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2011/01/29

Internet bajo el filtro chino, en primera persona

Psst. No le digan a las autoridades, pero empecé un blog en chino aquí, en el gigante asiático, y contiene elogios contrarrevolucionarios de los disidentes. La dirección es: http://blog.sina.com.cn/jisidao .
Ahora, contemos: 1, 2, 3. y veamos por cuánto tiempo permanece mi blog. Mi corazonada es que Seguridad del Estado lo "armonizará" rápidamente.
En chino, "armonizar" es el término utilizado como referencia burlona cuando el gobierno evapora sitios webs para cultivar a una "sociedad armoniosa".
China tiene ahora cerca de 450 millones de usuarios de Internet, muchísimos más que cualquier otro país, y quizás unos 100 millones de blogueros. El escritor encarcelado, Liu Xiaobo, ganador del Premio Nobel de la Paz, ha dicho: "Internet es el regalo de Dios al pueblo chino". Tiendo a concordar, pero también es cierto que el ciberespacio en el gigante asiático sigue siendo una dictadura del proletariado. En noviembre, el gobierno mandó a una joven, Cheng Jianping , a un campo de trabajo por un año por haber publicado una sola oración burlona.
Mis hijos adolescentes me acompañaron en este viaje, y están acostumbrados a que los arrastre a presenciar una injusticia tras otra. Sin embargo, es raro que mi hija se indigne tanto como cuando descubrió que Facebook, YouTube y Twitter están bloqueados en China.
Así que decidí realizar mi experimento más reciente sobre la libertad en la Internet china. Empecé esta serie de experimentos en 2003 para ver con qué quedaba impune en las salas de conversación.
En esta ocasión, empecé un blog y a publicar pequeñas publicaciones en la versión china de Twitter. Sin embargo, como signo ominoso, descubrí que las autoridades chinas habían hecho más estrictas las normas desde mis experimentos anteriores. Ahora, todo aquel que quiera abrir una cuenta en un servicio on line debe proporcionar un número de credencial de identificación y otro de teléfono celular. Eso significa que las autoridades pueden rastrear rápidamente a comentaristas irritantes.
Una vez que comencé, no obstante, los censores fueron menos agresivos de lo que esperaba, los cuales, al parecer, dependen más de la intimidación que de la censura real. Incluso, cargaron mis comentarios sobre Liu, el disidente encarcelado. Un mensaje similar en el que menciono al proscrito movimiento Falun Gong desencadenó una crítica automática, pero, luego, lo aprobó un moderador.
Un moderador chino me explicó alguna vez que los censores son, en su mayoría, jóvenes fanáticos de la informática que creen en la libertad en Internet, y tratan de sabotear sus responsabilidades sin que los despidan.
No obstante, hay límites. Publiqué una referencia a la masacre de Tiananmen el 4 de junio de 1989. La subieron automáticamente, y, 20 minutos después, la quitó un moderador.
El reto de las autoridades es que los moderadores simplemente tienen demasiado que vigilar y los filtros automáticos no funcionan a la perfección. Es común que los chinos usen frases en código, bien conocidas, para términos que serán censurados: junio 4 podría convertirse en junio 2+2 o mayo 35. Asimismo, los internautas pueden evadir el "gran cortafuegos chino"' usando programas informáticos ampliamente disponibles, como Freegate, o abriéndose paso a través de una red virtual privada.
La mayoría de los chinos no es abiertamente político. Es habitual que buscar pornografía prohibida sea más gratificante que buscar folletos sobre la democracia multipartidista. No obstante, se resienten en forma generalizada los controles en Internet. Mi apuesta es que son más los jóvenes chinos enojados por la censura de su gobierno que por su rechazo a la democracia multipartidista.
Michael Anti, un prominente bloguero chino, dice que el gobierno central podría permitir cada vez más que los ciudadanos chinos critiquen abusos de gobiernos locales, aun si bloquea desprecios hacia la dirigencia central. Dado que a menudo son los funcionarios de bajo rango los que cometen los peores abusos de derechos humanos, esta decisión sería un modesto paso hacia adelante.
Evgeny Morozov, en un libro reciente, "El engaño neto", argumenta que los occidentales se dejan llevar por el potencial de Internet para democratizar a las sociedades, y no se dan cuenta que los dictadores también usan a la web para reforzar a sus regímenes. Buen punto. Sin embargo, como Liu, yo veo a Internet como una fuerza poderosa para ayudar a remodelar a China.
Francamente, mis propios experimentos tuvieron resultados ambiguos. Mi microblog atrajo rápidamente atención, en parte porque un amigo chino con más de un millón de seguidores redirigió a los lectores hacia él. Una hora después, lo habían armonizado.
Entre tanto, publiqué mi blog en chino por separado, en la dirección que mencioné de forma previa. Era igual de atrevido e incluía una felicitación de cumpleaños algo velada para Liu en la cárcel. Sin embargo, no lo promoví, así que a las autoridades no les importó, o no lo notaron. Ha seguido durante varias semanas, pero ahora que ya lo mencioné en esta columna, presumiblemente, está condenado.
Para mí, la lección de mis experimentos es que la Internet china es demasiado amplia para que el gobierno la monitoree en toda su extensión. Puede encarcelar a las personas, sin embargo, no puede bloquear la revolución informática en sí misma.
Liu puede estar en la cárcel, pero mi corazonada es que su opinión será reivindicada: algún día, se recordará a Internet como algo que ayudó a transformar a China, byte por byte. Que florezcan mil millones de blogs.

Actualización. El autor de la nota detalla que, finalmente, el sitio creado ha sido regulado. "Mi blog fue 'armonizado'. Al momento se encuentra un mensaje cortante en chino diciendo que el sitio ha sido cerrado. Una vez más, la lección parece ser que las autoridades chinas son relativamente leves sobre anuncios provocativos, hasta que toman estado público y llaman la atención", dijo Kristof al pie de su columna de opinión en The New York Times .

La Nacion

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