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2010/09/10

Los secretos del error más conocido de Internet

ABC

A todo ser viviente que deambula por la red le ha pasado alguna vez. Entras en una página y asalta el dichoso error 404 que casi es sinónimo de un cartel colgado con el "vuelva usted mañana". Pero realmente, ¿en qué consiste este fallo que ya forma parte de nuestra rutina digital? ¿Cuáles fueron sus orígenes?. La respuesta a estas y otras preguntas la encontramos en IdentidadGeek, una bitácora sobre curiosidades y cultura internetera que destacamos hoy en nuestro repaso diario a la actualidad de la blogosfera.
Técnicamente, y según wikipedia, el error 404, también conocido como HTTP 404 o simplemente "archivo no encontrado" es un código de estado que indica que el navegador web ha sido capaz de comunicarse con el servidor, pero no existe el fichero que ha sido pedido. Por ejemplo, si se accede a la URL http://wikipedia.org/xxx el servidor de Wikipedia devolverá una página de error y el código de error HTTP 404. Este error no debe ser confundido con "servidor web no encontrado" o errores similares en los que se indica que no se ha podido realizar la conexión con el servidor. Suele ser tan habitual, que muchos sitios incorporan un mensaje customizado para indicarlo a sus visitantes. Los hay de todos los colores y sabores.
Para encontrar su origen, debemos mirar con nostalgia los inicios de la gran red de redes (World Wide Web) en el CERN, uno de los centros de investigación más importantes del mundo, ubicado entre la frontera de Francia y Suiza. En uno de los edificios de este innovador complejo, concretamente en el apartamento 404, se ubico la "sede central" de un ambicioso proyecto cuyo objetivo inicial era conseguir conectar a un grupo de computadoras entre sí y que su contenido fuese accesible en varios formatos, consiguiendo de este modo la hipertextualidad. Se trataba del germen de Internet.
El funcionamiento de una página web en la actualidad es muy sencillo: cuando entramos a una página, nuestro navegador (Internet Explorer, Firefox, etc.) envía una petición a los DNS (domain name servers) que le dicen qué IP está relacionada con cierto dominio; una vez que ocurre esto, el navegador se encarga de pedir al servidor los archivos que componen la página (imágenes, textos, etc,). Pero por muy antediluviano que parezca, en los inicios de la Red en el CERN, este trabajo lo hacía un grupo de dos o tres personas trabajaba en esta habitación.
De esta forma, cuando los chicos de la oficina 404 no podían encontrar el archivo o este no existía, se encargaban de mandar un mensaje de vuelta que dijera “Room 404: file not found”. Ahora sólo quedan unas cuantas decenas más de mensajes de error para explicar. Pero eso será harina de otro costal.

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