Las autoridades del condado de Santa Clara, en California (EEUU), han detenido a un hombre al que acusan de robar ordenadores y objetos personales de la casa de Steve Jobs, cofundador y principal ejecutivo de Apple fallecido en 2011, según ha informado el diario "Mercury News".
El fiscal adjunto del condado de Santa Clara, Tom Flattery, dijo al diario que el sospechoso robó el pasado 17 de julio supuestamente "ordenadores y objetos personales" de la casa de Jobs, situada en Palo Alto, valorados en más de 60.000 dólares (48.000 euros).
Todavía se desconoce si la viuda de Jobs, Laurene Powell, o algún otro miembro de su familia se encontraba en la casa en el momento del robo.
El sospechoso, identificado como Kariem McFarlin, de 35 años, fue detenido el 2 de agosto y acusado cinco días después de robo y venta de objetos robados, según el diario.
Ahora, McFarlin, cuya fianza se ha fijado en 500.000 dólares (algo más de 400.000 euros), podría enfrentarse a una pena máxima de siete años y ocho meses de prisión, explicó el fiscal Flattery.
Según el "Mercury News", las ciudades del área de la Bahía han registrado un aumento en los robos durante el primer semestre de este año.
En el caso de la ciudad de Palo Alto, las autoridades han atribuido el aumento del 63 % en los robos a que los vecinos dejan abiertas las ventanas y puertas de sus casas.
El fiscal adjunto del condado de Santa Clara, Tom Flattery, dijo al diario que el sospechoso robó el pasado 17 de julio supuestamente "ordenadores y objetos personales" de la casa de Jobs, situada en Palo Alto, valorados en más de 60.000 dólares (48.000 euros).
Todavía se desconoce si la viuda de Jobs, Laurene Powell, o algún otro miembro de su familia se encontraba en la casa en el momento del robo.
El sospechoso, identificado como Kariem McFarlin, de 35 años, fue detenido el 2 de agosto y acusado cinco días después de robo y venta de objetos robados, según el diario.
Ahora, McFarlin, cuya fianza se ha fijado en 500.000 dólares (algo más de 400.000 euros), podría enfrentarse a una pena máxima de siete años y ocho meses de prisión, explicó el fiscal Flattery.
Según el "Mercury News", las ciudades del área de la Bahía han registrado un aumento en los robos durante el primer semestre de este año.
En el caso de la ciudad de Palo Alto, las autoridades han atribuido el aumento del 63 % en los robos a que los vecinos dejan abiertas las ventanas y puertas de sus casas.
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