La blogosfera tradicionalmente se ha caracterizado por su actitud crítica y analítica sobre cuantas cosas ocurren en este bendito mundo. El carácter personal e independiente de las bitácoras las convierte en herramientas de opinión y presión ante muchos de los temas que diariamente abonan la realidad y especialmente hacia aquellos que provocan un fuerte rechazo social.
Por eso, estos días los blogueros andamos como locos con un concurso organizado por la Asociación de Consumidores Facua para elegir las peores empresas del año en tres categorías, "peor empresa", "peor práctica empresarial" y "peor anuncio de los últimos doce meses".
Según la propia asociación, con la convocatoria de estos premios se pretende "censurar los graves abusos que se producen en el mercado sin respetar los derechos de los consumidores", así como "promover prácticas más responsables en las relaciones entre las empresas, los consumidores y las organizaciones que representan sus intereses". Y claro, esto a los blogueros, nos pone en órbita. Por eso la iniciativa se está extendiendo como la espuma entre decenas de bitácoras.
Entre las nominadas a hacerse con tan deshonroso galardón en su categoría absoluta, cinco empresas: Movistar, Vodafone, Orange, Air Comet y Ryanair. Seguro que no es casualidad que tres de ellas sean operadoras de telefonía móvil y dos compañías de vuelos comerciales. Para la peor práctica empresarial destacan las cláusulas suelo de las hipotecas, el cobro por la atención de consultas y reclamaciones, los recargos de las compañías aéreas, las irregularidades en las facturas eléctricas de comienzos de 2009 y el 'spam' telefónico. Por último, en el apartado peor anuncio de los últimos doce meses los candidatos son Actimel, de Danone; Frenadol, de McNeil; Silueta, de Bimbo; Vodafone Passport, de Vodafone; y la campaña "Si eres legal, eres legal", del Ministerio de Cultura.
Los consumidores, blogueros incluídos, podremos votar a estos quince candidatos a través de la página web de Facua hasta el próximo 15 de marzo, Día Mundial de los Derechos de los Consumidores. Por una vez en la vida y sin que sirva de precedente, podemos decir "que gane el peor".
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