Nuestro paseo diario por la blogosfera hispana nos lleva hoy hasta el Tibet de la mano —o el teclado— de Gizmodo. De aquellas tierras procede “Do-khyi”, un cachorro que se acerca al metro de altura y los noventa kilos de peso, y que pasa por ser el cánido más caro del planeta.
Con once meses de vida, este mastín tibetano ha sido vendido por el criador de perros Lu Liang a un magnate del carbón afincado en el norte de China, del que Lu evita dar más detalles. ¿Su precio? 10 millones de yuanes; al cambio, más de un millón de euros.
Lu Liang, su vendedor, señala las excepcionales cualidades genéticas del animal y su inmaculado pedigrí como las razones de tal desembolso. Do-khyi será un gran semental, está destinado a ello, y no sería de extrañar que, más que un capricho, pronto se convirtiera en un gran negocio, otro más, de su nuevo y orgulloso propietario.
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