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2012/03/02

La rentabilidad amenazada

Las llamadas en el teléfono móvil en horas intempestivas que muchos clientes recibían de empresas competidoras de su operadora ofreciendo importantes rebajas, acompañadas de regalos de móviles de alta gama sin coste alguno, pueden estar llegando a su fin. Y es que Telefónica está dispuesta a acabar con la subvención en los terminales, para muchos expertos, una auténtica sangría para las cuentas de resultados de las operadoras, que se ha ampliado hasta límites insostenibles por la guerra de tarifas que ha estado viviendo la industria durante los últimos tiempos.
Tampoco ha sido una sorpresa. En los foros y círculos del sector de los móviles se daba por hecho que esta política de subvenciones tenía los días contados. En el último seminario de telecomunicaciones de la Universidad Menéndez y Pelayo de Santander, en septiembre pasado, Orange y Vodafone pusieron en la picota a las subvenciones a los móviles. Jean-Marc Vignolles, consejero delegado de la filial española de France Télécom, describió de "excesivo" el esfuerzo que los operadores estaban llevando a cabo para subvencionar terminales. Y dejó claro que las operadoras, con esta política, incurrían en un excesivo gasto comercial, que superaba las necesidades de los propios clientes.
En esa tradicional cita, el presidente de Vodafone España, Francisco Román, afirmó que el 25% de los gastos de los operadores tenía como origen la subvención de terminales, y aseguró que las compañías estaban obligadas a buscar otras alternativas comerciales. Román advirtió de que ese modelo de competencia era una trampa que iba a dejar sin salida a las cuentas de las telecos.
En esta línea, Vittorio Colao, consejero delegado de Vodafone, señaló la gravedad de la situación sobre los excesos de la estrategia de subvención de móviles en el mercado español. En la call conference posterior a la presentación de los resultados de su segundo trimestre fiscal, en noviembre de 2011, el ejecutivo señaló ante la comunidad financiera internacional, que el ratio de los denominados costes de adquisición y retención de clientes (A&R en el acrónimo anglosajón) frente a los ingresos por servicios en las filiales europeas de Vodafone en su primer semestre fiscal había sido del 17,2%. Colao, que advertía también sobre la crisis económica en España y la caída de los ingresos del sector, afirmaba que en Vodafone España, este ratio en ese mismo periodo de tiempo había sido del 26,6%. La compañía había dedicado más de la cuarta parte de sus ingresos por servicios a estas partidas.
Coste superior
En definitiva, y a tenor de esta visión, el esfuerzo de las operadoras españolas en esta estrategia era muy superior al realizado en otros países europeos donde, por si fuera poco, el escenario económico no era tan duro.
Con estos parámetros, los expertos han coincidido en los últimos tiempos en que la situación no podía perdurar por mucho tiempo puesto que se estaba convirtiendo en una dura amenaza para la rentabilidad de las propias compañías. En EE UU, la agresiva introducción del iPhone, con la política de subvenciones, supuso unas pérdidas para Sprint en el último trimestre de 1.300 millones de dólares.
En esta línea, Booz & Company fue muy directa en un informe que publicó hace pocos días al afirmar que las políticas de subsidios de móviles realizadas por las operadoras eran insostenibles. La consultora afirmó que los costes comerciales se estaban incrementando por esta práctica, añadiendo que las telecos estaban obligadas a buscar alternativas.
Lo cierto es que Telefónica ha buscado otras opciones. No será la única. El resultado final puede ser que los españoles dejemos de ser los ciudadanos europeos con los móviles más modernos, si bien los accionistas de las operadoras se sentirán más aliviados.

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