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2015/09/28

Google pierde 4.000 millones anuales por sus divisiones no relacionadas con Internet

En Mountain View se vanaglorian de esos en ocasiones interesantes, en ocasiones peregrinos, proyectos a los que dedican tiempo y recursos. Muchos de ellos no tienen la más mínima relación con el negocio principal de la Red. Algunos resultan ser un éxito, otros no. Ahora sabemos que cada año se llevan una abultada cantidad del presupuesto de Google sin ofrecer a cambio rendimiento económico.

Es una importante cantidad de dinero pero probablemente no tanta como para haberse convertido en la razón por la que, como te contamos recientemente aquí en The Inquirer, la empresa de Mountain Vire haya decidido renombrar al total de su conglomerado como Alphabet para que Google sea la denominación del negocio estrictamente relacionado con Internet.
Pero lo cierto es que toda esa parte de su actividad centrada en cualquier cosa menos Internet supone a Google una pérdida anual de 4.000 millones de dólares. A pesar de los enormes beneficios de la empresa lo cierto es que un informe para el Bank of America elaborado por el equipo de analistas de Merry Lynch pone el acento en la dimensión de estas pérdidas, de ahí la mencionada sospecha de que Google haya procedido a esa importante reestructuración.
El buscador, Android, YouTube… todo lo que tiene que ver con el núcleo tecnológico de lo que aún conocemos genéricamente como Google pasará a quedar separado con Alphabet del resto de áreas, divisiones y negocios que a la protectora sombra del paraguas de Google se han estado desarrollando a lo largo de los últimos años con ese resultado de 4.000 millones anuales en pérdidas, aunque lógicamente en Mountain View, sede de la empresa, se referirán a estas partidas como inversiones. El problema es que se trata de inversiones que no producen beneficios.
Las conexiones de ultra-alta velocidad, la monitorización de parámetros relacionados con la salud, los sistemas de climatización Nest, los automóviles de conducción autónoma… se calcula que apenas producirán 500 millones de ingresos en 2016 con apenas unos 100/150 millones de beneficio.. y eso en conjunto, lo que significa que algunos de esos “negocios” están en números rojos. Un mal negocio, por tanto, especialmente en comparación con lo boyante del resto de las áreas relacionadas con Internet.
La reorganización emprendida que ha dado lugar a Alphabet podría suponer un importante respaldo por parte de los inversores al quedar diferenciadas aquellas áreas que producen ganancias de las que producen pérdidas. De hecho ya hay analistas que estiman que las acciones de Google (que pasarán a ser de Alphabet), que actualmente se cotizan en el entorno de los $640 podrían aumentar su valor entre $50 y $150. Otras voces detallan que las acciones de las divisiones no relacionadas con Internet corren, por contra, el riesgo de quedar valoradas en cero dólares.
Saldremos de dudas en enero de 2016, que es cuando se producirá la segregación de ambos sectores de negocio, el relacionado con Internet y el resto, para comprobar cómo afecta a Google-Alphabet la rentabilidad de sus distintas áreas.

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