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2013/10/19

Presentan un chip capaz de aprender como el cerebro

El celular es, para muchos, una suerte de extensión de su persona. Se puede prescindir de él, por supuesto (la humanidad se las ingenió bastante bien durante milenios) pero como asistente digital es genial. Los smartphones modernos, de hecho, toman la posta de las palmtops de fin de siglo pasado, llamadas precisamente asistentes digitales personales: una suerte de secretaria de bolsillo. Pero por mucho que nos permitan hacer, son tontos: nos dan información precargada y ya.

Google está intentando agregarle inteligencia a eso con Google Now, que en los teléfonos con Android intenta aprender de nuestros hábitos para informarnos del tiempo estimado de vuelta a casa, ofrecer enviar un mensaje si estamos llegando tarde a una reunión (es decir, notando dónde estamos y dónde deberíamos estar a esa hora, etcétera).
La idea de hacer aprender a las computadoras es vieja como la informática, y en general se han focalizado en las redes neuronales artificiales, es decir, en simular vía software el funcionamiento del cerebro y de cómo usa las neuronas para codificar información y aprender del entorno.

Qualcomm (compañía que es uno de los mayores fabricants de procesadores para celulares y tabletas) presentó hace unos días Zeroth, un diseño de procesadores capaces de hacer precisamente esto -si es que las declaraciones de la compañía son ciertas, por supuesto-.

A diferencia de un procesador normal -que hace cálculos sobre instrucciones relativamente largas, de 16, 32 o 64 bits- el Zeroth simula la manera en que las neuronas codifican y transmiten la información en el cerebro, con impulsos eléctricos cortos y periódicos; así cada dato codificado es (dentro del procesador) de menor tamaño, pero esto le permite un mayor paralelismo al procesador, analizando y tabulando grandes volúmenes de datos al mismo tiempo para intentar darle sentido a esa información.

De hecho la compañía publicó un video en el que muestra a un pequeño robot controlado por uno de estos nuevos procesadores: es capaz de reconocer su entorno y aprender sobre él sin depender de una aplicación, sino del reconocimiento de estímulos negativos o positivos.

La compañía no es la única en estar investigando el tema; IBM tiene el proyecto SyNAPSE en funcionamiento desde 2011 con un concepto similar, aunque orientado al manejo de grandes volúmenes de información ( lo que hoy se denomina Big Data ).

La utilidad de esta tecnología cognitiva (que no apunta a reemplazar a los procesadores convencionales, sino a complementarlos) es enorme, sobre todo para transformar el celular en un dispositivo más atento a su entorno, y que sea capaz de actuar frente a él sin esperar a que el usuario le explique cómo. Por supuesto, falta muchísimo para que esto suceda, y aún si se transforma en una realidad será -por ahora- mucho más limitado que el cerebro; hablan de simular, en principio,10 millones de neuronas ( como le dijeron en la compañía a PC World ); el cerebro tiene unos 86.000 millones, según los últimos cálculos . Pero es un comienzo.

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