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2011/03/21

El futuro de América Latina sigue siendo nuclear

Los gobiernos de Chile y Estados Unidos firmaron este viernes un acuerdo de cooperación nuclear que ha causado controversia en el país sudamericano. El convenio será refrendado el lunes durante la visita a Santiago del presidente Barack Obama.
El gobierno de Sebastián Piñera insistió en que el convenio "busca profundizar el intercambio de la investigación científica y la capacitación de capital humano" y negó que la intención fuera desarrollar en el corto plazo un programa nuclear, aunque no descartó esa posibilidad en el futuro.
A diferencia de los vecinos Argentina y Brasil, Chile no cuenta con plantas nucleares, pero los problemas energéticos por los que atraviesa su economía ha hecho que algunos sectores planteen la necesidad de generar energía atómica.
Sin embargo, el reciente terremoto y posterior tsunami en Japón y la crisis nuclear que han causado, han hecho que las voces críticas a esta iniciativa tomen más fuerza.
De hecho, el Parlamento chileno interpelará la semana próxima al ministro de Energía y Minería, Laurence Golborne, para que explique los planes del gobierno.
Es que lo ocurrido en Japón ha tenido efectos en muchos países que producen energía nuclear.

¿Freno nuclear?

La catástrofe de la planta de Fukushima, 240 kilómetros al norte de Tokio, ha hecho que algunos gobiernos europeos pongan freno a sus planes nucleares, mientras que el propio Obama ordenó revisar la seguridad de todo el sistema nuclear estadounidense.
A América Latina también llegaron los temblores desde Asia. El gobierno de México anunció que revisará los parámetros de seguridad de sus plantas, mientras que el presidente venezolano, Hugo Chávez, ordenó congelar los planes que tenía de colaborar con Rusia en la materia.
¿Pero qué pasará con Argentina y Brasil, las dos grandes potencias nucleares de América de Sur?

Funcionarios de ambos países han descartado públicamente que la situación en Japón impacte en sus proyectos de largo plazo.
De hecho, en los próximos meses Argentina inaugurará su tercera central nuclear, Atucha II, que funcionará en las afueras de Buenos Aires, cerca de Atucha I, que fue inaugurada en 1974 y se convirtió en la primera planta nuclear de América Latina destinada a la producción de energía eléctrica.
En la provincia central de Córdoba también funciona la planta de Embalse, instalada en 1984.
Según las autoridades argentinas, estas usinas no corren los mismos peligros que las centrales nucleares japonesas porque, debido a su ubicación, no pueden ser afectadas por un terremoto o un tsunami.
"Se usa diferente tecnología", explicó el gerente de relaciones institucionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Gabriel Barceló, quien descartó cualquier riesgo.
"Las usinas argentinas tienen un círculo intermedio de refrigeración entre el núcleo y el sector externo. Las japonesas no lo tienen", aclaró por su parte el gerente de control de reactores de la Autoridad Regulatoria Nuclear, Rubén Navarro.

Brasil sigue adelante

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se mostró cautelosa ante lo ocurrido en Japón, pero anunció que su país continuará adelante con su programa nuclear.En 2010, Brasilia comenzó la construcción de la planta Angra III, que se sumará a Angra I y II en el litoral de Río de Janeiro.
Al igual que en Argentina, las autoridades brasileñas intentaron calmar los temores de una posible crisis, afirmando que sus centrales utilizan tecnología diferente a la de las japonesas y, además, están en una zona de bajo riesgo sísmico.
Para la experta en radiactividad y medio ambiente del Instituto de Física de La Plata (Argentina), Judith Desimoni, las preocupaciones que surgieron a partir del caso de Japón no harán que Argentina y Brasil desistan de sus proyectos.
"Yo creo que va a pasar la oleada esta y después se plantearán nuevas medidas de seguridad y el plan nuclear seguirá", le dijo a BBC Mundo.
Según la experta, "hoy en día es la única posibilidad de producir energía para el nivel de vida al cual nos hemos acostumbrado".

Un riesgo

El uso de centrales nucleares con el fin de generar energía para la población tiene diferentes puntos de vista.
Para la directora de la organización ambientalista Chile Sustentable, Sara Larraín, sólo las formas de energía renovables (como la solar, la eólica o la hidráulica, entre otras) son una alternativa aceptable a los combustibles fósiles.
"Existe todo un argumento falso que asegura que la energía nuclear es más barata que la renovable", le dijo a BBC Mundo.
Larraín criticó los argumentos utilizados por Argentina y Brasil para seguir adelante con sus proyectos, pero no duda de que la opinión pública en esos países presionará para poner un freno a los planes.

"La gente está mirando televisión", advirtió, en referencia a la constante cobertura que se le está dando en todo el mundo a la crisis en la central de Fukushima.
Donde no duda de que el caso japonés tendrá un impacto es en Chile.
"El ejemplo de Japón hace totalmente inviable los planes nucleares aquí", aseguró Larraín.
Chile es considerado uno de los países más sísmicos del planeta y aún se recupera de la devastación causada por el terremoto del 27 de febrero de 2010, que dejó un saldo de más de 500 muertos.
Un elemento de riesgo que no tienen Argentina y Brasil y por el que los expertos coinciden en señalar que, en esos países, los planes nucleares seguirán adelante.

BBC Mundo

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