Hasta poco antes de que Avatar, la oscarizada película de James Cameron, recaudase millones en taquilla, cualquier intento de hacer dinero con el 3D era catalogado de locura. Así que cuando a mediados de 2008 una empresa de Massanassa, un pueblo situado a siete kilómetros de Valencia, decidió invertir en cámaras estereoscópicas, sabía a lo que se atenía. Ciertamente, fue más un ejercicio de supervivencia que un negocio. Pero gracias a esa decisión, hoy domina la tecnología en la que toda la industria del entretenimiento tiene cifradas sus esperanzas de crecimiento. "Vivimos un momento dulce porque el esfuerzo que hemos hecho en los últimos años se ha convertido en un producto oportuno", dice Ramón Dolz, jefe de I+D de Kronomav.
La empresa, que surgió de la fusión en agosto de 2006 de dos productoras valencianas -Kronotec y Publimav-, diseña y suministra plataformas mecanizadas para el movimiento de cámaras en platós de televisión. El negocio marchó sobre ruedas hasta 2008, cuando sobrevino la crisis y las cadenas decidieron que para sostener las filmadoras, el viejo trípode era igual de efectivo que el robot más sofisticado. "La facturación base de Kronomav se cayó y lo pasamos bastante mal", recuerda Dolz.
Por ello, decidieron apostar por una tecnología en la que una de sus predecesoras había experimentado años antes con buenos resultados. "En 2002, Kronotec filmó un documental de naturaleza en 3D con cámaras y sistemas de visualización desarrollados por ella misma. Así que cuando la crisis llegó al sector y empezó a vislumbrarse que el 3D podía funcionar, decidimos retomar el tema", explica. En busca de financiación, la compañía encontró apoyo, en forma de subvención, en la Consejería de Industria para proyectos de I+D del Gobierno valenciano.
Conjuntamente con Neoduction, una firma valenciana especializada en procesamiento digital, propuso el desarrollo de un sistema que permitiese la retransmisión de eventos en vivo y en 3D. Esto implicaba resolver el principal problema técnico de estas producciones: el riesgo de que cualquier desajuste entre las imágenes causase fatiga visual en el espectador. "Filmar en 3D es bastante complejo y casi siempre quedan errores, que corregir en edición es muy complicado. Así que nos preguntamos: ¿Y si en vez de hacerlo en posproducción lo hacemos en tiempo real?". La respuesta derivó en el Rig 3D, una plataforma que controla el enfoque, el teleobjetivo, la convergencia y la separación entre las cámaras. Y, lo más importante, adapta un sistema que permite ver y enmendar errores en el rodaje. "El proyecto obtuvo la subvención y en lugar de quedarse en una idea de laboratorio, se convirtió en un producto".
El sistema se lanzó en septiembre del año pasado, durante la International Broadcasting Convention (IBC) de Ámsterdam, con tan buena acogida que entre los 1.200 productos expuestos en la feria fue seleccionado por medios especializados como uno de los 50 mejores.
Como prueba del interés que ha despertado el sistema, hace poco Kronomav cerró un contrato con la productora portuguesa Medialuso para la retransmisión de eventos en 3D. Los dos primeros han sido el Abierto de Tenis de Estoril, en mayo, y el partido amistoso disputado por las selecciones de fútbol de Portugal y Camerún, a inicios de junio. "El sistema genera imágenes 3D perfectas, lo que nos permite filmar eventos como partidos y conciertos de música para proyectarlos en tiempo real en cines o teatros", concluye Dolz.
La empresa, que surgió de la fusión en agosto de 2006 de dos productoras valencianas -Kronotec y Publimav-, diseña y suministra plataformas mecanizadas para el movimiento de cámaras en platós de televisión. El negocio marchó sobre ruedas hasta 2008, cuando sobrevino la crisis y las cadenas decidieron que para sostener las filmadoras, el viejo trípode era igual de efectivo que el robot más sofisticado. "La facturación base de Kronomav se cayó y lo pasamos bastante mal", recuerda Dolz.
Por ello, decidieron apostar por una tecnología en la que una de sus predecesoras había experimentado años antes con buenos resultados. "En 2002, Kronotec filmó un documental de naturaleza en 3D con cámaras y sistemas de visualización desarrollados por ella misma. Así que cuando la crisis llegó al sector y empezó a vislumbrarse que el 3D podía funcionar, decidimos retomar el tema", explica. En busca de financiación, la compañía encontró apoyo, en forma de subvención, en la Consejería de Industria para proyectos de I+D del Gobierno valenciano.
