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2012/01/20

Productores de tequila y mezcal en guerra con el gobierno mexicano

En México se libra una nueva guerra: la disputa por el derecho a usar la palabra agave en las botellas de mezcal, tequila y bacanora, este último un licor originario del norte del país.
El agave es una planta originaria de México y que es ingrediente principal en la elaboración de estas bebidas. La mayor parte se concentra en algunas regiones a las que se les otorgó la denominación de origen para estos productos.

Recientemente, la Secretaría de Economía y el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) emitieron decretos para que sólo los licores producidos en estas zonas puedan usar la palabra agave en sus etiquetas.
El resto deberá llamarse destilado o aguardiente de agavácea, el nombre de la familia de plantas de donde proviene el agave.
Muchos productores que no se encuentran en las regiones con denominación de origen o no registraron oficialmente sus bebidas, afirman que el decreto beneficiará sólo a los grandes empresarios.
Aunque entre los perjudicados hay fabricantes de tequila, el mayor daño sería para los pequeños productores de mezcal, sobre todo de Oaxaca le dice a BBC Mundo Alejandro Calvillo, director de la organización Al Consumidor.
"Pretenden no sólo que no puedan usar la palabra mezcal, sino ahora tampoco el término agave. Es una doble marginación", afirma.

Ganadores

Según las autoridades la disposición -que aún no entra en vigor- pretende evitar la venta de bebidas falsas o adulteradas.
De acuerdo con la gubernamental Procuraduría Federal del Consumidor, en México es común la comercialización de botellas de mezcal, tequila o bacanora que en sus etiquetas afirman estar hechas con agave, pero en realidad se trata de imitaciones.
Estudios de la Cámara Nacional de la Industria del Tequila (CNIT), señalan que el 71% de los compradores de estos productos piensan que cuentan con la denominación de origen.
Muchas veces eso no es cierto y por eso la intención oficial de regular el mercado, le dice a BBC Mundo Juan Casados, vicepresidente de la Cámara.
"Lo que está haciendo el gobierno mexicano es definir reglas a los consumidores, para que cuando adquieran un producto tengan la calidad que esperan".
Los fabricantes artesanales podrán seguir vendiendo sus licores, añade Casados. Pero no podrán decir que son derivados de agave.

¿Confusión?

Es una de las claves del problema, apunta Calvillo. "Un productor artesanal que hace un excelente mezcal, con 100 % de agave, tendrá que presentarlo como un destilado de agavácea", explica.
Eso lo desplazaría del mercado, pues los consumidores mexicanos preferirían elegir un mezcal cuya etiqueta diga que está hecho de agave, y no "un aguardiente destilado de agavácea".
En esta situación se encuentran productores de 26 de los 32 estados del país, insiste el director de Al Consumidor.
No todos comparten esta idea. "Seguramente es falta de información", afirma Casados.
"Los pequeños productores regionales van a poder comercializar sus productos, lo único es que deberán quitar la palabra agave que confundía al consumidor".
La controversia aún no termina. El decreto del IMPI es revisado por la gubernamental Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer), responsable de evaluar todos los decretos y normas del país.
En un primer Dictamen Total (No Final), la Cofemer advirtió que regular el uso de la palabra agave podría afectar a los pequeños productores.
Pero no es su última palabra, pues los grandes empresarios y el IMPI tienen aún la posibilidad de aportar más elementos para fundamentar esta disposición.
Un plazo que los inconformes también pretenden aprovechar.

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