El gobierno de Ecuador puso en vigencia a partir de hoy una norma que
prohíbe la importación de teléfonos celulares debido a que éstos
constituyen una importante fuente de desechos tecnológicos tóxicos,
informó el ministerio de Industrias.
La medida, que regirá
hasta diciembre de 2014, fue aprobada el pasado 11 de junio por el
Consejo de Comercio Exterior (Comexi) y entró en vigor este viernes con
su publicación en el Registro (Diario) Oficial.
La
resolución prohíbe la importación de los aparatos a través de la oficina
nacional de Correos, de mensajería rápida o "couriers" y de personas
que ingresen por las salas de arribo internacional de pasajeros, pasos
fronterizos y puertos marítimos.
"El Servicio Nacional de
Aduana deberá ordenar el reembarque de estas mercancías en cuanto sean
aprehendidas", señala el texto de la resolución.
Asimismo,
destaca que para las personas naturales "se les permitirá el ingreso de
teléfonos celulares como efectos personales de viajeros".
La
resolución también establece una "restricción cuantitativa anual" para
la importación de los teléfonos fijando una cuota por unidades y valor.
De esta manera, los importadores locales deberán respetar los dos
parámetros en forma conjunta para poder nacionalizar sus mercancías, y
en caso de rebasar la cuota, no podrán ingresar la mercadería al país.
Además, todas las importaciones provenientes de cualquier país
deberán cumplir con la restricción cuantitativa impuesta, incluidas las
provenientes de aquellos países con los que Ecuador mantiene acuerdos
comerciales.
La restricción está amparada dentro de las
normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), de la Comunidad
Andina (CAN) y del Tratado de Montevideo de 1980, según el Comexi.
La resolución establece la elaboración de una política de reciclaje
de teléfonos celulares, que deberá entrar en vigencia a partir del 1 de
enero de 2013.
Dicha política deberá incluir la posibilidad
de revisar anualmente la ampliación o reducción de las cuotas
asignadas, según el volumen de reciclaje que logren ejecutar quienes
importan o comercializan estos bienes.
Las medidas se
adoptaron con base en un estudio que efectuó el ministerio del Ambiente,
que determinó como desechos del celular a la carcaza, el tablero de
circuitos, la pantalla LED, el teclado y sus accesorios.
Según el estudio, esas piezas poseen residuos tóxicos como el plomo,
cadmio, mercurio, selenio y arsénico que al ser fundidos liberan toxinas
al aire, tierra y mantos acuíferos.
De igual forma,
estableció que las baterías de los teléfonos poseen un recubrimiento que
garantiza la hermeticidad durante su uso, pero al final de su vida útil
las sustancias que contienen pueden producir efectos tóxicos.
Según la Superintendencia de Telecomunicaciones, las líneas activas
de usuarios en Ecuador alcanzan los 16 millones a abril de 2012, de esa
cifra, el 18 por ciento de las líneas en promedio cambian teléfonos
nuevos cada año.
Esa fue la razón por la que la autoridad
ambiental concluyó que los celulares "se han convertido en una de las
fuentes de desechos tecnológicos más relevantes que existe actualmente"
en el país y por ello pidió adoptar restricciones para reducir su
crecimiento y distribución acelerados.
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