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2011/09/21

Brasil y sus amigos al rescate de Europa

Esta semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) realizarán su asamblea anual, que estará enfocada en un tema: cómo rescatar a Europa de una potencial debacle financiera.
Pero mientras Washington y las economías más grandes de la Unión Europea (UE) debaten cómo ayudar a países como Grecia, Portugal y España, la solución podría llegar de un lugar mucho más inesperado.

Los países emergentes, agrupados en el llamado grupo BRICs (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), anunciaron que se reunirán antes del encuentro del FMI y el BM para analizar la crisis económica europea.
"Vamos a discutir qué hacer para ayudar a la Unión Europea a salir de esta situación", adelantó a la prensa Guido Mantega, ministro de Hacienda de Brasil.
Se prevé que en el encuentro los países definan qué mecanismo adoptar para ayudar a resolver la crisis de Grecia, que está al borde de una cesación de pagos de su deuda (default), situación que podría activar una reacción en cadena, que podría afectar también a los países del BRIC.

Posibles soluciones

Edwar Passad, asesor económico en India, dijo a BBC que los BRICs "pretenden empujar a Europa a dejar su debate político y tomar medidas para evitar que la crisis se contagie a otras economías" y señaló que es poco probable que estos países arriesguen su propio dinero en comprar deuda griega e italiana, sino que la ayuda sería canalizada por otras vías.
Una de las opciones con las que se especulan es que las naciones emergentes aumenten los títulos en euros que tienen en sus reservas internacionales.

De acuerdo con el periódico brasileño Valor Económico, los BRIC ya estarían comprando deuda europea a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.
Según fuentes del gobierno brasileño, ese país propondrá poner a disposición del FMI nuevos fondos para aliviar la crisis en la zona euro.
Para ello, Brasil estaría dispuesto a aportar US$10.000 millones de sus propios fondos.
Ese aporte no sería suficiente. La mayoría de los expertos coincide en que sólo un esfuerzo coordinado, que incluya sobre todo a China y Rusia, podría ser la solución a los problemas del Viejo Mundo.
Sin embargo, se sabe que China e India no simpatizan tanto con la idea de ayudar Europa como Brasil, por lo que se desconoce si durante la reunión se hablará de cifras o todo quedará en un intercambio de impresiones.

La fortaleza de los BRIC

Puede resultar sorpresivo que países con economías emergentes salgan al rescate de países desarrollados pero en los últimos años los BRIC han ganado mucha fuerza en el terreno económico.
Actualmente representan cerca de un cuarto de la economía mundial y acumulan enormes reservas internacionales.
La economista Belén Olais, de la consultora Abeceb.com, dijo a BBC Mundo que la principal ventaja que tienen es una liquidez excedente que pueden volcar en otras economías.
Por ahora han logrado evitar caer en la crisis que afecta a los países más ricos y mantienen buenas tasas de crecimiento.
Pero una debacle en Europa –uno de sus principales mercados- representaría un duro golpe para los BRIC, que dependen en gran medida de sus exportaciones.
Además, Olais resaltó que si bien los países emergentes salieron mejor parados que los desarrollados de la última crisis económica de 2009, una caída más profunda podría generar un efecto contagio, que los perjudicaría.

¿Qué ganan los BRIC?

Una debacle europea podría debilitar uno de los principales mercados exportadores de los BRIC, que ya sufren las consecuencias de la caída del consumo en Estados Unidos.

Pero las economías emergentes también tienen motivos políticos para querer ayudar a Europa.
"Hace tiempo que los BRICs buscan incrementar su influencia en organizaciones multilaterales como el FMI y las Naciones Unidas, y ayudar a Europa les daría mucho poder", dijo a BBC Mundo el analista económico Osvaldo Cado.
Según Cado, los países desarrollados se han resistido a aumentar la participación de estas naciones en la toma de decisiones.
Un ejemplo de esto fue la reciente designación de Christine Lagarde -ex ministra de Economía de Francia- como nueva directora del FMI, un cargo al que aspiraban los países emergentes y en desarrollo.
¿Podrán los BRIC jugar ahora un papel clave en el rescate financiero de esos países que los rechazaban?
Muchos creen que sí, pero advierten que todo dependerá de lo que quiera hacer China, la segunda economía del mundo y el miembro más grande de los BRIC, que mostró en días pasados cierto escepticismo respecto a un salvataje europeo.

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