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2011/06/08

Signos de una "burbuja" en la economia brasileña

Brasil ha estado creciendo a pasos agigantados, hasta el punto de que en 2010 su tasa de crecimiento fue de alrededor de 7,5%.
Los expertos señalan que el crecimiento económico ha permitido que millones de personas salgan de la pobreza.

Pero en medio de este éxito económico, hay señales que empiezan a preocupar a los economistas y al propio gobierno brasileño.
La inflación comienza a alcanzar niveles preocupantes, -se espera que este año alcance a un 6,6%-, los precios de los inmuebles se han disparado y hacia el país fluyen capitales de corto plazo que han provocado una apreciación significativa del real, la moneda brasileña.
En ese contexto, muchos se preguntan si el país comienza a experimentar una burbuja que podría en última instancia estallar.
El economista Moisés Naim señala en un artículo el el Financial Times que "no hay duda de que la economía brasileña se está sobrecalentando", y se pregunta "¿cuánto tiempo durará la fiesta?".
Naim resaltaba que "esta combinación de una moneda fuerte, la euforia de los inversionistas extranjeros y el incremento de la demanda doméstica (...) (...) comienza a lucir no sólo como una economía sobrecalentada sino con signos de que se ha iniciado una burbuja preocupante".

Signos preocupantes

En primer lugar la inflación ya alcanzó el tope que tenía como objetivo el Banco Central brasileño.
El Fondo Monetario Internacional señaló que como otras economías emergentes, Brasil enfrenta presiones inflacionarias, que incluyen altos precios de los alimentos y de la energía.
En respuesta a la inflación, las autoridades han subido las tasas de interés en tres ocasiones este año.
Esto lleva a otras complicaciones, porque atrae a la economía más capitales golondrinas que buscan alta rentabilidad, y que ya han llevado a que la la moneda brasileña, el real, sea hoy en día una de las más apreciadas el mundo.
"Las tasas de interés están en 12% comparado con los países desarrollados, en particular EE.UU., donde están cercanas a cero. Eso hace que los inversionistas se sientan muy atraídos y están llegando capitales, muchos de ellos especulativos", dijo a BBC Mundo Isaac Cohen, ex director de la CEPAL.
Además de una pérdida de la competitividad de las exportaciones, que se encarecen en términos reales por el mayor valor de la moneda, la apreciación del real abarata las importaciones procedentes de Estados Unidos.
En otras palabras, los productores brasileños pierden competitividad con respecto a los productos extranjeros, tanto en el mercado local como en los externos.

¿Burbuja inmobiliaria?

Según algunos analistas, otra señal de una posible burbuja son los altos precios de los inmuebles, aunque Michael Reid, editor de las Américas de la revista británica The Economist, advierte que esto se limita a ciertas zona de Sao Paulo y Rio de Janeiro.
Además, hay una expansión del crédito, que ha subido en 25% anual en los últimos dos años.
Jonathan Wheatley, analista del Financial Times, señala que más que una burbuja inmobiliaria hay señales preocupantes de una posible burbuja crediticia más amplia.
Señala que lo más preocupante parece ser que "nadie sabe con certeza cuánto están tomando prestado a los bancos los consumidores brasileños y si éstos tienen condiciones para repagar sus deudas".
Según Michael Reid, esas son señales de que se están formando burbujas, "pero no creo que haya una burbuja que esté a punto de explotar".
"No creo que Brasil se está encaminando hacia un desastre, pero se está metiendo en problemas. El problema inmediato es la inflación, pero esa inflación es un síntoma de otros desbalances y eso va a minar la capacidad de crecimiento sostenible"
Isaac Cohen está de acuerdo. "Tengo la impresión de que en Brasil todavía no estamos ahí".

Medidas paliativas

El gobierno brasileño ha dicho que combatir la inflación es una de sus prioridades.
El fantasma de la hiperinflación está todavía fresco en la memoria de los brasileños, y muchos temen el retorno a las tasas de tres dígitos que generaron inestabilidad en la economía en la década de los '80.
¿Pero hasta qué punto está amenazada la estabilidad del real, la moneda brasileña?.
"El principal riesgo es (si algún evento) lleva a que esos capitales de corto plazo en la economía brasileña salgan de repente y a que los inversionistas detengan su flujo de recursos a la economía. En este caso, el real puede caer estrepitosamente", dice Michael Reid.
Y con ello, la inflación podría dispararse mucho más."El temor es que el país no tendría un aterrizaje suave, con lo cual podría entrar en recesión".
Una situación similar enfrentó México a fines de los '90, cuando una crisis en los mercados asiáticos llevó a que los inversionistas retiraran sus capitales de los mercados emergentes.
Fantasmas como éstos están rondando en la economía brasileña.

BBC Mundo

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