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2012/05/18

China crece y envejece rápidamente


El milagro económico de China ha ido acompañado por un asombroso y rápido envejecimiento de la población. ¿Podría ser que volverse viejo demasiado rápido pueda acabar con la irresistible salida de China de la pobreza?
Lo que sucede en Shanghái, sucede en el resto de China. La ciudad es ultramoderna. Pero también es una de las que tiene un envejecimiento más veloz en todo el mundo. Y en ello marca tendencia.

Puedes verlo en la inmensa sucursal de la cadena de tiendas de muebles, Ikea. Una multitud canosa muestra poco interés en muebles que vienen desarmados.
El señor Ni tiene 72 años, es soltero y viste con elegancia una gorra de tweed. "Este es un muy buen lugar para hablar con gente", dice.
El restaurante que funciona dentro de la tienda ofrece comida barata que tienta a las parejas que están equipando su hogar. Pero esta parte de la tienda está llena de personas mayores, que vienen a coquetear, a encontrar amor.

Ni es un viudo cuyos hijos ya han dejado el hogar familiar.
"Me es más fácil hablar con mujeres cuyos maridos han muerto", dice. "Sé lo duro que es".

Metrópolis envejecida

Bajo protesta, los gerentes de Ikea han destinado un área especial a las personas mayores sin pareja. A lo largo de toda la ciudad, Shanghái se está poniendo vieja.
"Antes de caerse, solía gustarle ir a bailar", dice la señora Zhang, de 77 años, acerca de su marido.

Lo mira. Desde que tuvo un accidente hace dos años, sufre de demencia.
La pareja vive en un pequeño apartamento de una habitación. "Tengo que cuidarlo por mí misma", dice.
El brillo de Bund, una avenida de rascacielos, está cerca. Pero detrás de ellos hay cientos de bloques de cemento en mal estado atestados de gente mayor y pobre.
La edad promedio aumenta con el desarrollo de los países, porque la gente vive más y tiene menos hijos. Pero en China, la política de un solo hijo ha provocado un rápido declive en la tasa de natalidad.
"La velocidad de envejecimiento de China es única", dice el profesor Peng Xizhe, un demógrafo de la Universidad Fudan.
A China le llevó solo 20 años alcanzar un perfil de edad que a Gran Bretaña o a Francia les llevó 60 ó 70 años, explica.
Nuevas cifras muestran que uno de cuatro residentes permanentes de Shanghái está jubilado.
El resto de China lo está alcanzando. Para el 2050, un tercio de la población del país -450 millones de personas- tendrá más de 60 años.

Asistencia social básica

La señora Zhang calla a su marido cuando empieza a quejarse. La pareja sobrevive con su pensión de obrero de fábrica de alrededor de US$63 a la semana.

Ella trabajaba en una fábrica clandestina, por lo que no cobra jubilación.
Voluntarios del gobierno local visitan a la pareja, pero más allá de eso, el cuidado es mínimo. Los doctores no hacen visitas a domicilio.
En toda China, menos del 2% de los mayores encontrará un lugar en una residencia del estado. Las camas están ocupadas.
"No tengo suficiente dinero para una residencia privada, o para pagar a alguien que venga a ayudarme", dice Zhang, con la tensión que transmite su rostro.
El sistema de asistencia social lucha con el número de personas mayores que necesitan cuidado.
Se necesitan 10 millones de carreras calificadas, de acuerdo a un comité del gobierno. Hasta ahora sólo hay 100.000 en toda China.
Hasta hace poco, esto no importaba mucho. Tradicionalmente, los mayores vivían con sus hijos bajo los valores de Confucio como el de "muchas generaciones bajo el mismo techo".
Pero debido al estricto control de natalidad, muchas personas ya jubiladas tienen un solo hijo, por lo que ello ya no es una opción.
La única hija de los Zhang vive con sus suegros, y vuelve por unas pocas noches a la semana a la casa de sus padres para darles una mano.
"La sociedad china no se ha preparado con respecto a su pensión y a su sistema de seguridad social", dice el profesor Peng Xizhe. "La gente está preocupada".

Escasez de mano de obra

Los líderes chinos también están preocupados por el envejecimiento, pero por una razón diferente. Temen que el modelo económico chino pudiese estar resquebrajándose.
El sistema chino, basado en la exportación, se apoya una mano de obra joven aparentemente inagotable. Las investigaciones sugieren que un cuarto del éxito económico chino depende de la fuerza de trabajo barata.
Shanghái en particular se ha apoyado en los migrantes rurales para enmascarar el problema del envejecimiento de su población local.

Pero en medio de la contaminación de Yiwu, al sur de Shanghái, es claro que el suministro de gente joven está desapareciendo.
"Es realmente duro encontrar nuevos trabajadores, y el costo de la mano de obra va en aumento", dice Jerry Mo, un excapataz que se endeudó mucho para abrir su propia pequeña fábrica hace dos años.
Sus 40 trabajadores cortan, moldean y hornean plástico hasta convertirlo en productos de bisutería". Hay muchos sectores de la fábrica vacíos.
"Puedes ver cómo una sociedad envejecida afecta a la fuerza de trabajo", dice.
Hay una aguda escasez de mano de obra.
Además, los migrantes -que tienen que ayudar a sus propios padres- están renunciando cada vez más para encontrar trabajo en sus lugares de origen.
Jerry Mo dice que los trabajadores piden salarios más elevados pero que él no puede afrontarlos. "Nos estamos convirtiendo en una empresa que no da ganancias", dice.
La falta de trabajadores jóvenes golpea la economía china justo cuando necesita pagar por los mayores.
Hay un refrán chino sobre por qué el país está tan preocupado. China, dicen, se convertirá "en demasiado vieja para ser rica".
A pesar de su éxito económico, China es aún un país en desarrollo.
"Estamos realmente preocupados sobre esto", dice el profesor Peng. "En China nos hemos vuelto más viejos pero estamos todavía en una situación muy pobre".





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