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2012/07/12

Lecciones de Corea del Sur para la eurozona


Cuesta creer que en 1997 Corea del Sur se tambaleaba al borde de la bancarrota. Sus negocios estaban endeuados, los bancos sobregirados y el sistema financiero a punto de colapso.
La Crisis Financiera Asiática había golpeado con fuerza. Pero Corea del Sur se propuso hallar una pronta salida. Lo hizo de forma exitosa.

Lucy Williamson, corresponsal de BBC News en Seúl, menciona dos aspectos acerca de la manera en que este país enfrentó la crisis: uno es la rapidez con que reconstruyeron su economía y el segundo el hecho de que los surcoreanos contribuyeron de buena gana a lograrlo.
Choi Gwang-ja fue una de ellas. Al igual que muchas otras mujeres, vendió sus joyas, incluyendo el que le entregaron cuando nació su hija, para ayudar al país a superar la crisis financiera.
El esfuerzo rindió frutos, a juzgar porque quince años después el distrito comercial de Seúl se encuentra vivo y activo. Y Choi Gwang-ja vive en un departamento con una vista deslumbrante al distrito sur de Seúl.
En este lugar, cada departamento cuesta US$1 millón. Simboliza el éxito económico de Corea del Sur.

Consenso clave

Urgidos por las principales cadenas de TV, millones de hogares se convirtieron en centros de acopio de oro a lo largo de la ciudad. Otras campañas estimularon a la población a comprar productos locales y a donar sus ahorros en moneda extranjera al gobierno.
"Pensar en todo el oro y los recuerdos que hemos tenido que abandonar", recuerda Choi Gwang-ja "Es realmente desgarrador".
"Eso me llena de lágrimas incluso hoy, porque cada pieza tiene su historia. Estaba mi anillo de bodas, el anillo de bodas de mi hija, el anillo que me dieron cuando nació mi hija. Pero, en el momento, era lo único que podíamos hacer. La gente decía que el país entero estaba yendo a la bancarrota".
No fue sólo el oro y el sacrificio ciudadano el que sacó al país del marasmo.
Corea del Sur obtuvo un préstamo masivo de US$58.000 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y debió aceptar las duras condiciones que el préstamo trajo consigo.

"Los coreanos aceptaron condiciones que no les agradaban", explica Mike Breen, residente por largo tiempo de Seúl y quien trabajó como periodista en Corea del Sur durante aquel tiempo.
"Los coreanos aceptaron condiciones que no les agradaban", explica Mike Breen, residente por largo tiempo de Seúl y quien trabajó como periodista en Corea del Sur durante aquel tiempo.
"Tanto así que la llamaron la ‘Crisis del FMI’, como si la hubiera ocasionado el FMI. Al cabo de tres años voltearon la situación –más rápido que cualquier otro país– y pagaron el préstamo".

Recuerdos que aterran

En las oficinas del Ministerio de Finanzas, los recuerdos de aquellos años son duros.
"Fue aterrador, porque había una sensación de pánico", dice Lee Chan-woo, director de política económica del ministerio durante la crisis.
En su opinión, el secreto del éxito fue involucrar a todos en la ecuación.
"Carga compartida. Cada actor económico tuvo su justa carga en la reestructuración económica".
Así, tenedores de activos y accionistas mayores cortaron sus participaciones en compañías o entregaron sus activos. Gerentes y trabajadores aceptaron reducciones de salarios y despidos.
"El consenso fue un ingrediente clave, así que les pedimos a nuestra gente aceptar la bala. Y ellos lo hicieron".

El oro de Europa

 Para Breen, no fue simplemente que los surcoreanos confiasen más en su gobierno.
"Son tan egoístas y desunidos y desconfiados como cualquier europeo", dice Breen a Williamson, "pero, además de eso, tienen una experiencia reciente de pobreza y de lo que les tomó para salir adelante".
"Y lo hicieron a través del nacionalismo, mediante el sacrificio individual de cada miembro del conjunto. Por tanto, si el gobierno juega la carta nacionalista o patriótica de manera convincente, la gente lo va a apoyar".
Con una economía orientada a la exportación y con Europa como uno de sus mayores clientes, hoy los surcoreanos están atentos al impacto que puede traerles la crisis en la eurozona.
Choi Gwang-ja no entiende porqué los europeos reaccionan tan diferente ante la amenaza de una bancarrota.
"Sé que la crisis financiera en Europa es diferente a la nuestra, pero si ellos se unen como lo hicimos nosotros, también podrán superarla. Corea es un país pequeño y las familias en Europa son más ricas, podría pensar que tienen incluso más oro aún guardado en casa".


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