Israel investigará si el programa «Gran Hermano» sumistró a los concursantes medicamentos psiquiátricos, tras hacerse pública una información que apunta hacia esa posibilidad.
El diario «Yediot Ahronoth» informó de que seis participantes de ediciones pasadas habrían sido sido manipulados por los productores del programa con fármacos innecesarios.
Aal quejarse de que no podían más y querían salir del programa, el Gran Hermano los derivaba a un psiquiatra que «decidía la administración de medicamentos psiquiátricos», afirma el diario.
Saar Sheinfain, finalista de «Gran Hermano», denunció haber sufrido esta práctica: «Si hubiera sido yo, no habríais visto lo que mostré. Visteis a un hombre drogado, manipulado y drogado», denuncia. Según Sheinfain, el programa suministraba píldoras a los concursantes.
Sheinfein asegura que «al ver Gran Hermano la gente cree ver la realidad, pero con sus mensajes SMS lo único que hacen es votar por candidatos robotizados».
El Miniserio de Sanidad israelí interrogará al encargado de la salud en el «reality show», Ilan Rabinovich, a quien apuntan como presunto suministrador de pastillas sin ofrecer explicaciones a los concursantes.
La Autoridad de Radio y Televisión israelí ha abierto expediente de investigación a los productores por presuntas irregularidades y violación del código ético.
El canal de televisión ha negado las acusaciones y sostiene que siempre se hizo lo posible por garantizar la salud de los concursantes con su consentimiento. «Rabinovich cuenta con una dilatada experiencia como psiquiatra y actuó siempre de forma autónoma», añaden.
La televisión exige una rectificación inmediata y amenaza con demandar al periódico por difamación. Al parecer, de los 96 participantes solo seis han recibido medicamentos psiquiátricos y siempre se han ofrecido explicaciones al respecto.
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