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2011/04/01

Realidad aumentada para arreglar el motor de un coche

Ser mecánico lleva su tiempo. Se sale del aula con el título de formación profesional bajo el brazo, pero no con la experiencia para enfrentarse a un motor BMW 10 de hace una década y resolver un problema concreto de motor, o saber donde está una de las cuatro bujías estropeada y cambiarla o cómo conectar un conector de forma correcta, en el menor tiempo y sin errores. Una aplicación de Realidad Aumentada (RA) guía al mecánico en cada paso, a partir de una imagen sintética basada en la real. El engorroso manual para montar un mueble y hasta el vídeo explicativo pasan a la historia con esta aplicación realizada por seis investigadores del Departamento de Investigación del Instituto de Robótica y Tecnología de las Comunicaciones (IRTIC), que se ha presentado hoy en la Feria Tecnológica Bonatel / Vodafone.

"Cuando te dan un catálogo en Ikea puedes ver el montaje en un vídeo o seguir las instrucciones en el texto y la imagen en el manual de papel. En este caso, la aplicación en móvil es la que te dirige hacia la pieza del motor que hay que reparar o el accesorio a colocar", explica Pedro Morillo, profesor y responsable del proyecto con Marcos Fernández. "En cada paso, el mecánico sabe exactamente dónde está y adónde tiene que ir", señala Rubén Talón, otro de los jóvenes investigadores del grupo. Una llave mecánica se desplaza en la pantalla del iPad hacia la carcasa del motor, te indica que la abras y reconoce la bujía, de entre las cuatro, a cambiar.
La aplicación, que todavía no tiene nombre comercial, es una especie de power point, que en vez de tardar hasta 400 horas en reproducir el motor entero de un vehículo, las tripas de una maquinaria pesada de la industria siderúrgica o de un ascensor permite realizarlo en sólo 3 o 4 horas, según describe Pedro Morillo, profesor titular y responsable del proyecto con Marcos Fernández.
El editor se ha desarrollado para teléfonos inteligentes, como iPhone y los que funcionan con la plataforma Android. Y lleva un identificador de papel que el usuario, en este caso el concesionario valenciano Bertolín de BMW añade a un vehículo concreto. Se trata de una especie de chip de bajo coste que encripta los datos del propietario o propietarios del coche, qué mantenimiento se le ha dado y el mecánico que lo revisó.
Entre las ventajas de la aplicación está el que se puede usar directamente para formar técnicos. La Realidad Aumentada entra, así, por esta vía en el ámbito del aprendizaje. Y su ventaja es que lo hace desde el móvil. NO solo reduce costes de reparación (porque agiliza los tiempos de trabajo), sino que minimiza el margen de errores. "Si tienes que manipular una bujía y el vehículo lleva cuatro y te equivocas, te puedes cargar el sistema electromecánico", apunta Morillo.
La desventaja: en la actualidad la RA es tremendamente cara y solo para soluciones muy concretas. "El objetivo era hacer una aplicación generalista y de bajo coste. Y esta es una herramienta generalista", subrayan los padres del proyecto.
El equipo de seis investigadores ha trabajado dos años en esta aplicación cofinanciada por el Ministerio de Ciencia e Innovación y el Ministerio de Educación, con un coste aproximado de 450.000 euros, entre tecnología y la mano de obra de los investigadores dedicados en exclusiva.
La Universidad negocia ahora con BMW (junto con Volkswagen han sido marcas precursoras en el uso de la RA) su comercialización. También aspira a vender sus servicios a otras firmas o sectores industriales. Si ahora se tarda entre 300 y 400 horas de trabajo en crear un editor, desarrollar este para una tarea concreta cuesta en 4 o 6 horas. Si el trabajo del investigador se cobra a 120 euros la hora, el precio final del servicio se abarata de forma considerable hasta por debajo de los 600 euros. "Algo impensable en el mundo de la Realidad Aumentada", puntualiza Morillo.
Mediante Bodetel, el principal distribuidor de Vodafone en España orientado a la búsqueda soluciones de datos y de voz en el mercado, el equipo de investigadores de la Universidad de Valencia ha podido trabajar con móviles de alta gama. "Acaba de salir iPad, y ellos serán los primeros en usarlo", certifica David Barea, del Departamento de Desarrollo de Bodetel. Barea reconoce que la RA está poco generalizada en el mercado (por el elevado coste), pero afirma que es "el futuro", por ejemplo, para dar clases avanzadas de mecánica. "No hace falta que la gente sepa de motores: con el aparato y este software se desmonta el motor y resuelve el problema".

El Pais

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