Conjuntamente con Neoduction, una firma valenciana especializada en procesamiento digital, propuso el desarrollo de un sistema que permitiese la retransmisión de eventos en vivo y en 3D. Esto implicaba resolver el principal problema técnico de estas producciones: el riesgo de que cualquier desajuste entre las imágenes causase fatiga visual en el espectador. "Filmar en 3D es bastante complejo y casi siempre quedan errores, que corregir en edición es muy complicado. Así que nos preguntamos: ¿Y si en vez de hacerlo en posproducción lo hacemos en tiempo real?". La respuesta derivó en el Rig 3D, una plataforma que controla el enfoque, el teleobjetivo, la convergencia y la separación entre las cámaras. Y, lo más importante, adapta un sistema que permite ver y enmendar errores en el rodaje. "El proyecto obtuvo la subvención y en lugar de quedarse en una idea de laboratorio, se convirtió en un producto".
El sistema se lanzó en septiembre del año pasado, durante la International Broadcasting Convention (IBC) de Ámsterdam, con tan buena acogida que entre los 1.200 productos expuestos en la feria fue seleccionado por medios especializados como uno de los 50 mejores.
Como prueba del interés que ha despertado el sistema, hace poco Kronomav cerró un contrato con la productora portuguesa Medialuso para la retransmisión de eventos en 3D. Los dos primeros han sido el Abierto de Tenis de Estoril, en mayo, y el partido amistoso disputado por las selecciones de fútbol de Portugal y Camerún, a inicios de junio. "El sistema genera imágenes 3D perfectas, lo que nos permite filmar eventos como partidos y conciertos de música para proyectarlos en tiempo real en cines o teatros", concluye Dolz.
El grupo prevé duplicar sus ventas hasta los 2,2 millones
La apuesta por el 3D ha tenido su impacto en los ingresos del grupo. La facturación de la compañía subió en 2009 desde los 400.000 hasta el millón de euros, cifra que espera duplicar este año hasta los 2,2 millones. La mitad de este monto provendrá de los ingresos generados por el contrato con Medialuso. Éste incluye los servicios prestados a terceros y la venta de unidades móviles del Rig 3D. Pero el acuerdo contempla también la explotación conjunta de los derechos de difusión que pudieran generarse en el caso de producciones propias o realizadas con terceros, por lo que eventualmente la estimación podría elevarse.Comval controla el 40% del capital
El accionariado de Kronomav está integrado por Publimav y Kronotec, las dos socias fundadoras, que controlan el 48% del capital social; el instituto tecnológico Aido, que tiene el 12%, y Comval Emprende, con el 40%. Este último es un fondo de capital riesgo que invierte en proyectos de emprendedores valencianos que están en su fase inicial (semilla, start up). El fondo, que gestiona la sociedad de capital riesgo Clave Mayor, ingresó en el capital de Kronomav en diciembre de 2007 con una inversión de un millón de euros, que la empresa usó para financiar su plan de expansión, que en ese momento no consideraba los proyectos 3D. Kronomav tiene actualmente 16 trabajadores.Datos básicos
Origen. Publimav era una empresa valenciana dedicada al suministro de sistemas para travelling y desplazamiento de cámaras en platós de televisión, pero que trabajaba con equipos importados. Cada vez que alguno sufría un desperfecto, tenía que traer un técnico del extranjero, lo que ocasionaba serios problemas operativos. Para superar este inconveniente, en 2006 decidió fabricar su propia tecnología. Como no tenía experiencia en este campo, recurrió a Aido, un centro dedicado a la investigación del sector audiovisual, que la puso en contacto con Kronotec, una productora también valenciana que filmaba documentales con cámaras desarrolladas por ella misma. De su fusión nació Kronomav.Delegaciones. Además de tener su sede principal en Massanassa (Valencia), la empresa tiene una delegación en Madrid y distribuidores en Granada y Barcelona. Inmersa en un programa de expansión internacional, la compañía participa en el proyecto PIPE (Plan de Iniciación a la Promoción Exterior) subvencionado por Icex y de dos años de duración. En este marco, a fines de 2008, abrió una oficina en Nueva York. Reino Unido, Canadá, Italia, Corea del Sur, Brasil y Dubai son otros mercados en estudio.
Productos. El Rig 3d no es la única innovación desarrollada por Kronomav. En 2006 la empresa ganó el Premio Técnico de Realización Nacional por la transmisión de la misa que el Papa Benedicto XVI celebró ese año en Valencia con motivo del Quinto Encuentro Mundial de las Familias. La compañía montó toda la infraestructura de filmación de Canal Nou y construyó tres robots verticales que instaló en tres de los cuatro pilares del altar principal, de manera que captaran el corazón de la ceremonia sin ser advertidos por el público.
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