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2014/02/13

Algunos drones buenos

Seguramente sea la peor semana para sacar a relucir algo positivo de los drones, esos aviones no tripulados que hacen la guerra a golpe de joystick. Sobretodo, al poco de publicarse que, tras cinco años de mandato Obama, son 2.400 los fallecidos por el ataque de algún drone del ejército de los EEUU. Choca ver como las víctimas se multiplican por seis en relación a los fallecidos bajo la presidencia de Bush. Si bien, los civiles son algo menos en proporción, según relata un informe de la organización inglesa Bureau of Investigative Journalism.

Pues bien, por suerte, algunas aplicaciones militares suelen encontrar sus salidas en el mundo civil -Internet, radar, telecomunicaciones...-. Para los drones, también va por ahí la cosa.

Nos acercamos al Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), donde hace meses que también trabajan con estos artilugios. Concretamente, en el departamento Senseable City Lab, hace unas semanas que hicieron público un drone que guía a visitantes por los pasillos del MIT. Probablemente, el laberinto universitario más complejo del planeta.

El proyecto se llama SkyCall y consiste en una aplicación móvil desde la que se llama a un aparato no tripulado, de pequeñas dimensiones, que acude volando a la petición del usuario.

La máquina se nos presenta y mediante el teclado del móvil le indicamos donde queremos ir del campus. El drone obedece y a golpe de hélice, entre pasillos, jardines, escaleras y estudiantes atónitos, llegamos a destino.

Desde el Senseable City Lab su director, Carlo Ratti, nos comenta que todavía se está trabajando en la mejora del aparato y añade que "no será un producto de uso general". Sin embargo, están desarrollando otras vertientes del mismo en el campo de la monitorización medioambiental.

Así, el departamento desarrolla otro prototipo pensado para extraer y analizar muestras del río Charles que, estos días, espera con sus aguas congeladas. "Los drones también pueden servir para ayudar a la gente si se usan de una manera transparente y eso es lo que intentamos hacer", concluye Ratti.

Mansiones a vista de drone

Ciencia al margen, el caso es que los drones acompañados de una cámara de vídeo han encontrado un nicho por explotar. Es el caso de varias agencias inmobiliarias, desde Nueva York a Vancouver, que han optado por especialistas en filmación con drones para retratar con planos dignos de súper producción de Hollywood las multimillonarias mansiones en venta.

Eric Cheng, un especialista en filmación aérea con drones, declara que un drone capaz de volar con cámara vale unos 500 dólares. "El mercado se ha vuelto loco", añade, mientras afirma que recibe llamadas de agencias inmobiliarias un par de veces por semana, según relata The New York Times.

Cineastas y agentes inmobiliarios se friegan las manos con este negocio ajeno a lo militar.

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