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2011/07/01

La red Anonymous llegó a la Argentina y comenzó a cobrarse víctimas famosas


Anonymous, el exponente mundial más famoso del “hacktivismo”, la utilización no violenta de herramientas digitales ilegales o legalmente ambiguas persiguiendo fines políticos, llegó a la Argentina, en el marco de la discusión de un proyecto de ley en el Senado que apunta a sancionar la copia ilegal, a través de la aplicación de un canon al precio de los celulares, DVD y MP3, entre otros aparatos.
Este movimiento de activistas cibernéticos atacó la página web del Senado luego de expresar en un video su rechazo al proyecto de “canon digital”, impulsado por los senadores Miguel Ángel Pichetto (PJ) y Rubén Giustiniani (Partido Socialista).
El ataque de Anonymous se concretó entre la medianoche y la una de la madrugada de este miércoles. Otra web afectada fue la de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC).

Luego de los episodios, y a raíz del rechazo que la propuesta obtuvo en “forma viral” en redes como Twitter y Facebook, los senadores decidieron no debatir en el recinto la propuesta parlamentaria. Así lo confirmó a través de su cuenta de Twitter, Pichetto, presidente del bloque oficialista.
"Hemos escuchado la multiplicidad de voces contrarias a esta iniciativa, que se plasmaron recientemente en el ciberespacio, y por eso se tomó la decisión de continuar debatiéndolo", aseguró el senador rionegrino.
La recaudación sería distribuída entre asociaciones de autores y compositores.
La propuesta de "ley de copia privada" establece un gravamen que va del 1% al 75% sobre el precio de todos los dispositivos tecnológicos que incluyan memoria como, por ejemplo, un disco rígido externo, un pendrive, CD, reproductores de DVD y teléfonos celulares, entre otros.
En el artículo 12 del proyecto, se establece el aumento en los montos para cada producto y fija el 75% en los casos de los CD, DVD y Blu-ray, 5% de tarjetas de memoria, 10% de rígidos integrados o no en un equipo, así como decos de señales de televisión por cable o satelital, reproductores de mp3 y 1% en celulares.
Pichetto y Gerardo Morales, presidentes de los bloques del Frente para la Victoria y el radicalismo, respectivamente, habían adelantado su apoyo a la iniciativa que fue promovida con proyectos parciales de Pichetto, del socialista Giustiniani y la justicialista Adriana Bortolozzi y Teresita Quintela.
De la reunión en comisión participaron representantes de las entidades vinculadas a la producción y dirección de películas, de las entidades que agrupan a escritores, actores y artistas plásticos.
El titular del bloque oficialista en el Senado respaldó la propuesta al afirmar que se trata "de un mecanismo de compensación, que es reconocido en la mayoría de los países de la Comunidad Europea" y que es "un acto de equidad y de justicia reparatoria" por los derechos de autor.
La propuesta normativa es defendida por las asociaciones de autores, editores, productores y artistas, que se consideran perjudicados por la piratería y la copia de sus obras, y que colaboraron en la redacción del proyecto.
Se trata de la Sociedad General de Autores de la Argentina (Argentores), Asociación Argentina de Intérpretes (AADI), Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (SAGAI), Directores Argentinos Cinematográficos (DAC), la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (CAPIF) y la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC), quienes estarán a cargo de la recaudación, administración y distribución de los ingresos.
¿Qué es Anonymous?Anonymous ganó relevancia desde hace meses como el movimiento más activo, aunque no es el único, especializado en ataques de denegación de servicio (DoS). Este “grupo”, en realidad, trabaja en forma descentralizada y huye de identificaciones personales.
Sus objetivos son muy variados, desde gobiernos como Egipto, Bahrein, Marruecos y Jordania, hasta compañías como PayPal, Mastercard o Visa.
Por ejemplo, Anonymous inició una dura campaña contra sitios web de Sony, como venganza por las acciones judiciales que esta compañía japonesa inició contra los “hackers” que lograron comprometer el sistema “antipiratería” de la consola PlayStation 3.
Sin embargo, la red aseguró que no tiene relación con el ataque más grave que tumbó la PlayStation Network y expuso datos de más de 100 millones de usuarios en todo el mundo.
