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2009/09/18

Las máquinas juegan a ser humanas

Fuente: Publico.

HAL 9000, el ordenador de 2001: Una odisea en el espacio, inició una lucha contra los humanos cuando fue consciente de que estos iban a desconectarlo. HAL 9000 no hubiera tenido problemas para superar la prueba desarrollada por Alan Turing en 1950, que consideraba que se podría hablar de inteligencia artificial cuando un humano no fuese capaz de distinguir si el interlocutor con el que hablaba, sin verlo, era otra persona o un robot. El concurso BotPrize, cuya final ha tenido lugar en Milán (Italia), parte de la prueba de Turing y la adapta al mundo de los videojuegos con el objetivo de mejorar la inteligencia artificial que se emplea en los mundos virtuales.

El reto para los participantes consiste en desarrollar un programa que sea capaz de controlar a un personaje del videojuego Unreal Tournament 2004 y que los jueces designados no puedan distinguir si lo que hay detrás del enemigo en cuestión es una persona o un ordenador.

En la final del concurso, cada uno de los cinco jueces inicia una partida contra dos contrincantes: una persona y un programa informático o bot. Tras unos 15 minutos de juego, el juez debe identificar a sus oponentes.

En esta segunda edición de BotPrize, al igual que ya sucediera en la primera y con el test de Turing original, ninguna de las máquinas presentadas ha logrado engañar al 80% de los jueces del concurso. En todo caso, todos los bots finalistas sí consiguieron convencer de su humanidad al menos a uno de ellos.

Los expertos consideran que uno de los mayores triunfos del juego on-line reside en que los aficionados prefieren enfrentarse a jugadores reales que a la inteligencia artificial del videojuego. Un estudio de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) destaca que las posibilidades de juego on-line y la inclusión de aspectos sociales son más relevantes al elegir un título que los gráficos.

Participación española

El profesor de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad Carlos III de Madrid Raúl Arrabales pertenece a uno de 15 equipos que ha participado en esta edición de BotPrize. "Concursos como este permiten comprobar los avances realizados en inteligencia artificial de forma empírica", explica.

El investigador destaca la complejidad a la hora de generar comportamientos humanos, ya sea en el trabajo con robots o con videojuegos. "Es necesario combinar diferentes capacidades cognitivas: emociones, atención o la capacidad que tienen los humanos para atribuir modelos del yo al otro (la teoría de la mente)".

Explorar nuevas fórmulas de inteligencia artificial mediante videojuegos supone para esta industria la creación de rivales más interesantes e inesperados, que no cuentan con una forma de juego predefinida ante las mismas circunstancias. En este sentido, Arrabales considera que parte del éxito de un juego está en crear un programa equilibrado: "Algunos bot pueden aburrir al contrincante humano, porque son demasiado tontos, o bien excesivamente listos".

Creadores y participantes de BotPrize añaden que los trabajos realizados tienen aplicación más allá de los videojuegos, que servirían como un entorno de simulación para investigar proyectos de inteligencia artificial.

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