El pasado fin de semana fueron robados cerca de 4.000 iPhones de un gran almacén de la localidad belga de Willebroek, en la provincia de Antwerp. Según informaciones de la prensa belga, uno o varios individuos utilizaron una escalera de incendios para encaramarse a lo alto del tejado del almacén dónde los móviles estaban almacenados y se hicieron con ellos.
A falta de confirmación, de otros actos criminales similares, la prensa belga y la cadena CNN lo califican como "el mayor robo de iPhones de la historia" y el coste asciende a los dos millones de euros, teniendo en cuenta que en Italia, único país europeo dónde se pueden comprar libres estos terminales, el precio de venta al público es de 499 euros.
Las autoridades policiales belgas han abierto una investigación y los primeros indicios apuntan a que ha sido un trabajo hecho "desde dentro" ya que los ladrones hicieron un agujero en el techo justo en el lugar dónde los móviles de Apple estaban almacenados.
Los iPhones estaban listos para su envío a la operadora móvil belga Mobistar, que tiene la exclusiva de estos dispositivos en Bélgica. Aunque admiten estar teniendo problemas de distribución en declaraciones a De Standaard Patti Verdoodt, portavoz de la compañía declaró que "ya se ha avisado al distribuidor y está en camino un nuevo envío para que no haya problemas de existencias de cara a las ventas navideñas".
"Tenemos los números de serie de los teléfonos y los bloquearemos para que no puedan ser utilizados", afirmó Verdoodt. El problema es que Bélgica es uno de los tres países europeos que vende los iPhones sin restricciones asociadas a una tarjeta SIM en particular y pueden ser utilizados con tarjetas de otras compañías.
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