Otro grupo conocido de “hacktivismo” es LulzSec, que surgió de la nada y comenzó a publicar sus actividades en mayo, aunque motivados por diversión y no por la política o la protesta.
Algunos de sus ataques fueron contra la cadena PBS, sitios de Sony, Nintendo, Bethesda o el propio Senado de los Estados Unidos.
Antecedentes latinoamericanosAnonymous había anunciado este mes un ataque contra los gobiernos de los presidentes Sebastián Piñera, en Chile, y Alan García, en Perú, por la decisión de monitorear los debates de los ciudadanos en las redes sociales. Antes, lo había hecho con webs oficiales de Brasil y México.
El reclamo de los "hacktivistas" subraya que la operación "Andes Libres" consistiría en cibertaques a los sitios webs oficiales por "vulnerar abiertamente la libertad de expresión y privacidad de los cibernautas".
"Los gobiernos de Chile y Perú siguen vulnerando los derechos de sus pueblos, esta vez vigilando todas sus conversación en blogs, Twitter y Facebook, incluso, identificando geográficamente a quienes emiten opiniones", aseguran en el comunicado.
La medida de Anonymous surge tras conocerse que el gobierno de Piñera había seguido "online" los comentarios de los ciudadanos en las redes sociales.
La ministra Ena von Baer se defendió asegurando que "lo único que estamos haciendo, y es lógico que un gobierno lo haga, es saber lo qué opina la gente".
La funcionaria, bajo cuyo mando se enmarca la operación gubernamental, añadió que "las redes sociales son públicas y no estamos haciendo nada que no sea mirar opiniones públicas".
La operación, que en Chile tiene como uno de sus objetivos identificar a los principales actores sociales en medios de Internet, provocó, incluso, la reacción del Colegio de Periodistas.
La entidad gremial optó por pedir al Consejo de Transparencia, órgano que vela por la información pública, que exija al Gobierno revelar qué investiga en Internet y qué hace con esa información.
La vigilancia, utilizada también por empresas, se realiza a través de un software que permite saber en tiempo real de qué hablan las personas, localizar geográficamente dónde es emitida la información y luego "gestionar los incidentes", es decir, provee de herramientas para intervenir las opiniones que no sean favorables a quien adquirió este software.
Lo que no está claro es el motivo de incluir al gobierno peruano en el ataque, ya que en este país no hay una norma de control de contenidos ni de monitoreo de redes.
El caso argentinoA partir del debate que se armó en las redes sociales (como por ejemplo, el hashtag #noalcanon en Twitter) contra el proyecto de ley en la Cámara alta argentina, Anonymous liberó el video que aparece al principio de esta nota, amenazando a las autoridades con tomar represalias en caso que la ley sea aprobada.
Inmediatamente después, comenzaron a sumarse adeptos a esta iniciativa y se dio comienzo a diversos ataques a páginas oficiales.
Las redes sociales fueron testigos del llamado a la comunidad, por parte de grupos de hacktivistas, para colaborar con el ataque. En Facebook y Twitter, se observaron varias publicaciones.

“Sin lugar a dudas, se trata de una tendencia creciente, ya que es cada vez más frecuente que se realicen represalias de este tipo a partir de diferencias ideológicas, especialmente cuando se trata de gobiernos y ciudadanos”, afirmaron Sebastián Bortnik, coordinador de Awareness & Research, y Raphael Labaca Castro, especialista de Awareness & Research, ambos de Eset.
De acuerdo a estos ejecutivos, según la legislación de delitos informáticos en la Argentina, “muchas de las acciones que se están llevando a cabo son ilegales. Al fin y al cabo, el hacktivismo se trata de realizar un ataque informático basado en fines ideológicos. Por lo tanto, creemos que vale la pena alertar a los usuarios ante tanta difusión sobre esta temática”.
Si bien los inicios del hacktivismo se remontan a más de dos décadas, en estos últimos meses ha aumentado su repercusión a nivel mundial. “Esta iniciativa, que se inició en un pequeño sector, ha generado un gran impacto y acumula cada vez más simpatizantes alrededor del mundo, hasta convertirse en unos de los mecanismos de protesta más grande que poseen los ciudadanos hacia sus gobiernos”, señalaron los especialistas.

iProfesional

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