrado el genoma del caballo doméstico, que tiene una increíble similitud con el del hombre, reveló un informe publicado hoy por la revista Science. Según los científicos, el estudio abre la puerta al conocimiento de una importante rama de los mamíferos y proporciona el punto de partida para hacer un mapa de los genes asociados a las enfermedades en los equinos.

Y de ese estudio, los seres humanos podrían ser los grandes beneficiarios, aseguran los científicos. "Los caballos y los seres humanos sufren enfermedades similares por lo que al identificar a los responsables genéticos en los equinos se puede profundizar el conocimiento del mal en ambos organismos", señaló Kerstin Lindblad-Toh, directora de biología de vertebrados en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

"La secuencia del genoma equino es un recurso crucial para conseguir ese objetivo", indicó la científica, que encabezó el proyecto Genoma del Caballo y contó con la cooperación de investigadores de otros países. Según los científicos, el hombre y el caballo comparten gran parte de un mismo ADN, y los equinos padecen más de 90 enfermedades hereditarias similares a las de los humanos.

Para generar una secuencia genómica de alta calidad, los investigadores analizaron el ADN de una yegua pura sangre llamada Twilight (Crepúsculo). El ADN fue decodificado mediante una tecnología convencional que reveló que el genoma tiene alrededor de 2.700 millones de nucleótidos y que sus estructuras cromosómicas han registrado pocos cambios en su evolución.

Además de la secuencia de la yegua, los científicos también examinaron el ADN de otras razas equinas como el caballo andaluz, el hannoveriano y el de tiro belga entre otros, y pudieron comprobar la existencia de más de un millón de diferencias genéticas entre ellas.