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2009/09/11

Las lecciones de las finanzas islámicas

Fuente: BBC Mundo.

Cuando buena parte del planeta aún se pregunta cómo arreglar el sistema financiero que colapsó hace un año, algunos creen que las respuestas están en el mundo islámico.

Con su forma particular de hacer negocios con base en la Sharia o ley islámica, que prohíbe la especulación y promueve los riesgos compartidos, las finanzas islámicas ganan terreno en Europa y otras partes del mundo.

Según expertos, esos principios resultan cada vez más tentadores para inversionistas y profesionales que buscan alternativas a las prácticas espurias que desataron la crisis financiera en Occidente.

"No podemos afirmar que las finanzas islámicas sean superiores a las finanzas occidentales o clásicas", dijo Elyès Jouini, un economista francés especializado en el tema, en diálogo con BBC Mundo.

"Sin embargo, hay cosas para aprender de esta forma específica de hacer finanzas, en particular cómo se vigilan los riesgos", agregó.

En expansión

El crecimiento de las finanzas islámicas ya es perceptible a nivel internacional.

En India se anuncia la apertura del primer banco islámico para el año que viene, en Australia aumenta la oferta de productos acordes con la Sharia, y en Francia las universidades inauguran cursos especializados.

Jouini dirige la primera maestría en Finanzas Islámicas de la capital francesa, en la Universidad de París-Dauphine. Es la segunda formación de este tipo en todo el país: hace unos meses abrió la primera en Estrasburgo.

Unas 150 personas se inscribieron para los cursos de París, que arrancan en noviembre, aunque habrá sólo 30 plazas disponibles.

Según Jouini, para la apertura de la maestría ha sido clave el apoyo del gobierno francés, que ha anunciado beneficios fiscales para desarrollar ese sector.

Francia tiene la mayor población musulmana de Europa occidental, estimada en cinco millones, y quiere convertirse en un jugador de peso en el mercado regional de las finanzas islámicas, liderado por el Reino Unido.

Sin intereses

Los expertos sostienen que la crisis global repercutió sólo relativamente en las finanzas islámicas, estimuladas en los últimos años por la liquidez que tuvieron los fondos soberanos de Medio Oriente por el precio del petróleo.

El total de activos financieros manejados por el sector está estimado en US$700.000 millones y se calcula que podría superar la barrera del billón de dólares en los próximos años.

Uno de los secretos de su relativa estabilidad es que todas las transacciones de las finanzas islámicas deben estar garantizadas por activos tangibles, para cumplir con la veda a la especulación.

La venta de deudas, una práctica que desató la gran crisis de los subprime en Estados Unidos, está inhabilitada en las finanzas islámicas.

Los intereses de usura también están prohibidos. Las ganancias son compartidas, al igual que los riesgos.

Por ejemplo, el capital invertido en bonos islámicos, conocidos como sukuk, no se devuelve con intereses sino con dividendos de las inversiones realizadas.

Al estar excluidas las inversiones en actividades contrarias a la Sharia, como las apuestas o la pornografía, los productos financieros islámicos se tienden a concentrarse más en propiedades o proyectos de infraestructura.

¿A rajatabla?

Estas características de las finanzas islámicas parecen estar en sintonía con lo que buscan algunos inversores en medio de la crisis global.

"Hay un cambio en la mentalidad de muchos ciudadanos, de ser más prudentes e interesarse en esos productos financieros que en vez de prometer la Luna dan rentabilidades razonables", sostuvo Francisco Álvarez, ex director de la Bolsa de París.

Pero las finanzas islámicas también enfrentan desafíos de crecimiento, como la falta de inversiones a largo plazo o el hecho de que algunos de sus principios se pueden desvirtuar a medida que se inventen nuevos productos.

Álvarez, que ahora preside en Madrid la consultora Ética, Soluciones Financieras, dijo a BBC Mundo que duda de que los dictados de la Sharia "se apliquen sistemáticamente" en los negocios islámicos.

"Todos sabemos que muchos de sus fondos soberanos participan en fondos clásicos, que están lejos de respetar la ley islámica", comentó.

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