Buscar

2011/08/19

'El padre del cóctel' contra el sida busca ahora una terapia mensual


En 1996, la revista Time nombró Hombre del Año a un médico taiwanés educado en EEUU que, meses antes, había insinuado lo que el mundo estaba deseando escuchar: el virus causante del sida podía eliminarse del organismo con un tratamiento farmacológico. David Ho había sido el auténtico protagonista de la XII Conferencia Internacional sobre Sida, celebrada en Vancouver ese mismo año. El director del Aaron Diamond AIDS Research Center de Nueva York (EEUU) presentó allí los espectaculares resultados logrados con la combinación de varios medicamentos, la llamada terapia antirretroviral de alta eficacia (TARGA), que permitían a los pacientes vivir con normalidad con una infección que, hasta entonces, era causa casi segura de muerte.
Pero Ho fue más allá y afirmó que, según un modelo esta-dístico que había desarrollado a partir del cálculo de la vida media de las células del sistema inmune, el seguimiento de TARGA durante 3,2 años eliminaría por completo el VIH del organismo. Es decir, que el sida se podía curar.

Predicción errónea

Un año más tarde, el propio Ho y su colega Robert Siciliano descubrieron que su predicción había fallado. Aunque los medicamentos controlaban la infección, el virus quedaba latente en el organismo dispuesto a atacar en cuanto se dejaran de administrar las drogas.
Casi un cuarto de siglo después, y aún sin cura para el VIH, David Ho ha vuelto a hacer otra predicción y los Institutos Nacionales de la Salud le han premiado por ello. Uno de estos centros de investigación pública de EEUU, el dedicado al abuso de drogas (NIDA), ha concedido al investigador su beca anual Avant-garde, dotada con medio millón de dólares al año, para que lleve a cabo su innovador proyecto: desarrollar un nuevo fármaco anti-VIH que se administre sólo una vez al mes.
Para el miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (Seisida) Juan Carlos López Bernaldo de Quirós, "es una prioridad" conseguir espa-ciar el tratamiento del VIH y es una dirección en la que se ha mejorado mucho en la corta historia de la infección. "Los fármacos empezaron con restricciones dietéticas y con tres dosis al día", apunta el experto, que informa de que las auto-ridades sanitarias estadounidenses acaban de aprobar el segundo tratamiento, que combina en una sola pastilla de toma diaria la terapia antirre-troviral necesaria, Complera. En España, los seropositivos que no han recibido nunca tratamiento tienen la posibilidad desde junio de 2008 de tratarse con Atripla, el único fármaco de toma diaria en un solo comprimido aprobado en Europa.
José María Gatell, jefe del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona, cree que, si Ho tuviera éxito, el nuevo fármaco tendría ventajas e inconvenientes. La principal ventaja sería que la administración se podría supervisar más. "Supongo que el paciente iría al hospital una vez al mes", reflexiona este especialista, que apunta precisamente a la distancia entre tomas como el principal peligro del hipotético tratamiento. "Con el tratamiento diario, si pierdes un día no pasa nada, pero ¿qué pasaría si se perdiera una dosis con el mensual? Igual sí empezaría a haber un problema", reflexiona.
Respecto a la viabilidad del proyecto, Gatell recuerda que ya se han conseguido tratamientos de este tipo para otras enfermedades. "Los fármacos actuales tiene una vida media relativamente corta y lo que está claro es que es necesario que los niveles del principio activo se sostengan diariamente, por lo que habría que buscar un medicamento de liberación prolongada". Sin embargo, el especialista "no ve fácil" que Ho lo consiga.
A pesar del fracaso de su hipótesis anterior, el investigador taiwanés explica a estediario, por correo electrónico: "Siempre hay un riesgo de no conseguir lo que se busca. Pero eso es precisamente lo que pide la beca Avant-garde: arriesgarse e ir a por resultados del máximo nivel. Recuerde el viejo dicho, los que nunca han fracasado es porque nunca han intentado algo con suficiente fuerza".
Ho no aporta muchos detalles sobre el fármaco en el que ya está trabajando, "sólo en la fase de diseño, en una fase muy precoz". Por esta razón, considera difícil responder sobre cuándo podría estar en el mercado, aunque se aventura con la cifra de cinco años. Lo que sí desveló cuando se hizo público su premio es que se tratará de un anticuerpo, "bien tolerado y muy seguro", diseñado especialmente para seropositivos usuarios de drogas por vía parenteral. Esta vía de transmisión del VIH fue la principal en España al inicio de la epidemia aunque, según apunta López Bernaldo de Quirós, ha disminuido radicalmente. En un estudio con información de 2003, se cifraba en más del 60% el porcentaje de enfermos de sida (no existe aún un registro nacional de seropositivos) que habían adquirido el virus por compartir jeringuillas. "No todos siguen consumiendo droga", reflexiona el experto.
El directivo de Seisida especula que el fármaco de Ho podría ser un inhibidor de los dos receptores del VIH en las células. A su juicio, si esto fuera así, se bloquearía la entrada, pero no la replicación vírica. "Esto último está asociado a fenómenos inflamatorios que causan enfermedades asociadas al sida", advierte el especialista, que no se atreve tampoco a poner fecha para el posible logro. "Lo que creo que es que en algunos años podrá haber terapias que se administren cada dos semanas, pero no creo que se elimine la necesidad de tomar otra pastilla para el global de los pacientes", concluye.

No hay comentarios: