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2016/12/24

Google se convierte en un mayordomo virtual casi humano: comienza la batalla de la inteligencia artificial

Durante décadas, el hombre ha fantaseado con las posibilidades de la inteligencia artificial, con los mecanismos para hacer que las máquinas sean cada vez más similares a los humanos. Ahora, las grandes compañías tecnológicas parecen preparadas y dispuestas a dar el paso definitivo para que sus sofisticados asistentes virtuales se integren en la sociedad del siglo XXI del mismo modo en que lo han hecho los smartphones, los GPS o internet en general.
El primer atisbo de lo que está por venir llegó de la mano de Apple y su asistente virtual Siri, un software capaz de responder a multitud de sencillas preguntas que obtuvo mucha popularidad gracias al tono cómico de muchas de sus respuestas. Sin embargo, Google quiere ir mucho más lejos con su sistema de inteligencia artificial, bautizado como Google Assistant y capaz de entender el lenguaje natural (de momento solo en inglés y alemán) y mantener conversaciones más o menos complejas, tal y como ha podido comprobar 20minutos en una demostración en las oficinas de Google en Mountain View (San Francisco).
A diferencia de otros sistemas similares, Google Assistant es capaz de comprender el contexto y responder en consecuencia. Es decir, si se le pregunta quién es el presidente de España, responderá "Mariano Rajoy". Si a continuación se le pregunta literalmente "¿qué edad tiene?", el sistema entenderá que aún se está hablando de Rajoy y dirá "Tiene 61 años".
Algo aparentemente tan sencillo requiere un trabajo de programación muy complejo y es solo una muestra anecdótica de lo mucho que puede dar de sí Google Assistant. Este software pretende llevar las búsquedas un paso más allá, convertir Google en un compañero capaz de encontrar restaurantes cercanos, leer las predicciones meteorológicas, recordar la fecha y hora del próximo vuelo y resolver todo tipo de dudas.
El objetivo es que, a medida que aprenda y mejore (es previsible que las actualizaciones sean constantes), el asistente de Google no solo responda a todas las preguntas y peticiones sino que sea capaz de adelantarse a las necesidades del usuario: que recomiende una ruta determinada de camino al trabajo cuando detecte un atasco, que aconseje coger el paraguas cuando sepa que va a llover e incluso que sea capaz de sugerir una cita con un amigo cuando vea que ambos van a coincidir en un mismo lugar.
Las posibilidades son casi infinitas y eso es gracia a la infinidad de aplicaciones con los que el asistente es capaz de interactuar, desde los muchos y muy utilizados servicios de Google (GMail, Calendar, Maps, Search...) hasta las apps de terceros. "Gracias a toda esta información compartida, Google Assistant comprende mucho más del mundo que sus competidores", asegura Jason Cornwell, máximo responsable de Allo, a 20minutos.
Por supuesto, para alcanzar la máxima eficiencia, Google Assistant necesita tener mucha información sobre el usuario, lo que hace pensar en los posibles riesgos para la privacidad. Según Cornwell, "Google se toma muy en serio la privacidad y no hay motivos para temer nada". "Los usuarios dispondrán de una web en la que podrán ver todo lo que Google Assistant sabe de ellos y eliminar lo que no consideren adecuado. Ellos tendrán el control y nosotros ofreceremos la máxima transparencia", asegura.
"Si Google Assistant sabe que eres vegetariano, te recomendará restaurantes vegetarianos. Ese es el tipo de información que necesita y el uso que le da, nada más. No hay ninguna intención de espìar a nadie", comenta el experto.
El sistema, incluido ya en la app de mensajería instantánea Allo (alternativa de Google a Whatsapp) y en los teléfonos Google Pixel, alcanza todo su potencial con Google Home, un dispositivo para el hogar que se convierte en un poderosos asistente virtual con infinidad de funciones.
