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2013/10/26

Estados Unidos, lento para reforzar la seguridad pese a filtraciones de inteligencia

Pese a afirmar que sufrieron importantes daños por los documentos clasificados hechos públicos por un soldado y un analista de la Agencia de Seguridad Nacional, los organismos gubernamentales estadounidenses se han quedado rezagados a la hora de instalar software informático para evitar tales filtraciones, según responsables oficiales estadounidenses.

Después de que la web WikiLeaks publicara cientos de miles de cables estatales delicados y otros documentos filtrados por el soldado Bradley Manning, la Casa Blanca ordenó en 2010 a los organismos de espionaje de Estados Unidos que instalaran programas capaces de bloquear "amenazas internas".

El Congreso convirtió ese requisito en ley en 2011.

Pero los organismos de inteligencia han incumplido el plazo del 1 de octubre para tener el software plenamente en uso, y están advirtiendo de unos mayores retrasos.

Las autoridades responsables de reforzar la seguridad de los datos dicen que adoptar el software de detección de amenazas, que se percata de descargas inusualmente grandes de material o intentos de acceso no autorizado, es caro.

También usan de forma considerable la banda ancha informática y de comunicaciones, degradando la velocidad de los sistemas en los que está instalado, dijeron.

James Clapper, director nacional de inteligencia, reconoció en encuentros a puerta cerrada con legisladores estadounidenses que instalar los sistemas de detección había demostrado ser "más difícil de lo que pensaban (los organismos de inteligencia) y que estaba llevando más tiempo de lo previsto", dijo una fuente familiarizada con este tema.

Reuters informó la semana pasada de que la Agencia de Seguridad Nacional no había instalado el software antifiltraciones más actualizado en su centro de operaciones en Hawái antes de que Edward Snowden entrara a trabajar allí y descargara decenas de miles de documentos clasificados.

Pero después de que los organismos dijeran que no iban a cumplir el objetivo del 1 de octubre establecido por el Congreso para tener instalados y operativos los sistemas de detección de amenazas, el Congreso ha postergado el plazo.

La ley más reciente exige que los organismos tengan las medidas de seguridad básicas instaladas este mes y que estén plenamente operativas para octubre de 2014.

Pero responsables estadounidenses reconocieron que era poco probable que los organismos pudieran cumplir incluso ese plazo, y probablemente el Congreso lo extienda aún más. Un responsable oficial dijo que los organismos de inteligencia habían pedido ya al Congreso ampliar ese plazo más allá de octubre de 2014 pero que los legisladores se habían negado por el momento.

Steven Aftergood, experto en secretos de la Federación de Científicos Estadounidenses, dijo que había "muchas incertidumbres" sobre el funcionamiento de tales sistemas.

"Cuanto más ambicioso sea, más difícil será de diseñar y operar, particularmente porque los empleados (de la comunidad de inteligencia) tienen muchos grados de autorización que tendrían que tomarse en cuenta", dijo Aftergood.

"Los falsos positivos - alarmas creadas por acceso inusual pero legítimo y que exige investigación - podrían irse fácilmente de las manos", dijo.

Añadió: "Los esfuerzos actuales de limitar y supervisar el acceso chocan con el imperativo posterior al 11 de septiembre de promover el intercambio de información, al menos dentro del Gobierno. Aún no han encontrado el equilibrio óptimo".

A raíz de las filtraciones en WikiLeaks de documentos descargados por Manning, la Administración Obama estableció un equipo para recomendar medidas de mejora de la protección de secretos gubernamentales.

Una recomendación clave fue que los organismos de espionaje y los departamentos de Estado y de Defensa deberían desarrollar e instalar sistemas para detectar los esfuerzos de los empleados gubernamentales para acceder a material clasificado que no necesariamente precisan ver.

Portavoces de la Casa Blanca y de las principales agencias de inteligencia de Estados Unidos, como NSA, CIA y la Agencia de Inteligencia para la Defensa, no quisieron hacer comentarios al respecto o ni siquiera respondieron.

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