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2011/12/02

La ciencia española pierde el tren europeo

España sigue lejos de Europa en investigación. El gasto en I+D en 2010 creció un 0,1%, un tímido progreso que no sirve para acortar su considerable distancia con la media de los países de la Unión Europea, según los últimos datos presentados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El país gastó el año pasado 14.588 millones de euros en I+D, un 1,39% de su Producto Interior Bruto (PIB), lo que equivale a niveles de 2009 si se toma como base el año 2008, según el INE.
La media de los 27 en 2010 se situó en un 2%, según los datos provisionales de la UE, lo que deja a España en decimoquinto lugar, por detrás de Portugal, República Checa o Estonia y a años luz de los países escandinavos o Alemania, líderes en la carrera de la investigación y la innovación en Europa.
El sector público se ha visto obligado a salvar los muebles frente a la crisis ante la retirada del sector privado. Las arcas públicas fueron las que aportaron ese 0,1% más de gasto para corregir la marcha de 2009, año en el que la aportación bajó un 0,8%, el primer retroceso tras 13 años de crecimiento continuo. En cambio, la aportación privada en 2010 se redujo un 0,8% y el número de empresas que realizan actividades de I+D menguó un 16%.
Además, se aumenta la brecha entre la aportación pública y la privada a la investigación, que estaban casi a la par en 2008 y que en 2010 han pasado a ser del 46,64% y del 42,99%, respectivamente.
El panorama está muy lejos del ansiado cambio de modelo productivo que el Gobierno ha planteado como salida a la crisis en innumerables ocasiones. Se trata de una economía donde la investigación científica y la innovación tecnológica tengan cada vez más peso tanto en el sector público como en el privado. Pero ni el primero tiene el dinero para darle al I+D el empujón que necesita ni las empresas españolas están haciendo los deberes, ya que invierten en este capítulo un 42% menos que la media europea, según datos de la UE presentados este año.
"Los datos absolutos son desastrosos", reconoció ayer Juan Mulet, director general de la Fundación para la Innovación Tecnológica Cotec, que sin embargo se reconoció "sorprendido" porque las cifras son "menos desfavorables de lo esperado".
Como datos positivos, Cotec destaca que las empresas grandes y las pymes han aumentado sus gastos en I+D, un 1,1% y un 4,1% respectivamente, y que el bajón general se debe a las empresas de menos de 50 empleados. En el sector privado, los gastos de I+D se los reparten grandes empresas y pymes al 50%, algo que no es deseable ya que "en los países grandes las empresas de más tamaño acaparan el 70%", según Mulet.
El sector público también saca pecho en cuanto a empleo. El número de investigadores ha crecido un 0,6% en los laboratorios públicos, pero ha caído un 1,7% en las empresas. El gasto por investigador retrocede a ambos lados.
Madrid, Navarra, País Vasco y Catalunya son las únicas regiones que superan la media de gasto nacional, aunque todas han reducido sus aportaciones respecto a 2009. Las regiones que más han crecido respecto a 2009 son Balears, Andalucía y Castilla-La Mancha.
El Gobierno en funciones cree que los datos son positivos. "El hecho de que las tasas de empleo en I+D, y en especial el número de investigadores, mejoren dentro del actual marco económico es una muestra más, junto con el aumento del gasto total en I+D, de la apuesta decidida que hace nuestro país por la ciencia", explicó ayer a este diario un portavoz del Ministerio de Ciencia e Innovación.

Objetivo frustrado

El Gobierno esperaba alcanzar la media europea en 2010, según el Plan Nacional de I+D 2009-2011. La apuesta se sustentaba en el crecimiento continuado del gasto en investigación que había experimentado España durante la última década y el amparo de la bonanza económica.
La crisis desbarató esos planes y, en 2009, el gasto en I+D bajó un 0,8%. La aportación española quedaba en un 1,38% del PIB, según el INE. Este año el sector público ha conseguido volver a los números positivos y llegar al 1,39%. El esfuerzo le deja en el mismo lugar, ya que su distancia con la media europea es idéntica a 2009. Está por ver si el panorama empeorará cuando lleguen los datos de 2011, año en el que hubo una nueva tanda de recortes en ciencia que superaron el 7%, según la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce).
España no es la única que no cumple. Lo mismo le ha pasado a la UE cuando, en 2000, acordó alcanzar el 3% del PIB en I+D en 2010 como paso clave para edificar una economía más moderna y basada en el conocimiento y la innovación. Los buenos propósitos quedaron aparcados por la ruina económica y han sido oficialmente pospuestos para 2020.
Hasta entonces, la apuesta por el I+D como combustible para salir de la crisis queda en manos de cada país. El año pasado, los estados que lideran la ciencia en la UE siguieron pisando el acelerador a pesar de la tormenta. Es lo que ha hecho Finlandia, líder de la tabla, cuya aportación ha pasado del 3,75% del PIB en 2009 al 3,9% en 2010, según datos provisionales de la oficina estadística de la UE, Eurostat.
Otros países como Dinamarca, Alemania y Francia, cuya inversión ya estaba por encima de la media de los 27, han seguido incrementando su gasto en este sector en 2010. En cambio Suecia, otro de los líderes, ha recortado su aportación de un 3,6% a un 3,4%, lo que no le ha impedido seguir siendo el segundo país que más invierte en investigación y desarrollo de los 27.

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