De pequeño tamaño (14,17 cm de alto)  y con un diseño elegante, similar a una vela, Google Home consta de un altavoz, un sistema de micrófonos para oír la voz del usuario y una base intercambiable (las hay de varios colores) para que encaje con la decoración de cualquier habitáculo. El ingenio es capaz de comprender el lenguaje natural de quien habla y responder como si fuera una persona.
De hecho, Google ha contratado a expertos de Pixar para desarrollar la personalidad del asistente de modo que este no responda como una máquina sino que sea capaz de transmitir diferentes emociones con la voz, ya sea por ejemplo un tono cómico para acompañar a un comentario jocoso o uno efusivo cuando da una buena noticia.
Aunque Home es capaz de informar y reproducir música por sí mismo, sus posibilidades se multiplican cuando se conecta con otros dispositivos como el teléfono móvil (que también puede usarse como control remoto si, por ejemplo, se está en otra habitación alejada del dispositivo), unos altavoces, el televisor vía Chromecast o cualquier sistema domotizado (persianas, iluminación...). Tras decir "OK, Google", el usuario puede pedirle a Home las noticias destacadas del día, decirle que encargue una pizza, que reserve un vuelo, que baje la luz, que reproduzca el último single de Bruno Mars o que ponga en la televisión el último capítulo de Stranger Things.
Lo más impactante es la velocidad con la que Google Assistant responde (no solo a través de Home, también en Allo —donde parece que se chatea con una persona— y los smartphones Pixel). En solo unos segundos, el asistente da la respuesta solicitada o ejecuta la acción pedida.
Aún hay mucho margen de mejora para esta inteligencia artificial, que de momento solo se maneja bien en inglés y alemán y que todavía no es capaz de adaptarse a diferentes usuarios (responde a todo el mundo por igual y no distingue cuándo le habla una persona y cuándo le habla otra), pero Google ha prometido que su perfeccionamiento será constante y esas carencias serán resueltas en no mucho tiempo.
Esta tecnología invita a pensar en futuros cercanos como el de la película Her o el mostrado en muchos de los capítulos de Black Mirror, pero los expertos de Google aseguran que "aún estamos muy lejos de esa realidad, tanto tecnológica como socialmente". "Aunque queremos que interactuar con Google Assistant sea divertido, el objetivo no es que se desarrolle una relación personal con él sino que sirva a las necesidades de los usuarios", explica Cornwell.
Aun así, ¿quién puede evitar fantasear con perfectos amigos virtuales? Probablemente no pasará mucho tiempo hasta que alguien decida reconducir las funciones de las inteligencias artificiales como esta de Google hacia áreas como la pedagogía, la sociología o la psicología. Lo que parece seguro es que la inteligencia artificial será uno de los pilares del desarrollo tecnológico de los próximos años.
Todos quieren ser los más inteligentes
Los smartphones, las tabletas, los wearables, la realidad aumentada y, más recientemente, la realidad virtual se han convertido en objeto de deseo, experimentación y explotación comercial de las grandes tecnológicas. Ahora, el foco está en la inteligencia artificial. Aunque Siri fue la primera gran IA en ver la luz, el rival más directo de Google Assistant es Alexa, de Amazon, contenida en un dispositivo llamado Echo, un concepto muy similar a Home.
Previsiblemente, Apple mejorará Siri y no sería extraño que acabase por llevarla a plataformas más allá del iPhone y el iPad. Mientras, IBM sigue invirtiendo millones en el desarrollo y perfeccionamiento de Watson, Microsoft realiza todo tipo de experimentos con comandos de voz para hacer evolucionar a su Cortana y Baidu se dedica a recolectar todos los dialectos de China como parte de un proyecto muy ambicioso.
Los últimos en subirse al carro de la IA han sido Mark Zuckerberg y Facebook, que esta misma semana han presentado a Jarvis, un mayordomo virtual inspirado en el asistente de Iron Man que cuenta entre sus puntos fuertes con el reconocimiento facial y la capacidad para distinguir a los diferentes miembros de la familia.

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